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Plataforma de

e
Aprendizaje Virtual
tual

Ley Micaela
para Autoridades del
Poder Ejecutivo

Jefatura de Secretaría de Ministerio de las Mujeres,


Gabinete de Ministros Innovación Pública Géneros y Diversidad
Clase 1
Marco Normativo y
Perspectiva Histórica
3

• Conocer las normativas internacionales y nacionales para garantizar


Objetivos de la los derechos de las mujeres y colectivos de lesbianas, gays, bisexuales,
Clase: travestis, trans, intersexuales y otras (de aquí en más LGBTI+).

• Visibilizar las conquistas legislativas de las mujeres y LGBTI+ en Argentina.

Marco Normativo Internacional y Nacional:


Contenidos:
1. Convenciones y Tratados Internacionales:

• Convención para la Eliminación de todas las formas de discriminación


contra la mujer- CEDAW. (1979)

• Convención para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la


Mujer- Convención de Belém do Pará. (1994)

• Declaración y Plataforma de Acción de Beijing. (1995)

• Principios de Yogyakarta. (2007)

• Convenio 190 y Recomendación 206 de la OIT sobre la violencia y el


acoso en el mundo del trabajo. (2019)

2. Leyes Nacionales:

• Ley 26.485 Ley de Protección integral para prevenir, sancionar y erra-


dicar la violencia contra la mujer en los ámbitos en que desarrollen sus
relaciones interpersonales. (2009)

• Ley 26.618 de Matrimonio Civil. (2010)

• Ley 26.743 de Identidad de Género. (2012)

• Ley 27.499 “Ley Micaela” de Capacitación Obligatoria en la Temática


de Género y Violencia contra las Mujeres. (2019)

• Ley Nº 27.610- Acceso a la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE),


obligatoriedad de brindar cobertura integral y gratuita. (2021)
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Introducción
A partir del foro de presentación y bienvenida, hemos buscado conocernos
desde el compartir con el grupo sobre quiénes somos y cuáles son nues-
tros lugares de trabajo. En esta ocasión, las, les y los invitamos a hacer un
recorrido para indagar sobre la forma en que, desde los marcos normati-
vos, se construye ciudadanía desde la perspectiva de género y diversidad.

Hay una relación indiscutible entre los cambios sociales, los reclamos y
demandas de los feminismos y población LGBTI+, y las respuestas y ac-
ciones estatales, que encuentran su cristalización en el marco normativo.

En esta clase 1 tenemos como objetivo conocer las normas que orientan
y determinan nuestras prácticas y posicionamiento como agentes de la
función pública. Veremos cómo el surgimiento y desarrollo del marco
normativo se relaciona con las luchas de los movimientos de mujeres
y lesbianas, gays, bisexuales, travestis, trans, intersexuales y otras (de
aquí en más LGBTI+), tanto a nivel nacional como internacional. Bus-
camos con esto poder reflexionar sobre la responsabilidad que, como
autoridades del Poder Ejecutivo Nacional, se tiene con relación a la po-
sibilidad de acceso, ejercicio y garantía de los derechos de las mujeres
y personas LGBTI+.

Algunas preguntas orientadoras nos van a guiar a lo largo de esta clase:

• ¿Qué implica abordar la ciudadanía teniendo en cuenta las desigual-


dades en las experiencias de mujeres, LGBTI+ y varones, a partir de los
mecanismos legales?

• ¿Por qué lo que antes se consideraban “asuntos privados” se transfor-


maron en problemáticas sociales de responsabilidad estatal?

• ¿Por qué es necesario mencionar los derechos humanos de las muje-


res y la población LGBTI+?
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Recurrimos a una breve historización que nos permite reflexionar sobre


La historicidad la relación entre el Estado, la sexualidad, el género y las relaciones de po-
de los derechos der, para descubrir que tiene una profundidad que trasciende largamente
a los hitos de los últimos 20 años, en los cuales la temática de género
humanos tuvo mayor visibilidad.

En primer lugar buscamos comprender a la Ley Micaela como una norma


que pone en primer plano la decisión política e institucional de garantizar
de manera transversal la incorporación de una mirada sensible al género
y la diversidad en el Estado, como también garantizar una vida libre de
violencias, a través de la formación y la capacitación de sus agentes
y funcionarias/es/os².

Conocer las normativas nos demanda reconocer las tensiones entre la


igualdad y las diferencias, entre las necesidades y su satisfacción, el Es-
tado y las personas. De esta forma, en palabras de Alicia Ruiz, propone-
mos considerar que:

“El discurso jurídico se construye en un entretejido


de discursos sociales diversos, aludidos y eludidos
en cada tramo de esa construcción; y no por azar. El
derecho no deviene ni de la pura razón, ni de dios;
es parte de la cultura, es contingente y cambiante.
Es opaco, las ficciones lo atraviesan y su trama es
la de un relato peculiar que constituye realidades
y sujetos, que legitima o deslegitima pedazos del
mundo, que naturaliza y declara verdaderos sólo lo
que incluye en su texto bajo determinadas formas”3
Reconocer la historicidad de las leyes nos permite discutir una perspec-
tiva que ha sostenido ciertas desigualdades bajo la forma de lo naturali-
zado y lo universal.

