Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Haz Tus Patrones Tecnicas de Costura
Haz Tus Patrones Tecnicas de Costura
Aquí vamos a aprender a crear nuestros propios patrones. Empezaremos por los
patrones primarios, que nos servirán para hacernos la ropa a medida, y más tarde
veremos cómo los podemos modificar para que queden a nuestro gusto.
Otros patrones
Modificaciones
- Contorno cintura.
- Contorno cadera.
- Altura cadera
- Entrepierna
- Cuerpo
- Largo rodilla
- Largo pantalón
Como nosotros vamos a hacer el pantalón de forma que el dibujo es la cuarta parte de
nuestro contorno, las medidas tomadas de contorno cintura y contorno cadera deberán
dividirse entre 4 y trabajaremos con esos resultados.
Para calcular el tiro del delantero y trasero se hace lo siguiente, del delantero se sabe
porque es la entrepierna, es decir la medida tomada desde la cintura hasta la entrepierna,
y para calcular el tiro del patrón trasero se le resta a la medida del cuerpo la entrepierna
(para tomar esa medida cogemos el metro desde la cintura delantera la bajamos hacia la
entrepierna y se vuelve a subir por el trasero hasta volver a llegar a la cintura.
En los patrones del pantalón hay unas medidas estándar que hay que saber y son las
siguientes, del delantero esos 5 cm de separación del filo del papel hasta donde nos
ponemos a pintar el patrón son siempre 5 cm; igual que para el trasero son 10 cm.
la pinza se baja 10 0 12 cm
Altura cadera
Cadera
entrepierna
Largo rodilla
Largo pantalón
Mangas
Consejos:
Sujeta el orillo ante el espejo para ver cómo te queda. Así, de un vistazo puedes ver
dónde y cuánto tienes que modificar.
Antes de marcar las líneas de las modificaciones, asegúrate de que dispones los orillos
de manera que coincidan. De este modo, en seguida verás dónde debes marcar las
líneas de modificación.
En pantalones con bolsillos en las caderas que queden sobre la modificación, fija las
líneas de costura del delantero del pantalón a la altura adecuada de la cadera, sin coger
los bolsillos para que no se confundan con la modificación; las líneas de modificación
superiores quedan marcadas por debajo de los bolsillos.
¿Dónde acortar?
En vestidos, chaquetas, blusas y abrigos: acortar a la mitad de la altura de la sisa y entre la sisa y la
cintura (1).
Para que la manga encaje bien en la sisa, también hay que acortar la circunferencia de la manga de
forma correspondiente (2, derecha).
Transportar las líneas de costura hasta el canto inferior para estrecharlas (2 derecha).
En los pantalones se acorta 1 cm en la línea transversal superior, el largo de la pernera nunca se
acortan a la mitad, sino por encima y por debajo de la rodilla (3).
Acortar las faldas a la altura de la
Materiales
Tu equipo básico
Tabla de planchar y plancha, siempre a mano.
Tijeras (de unos 15 cm). No las uses para nada que no sea cortar tela, o se
estropearán.
Gancho descosedor.
Regla plana para trazar rectas.
Jaboncillo para marcar costuras en el revés de la tela.
Alfileres finos y acerico.
Agujas.
Dedal. Esto no es negociable: os evitará muchos sufrimientos.
Enhebragujas y máquina de coser. No son indispensables, pero el primero te
ayudará si te cuesta enhebrar el hilo, y la segunda te facilitará mucho la vida,
sobre todo porque tardarás muchísimo menos en terminar tus labores y los
acabados suelen quedar mejor.
Consejos útiles
Emplea hilo de buena calidad. El malo déjalo para embastar.
No cortes nada antes de asegurarte de que lo haces correctamente.
Para conseguir un buen acabado tienes que planchar cada costura.
Asegúrate de que la tela no encogerá tras el lavado. Si es necesario, lava la pieza
de ropa antes de usarla para la confección.
Cuidado con los estampados. Debes fijarte por dónde cortas para que el efecto
sea bonito. Si no sabes cómo conseguirlo, mejor trabaja con tejidos lisos,
igualmente bonitos.
Más que con un diseño complicado, los mejores efectos se consiguen eligiendo
acertadamente el tipo de tela y el color. Experimenta con diversas telas y el mismo
patrón, verás qué diferencia de resultados.
Empiece y remate todas las costuras a mano con un doble punto atrás, oculto en
un pliegue interior si es preciso. Empiece y remate las costuras a maquina
invirtiendo la dirección del punto o pasando la hebra del revés atándola con firmeza
a la hebra inferior.
Hilván de sastre:
Sirven para marcar puntos de unión en el género después de cortarlo y antes de
desprender el patrón. Ponga hilo de hilvanar doble, de un color que contraste con el
tejido. Pase 2 pequeñas puntadas cogiendo todas las capas de tela y papel, formando
un lazo entre las puntadas. Corte el hilo dejando los extremos largos. Desprenda el
patrón y corte el hilo entre las capas de las telas.
Hilván y bastilla:
El hilván sirve para sujetar temporalmente dos piezas de tela antes de probar y pasar
maquina. La bastilla se utiliza para los frunces, bordados y costuras decorativas.
Asegure el hilo con un pespunte y pase la aguja varias veces hacia el revés y el
derecho del tejido, con puntadas uniformes de 2 a 3 mm de distancia para las
bastillas y de 10 mm para los hilvanes. Remate con un punto atrás.
Embaste diagonal:
Sirve para sujetar dos capas de tela encaradas antes de planchar. Asegúrese el hilo
con un punto atrás y pase una serie de puntadas de ángulo recto con el canto de la
tela, a distancias iguales. Las puntadas quedarán diagonales por un lado y rectas por
el otro.
