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Una vez tenemos el tejido cortado, se comienza a coser. Cada material textil
implica un proceso diferente, dependiendo de las fibras -vegetales, sintéticas,
artificiales- de las que esté compuesto. Por ejemplo, el polyscreen, al ser de PVC
nunca se cose, sino que se lleva a cabo una soldadura térmica. En el caso de
tratarse de tejidos o visillos, todo pasa por la máquina de coser.
La única parte que quedaría para terminar de fabricar la cortina sería incorporarle
los sistemas de enganche, accionamiento, tipo de instalación y mandos. Todo el
proceso de fabricación de las cortinas y estores a medida se hace a mano y uno por
uno. Cada pieza es única por sus medidas y tipo de tejido, y para cuidar la calidad
de la que se caracterizan nuestras cortinas, este es el único proceso posible.
Una vez que la cortina está terminada, queda la prueba de fuego: pasar con éxito el
control de calidad. Aquí se comprueba que las medidas sean exactas, que la tela no
tenga ninguna tara, que la cortina funcione correctamente y que los sistemas de
sujeción sean los correctos. Si Kaaten detecta algún fallo durante este proceso, la
cortina se confecciona de nuevo. Una vez pasado el control de calidad, la cortina o
estor se empaqueta con los tornillos necesarios para su instalación.
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