Compartimos un recorrido histórico para identificar algunos hitos tras-


cendentales que dan cuenta de las transformaciones en el marco norma-
tivo, que nos hablan de cómo la sociedad, en un momento determinado,
entiende y se enuncia sobre las diferencias de las personas, y las relacio-
nes de poder que priman en un momento histórico y social.

1. “Artículo 1: Establécese la capacitación obligatoria en la temática de género y violencia


contra las mujeres para todas las personas que se desempeñen en la función pública en
todos sus niveles y jerarquías en los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial de la Nación”
2. Utilizamos un lenguaje no sexista de acuerdo con las recomendaciones de (Re)Nombrar:
Guía para una comunicación con perspectiva de género del MMGyD. Fecha de Consulta
19.04.2021
3. Ruiz, Alicia (2007:115) “Cuestiones acerca de Mujeres y Derecho”. Fecha de consulta:
09.06.2021
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A medida que vayan explorando cada uno de los hitos y normas, les pro-
Línea de tiempo: ponemos poner atención a la relación entre los compromisos a nivel inter-
nacional y los avances también en materia de derechos a nivel nacional.

Luego de recorrer la línea de tiempo, les sugerimos que descarguen y


recorran el Anexo de esta clase, en el que encontrarán información com-
plementaria al material audiovisual ofrecido en dicha línea de tiempo.

¿Qué normas o hitos de nuestra historia conocían? ¿Cuáles no? ¿Qué


otros hechos históricos podríamos considerar en esta línea de tiem-
po? ¿Cuáles y cómo fueron los impactos, en sus propias historias o
entorno, con relación a los grandes cambios que significaban la pro-
mulgación de estas leyes?

La promulgación de muchas de estas leyes, tuvieron como escenario


profundos debates en los cuales la sociedad entera se vio interpelada. El
derecho al voto por parte de las mujeres, la ley que permitía el divorcio, la
patria potestad compartida, el derecho al matrimonio entre personas del
mismo sexo... Significaron un gran número de representaciones e ideas
sobre lo que iba a suceder si se legitimaban los derechos de sujetos co-
lectivos específicos como las mujeres y población LGBTI+: ¿Recuerdan
cuáles eran los mitos que circulaban en torno a los debates de las leyes?
¿Cuáles eran las representaciones sobre los posibles efectos que pro-
duciría sobre la sociedad la ampliación de los derechos humanos? ¿Qué
argumentos se sostenían a favor y cuáles en contra?

Gracias Argentina, Norma y Ramona (Canal Encuentro)

Es muy importante aproximarnos a esta mirada histórica, entendiendo


que las normas e hitos en materia de derechos de las mujeres y diversi-
dades sucedieron en contextos de movilizaciones, luchas y demandas
sociales que pusieron en agenda social éstas temáticas y que, con el
paso del tiempo, se fueron convirtiendo en legislación y política pública
a partir de decisiones del Estado.

Vemos, por ejemplo, que recién a mediados del siglo pasado las mujeres
consiguieron el derecho al voto, algo tan básico en la construcción de
una sociedad de derecho. Detrás de esta vulneración histórica, existie-
ron argumentos que esgrimían una supuesta falta de capacidad de las
mujeres para ejercer tal responsabilidad pública, y que en muchos casos,
buscaban respaldar sus posturas en “justificaciones médicas”.
LEY MICAELA PARA AUTORIDADES DEL PODER EJECUTIVO | CLASE 1 7

Sufragio femenino

Así, cada uno de estos hitos está rodeado de un contexto histórico, de


resistencias y luchas. Hoy la posibilidad de que las mujeres puedan ejer-
cer el derecho al voto no es algo que esté puesto en debate. Pero otros
asuntos, como la desigualdad en los espacios de representación política
o en el ámbito laboral, no son algo que hace tanto tiempo se haya pues-
to en discusión o en la agenda política. Así también, otro ejemplo es el
tratamiento de la violencia en el ámbito doméstico o familiar, que, como
vimos con la Ley 24.417, es definida por el Estado como una problemá-
tica social y no una cuestión privada. Tras el famoso caso de femicidio
de Alicia Muñiz, por parte de Carlos Monzón, el Movimiento de Mujeres
se movilizó en reclamo de que “lo personal es político”. Esta frase, que
se atribuye a la referente feminista norteamericana Kate Millet, sintetiza
una lucha internacional que demandaba a los Estados que asumieran
responsabilidad en el abordaje de las violencias sistemáticas que sufren
las mujeres. En la misma línea, podemos observar cómo recién en 2012
y con la sanción de la Ley de Identidad de Género, el Estado reconoció
el derecho a la identidad de personas trans, travesti y transgénero.