Punto oculto (para embastes y dobladillos):
Se utilizara un punto oculto en lugar del embaste normal para encarar telas de
cuadros y rayas. El punto oculto se aplica también a dobladillos y para unir 2
dobleces con una costura invisible.
Trabajando por el derecho de la labor, remeta hacia adentro del margen para
costuras de una de las piezas. Situé y prenda con alfileres el pliegue sobre la otra
pieza de la tela, de modo que el dibujo coincida. Asegúrese el hilo con un punto
atrás, deslice la aguja por dentro del pliegue superior y luego por la pieza de tela
encarada, con puntadas iguales cuando se trate de dobladillos o costuras invisibles.
Se alternarán puntadas uniformes en cada pieza de tela.
Punto escapulario:
Sirve para unir a mano las vistas al género o para fijar dobladillos sencillos cuando se
desea un acabado plano.
Trabaje de izquierda a derecha dando una pequeña puntada horizontal en la capa
superior y luego otra en la capa inferior, intercaladas como se indica en la figura. No
hay que tirar demasiado el hilo.
Dobladillos:
Para remeter cantos sin pulir y cuando se necesita una costura mas fuerte que el
punto oculto.
Trabajando de derecha a izquierda pase dos puntadas hacia atrás por el borde.
Prenda una pequeña puntada recta en la capa única de abajo y luego clave la aguja
en diagonal y hacia arriba por el borde del dobladillo 5mm mas adelante.
Punto hueco:
Para dobladillos en los que el canto esta pulido pero no necesariamente remetidos
hacia adentro.
Pase un hilván a 5 mm del canto y levante este hacia arriba a lo largo del hilván.
Prenda una pequeña puntada a través del borde del dobladillo y tome entonces uno o
dos hilos de la tela inferior. Prosiga a lo largo del borde con puntadas flojas.
Sobrehilado y repulgo:
El sobrehilado sirve para pulir cantos a mano y el repulgo para unir bordes y puntillas
a mano. Trabaje de derecha a izquierda con puntadas diagonales limpias por el
borde, uniformemente espaciadas e iguales.
Punto de festón:
Se utiliza como remate decorativo. Trabajando de izquierda a derecha con el canto
hacia usted, pinche la aguja en la tela a 5 o 6 mm del borde. Pasando el hilo hacia
delante, vuelva a pincharla en el mismo sitio. Pase el hilo hacia delante y clave la
aguja 5 o 6 mm mas adelante. Dejando la lazada bajo la aguja, tire el hilo de modo
que la lazada quede en el borde.
Punto de ojal:
Para hacer ojales a mano, Haga el punto apretado y compacto, con el borde mirando
hacia delante.
Trabaje de derecha a izquierda formando una lazada limpia sobre cada puntada. No
tire demasiado el hilo pues el borde se fruncirá.
Punto de cadeneta:
Es el punto normal de la maquina que se utiliza en casi todas las costuras. Siga las
instrucciones de la maquina para corregir longitud y tensión del punto y ensaye
siempre con un retazo antes de empezar la labor. Si no esta acostumbrada a coser a
maquina, practique costuras rectas y curvas sobres retales de tela que le sobren.
Costuras de refuerzo:
Pase una costura de refuerzo para evitar que los cantos, en especial los curvos, se
deshilachen antes de coser a maquina, por fuera del hilván de prueba en la dirección
del hilo.
Pase una costura de refuerzo para sujetar dobleces a 3 mm de la lineal del pespunte
antes de volver la pestaña del revés.
Punto en zig-zag:
Es un punto a maquina que sirve para pulir los cantos y también para decoración.
Pruebe la longitud y la amplitud del punto en un trozo de tela vieja. Mantenga el
punto recto al rematar bordes situando el borde del tejido en el centro del
prénsatelas.
Técnicas y Trucos
Bolsillos
Corchetes y Automáticos
Costuras para prendas reversibles
Cremalleras
Cuellos camiseros
Cuellos de solapa
Entretelas
Escotes en V perfectos
Godets
Ojales
Otra Manera de Montar Mangas
Pantalones facilísimos
Planchar una camisa
El Picado
Telas elásticas
Tipos de Bolsillos
Técnicas y Trucos
Escotes en V perfectos
Esta técnica me la ha enseñado
Siseta, experta en costura y
otras artes, y es ideal para
conseguir un buen acabado de
los escotes en pico. Se trata de
utilizar un trozo de tela con el
fin de rematar el escote de la
prenda. La pieza delantera, que
es la que vamos a trabajar,
estará desmontada.
Se encaran derecho con derecho
el delantero con la pieza que usaremos para rematar, de
manera que esta cubra toda el área del cuello.
Se sujetan juntas con alfileres y se cosen por la costura del
escote. Una vez hecho, se hace un piquete cortando justo en el
vértice, sin que acabe de llegar a la costura. Se corta el
sobrante de la tela de remate, de manera que queden las vistas
nada más. Se pone del derecho y se remata con un pespunte
pequeño justo en el borde de la costura para que quede bien
puesto.
De esta manera nos aseguramos un acabado fino y en su sitio.
Bolsillos
Este material es una colaboración de Iris, que ha tenido la
gentileza de mandárnoslo.
Cuellos de solapa
Mariola nos ha proporcionado estos apuntes sobre cómo
diseñar el patrón de un cuello de solapa. Debajo encontraréis
también la explicación para confeccionar cuellos.
Una vez diseñado el patrón, vamos a confeccionarlo:
-Copia y corta la tapa de debajo en el género, y reserva un
pedazo de género para la de encima (al hilo). Cuando pases las
bastas, marca también el pie del cuello.
-Corta la entretela según el patrón de la parte inferior del
cuello, al bies. Se suele hacer en dos mitades; cóselas
superpuestas con punto de escapulario para que la costura no
abulte.
-Pon la entretela sobre el género del cuello (tapa inferior) y
marca también en la entretela el pie del cuello: prende alfileres
a lo largo de la línea en la cara del género, así tendrás marcada
la línea con toda exactitud.
