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SOLEMNE SALUDO A NUESTRA SEÑORA

(PREGUNTAR SI EL PADRE VA A DECIR LAS PALABRAS DEL MISAL O LA GUIA LA SIGUIENTE


INTRODUCCION)

La Virgen santísima, presente en el Calvario durante el viernes santo y después de que Jesús
es colocado en el sepulcro, es la única que mantiene viva la llama de la fe, preparándose
para acoger el anuncio gozoso y sorprendente de la Resurrección de Cristo, completando
así su participación en todos los momentos esenciales del misterio pascual. María, al acoger
a Cristo resucitado, es también signo y anticipación de la humanidad, que espera lograr su
plena realización mediante la resurrección de los muertos. COMIENZAN A CAMINAR

CON GRAN ALEGRÍA RECIBAMOS A NUESTRA MADRE Y

DAMOS GRACIAS A JESÚS, TU HIJO Y NUESTRO SALVADOR,

PORQUE DESDE LA CRUZ QUISO HACERNOS HIJOS TUYOS.

DESDE ENTONCES, TU CORAZÓN DE MADRE

NOS PROTEGE Y ABRAZA PARA SIEMPRE;

DESDE ENTONCES INTERCEDES POR NOSOTROS,

Y POR TU ENTREGA SIN RESERVAS A LA VOLUNTAD DEL PADRE,

NOS ENSEÑAS A VIVIR EN CRISTO.

En el tiempo pascual la comunidad cristiana, dirigiéndose a la Madre del Señor, la invita a


alegrarse:  "¡Reina del cielo, alégrate. Aleluya!". Así recuerda el gozo de María por la
resurrección de Jesús, prolongando en el tiempo el "¡Alégrate!" que le dirigió el ángel en la
Anunciación, para que se convirtiera en "causa de alegría" para la humanidad entera.

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