Cuando nos preguntamos cómo aplicar aquello que se plasma en las


leyes a nuestros espacios de trabajo y cotidianeidad institucional, es ne-
cesario saber que en primer lugar debemos conocerlas, y luego aprehen-
derlas y pensarlas en su aplicabilidad más concreta. ¿Cómo garantiza-
mos, por ejemplo, el trato digno en la atención según la Ley de Identidad
de Género? ¿Cómo nombramos a las personas en los formularios con
los que trabajamos? ¿Cómo se distribuyen las tareas en el ámbito labo-
ral? ¿Existen trabajos o tareas que se asignan más a los varones que a
las mujeres y diversidades? ¿Por qué les parece que sucede?

Para finalizar este apartado, las, les, los invitamos a escuchar un frag-
mento (entre el minuto 44.20 y el 55.25) de una conferencia de la soció-
loga, intelectual y referenta de los movimientos feministas, Dora Barran-
cos, en el marco de la implementación de la Ley Micaela (en este caso
en la provincia de San Luis). Pueden acceder a la conferencia completa
a través de este link:

Dora Barrancos

Queda expuesto un recorrido desde una situación de exclusión y subor-


dinación legal, social y política de las mujeres y población LGBTI+, hacia
un panorama que paulatinamente avanza a la inclusión, ampliación de
derechos, conquistas y reconocimiento de la diferencia que busca erra-
dicar las desigualdades estructurales.
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A continuación veremos algunos convenios, normativas y acciones que


Cuáles son y en han sido paradigmáticas y nos brindan herramientas concretas para la
qué consisten comprensión y sensibilización sobre la importancia del compromiso es-
tatal para lograr erradicar la desigualdad estructural. Al hablar de des-
las leyes que igualdad estructural, hacemos eco de una tensión propia de reconocer
enmarcan nuestra las diferencias como desigualdad: Todas las personas somos iguales
ante la ley, pero los patrones culturales convierten las diferencias en des-
responsabilidad igualdad, lo cual genera una brecha entre el derecho sustantivo y el de-
respecto a la recho real. El Estado tiene como herramienta para mitigar dicha brecha,
la potestad de generar acciones afirmativas, como medidas de carácter
igualdad de género: especial y temporal, para lograr la inclusión de los distintos colectivos
sociales vulnerados en sus Derechos Humanos básicos.4

Observamos también, en la historia de los derechos humanos, como dere-


chos inherentes e irrenunciables para cualquier persona, un carácter pro-
gresivo que refiere a la continuación en la expansión de formulaciones
que buscan responder a demandas y necesidades tanto históricas como
emergentes. Esto queda claro en la línea de tiempo, en la cual las leyes “se
apoyan” y encuentran sus antecedentes y argumentos en leyes anteriores.

Buscamos pensar el marco legal como un paradigma que se imbrica en


la vida cotidiana, en los valores, normas, prejuicios, para garantizar las
transformaciones necesarias y deseadas.

En la década del ‘40 del siglo pasado, luego de los juicios de Nüremberg,
surge la idea de que no podía limitarse a un Estado la protección de
un derecho, porque podía ser vulnerado de forma sistemática; esta idea
queda plasmada en la Declaración Universal de los Derechos Humanos
(1948). Hasta ese momento se reconocían sólo derechos de los “indivi-
duos”, que luego van a ponerse en cuestión para comenzar a visibilizar
la necesidad de los derechos colectivos. En la década de 1960, se ma-
nifiestan disputas acerca de quiénes eran sujetos de derechos, ya que
las mujeres no tenían pleno acceso a los mismos... La pregunta sobre
quiénes son abarcados por los Derechos Humanos y quiénes no, sigue
teniendo especial relevancia, en tanto la ley escrita demanda ser inter-
pretada por quienes se erigen como sus efectores. Esta discusión, en

4. Compromete a los Estados a respetar, proteger, promover y garantizar los derechos de


las mujeres, y a adoptar medidas concretas. Promueve “medidas especiales de carácter
temporal”, conocidas como acciones afirmativas, para acelerar el ritmo hacia la igualdad
sustantiva entre mujeres y hombres. Estos instrumentos, son dinámicos ya que requieren
el examen continuo de las leyes, los programas y las prácticas que se encaminan al logro
del a igualdad de facto de las mujeres y se constituyen como estrategias necesarias con el
fin de “acelerar la participación de la mujer en el ámbito político, económico, social, cultural
y civil, o en cualquier otro ámbito” (Recomendación general Nº25 sobre el párrafo 1 del
artículo 4º de la CEDAW)
9