-Pica la entretela: se hace con un hilván lo más pequeño y
apretado posible, formando un dibujo de espiga. No piques la
parte central donde se superponen las dos piezas de la
entretela. El picado se hace de dentro afuera. Empieza desde
la línea del pie del cuello, pica primero el pie y luego la vuelta,
procurando dar a ésta forma de teja con la mano, a medida que
se pica, para que quede abombada. Lo conseguirás fácilmente si
los dedos que sujetan la tela tiran de ella mientras picas.
-Recorta los márgenes de la entretela descosiendo o cortando
si hace falta las puntadas del picado que hayan pasado de la
línea del género. Las esquinas han de quedar bien simétricas.
Si sobra, recorta un poco el margen del género; dobla todo
alrededor sobre la entretela y cose a la misma con punto de
escapulario muy pequeño.
-Plancha cuidando que se mantenga la forma abarquillada.
Godets
Cuando insertas godets en una falda, tienes que convertir un ángulo
en una línea recta, con lo que a la hora de realizar la costura la cosa
se complica. Sigue estos pasos para conseguir un buen acabado
fácilmente:
1 - Haz una costura de refuerzo en el ángulo, con puntadas cortas y
rectas. Haz un piquete en el ángulo hasta las puntadas, pero sin
tocarlas.
2 - Une las dos piezas (cuerpo de la falda y godet) derecho contra
derecho, asegurándote de que la posición es la correcta. Cose hasta
llegar al ángulo y para la máquina. Sin sacar la aguja de la tela, gira
la tela superior (la que tiene el ángulo) para alinear la tela que falta
por coser con la otra pieza. Termina la costura.
Corchetes y automáticos
Cuando coloques un automático, fija primero el macho en la
parte superior de la pieza a cerrar. Para marcar el lugar
exacto donde debe ir la otra parte, frota la punta de la
primera con jaboncillo, superpón las dos piezas de tela y
presiona; así te quedará marcado el centro de la segunda
parte del automático.
Los corchetes van bien cuando quieres cerrar prendas borde
con borde. Para que te queden invisibles, cose la parte del
gancho algo más adentro del borde del tejido, y la del ojete
sobresaliendo un poco del borde.
Si el tejido es muy fino, puedes bordar una presilla y poner en
la otra parte un botón o ganchito (corchete). Para bordar una
presilla, pasa varios hilos sin que queden tirantes, y luego
fórralos juntos rodeándolos con hilo; quedará mejor si lo
haces a punto de ojal o festón.
Para la cinturilla de una falda, puedes buscar un corchete del
ancho de la cinturilla.
Telas Elásticas
¡Costuras reversibles!
¿Tienes una tela reversible y quieres usarla en una prenda de manera que te quede
bien acabada por los dos lados?
Junta las dos piezas revés contra derecho como indica la figura a. Únelas con un
pespunte por donde indica la línea.
Vuelve la pieza superior como indica la figura b. Pasa un pespunte por donde indica
la línea.
Te quedarán las dos piezas unidas con una costura doble y los orillos estarán
escondidos dentro de la propia costura, como en los tejanos.
Cremalleras
Las cremalleras se aplican con facilidad en cuanto se aprende la mecánica. Si sigues los
pasos que damos, las podrás poner en un santiamén.
Para elegir la cremallera, ten en cuenta el tipo de prenda y el peso del tejido. Busca un
color lo más parecido posible al de la parte de la prenda donde va a ir colocada.
Las instrucciones del patrón te dirán el largo de cremallera que necesitas. Si no, piensa que
siempre se puede acortar una cremallera demasiado larga, pero si es demasiado corta
tendrás problemas para ponerte la prenda. Cuanto más larga, más cómoda de poner... ¡pero
sin pasarse! Para considerar el tamaño que debe tener una cremallera a colocar, pruébate
la prenda y fija con alfileres la abertura. Considera el punto más ancho por donde va a
pasar para decidir el largo.
Colocación
Antes de ponerle a la prenda la cinturilla o cuello si lo tiene, coloca la cremallera en su sitio
y sujeta con alfileres. Embasta para sujetarla en su sitio y retira los alfileres, para que no
te molesten. El exceso de cremallera por la parte superior, déjalo de momento. Abre la
cremallera y cose a lo largo de cada banda, y quita el hilo del embaste. Corta entonces el
exceso de cremallera dejándola a la misma altura que la tela. Aplica entonces la cinturilla o
el cuello.
Cremalleras invisibles
Son esas que parece que estén del revés, de manera que cuando están puestas no se las ve.
Se aplican antes de coser la costura, y el resto de la costura se cose cuando la cremallera
ya está puesta.
Si se ha de acortar, hay que hacerlo antes de colocarla, y por la parte de abajo. Toma la
medida deseada mas 2,5 cm y marca ahí ; con hilo doble, cose alrededor de los dientes a la
altura de la marca, y luego de bien asegurada corta por debajo de la marca dejando 1 cm de
margen.
Cose la cremallera de arriba hacia abajo por los dos lados. Si has de poner forro, hazlo
después de aplicar la cremallera.
Con la máquina
Si vas a usar la máquina de coser, debes emplear un pie especial para cremalleras. Es un pie
similar al básico, pero con aspecto de faltarle una pata. También hay pies para cremalleras
invisibles. Como el tamaño puede variar, compra uno que te sirva para la marca de
cremalleras que habitualmente usas.
El cuello camisero se corta en una sola pieza, con la dirección del hilo en horizontal
o vertical con la base.
Para saber la medida del cuello, coloca sobre la mesa los patrones del
delantero y espalda de la prenda unidos por el hombro y toma la medida del
cuello entre ambas. Dibuja en un papel doblado una línea recta de esta
medida. El doblez será el centro del cuello.
