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GUERRA MUNDIAL “Z” EN CHOLLYWOOD

La crisis mundial que atravesamos genera una gran incertidumbre, lejos de la cándida creencia de que
nuestro país era productor de algún tipo de producto, nos encontramos con la ingrata sorpresa que la
gran mayoría, por no decir todos los productos que consumimos a diario, son importados, y si no lo
son, la materia prima con la que se producen proviene del extranjero. Lógicamente la guerra entre
Rusia y Ucrania no solo repercute en estos países o en el país de “Ironman”, “Spiderman”,
“Superman”, y demás “mans”, que conocemos, sino lamentablemente- e incluso peor- en Latino
América, países pertenecientes al tercer mundo, cuya producción de productos básicos es
absurdamente ínfima con relación a la demanda de la población. Ahora agreguemos a esta grave
situación, la imperceptible participación de nuestro gobierno de turno, quienes quizás únicamente a
base de ideas sin sustento o de proyectos sin análisis, pretenden afrontar la difícil situación que se
avecina (esto con la contraposición inútil y desmedida de nuestros "padres de la patria" cuyo único
interés es el personal y el de los grupos empresariales que los respaldan. Así que preparémonos para
una serie con un par de temporadas desafortunadas.
Nuestros agricultores, la mayoría de ellos campesinos de actividad, muchas veces, incipiente y
artesanal, no podrán hacerle frente, porque no puede haber una película de terror como la que se
avecina sin otros agregados como es la escasez de fertilizantes, aquellos que alguna vez se produjesen
en el Perú, hoy son en su totalidad importados, y el perezoso intento de reemplazarlos por fertilizantes
naturales, no plantea una solución suficiente para nuestra demanda alimentaria, y como nos sucede
siempre, aprenderemos de la peor forma que debimos dar más importancia al agro y al medio
ambiente, que lejos de gastar dinero de manera insulsa en el inconcluso Estadio Garcilaso se debieron
impulsar y fortalecer las políticas de fomento y tecnificación del agro. La naturaleza en su inmensa
sabiduría, nos enseñará, como lo hizo en los tiempos más duros del COVID, que es más importante y
valioso contar con un hospital bien implementado que construir nuevos y modernos locales
institucionales. No digamos nunca... jamás, pues el tiempo nos ha demostrado que todo es posible,
que aquella pandemia de los años 1918 y 1919, se puede repetir y ser tres veces más letal, entonces no
descartemos entrar a una crisis de alimentos de primera necesidad. Reconozcamos que somos una
sociedad consumista, que lejos de producir y cuidar, devasta sin piedad la tierra, sin pensar que vendrá
después y así pensamos afrontar los problemas y consecuencias que nuestros mismos actos nos
ocasionan. Es momento de cambiar de matriz energética, pues depender del petróleo, un combustible
fósil no renovable, nos hace dependientes de un producto que escasea al gusto y decisión de sus
propietarios. No tenemos proyección ni planificación y con esa mentalidad seremos tercermundistas
toda la vida, dependientes de las decisiones de Gringolandia y la “Reina de Inglaterra”. Así que esta
serie recién comienza y si no reaccionamos a tiempo dejará de ser una comedia y pasará a ser una
serie de horror y drama con un precio muy alto que pagaremos los peruanos y menos mal que Alan en
su primer gobierno nos enseñó a aprovisionarnos para la escasez y los malos gobiernos, de lo
contrario, estaríamos perdidos.

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