nuestro país, se retrata en la historia del derecho al voto femenino: allí


donde la ley escrita habilitaba a “los ciudadanos” a votar, el uso del len-
guaje neutral fue interpretado como “sólo los varones”, hecho que, en
nuestro medio, llevó a Julieta Lanteri a ser conocida por su lucha en la
visibilización de cómo “el ciudadano” (o “el hombre”) según la interpreta-
ción que se le de, puede incluir o ser excluyente de las mujeres. En este
caso icónico, lo que se expone no es sólo una disputa por el lenguaje,
sino que se discute la idea de “incapacidad”, como condición social e
ideológica, sobre la cual por muchos (cientos de) años las mujeres fue-
ron negadas de su derecho a participar en la vida política. Se reedita la
idea que atraviesa las obras del sociólogo Pierre Bourdieu (1982), quien
señala que “quien domina, nomina”; reconocer el poder en las potestades
legales, ya sea de ejercicio, ejecución o redacción, es fundamental para
desmentir su carácter neutral.
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Normativa Las convenciones y tratados que se exponen


a continuación, son importantes para nuestra
Internacional legislación en tanto el Estado ha manifestado su
adherencia y/o ratificación, convirtiéndose en
“Estado Parte” y asumiendo así el compromiso
de actuar bajo sus recomendaciones y
observaciones.
Convención para la Eliminación de todas las formas de dis-
criminación contra la Mujer - CEDAW

Fue sancionada en 1979 en el marco de las Naciones Unidas. Toma


como punto de partida la discriminación estructural e histórica hacia las
mujeres, reconociendo y protegiendo sus derechos. Si bien sus artículos
no refieren al derecho a una vida libre de violencia, sus posteriores reco-
mendaciones sí hacen mención.

Nuestro país adhirió a este primer instrumento de protección de los de-


rechos humanos de las mujeres, en el art. 75 de la Constitución Nacional
y a través de la Ley Nacional 23.179 (1985).

La Recomendación 19, a través del Comité Para la Eliminación de la Dis-


criminación Contra la Mujer, afirma que “la violencia contra la mujer es
una forma de discriminación que inhibe gravemente la capacidad de la
mujer de gozar de derechos y libertades en pie de igualdad con el hom-
bre instando al Estado a tomar medidas para afrontar las violencias en
razón de género5.

En el año 2017 se completa y actualiza el alcance de la CEDAW en mate-


ria de violencia contra las mujeres por motivos de género, en los párrafos
8 y 9. El concepto de “violencia contra la mujer”, tal como se define en la
recomendación general número 19 y en otros instrumentos y documen-
tos internacionales, hace hincapié en el hecho de que dicha violencia
está basada en el género. En consecuencia, en la presente recomenda-
ción, la expresión “violencia por razón de género contra la mujer” se uti-
liza como un término más preciso que pone de manifiesto las causas y
los efectos relacionados con el género en la violencia. La expresión re-
fuerza aún más la noción de la violencia como problema social más que
individual, que exige respuestas integrales, más allá de aquellas relativas
a sucesos concretos, autores y víctimas y supervivientes6.

5. Recomendaciones generales adoptadas por el Comité para la Eliminación de la Discrimi-


nación contra la Mujer. Recomendación general num 19.
6.CEDAW, Recomendación general núm 35. sobre la violencia por razón de género contra la
mujer, por la que se actualiza la recomendación general núm 19.
11

Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar


la violencia contra la Mujer o Convención de Belém do Pará.

La convención de Belém do Pará marcó un salto hacia las leyes de segun-


da generación, esto es, se pasó a considerar la violencia por motivos de
género desde una perspectiva integral. Si bien en su momento implicó un
gran avance, ya que los movimientos feministas reclamaban al Estado la
responsabilidad de velar por la seguridad de las mujeres y dejar de consi-
derarse como un tema “privado” para ser considerado de orden “público”,
Belém do Pará viene a visibilizar que la violencia por motivos de género se
manifiesta de distintas formas y en distintos ámbitos. Además de aportar
esta visión integral, recomienda la transversalización de la perspectiva de
género en todos los ámbitos del Estado a fin de prevenir y visibilizar las
violencias para abordarlas desde sus causas estructurales.

¿Por qué es importante conocer la Convención de Belém do Pará?

• Define como un derecho humano el derecho de las mujeres a una vida


libre de violencia tanto en el ámbito público como en el privado.

• Exige de los Estados medidas legislativas, programas estatales, ca-


pacitación y reformas en la esfera de la administración de justicia, entre
otras, acompañados de campañas masivas que contribuyan al cambio
cultural necesario para la erradicación de la violencia contra la mujer
(CEPAL, 2007, pág.19).