Dibuja el cuello con la forma requerida. La parte inferior será la que se una
a la prenda y por lo tanto debe tener como mínimo la medida del cuello. La
parte superior ha de ser algo más larga para que, al doblar el cuello sobre sí
mismo, cubra la costura. Obtendrás, pues, algo como la figura 1.
Técnicas y Trucos
El pantalón más fácil!
Para confeccionar este pantalón no necesitas preparar pretina ni cremallera ni
ojales, y además el sistema para montarlo es tan sencillo que no tendrás ningún
problema para unir las dos perneras en un santiamén.
Dobla hacia dentro la cintura 2.5cm para formar la cinturilla. Por su interior
irá la goma, así que cuando la cosas deja abierto un espacio suficiente para
poder pasar la goma. Para que no se te trabe la goma en las costuras, que
habrás planchado abiertas, hilvana temporalmente los márgenes de costura
o usa un poco de entretela adhesiva para fijarlos a la tela. Con un
pasacintas, coloca el elástico en la cinturilla (corta tu medida de cintura =
2.5cm). sujeta los extremos juntos con un imperdible y pruébate el pantalón
para corregir el ancho de cintura. Cose los extremos juntos por donde
proceda, bien asegurados, y cierra del todo la cinturilla. Pule los bajos a tu
medida y ya tienes tu pantalón acabado.
Técnicas y Trucos
Cómo planchar una camisa
Hay gente que se desespera sólo de ver la plancha. Hay gente que cuando termina
de planchar una prenda, descubre que está tan arrugada como al principio (salvo el
último trozo que ha planchado). Planchar es una tarea pesada, desagradecida y
odiada por mucha gente. Pero se puede hacer más liviana si sabemos conseguir
resultados buenos y rápidos. Para ciertas prendas, se usa una técnica que ayuda a
facilitar el trabajo. En el caso de las camisas, os describo un sistema empleado por
planchadoras profesionales:
1-Primero el cuello y los puños, por ambos lados. El cuello, primero por atrás
y luego por delante (la parte que se va a ver), de este modo: se pone la
camisa plana con el cuello doblado hacia atrás, como lista para ir a colgarla.
Pasa la plancha por la pieza inferior del cuello, levantándolo ligeramente en
las puntas para mantener la forma.
Entretelas
La entretela es el elemento escondido que proporciona forma y soporte
en determinadas zonas de una prenda, como pueden ser el cuello,
bolsillos, cinturillas y ojales. Da cuerpo a los tejidos ligeros y evita que
los pesados se doblen sobre sí mismos. También prolonga la vida de tu
prenda: una consideración importante cuando has invertido tu tiempo y
talento en coserla! Las entretelas termofusibles son más rápidas y
fáciles de usar que nunca. La clave para escoger la correcta es conocer
qué tipos hay disponibles y dónde y cómo se quieren usar.
Tipos de entretelas
Las termofusibles
La decisión de usar entretela termofusible o para coserla es un asunto
de preferencia personal. Las entretelas termofusibles sirven para casi
todos los tipos de telas. Pero algunos tejidos no reaccionan bien con la
combinación de calor, vapor y presión que requiere la aplicación de una
tela termofusible. Entre ellos están los tejidos con perlas, lentejuelas y
bordados especiales; algunos brocados; pieles de pelo sintéticas;
cueros; metálicos; tejidos abiertos como el encaje; terciopelos de rayón
y acetato; vinilos; y tejidos con tratamiento repelente de agua.
Pruébala primero
Usa un cuadrado de al menos 15 cm de lado para probar la entretela con
la tela. Aplica la entretela a la mitad de la tela y deja enfriar, entonces
fíjate en el resultado. Si no han quedado bien unidas, es que necesitan
más calor, tiempo o presión, o quizá es más adecuado emplear una
entretela cosida para esta tela. Además, la superficie debe quedar lisa y
sin deformar. Si no es así, puede que la entretela sea demasiado pesada
para esta tela, o bien la plancha estaba demasiado caliente. Para
evaluar si la entretela da la forma deseada, dobla la parte de tela con
entretela contra la parte sin entretela y compara.
Es buena idea tener varios metros de entretelas surtidas a mano. A la
larga sale más económico que comprar exactamente la cantidad
necesaria para un patrón. Además, si no te gustan los resultados de la
prueba, ya tienes una alternativa lista.
Para que haga menos bulto, recorta un centímetro de los bordes extra
para las costuras antes de aplicarla.
Entretelas cosidas
Hay menos variedad que en el caso de las termofusibles, pero hay que
conocerlas bien para asegurarse que escoges la adecuada. Fíjate en el
peso de la tela que usarás, la firmeza que deseas conseguir, las zonas
donde vas a aplicarla y si la tela es compatible con la entretela. El peso
suele ser lo más importante. En general, la entretela debe ser algo más
ligera que la tela. Para comprobar tu elección, envuelve tu mano en tela
con entretela juntas y observa el resultado. Si la entretela es demasiado
pesada, deformará la tela; pero si es demasiado ligera, no le dará caída
ni forma. Hay que tener en cuenta que las termofusibles quedan algo
más rígidas.
Además de las comerciales, también se pueden usar como entretela para
coser la organza, el organdí y la batista.
Ojales
Un ojal puede rematarse con tela (de vivo) o con hilo a mano o a máquina (bordado).
Si has alterado el largo de tu patrón, es posible que tengas que recolocar los ojales.
Como norma general, el ojal superior y el inferior deben quedarse donde están, y el
resto se distribuyen en el espacio sobrante a igual distancia unos de otros.
Ten en cuenta que las marcas en los patrones indican la posición de los ojales, pero no
su tamaño. Esto lo determina el botón. Mide el diámetro y el grosor del botón. Por
norma, las dos medidas sumadas dan la longitud necesaria del ojal. Por ejemplo, si
tienes un botón de 8 milímetros de diámetro y dos mm de grosor, tienes que hacer un
ojal de 1 centímetro.
