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Poesía y dictadura. En Conmemoración del día por la Memoria, la Verdad y la Justicia.
Despedida
Aquellas costumbres
*José Beláustegui – 30 de mayo de 1954 / 30 de mayo de 1977. Militante del PRT (Partido
revolucionario de los trabajadores. Estudiante universitario.
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Poema
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A manera de confesión
Totalmente incomunicado
Totalmente incomunicado
la frase procesal se retuerce y avanza
como un gusano helado por mis huesos.
Tiemblo. Es el silencio.
La oscuridad.
El frío.
Las manos contra la pared las piernas bien abiertas
quiénes son sus compañeros dice una voz y los golpes
suenan en mi espalda como las tormentas
calientes del verano de Tucumán.
La sangre en los labios las calles inundadas
los barquitos de papel el jadeo entrecortado
(las risas de los torturadores me bañan
en un aceite grueso y asfixiante)
Totalmente incomunicado
se repiten unos a otros los soldados
que me guardan
sus ojos negros a veces inocentes
se clavan en mí con curiosidad
me apuntan con sus armas si me muevo
pero les hablo y se acercan a mí
y comprueban que somos idénticos
pero se hace otra vez la noche
y vienen a buscarme. ¿Tienes frío?
Preguntan y me desnudan a tirones.
El frío. Tiemblo. El frío atroz y amarillo
de sentirme impotente en un presente
constante y opresivo.
Este momento. Este golpe. Este sacudón
la pregunta lanzada como un ácido
sobre la piel
ellos y yo el aullido y el cuerpo
retorcido de dolor y asco
Totalmente incomunicado
¿de quién? ¿de vos? ¿de mis hermanos
oprimidos? Ilusos pequeños hombrecitos
juegan a que no saben nada de su muerte
como si mis muertos no vinieran
a darme aliento entre golpe y golpe
como si no escucharan los pasos decididos
de mis compañeros cuando el estallido blanco
Poesía y dictadura. En Conmemoración del día por la Memoria, la Verdad y la Justicia.
de mi cerebro electrificado
y me alzan entre dos y me dejan
Totalmente incomunicado
¿de quién? ¿de Dios?
¿de la victoria inevitable?
Pobres hombrecitos temblorosos.
Hemos decidido anunciarles
que la obscena liturgia que practican
es estéril y también suicida
pues el tiempo vendrá como la lluvia
con el estallido verde de los límites finales.
Me declaro culpable
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13/1/1975
Poesía y dictadura. En Conmemoración del día por la Memoria, la Verdad y la Justicia.
Si la muerte
me sorprende
lejos de tu vientre,
porque para vos
los tres seguimos en él,
si me sorprende
lejos de tus caricias
que tanto me hacen falta,
si la muerte
me abrazara fuerte
como recompensa
por haber querido
la libertad,
y tus abrazos entonces
sólo envuelven recuerdos,
llantos y consejos
que no quise seguir,
quisiera decirte mamá
que parte de lo que fui
lo vas a encontrar
en mis compañeros.
La cita de control,
la última,
se la llevaron ellos,
los caídos, nuestros caídos,
mi control, nuestro control
está en el cielo,
y nos está esperando.
Si la muerte me sorprende
de esta forma tan amarga,
pero honesta,
si no me da tiempo
a un último grito
desesperado y sincero,
dejaré el aliento
el último aliento,
para decir te quiero.
Alejandro Almeida
Poesía y dictadura. En Conmemoración del día por la Memoria, la Verdad y la Justicia.
Verbo irregular
yo amo
tu escribes
él sueña
nosotros vivimos
vosotros cantáis
ellos matan.
Roberto Santoro
Busco la luz,
aún encerrada entre paredes,
busco el sol,
la vida,
los pájaros,
la risa.
Y me río,
me río
para poder vivir,
para querer vivir;
y quiero encontrar tus ojos,
pero todo pasó.
Sólo queda una sombra
y un lugar vacío,
sólo quedan las horas repitiéndose
en mi cerebro,
sólo quedan algunos recuerdos,
algunas caricias,
y algunas pocas palabras.
Aún así,
sigo buscando la vida.
Agosto de 1977
*
Poesía y dictadura. En Conmemoración del día por la Memoria, la Verdad y la Justicia.
PARA MAÑANA
Mañana,
cuando no estemos
cuando todo se haya
vuelto oscuro,
cuando no nos quede
tiempo para derrochar,
ni sueños que
desgajar entre besos,
cuando mis manos
se separen de las
tuyas,
y tengamos que apretar
los puños con resignación;
cuando la boca
no tenga más palabras
y las palabras desaparezcan
en un aturdido remolino,
cuando el cuerpo
deje de sentir
la permanente compañía
del miedo,
cuando los oídos
se acostumbren para siempre
al silencio;
cuando
definitivamente no estemos,
mañana,
nosotros los que fuimos,
vivos,
los que reímos y lloramos
y nos alimentamos
amando,
queriendo la vida
nosotros estaremos
regresando;
y la piel será
una oscura mezcla
de tierra y piedras,
y los ojos serán
un inmenso cielo,
y los brazos y los cuerpos
se juntarán sin saberlo
y este niño que quisimos
estará allí
amándonos desde lejos,
sosteniendo nuestro
grito eterno
abriendo nuestro
Poesía y dictadura. En Conmemoración del día por la Memoria, la Verdad y la Justicia.
vientre cálido
haciendo interminables y multiplicados
los puños cerrados con dolor
31 de agosto de 1977
*
Que no me mientan,
detrás de mí,
espera el fin.
Que no me mientan,
detrás de mí,
están los recuerdos,
la simple alegría de vivir libre.
Detrás de mí,
quedó un mundo que ya no me pertenece…
Me miro los pies.
Están atados.
Me miro las manos,
están atadas,
me miro el cuerpo;
está guardado entre paredes,
me miro el alma,
esta presa …
Me miro, simplemente
me miro y a veces
no me reconozco …
Entonces vuelvo a mirarme,
los pies,
y están atados;
las manos,
y están atadas;
el cuerpo,
y está preso;
pero el alma,
¡ay! el alma, no puede
quedarse así,
la dejo ir, correr,
buscar lo que aun
queda de mí misma,
hacer un mundo con retazos,
y entonces río,
porque aun puedo
sentirme viva”
*
Vamos a buscar el tiempo
en que no nos conocíamos.
Era la libertad, la luz,
la risa.
Poesía y dictadura. En Conmemoración del día por la Memoria, la Verdad y la Justicia.
Espero,
no me preguntes qué espero,
atrás el silencio no quiere
contestarme
las preguntas de la vida
que le hago cada día
vivo;
vivo y espero,
no me preguntes qué me espero,
que tengo el alma dolida,
que me duele el cuerpo
encerrado,
que los ojos se cansan
mirando una estrella
que cayó en el suelo.
Espero,
no me preguntes qué espero,
con una taza de café
con un cigarrillo negro,
mirando pasar las horas,
vivo,
vivo pensando
y no quiero.
No quiero más el dolor,
ni este tiempo detenido,
ni las lágrimas
que a veces entrego.
Pero vivo,
vivo
¿espero.
Noviembre de 1977
*
Nada puede detenerme,
he quedado detrás de las paredes,
caminando siempre,
dejando en la calle mi marca
indestructible.
Y mientras mi sombra pasa,
lentamente,
me van reconociendo
los árboles,
las veredas,
la gente.
Ya nada puede
desprender mi alma
de las cosas,
quedó enraizada
en los rostros,
Poesía y dictadura. En Conmemoración del día por la Memoria, la Verdad y la Justicia.