• Señala que los Estados Partes convienen en adoptar, en forma pro-


gresiva, medidas específicas, incluyendo programas para garantizar la
investigación y recopilación de estadísticas. Además, se comprometen
a generar información pertinente sobre las causas, consecuencias y fre-
cuencia de la violencia contra la mujer, con el fin de evaluar la eficacia
de las medidas para prevenir, sancionar y eliminar la violencia contra la
mujer y de formular y aplicar los cambios que sean necesarios (art. 8)

Nuestro país ratificó esta convención bajo la Ley 24.632 del año 1996.
12

Firmado y ratificado

Adherido

No firmado

No es un estado miembro de la Organiza-


ción de Estados Americanos

Fuente: Wikipedia
13

Argentina ratificó en el año 2019 el Convenio 190 de la OIT contra la Vio-


OIT Convenio 190 y lencia y el Acoso en el mundo del trabajo y en la actualidad se encuentra
Recomendación 206 en estado legislativo a fin de adecuar a las leyes nacionales sobre vio-
lencia laboral. El Convenio 190 reconoce el derecho de toda persona a
contra la violencia un ambiente de trabajo libre de violencia y acoso, incluidos la violencia y
y el acoso en el el acoso por razón de género. Si bien considera a la violencia y el acoso
como una vulneración de derechos para las, los, les trabajadores, es la
mundo del trabajo primera vez que se enuncia explícitamente la violencia por razón de gé-
nero, lo cual marca su importancia.

Reconoce que el riesgo de sufrir acoso o violencia es mayor para las


mujeres y diversidades por su condición de género.

Abarca a todes las, los, les trabajadores del empleo público y privado y
define el espacio laboral más allá del lugar específico de trabajo, ya que
al incluir el “mundo del trabajo” lo extiende a los desplazamientos, viajes,
eventos o actividades sociales o de formación; en el marco de las comu-
nicaciones laborales, incluidas las realizadas por medio de tecnologías
de la información y de la comunicación (whatsapp, mail, etc.); en el aloja-
miento proporcionado por el empleador; y en los trayectos entre el domi-
cilio y el lugar de trabajo. Además toma en cuenta la violencia doméstica
que pueda afectar a una trabajadora e insta a tomar medidas al respecto.

Recomienda medidas de prevención como la implementación de protoco-


los y el diseño de políticas de tolerancia cero ante la violencia y el acoso.

Principios de Yogyakarta (2007)

Por pedido de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Dere-
chos Humanos –Louis Arbour– se elaboran los Principios de Yogyakarta.
Fueron presentados, como una carta global para los derechos de gays,
lesbianas, bisexuales y personas trans, el 26 de marzo de 20077, ante el
Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Ginebra.

Los mismos establecen estándares legales para guiar la actuación de


los Estados en materia de prevención y erradicación de la violencia, abu-
so y discriminación sistemática que sufren las personas LGBTI+. Sin em-
bargo, lo principal de estos principios es que pone de manifiesto las si-
tuaciones de vulnerabilidad en las que se encuentra el colectivo LGBTI+.

7. No es menor considerar que recién en el año 1990, la Organización Mundial de la Salud


estaba quitando de la lista de enfermedades mentales a la “homosexualidad”, término que
al día de hoy sigue cargando connotaciones patologizantes para el colectivo LGBTI+.
14

Los Principios de Yogyakarta enuncian la obligación que tienen los Es-


tados, mediante recomendaciones, de implementar acciones en pos de
garantizar la igualdad de trato y oportunidades para la comunidad LGBTI+.

La enunciación de estos principios fue un paso fun-


damental de reconocimiento y llamado de aten-
ción a la acción de las Naciones sobre los patrones
globales de violación de derechos humanos basa-
dos en la orientación sexual e identidad de género:
“asesinatos extrajudiciales, la tortura y los malos
tratos, las agresiones sexuales y las violaciones, las
injerencias en la privacidad, las detenciones arbi-
trarias, la negación de empleo o de oportunidades
educativas, así como una grave discriminación en el
goce de otros derechos humanos. Estas violaciones
a menudo se ven agravadas por la vivencia de otras
formas de violencia, odio, discriminación y exclu-
sión, como aquellas basadas en la raza, la edad, la
religión, la discapacidad o la condición económica,
social o de otra índole.” (Principios Yogyakarta).
Desde ya que las realidades del colectivo LGBTI+ siguen siendo un esce-
nario de deudas en lo que respecta a las garantías básicas enunciadas
en los Principios. Existen numerosas fuentes que nos permiten visibilizar
el estado de situación, como por ejemplo, el mapa global que grafica las
posturas legales en torno a las uniones civiles, matrimonio igualitario y
penalización de la homosexualidad:
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Legalidad de relaciones homosexuales Homosexualidad clandestina

Matrimonios homosexuales Pena teórica no aplicada en la práctica

Uniones civiles Pena de cárcel

Reconocimiento de matrimonios Cadena perpetua


homosexuales extranjeros
Pena de muerte
Reconocimiento de parejas del mismo
sexo a nivel federal pero no a nivel
estatal

Sin reconocimiento de parejas del


mismo sexo

Restricciones a la libertad de expresión


y asociación

Fuente: Wikipedia
16

Basta con recorrer algunos de los principios del documento escrito en


Yogyakarta para recuperar la pregunta por lo universal versus lo parti-
cular. Si bien estos Principios ya figuran constituidos como Derechos
Humanos fundamentales, se registran violaciones permanentes, persis-
tentes a la población LGBTI+. Como sujeto colectivo, demanda la for-
mulación de leyes particulares para la garantía de los mismos, con los
respectivos medios y medidas de carácter especial para que se reviertan
y reparen las condiciones de desigualdad.