El test del botón.- Vale la pena, sobre todo para botones forrados en tela, convexos, con
forma de bola o cualquier forma inusual, hacer un corte en un retal inservible de la tela
y probar cómo pasa por él el botón. Alarga el corte si hace falta, hasta que el botón se
deslice por él con facilidad. La longitud resultante es la que marcarás en la entretela. O
bien toma la medida de la parte más ancha del botón con una tirilla de papel,
sujetándola con alfileres, y la tira resultante doblada por dos, mas 3 mm, dará la
longitud que debe tener el ojal.
Marcando el ojal:
Para ojales horizontales, haz dos líneas verticales paralelas separadas entre sí la medida
que deben tener los ojales.
Los ojales verticales se marcan sobre una sola línea vertical que pasa por la posición
que deben ocupar los ojales.
Haz las marcas en la pieza de entretela correspondiente, y préndela con alfileres al revés
de la tela. Hilvana. En el lado donde deben ir los botones, hilvana solamente la línea
central (sobre la que están los botones). Marca con el hilván o con alfileres los extremos
de cada línea marcada.
Ojales bordados
Los ojales rematados a máquina deben tener las puntadas muy juntas, como a punto
satinado, e igualadas. Los bordes deben estar separados un hilo nada más, para evitar
que se deshilachen.
Para reforzar un ojal, cóselo dos veces, una sobre otra. Si con tu máquina puedes
controlar la longitud del ojal, haz la segunda pasada con el ojal abierto y separándolo
mínimamente. Para hacer el corte, pon antes un alfiler atravesado a cada extremo del
ojal, con lo que evitarás pasarte al cortar. Lo mejor es emplear un descosedor. Si antes
de cortar pasas la punta de las tijeras o el descosedor del revés a lo largo de donde ha de
hacerse el corte, ayudarás a separar los hilos y el corte será más limpio.
El ojal ribeteado
Se puede conseguir de varias formas, y da un
acabado muy bonito, aunque es más complicado
de hacer que el bordado. Son más recomendables
para tejidos muy finos, como la seda. Uno de
ellos es el ojal de vivo o militar. Al contrario de
los ojales bordados, se hacen en dos tiempos, y
sólo sobre una capa de tejido. Se acaban con un
vivo cortado al bies de la misma tela que la
prenda, aunque se puede elegir un tejido que
contraste para darle un toque original, y en algunas prendas sport se pueden hacer en
cuero.
Cómo se hace:
Entretela el tejido y marca el ojal con un hilván, marcando bien los extremos. El ancho
se calcula igual que en los ojales bordados.
Para cada ojal, corta un vivo de la longitud del
mismo mas 3 ó 4 cm y 5 cm de ancho. Aplícalo
derecho contra derecho, haciendo que corresponda
el centro del vivo con el hilván (1). Pasa un
pespunte en rectángulo alrededor del hilván
(empezando a la mitad de uno de los lados más
anchos y acabando un poco más allá del
comienzo). Los ángulos han de quedar
perfectamente definidos.
Corta las dos capas del tejido, haciendo un corte
horizontal en el centro y dos en diagonal en cada extremo (2).
Gira el vivo al revés y plancha las pequeñas costuras abiertas. Dobla el vivo de cada
lado de modo que el pliegue corresponda al centro del ojal, envolviendo la costura.
Cose el vivo haciendo pequeños puntos atrás sobre el pespunte inicial. Por el revés, fija
los extremos haciendo un pequeño pliegue (3).
Recorta el vivo en forma ovalada fijándolo con punto de escapulario sobre la tela (4).
Dobla o coloca la vista, sujetándola con un hilván. Sobre el derecho y en cada ángulo,
clava un alfiler perfectamente perpendicular,
cogiendo todas las capas (5). Usando como guía
los alfileres, corta el tejido de la vista en línea
recta y con dos piquetes en los ángulos. Remete
ligeramente los bordes cortados y cóselos con
punto de lado, para que no se vea por el derecho
(6).
Esta técnica se emplea también para los bolsillos de vivo, de chaleco y de cartera.
A veces se pueden hacer los ojales directamente en la costura de montaje. Sólo hay
que pasar el pespunte de la costura dejando espacios libres del tamaño de los ojales y
acabarlos por el revés igual que los ojales de vivo.
En confección y para bordar ojales con cuero, se hace el ojal con cordon: se marcan
los ojales, y para cada uno se cortan dos vivos y se doblan en dos, revés contra revés.
Se coloca el vivo, borde sobre borde, con el pliegue hacia fuera. Se pasan dos
pespuntes paralelos y después se acaba como con los ojales militares (7).
Bolsillos
Tipos de bolsillos
Aplicados
Se ponen sobre la prenda y son los más
sencillos. Puedes hacerlos de una tela que
contraste y forrarlos si lo deseas.
-Primero hay que marcar la posición del
bolsillo en la pieza correspondiente de la
prenda. Recuerda tener en cuenta el espacio
para las costuras, cinturillas, etc.
-Corta una pieza del tamaño del bolsillo mas
1,3 cm extra en tres de sus lados y 3 cm extra en el lado superior.
Marca una línea a 3 cm del borde superior. Corta una pieza de
forro del mismo tamaño y quítale 2,5 cm del borde superior.
-Une ambas piezas con alfileres, derecho contra derecho, haciendo
coincidir los bordes inferiores.
-Dobla el borde superior del forro unos 6 mm y plancha. Dobla el
borde superior de la pieza exterior sobre el forro de manera que
los bordes de ambas piezas coincidan,
c
o
m
o
e
n
Interiores
Se cosen a la vez que la costura y pueden
hacerse de forro para que abulten poco.
