0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
9 vistas1 página
El documento argumenta que el género y la discapacidad no deben definirse por la vulnerabilidad, sino por la necesidad de un nuevo orden social a través de la participación activa. Explica que el lenguaje nos permite conocer el mundo, socializar e interactuar, y cómo esto puede dar lugar a estereotipos. Aboga por un lenguaje inclusivo que respete los derechos de todas las personas sin importar su género, orientación sexual, etnia, edad o discapacidad.
El documento argumenta que el género y la discapacidad no deben definirse por la vulnerabilidad, sino por la necesidad de un nuevo orden social a través de la participación activa. Explica que el lenguaje nos permite conocer el mundo, socializar e interactuar, y cómo esto puede dar lugar a estereotipos. Aboga por un lenguaje inclusivo que respete los derechos de todas las personas sin importar su género, orientación sexual, etnia, edad o discapacidad.
El documento argumenta que el género y la discapacidad no deben definirse por la vulnerabilidad, sino por la necesidad de un nuevo orden social a través de la participación activa. Explica que el lenguaje nos permite conocer el mundo, socializar e interactuar, y cómo esto puede dar lugar a estereotipos. Aboga por un lenguaje inclusivo que respete los derechos de todas las personas sin importar su género, orientación sexual, etnia, edad o discapacidad.
El género y la discapacidad no deben ser asumidas desde la vulnerabilidad sino de la necesidad
de plantear un nuevo orden a través de la participación social, la visualización de las mujeres
con discapacidad, y la posibilidad de participar de forma activa en la toma decisiones. Mediante el lenguaje, conocemos el mundo, socializamos, interactuamos, construirnos imaginarios, los cuales originan estereotipos y juicios de valor que se van desarrollando a través de nuestras historias de vida. Por ello las actitudes, percepciones, acciones, conocimientos y aprendizajes conforman la cotidianidad de las personas. El lenguaje inclusivo es la utilización de signos lingüísticos como las palabras, términos, frases, imágenes, de tal forma que se incluya y se respete los derechos de todas las personas, sin distinción de género, diversidad sexual, grupo étnico, etario, condiciones de discapacidad u otra diversidad social.
El género y la discapacidad no deben ser asumidas por la vulnerabilidad si no por la necesidad
de plantear un nuevo orden a través de la participación social, mediante el lenguaje que conocemos, socializamos, interactuamos, construirnos imaginarios. Por ello las actitudes, percepciones, acciones, conocimientos y aprendizajes. El lenguaje inclusivo es la utilización de signos lingüísticos, sin distinción de género, diversidad sexual u otra diversidad.