Plataforma de Acción de Beijing (1995)

La Declaración y Plataforma de Acción de Beijing fue adoptada por 189


países en la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer. La Plataforma
define que la igualdad entre mujeres y varones es una cuestión de dere-
chos humanos y tiene como objetivo hacer realidad todos los derechos
de las mujeres, como el de vivir sin violencia, asistir a la escuela y tener
igual remuneración por igual trabajo. El documento define una serie de
objetivos y medidas estratégicas concretas que los países se compro-
metieron a cumplir en doce esferas de especial preocupación: La mujer
y el medio ambiente; La mujer en el ejercicio del poder y la adopción de
decisiones; La niña; La mujer y la economía; La mujer y la pobreza; La
violencia contra la mujer; Los derechos humanos de la mujer; Educación
y capacitación de la mujer; Mecanismos institucionales para el adelanto
de la mujer; La mujer y la salud; La mujer y los medios de difusión; La
mujer y los conflictos armados.

Declaración y la Plataforma de Acción de Beijing

En esta reunión es donde irrumpió con más fuerza el rol de los Mecanis-
mos Nacionales de las Mujeres (MNM)– ya que se entendió su importan-
cia como instancias institucionales de los países para dar cumplimiento
a los mandatos y compromisos normativos, nacionales e internaciona-
les, relacionados con la igualdad de género en las políticas públicas. Los
MNM se crean con el objetivo de diseñar, fomentar, ejecutar, vigilar, es-
timular, evaluar y movilizar políticas que promuevan el adelanto de las
mujeres.

Los MNM quedan involucrados en los distintos vaivenes, de acuerdo a


los momentos político-institucionales, que los colocan en lugares de ma-
yor y menor jerarquía, y por ende, mayor o menor fortaleza institucional
para cumplir sus objetivos. En nuestro país, los MNM surgen en el año
1991 con la creación del Consejo Nacional de la Mujer. En 1999, se mo-
difica su status jerárquico, y pasa a depender de la Jefatura de Gabinete
del Poder Ejecutivo Nacional. Luego, en el marco de la crisis económica
del 2001, queda en la órbita del Consejo Nacional de Coordinación de
17

Políticas Sociales, dependiente del Ministerio de Desarrollo Social. En


el año 2010, por Decreto 326/2010 se cambia su nombre por Consejo
Nacional de las Mujeres (CNM), en un intento de ampliar e incluir a todas
las mujeres en todas sus características; en el año 2017, por el Decreto
698/2017 se creó el “Instituto Nacional de las Mujeres (INAM)”, como
mecanismo descentralizado, cambiando su rango a Secretaría de Esta-
do y adquiriendo autonomía en el manejo de sus recursos.

En la gestión del actual gobierno de Alberto Fernández, se eleva la jerar-


quía máxima como MNM creándose el Ministerio de las Mujeres, Géne-
ros y Diversidad (decreto del 10 de diciembre de 2019 mediante el decre-
to de Necesidad y Urgencia No 7/2019) como respuesta al compromiso
de garantizar los derechos de las mujeres y diversidades, frente a toda
manifestación de discriminación o violencias.

Ley Nacional N° 26.485 de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y


Normativa nacional Erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos donde desarro-
llan sus relaciones interpersonales

La ley nacional de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradi-


car la violencia contra las mujeres en los ámbitos donde desarrollan sus
relaciones interpersonales o Ley N° 26.485, sancionada en el año 2009 y
su Decreto Reglamentario 1011/20108, es la primera ley de carácter inte-
gral y fue realizada desde el Consejo Nacional de la Mujer, actualmente
Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad.

De acuerdo con su artículo 1° se trata de una ley de orden público, es


decir que sus disposiciones son de aplicación en todo el territorio de la
República Argentina –a excepción de las de carácter procesal–.

8. Ley Nacional N° 26.485 de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la vio-
lencia contra las mujeres en los ámbitos donde desarrollan sus relaciones interpersonales.
Modificada en mayo de 2019.