-Corta dos piezas de forro en la forma
deseada para el bolsillo y únelas derecho
contra derecho. Cose y pule la costura.
-Fija las piezas laterales de la prenda
(falda o pantalón) y a la vez coloca en su
sitio el bolsillo.
-Cose la costura entera. Con un cortahilos abre la parte de la
costura que corresponde al bolsillo.
-Plancha el bolsillo hacia la parte de delante de la prenda. Dale la
vuelta y plancha de nuevo.
De pantalón
Uno de los fondos es parte de la prenda, y se suelen usar en
prendas sport. Son bolsillos poco
profundos, de forma oblicua o de
media luna.
-Corta un fondo de bolsillo de la
misma tela que la prenda dándole la
misma forma que
ésta. Si el
tejido es muy
grueso, se hace
con forro acabándolo con una pieza del tejido en la parte superior.
-Pespuntea la curva. Gira el fondo del revés, hilvana y plancha.
-Pasa un pespunte de adorno por el derecho y a lo largo del borde
para mantener bien los distintos gruesos.
-Corta la sección de bolsillo que forma parte del exterior de la
prenda y colócala en su sitio, cosiendo derecho contra derecho
ambas partes del bolsillo pero sin pillar la prenda. Embasta en la
cintura y en la costura lateral. Termina las costuras laterales como
de costumbre, añade cinturilla y termina la prenda.
De tapeta
Tiene un borde o una cartera o tapa
que se cose por fuera. Los bolsillos
de vivo son una variación de los
mismos y se hacen igual que los ojales
con vivo.
Se pueden hacer con el mismo tejido
de la prenda o en uno que contraste.
-Primero hay que reforzar con
entretela la zona donde se va a colocar la tapeta, para darle cuerpo
y que no se deforme. La pieza de la tapeta también se entretela.
-Marca la posición de la tapeta en la parte de la prenda
correspondiente. Dobla la tapeta a lo largo de la línea de doblez y
cose juntos los extremos cortos. Dale la vuelta y plancha.
-Fija los extremos largos juntos y aplica la tapeta a la prenda con
un pespunte. Cose y deja un margen de
costura en la tapeta de 3 mm. Plancha.
-Corta una pieza de ropa el doble de
largo del deseado para el bolsillo y ancho
como la tapeta. Marca en el centro
líneas de costura que
coincidan con las de
la prenda.
-Coloca la pieza
sobre la prenda,
derecho contra derecho, haciendo coincidir las
líneas de costura (fíjate que estás dejando
dentro la tapeta). Fija con alfileres.
-Cose todas las capas, empezando por el centro de la línea de
costura superior (no encima de la tapeta) y justo hasta antes de
llegar a la esquina. La línea superior ha de quedar una o dos
puntadas más corta que la inferior.
-Cose a lo largo de la línea de costura que mantiene la tapeta en su
sitio. Termina justo al final de la tapeta, con la aguja quedando
fuera de la misma.
Si cuentas las puntadas podrás asegurarte de que haces el mismo
número de puntadas arriba y abajo.
-Corta por entre ambas costuras, a través del bolsillo y de la
prenda. Haz unas pequeñas muescas en las esquinas y plancha antes
de darle la vuelta.
-Mete la parte superior del bolsillo por la abertura y plancha. Haz
lo mismo con la inferior. La tapeta quedará en su sitio.
-Cose juntas ambas secciones del bolsillo sin pillar la prenda.
Termina repasando a mano los extremos cortos de la tapeta para
fijarla en su sitio.
¿Por qué solamente debo usar mis tijeras de costura para cortar
tela y nada más?
Pierdes precisión.
Si coses a máquina, se te engancharán y se te romperán los
alfileres y la máquina.
Las bastas te tienen que servir para comprobar que las
hechuras son correctas. Si una vez montada la pieza te la
pruebas y está bien, es el momento de hacer la costura
definitiva (pero NO cosas justo encima de la basta!)
Si tienes mucha prisa y práctica, puedes intentar esta técnica:
sujeta la costura con alfileres colocados perfectamente
perpendicularmente a dicha costura, cogiendo sólo un
pellizco de la tela, y cósela.
¿Por qué algunos botones tienen otro botón por el otro lado de
la tela?
Pero hablemos de nuestras máquinas caseras. Supongamos que nuestra engreída cose
como máximo a 1,500 puntadas por minuto (¡Un verdadero bólido!). Es decir que cada
segundo, la aguja sube y baja 25 veces, introduciéndose en la tela. El subir y bajar a tal
velocidad, produce fricción, y la fricción produce calor. Dependerá del tipo de tela que
estemos cosiendo el mayor o menor grado de calor que produzca en la aguja. En el caso
de usar tejidos sintéticos, la posibilidad de calentamiento es mayor.
Las máquinas de coser, como cualquier otro aparato, poseen un mecanismo interno
que debe funcionar con exactitud para permitirnos hacer bien nuestro trabajo.
Este mecanismo consta de muchas piezas, que deben moverse entre sí
simultáneamente. Es decir que entre ellas hay contacto permanente, que con el
exceso de trabajo deviene en desgaste, pues el roce entre ellas (generalmente
piezas metálicas) produce calor y en algunos casos, puede producir que se
deformen o se rompan.
Por eso, se recomienda lubricar la máquina de coser con periodicidad. No hay que
esperar al servicio técnico, esto es algo que nosotras mismas podemos (y debemos)
hacer. El lubricante es un fluido (llamado comúnmente “aceite”) que al distribuirse
en las piezas vitales de la máquina (bobina, ejes, etc.) forma una capa que las
protege del contacto entre sí. La diferencia entre una máquina lubricada y una que
no, es notoria. La primera coserá a nuestro gusto, suave y rápido, mientras que la
segunda se esforzará en exceso, y la sentiremos lenta y pesada. No necesito decir
el daño que le haríamos si continuáramos cosiendo.