Artículo 1° - Incorpórase al artículo 6° de la ley 26.485, de protección integral para prevenir,


sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres, como inciso g) el siguiente:
g) Violencia contra las mujeres en el espacio público: aquella ejercida contra las mujeres
por una o más personas, en lugares públicos o de acceso público, como medios de trans-
porte o centros comerciales, a través de conductas o expresiones verbales o no verbales,
con connotación sexual, que afecten o dañen su dignidad, integridad, libertad, libre circula-
ción o permanencia y/o generen un ambiente hostil u ofensivo.
18

Cabe mencionar que sus derechos protegidos (artículo 3°) incluyen:

• La Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discrimina-


ción contra la Mujer (CEDAW).

• La Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la


Violencia contra la Mujer (Belém do Pará).

• La Convención sobre los Derechos del Niño.

• La Ley 26.061 de Protección Integral de los Derechos de las Niñas,


Niños y Adolescentes.

En su artículo 4°9, esta ley ofrece una definición de violencia que se des-
taca por su amplitud: “Se entiende por violencia contra las mujeres toda
conducta, por acción u omisión, basada en razones de género, que, de
manera directa o indirecta, tanto en el ámbito público como en el priva-
do, basada en una relación desigual de poder, afecte su vida, libertad,
dignidad, integridad física, psicológica, sexual, económica o patrimonial,
participación política, como así también su seguridad personal. Quedan
comprendidas las perpetradas desde el Estado o por sus agentes”.

En un párrafo aparte explicita además la inclusión de la “violencia in-


directa”, entendida como “toda conducta, acción, omisión, disposición,
criterio o práctica discriminatoria que ponga a la mujer en desventaja
con respecto al varón”.

Los principios rectores de esta ley se pueden resumir en los siguientes items:

• Integralidad. Creación e implementación de servicios integrales de


asistencia, a nivel educativo, sanitario, jurídico, económico y de atención
a la emergencia (artículo 10°).

• Transversalidad. Adopción del principio de transversalidad en todas


las medidas y disposiciones normativas (artículo 7°, inciso d).

• Articulación y coordinación interministerial. Promoción, por parte del


Estado nacional, de la articulación con los Ministerios, las jurisdicciones
provinciales y locales, así como con la sociedad civil (artículo 10°).

Esta ley será profundizada en la Clase 3, sobre violencia por motivos de género.

9. Ley 27533 de diciembre de 2019 Modificación.


19

Ley Nº 26.743- Ley de Identidad de Género se sanciona en el año 2012


Se entiende por
como resultado de luchas históricas de la población LGTBI+. Reconoce
identidad de género
el derecho de toda persona al reconocimiento de su género, al libre desa-
rrollo de su persona conforme a su identidad de género, que, de acuerdo
a la vivencia interna e
al Artículo 2º de la norma se define de la siguiente manera: Se entiende
individual del género
por identidad de género a la vivencia interna e individual del género tal tal como cada persona
como cada persona la siente, la cual puede corresponder o no con el sexo la siente, la cual
asignado al momento del nacimiento, incluyendo la vivencia personal del puede corresponder
cuerpo. Esto puede involucrar la modificación de la apariencia o la función o no con el sexo
corporal a través de medios farmacológicos, quirúrgicos o de otra índole, asignado al momento
siempre que ello sea libremente escogido. También incluye otras expre- del nacimiento,
siones de género, como la vestimenta, el modo de hablar y los modales. incluyendo la vivencia
personal del cuerpo.
Por primera vez el Estado debe reconocer el género autopercibido por
las personas y garantizar que los sistemas de salud brinden el acceso
gratuito a tratamientos integrales hormonales para adecuar su cuerpo,
incluida su genitalidad, a su identidad de género autopercibida, sin auto-
rización judicial previa.

Esta ley, como las anteriormente mencionadas, no solamente permitió la


ampliación de derechos sino que impulsó a tener una mirada más am-
plia y diversa sobre la población.
20

Ley Nº 27.610 (2021)- Acceso a la Interrupción Voluntaria del Embara-


zo (IVE), obligatoriedad de brindar cobertura integral y gratuita
Fuente: Wikipedia.
De forma muy reciente, el Estado Argentino se sumó a los 67 países
que han despenalizado y reconocido el derecho a decidir la interrupción
del embarazo. Este derecho significa el avance hacia la conquista de la
autonomía física por parte de las mujeres y personas gestantes. Asimis-
mo, el Estado actúa de forma responsable y diligente ante la cantidad
alarmante de mujeres que recurren a prácticas médicas clandestinas e
inseguras por falta de contención por parte del sistema de salud.

La ley establece que las mujeres y personas con otras identidades de


género con capacidad de gestar tienen derecho a:

a) Decidir la interrupción del embarazo de conformidad con lo estable-


cido en la ley;

b) Requerir y acceder a la atención de la interrupción del embarazo en


los servicios del sistema de salud, de conformidad con lo establecido
en la ley;

c) Requerir y recibir atención postaborto en los servicios del sistema de


salud, sin perjuicio de que la decisión de abortar hubiera sido contraria a
los casos legalmente habilitados de conformidad con la ley;

d) Prevenir los embarazos no intencionales mediante el acceso a infor-


mación, educación sexual integral y a métodos anticonceptivos eficaces.