En pocas palabras, las veces que debamos lubricar nuestra máquina de coser
dependerá estrictamente del uso que le demos. Si tenemos una máquina que usamos
poco, para coser una que otra cosita, con lubricarla una vez al mes será suficiente.
Pero si nos dedicamos a la costura como trabajo y cosemos todos los días, muchas
horas, la cosa cambia. La lubricación en este caso debe ser semanal, pues al coser
mucho hacemos que las piezas internas se desgasten mucho más. Por eso es que a
las usuarias que necesitan coser en máquina por trabajo se les recomienda elegir un
modelo que tenga lubricación automática (en su mayoría máquinas industriales).
Esto significa que la máquina tiene un depósito de lubricante, y lo único que hay que
hacer es mantenerlo lleno. A través de un dispositivo operado por aire comprimido,
el lubricante fluye por la máquina cada vez que se cose. Así la protección de los
mecanismos internos de la máquina está asegurada. Pero usar una máquina casera y
trabajar con ella no es malo, lo que sí es importante es tomar conciencia de que va
a necesitar más cuidados.
Símbolos
Estos son los símbolos que se pueden encontrar en las etiquetas de las
prendas, y se refieren a las condiciones en que deben ser tratadas durante
su mantenimiento para su perfecta conservación.
Tu equipo no tan básico...
Esta sección recogerá todas las ideas de materiales que nos
puedan ayudar a facilitar la labor. Esta lista pretende ir
creciendo a medida que vayamos conociendo nuevas
posibilidades, así que animaos y poned también vuestro granito
de arena.
Para empezar, Raloida nos explica cómo se ha hecho su
propio maniquí. Para verlo, haz clic aquí.
Existe en el mercado un pequeño objeto circular con
muescas que sirve para cortar hilos. Es un sustituto
excelente para los viajes, no sólo por seguridad, sino
porque puedes encontrarte en el aeropuerto con que no
te permiten subir al avión con tus queridas tijeras de
costura en el bolso!
Para guardar los objetos pequeños, tales como botones,
broches, alfileres y demás, prueba a clasificarlos en una
de esas cajas de plástico con departamentos o cajoncitos
que se usan para los tornillos y clavos. Yo uso una
también para tener en orden mis cosas de maquillaje!
Guarda tus patrones bien doblados en fundas de plástico
de las que se pueden poner en carpetas de anillas. De
este modo los tendrás siempre a mano en perfecto
estado, y puedes incluir un índice para encontrarlos
rápidamente.
Los hilos sueltos que te traen de cabeza estarán mejor
liados en pequeñas bobinas de cartón o plástico.
Si tienes muchas agujas y quieres tenerlas bien
guardadas y tenerlas bien a la vista, hazte un librito de
algunas hojas con unos pedazos de fieltro y clava las
agujas en las “hojas”, ordenándolas por tamaños, usos o
tipos. Puedes embellecer el exterior con un bordado.
También puedes comprar hecho tu librito para agujas,
hay infinidad de diseños.
Puedes fabricarte tu propia mesa de trabajo con un
tablero de conglomerado y unas patas a tu gusto (como
las que tienen en Ikea). Cubre el tablero con papel de
embalar para protegerlo. Este papel te sirve para tomar
notas también, y cuando esté estropeado sólo tienes que
cambiarlo.
Si no tienes espacio para una mesa extra, quizá quieras
proteger la que usas normalmente. Hazte con una lámina
para cortar. Son autocurativas, son duraderas, sirven
para muchas otras cosas, se escribe cómodamente sobre
ellas, y además suelen ir impresas con una cuadrícula que
te ayudará con las medidas y las líneas rectas. Las hay
en varios tamaños, y las encontrarás en cualquier
establecimiento de dibujo y diseño o de equipamiento de
oficina.
Procura tener una brochita para ir limpiando el interior
de tu máquina de pelusilla y polvo. Una brocha vieja de
maquillaje puede servir (¡siempre que no se esté
quedando calva!)
Vamos a cargarla
Lo primero para poder usarla es aprender a poner el hilo. Según el
modelo, el sistema puede variar, pero básicamente es el mismo: el
hilo ha de seguir un recorrido establecido para que circule con la
tensión adecuada,
camino que terminará
en el ojo de la aguja.
Este esquema
muestra el recorrido
correcto del hilo en
una máquina eléctrica
sencilla. En el modelo
físico, los números
que indican los puntos
por donde pasar el
hilo y en qué orden
están también
marcados en la
carcasa para máxima claridad. El 1 señala un pequeño brazo de metal
por detrás del cual se pasa la hebra. A continuación se lleva el hilo
por la ranura en la carcasa, al final de la misma (nº 2) se gira y se
continúa hacia arriba, y en la parte superior (nº 3) tenemos otro
brazo de metal, no fijo como el otro, sino que sube y baja al compás
de la aguja llegando a esconderse en su totalidad dentro de la
ranura en su punto más bajo. Cuando se va a cortar el hilo con el
que se está cosiendo, es aconsejable levantar la aguja manualmente
hasta que esté en su punto más alto, dejando ver este brazo a su
vez.
Llenar la bobina
Una vez hecho esto, falta el hilo de abajo. O sea, el de la canilla que
hay debajo de la placa de la aguja.
Lo primero es llenar una bobina o canilla con hilo. Recuerda que ese
es el hilo que se va a ver por el reverso de la costura. A veces vale
la pena tener en cuenta ese detalle. Toma pues un carrete del hilo
que quieras emplear y ponla en uno de los portacarretes. Mi
máquina, por ejemplo, tiene dos. Esto quiere decir que puede tener
ya hilo puesto en uno y colocado en la máquina y enhebrado para
cuando necesito llenar una bobina, sin necesidad de quitar el carrete
“principal” de su sitio. Toma el extremo del hilo y suelta un poco,
hacia la izquierda, y pásalo por detrás del guiahilos del devanador,
una especie de tornillito que verás muy cerca del área de tensión (la
ranura por donde hiciste pasar el otro hilo). Deja suficiente hilo
como para que pueda dar la vuelta hasta llegar al devanador, un
portabobinas pequeño sobre el extremo derecho de la máquina.