Sanción Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo IVE.


21

Fuente: Wikipedia.

Decreto 721/2020 - Ley de cupo laboral travesti-trans “Diana Sacayán


- Lohana Berkins”

A espera de su reglamentación, la ley de cupo laboral travesti-trans, apro-


bada en el mes de Junio del corriente año, establece que las personas
travestis, transexuales y transgénero, que reúnan las condiciones de ido-
neidad, deberán ocupar cargos en el sector público nacional en una pro-
porción no inferior al 1% del total de los cargos.

Esta ley busca incidir sobre un aspecto de la desigualdad estructural que


afecta a la población travesti-trans, cuyo promedio de vida se estima en
40 años. El derecho a la vida digna y el acceso al trabajo formal se ve gra-
vemente obstaculizado, por lo cual esta Ley busca, de forma afirmativa,
promover y garantizar la inclusión de travestis, transexuales y transgéne-
ro al mundo laboral.
22

En el presente recorrido hemos destacado aspectos que relacionan el


Cierre surgimiento de las leyes con contextos históricos particulares, en los
cuales el sentido de las normativas y su interpretación se encuentran
profundamente articulados. Al detenernos sobre normativas referidas
a la puesta en agenda de la problemática de género, derechos de las
mujeres y de la población LGBTI+, se pueden reconocer avances sobre
deudas históricas propias de una mirada tradicional que, bajo la carátula
de “Derechos Humanos”, suponía un todo que no coincidía con las reali-
dades concretas de esas personas. Parte de esta reflexión, comprende
el reconocimiento de que la ley no es (ni será) nunca “neutral”.

Posicionarnos como agentes del Estado, con poder de decisión, nos su-
pone el desafío de conocer, aprehender las leyes y sus contextos, que
nos permita reconocer y visibilizar las desigualdades persistentes sobre
las cuales se presenta la necesidad de actuar. La incorporación de la
temática de género y diversidad en género nos supone un trabajo que,
como hemos señalado en la presentación a esta propuesta, demanda
que revisemos de forma crítica todas nuestras leyes y nuestras prácti-
cas, más allá de la esfera en la que nos desempeñemos. De este modo,
buscamos abrirnos a la pregunta sobre nuestras prácticas ¿Qué signi-
fica en nuestro cotidiano el reconocimiento de este recorrido legal rea-
lizado? ¿Cómo vemos plasmados en nuestro entorno institucional, los
principios de estas normas? ¿Qué podemos identificar como desafíos,
ante los cuales este plexo normativo nos permita accionar para reparar
y ampliar derechos?
23

Leyes,Tratados y Convenciones
Anexo
- Convención para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación
contra la Mujer (CEDAW). ONU, 1979. Fecha de Consulta: 24.06.2021.

- Ley 23.179. Convención para la eliminación de todas las formas de dis-


criminación contra la mujer. Fecha de consulta: 24.06.2021

- Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Vio-


lencia contra la Mujer (Convención de Belém do Pará). 1994. Fecha de
consulta: 24.06.2021

- Principios de Yogyakarta. Fecha de consulta: 24.06.2021

- Convenio 190 y Recomendación 206 sobre violencia y acoso en el mun-


do laboral. Fecha de consulta: 24.06.2021

- Ley 26.485 de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar


la Violencia contra las Mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus
relaciones interpersonales. Argentina. Publicada en Boletín Oficial del 14
de abril 2009.

- Ley 26.743 de Identidad de Género. Argentina. Publicada en Boletín Ofi-


cial del 9 de mayo de 2012. Fecha de consulta: 24.06.202.

- Ley 26.061 de Protección Integral de los Derechos de Niñas, Niños y


Adolescentes (2005). Fecha de consulta: 24.06.2021

- Ley 27.499 de Capacitación obligatoria en género para todas las perso-


nas que integran los tres poderes del Estado. Argentina. Publicada en Bo-
letín Oficial del 19 de diciembre de 2018. Fecha de consulta: 24.06.2021

Bibliografía de referencia y sugerida

- Bourdieu, P. (1982)¿Qué significa hablar? Economía de los intercam-


bios lingüísticos (1985). Madrid: Akal.

- Fonseca, Claudia (1999). Derechos de los más y menos humanos. Ho-


rizontes Antropológicos, año 5, N° 10.

- Ruiz, Alicia (2007) Cuestiones acerca de mujeres y derecho. Aportes


para el debate. Fecha de consulta: 09/06/2021

Recursos audiovisuales recomendados

- Trayectorias Laborales de Mujeres en Argentina - Nosotras Movemos


el Mundo

- Cuidar en Igualdad. Necesidad, derecho, trabajo.


24

Jefatura de Secretaría de Ministerio de las Mujeres,


Gabinete de Ministros Innovación Pública Géneros y Diversidad

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