(Si te estás preguntando por qué demonios no pongo un dibujo,
existen dos razones: 1-no todo el mundo puede ver las imágenes,
desgraciadamente. 2-de todos modos, los modelos varían y vas a
tener que explorar tu máquina para empezar e identificar todas
esas cosas. Además, si pongo muchas imágenes esto tardará un siglo
en poder leerse.)
En las alas de la bobina hay un agujerito, uno en cada lado. Has de
pasar el hilo por uno de ellos desde el centro hacia afuera. Mantén
el hilo prendido así en la bobina y coloca la misma en el devanador.
Sujeta la punta del hilo para que no se escape mientras mueves el
devanador en su ranura hacia la derecha de manera que se acerca a
la pieza fija que hay junto a él. Tira del volante lateral hacia afuera
con suavidad. Ahora enciende la máquina y pisa el pedal suavemente.
El hilo empezará a rellenar la bobina (y te aconsejo que lo sigas
sujetando durante las dos o tres primeras vueltas para que no se
escape y se salga de la bobina). Cuando la bobina esté llena, la pieza
que hay junto al devanador hará que éste se pare. Saca la bobina y
corta el hilo que sale por el agujerito a ras. Y ya tienes la bobina
lista para cargar la caja. Ah, recuerda empujar el volante para
devolverlo a su sitio, o no coserás.
La canilla
La caja de bobina es una pieza que ha de contener la bobina o
canilla, y a su vez se coloca en la lanzadera, debajo de la placa de la
aguja. De este modo, la lanzadera en marcha seguirá un movimiento
de vaivén mientras la canilla gira en su interior, dejando ir el hilo
necesario. No necesitas sacar la lanzadera de su sitio para cargar
la canilla, pero ten a mano una brochita para limpiar a menudo la
pelusa que se amontona a todo su alrededor. Volvamos a la canilla:
Toma la caja y la bobina como indica el
dibujo: la primera con la mano izquierda, la
segunda con la derecha lista para meterla
dentro con el hilo apuntando hacia
afuera. Al introducir la bobina dentro,
toma el hilo y hazlo pasar por la hendidura
lateral de la caja de bobina, llevándolo
hacia el agujero por debajo de la pieza de
metal que forma el resorte de regulación
de tensión de la caja. Saca el hilo por el
agujero y ya está.
El último paso
Introduce la caja en su sitio y cierra. No
te preocupes, ahora pillamos el hilo de
dentro.
Toma el extremo del hilo superior con una
mano, y con la otra gira el volante con
suavidad hacia ti, de manera que la aguja se
moverá como para dar las primeras
puntadas. Cuando la aguja vuelva a subir
traerá consigo el otro hilo. Saca una hebra
un poco larga, pásala por debajo del pie
prensatelas junto con el hilo superior, llévalos hacia atrás, coloca la
tela, baja el pie y... ¡al ataque!
Enredos
Si el hilo se enreda en la canilla y no quiere salir, o si la aguja se
rompe y cae dentro, abre la caja, saca la caja de bobina y procede.
Si hace falta, saca también la lanzadera (la pieza que rodea la caja),
a veces el hilo queda enredado en ella y por eso la máquina se para.
En ningún caso intentes forzar la máquina o dar tirones fuertes. En
cuanto lo hayas hecho dos veces, quitar y poner la caja de bobina te
va a costar tres segundos, así que vale la pena tomarse la molestia.
El motivo de rotura de hilo o aguja suele ser la tensión del hilo
(mucha o poca). Ten en cuenta también que hay distintos grosores
de aguja para las distintas telas; si empleas una aguja demasiado
gruesa con un tejido fino, puedes estropearlo; si hay demasiadas
capas de tela y la aguja es muy fina, se partirá. Asegúrate de usar la
calidad correcta de hilo y el grosor de aguja (van numeradas)
adecuado para lo que pretendes coser. Y de que tu máquina puede
con ello; las más sencillas no pueden con los tejanos, por ejemplo,
cuyas costuras están formadas por varias capas de una tela que, ya
de por si, es bastante pesada.
Auxilio! Mi máquina no cose bien!
Si las costuras que tu máquina produce no son correctas, sigue estos
pasos para intentar corregir el error:
>1 - Ajusta la tensión del hilo.
>2 - Comprueba que el hilo está bien colocado.
>3 - Si la aguja está gastada o torcida, cámbiala de inmediato.
>4 - Comprueba que no haya quedado pelusilla o hilo atrapados en los
discos por donde pasa el hilo superior, tras la rueda de la tensión.
>5 - Para ajustar la tensión del hilo inferior,suele haber un tornillito.
Es mejor no tocarlo, porque es muy sensible y el menor cambio lo
altera mucho (cielos, suena a Psicología!) Pero si todo lo demás ha
fallado, igualmente estás a un paso de dejarlo o de llamar al técnico,
así que prueba esto: Pon una bobina con hilo en la caja, y sujétala
por el hilo. Si la tensión es correcta, la caja se moverá muy
gradualmente a medida que el hilo la recorre. Si no se mueve, aun
tirando levemente del hilo, la tensión es demasiado fuerte. Si se cae
de golpe, está muy floja, aunque fíjate si el hilo continúa en su sitio.
Ajusta el tornillo como sea necesario, muy poquito cada vez, y ve
probando. Si esto no funciona, compra una caja nueva. Acuérdate de
quitar la pelusilla regularmente con una brochita!