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Escuela de música del estado de Hidalgo

tick… tick… BOOM!


La crisis del artista

Isaac Elí Hernández González

Historia del cine I

2 Diciembre 2021
Los temas de la angustia y otros temas de inestabilidad emocional, han rondado por mi

mente en lo que va de este año. Ciertamente los años 2020 y 2021 han afectado a la

humanidad de una manera impresionante debido a la pandemia del COVID-19, tanto

en la salud física, como en la salud mental; al ver familiares morir, encontrarse

encerrado en casa, falta de trabajo, entre otros factores. Sin embargo, dejando de lado

la situación de la pandemia, una de las motivaciones que me llevaron a escribir sobre

esta película en este ensayo, es la afinidad y similitudes con la que me siento

identificado con el personaje principal, en este caso Jonathan Larson, es por eso que

decidí escribir sobre esta película ahora para ver la forma en la que se interpreta el

proceso de un artista. Durante estos meses he pasado por diferentes puntos dentro de

mi carrera profesional y académica, diversos pensamientos han llegado a mi mente

cuestionándome mi estancia en este mundo, mi labor como artista, dentro de la

composición musical y como maestro de piano, y en situación económica, con

diferentes preguntas acerca de si vale la pena continuar haciendo música o pasando

por bloqueos creativos, momentos de impaciencia por lograr mis metas, por ejemplo,

llegar trabajar en el medio de la composición de música para cine. En este ensayo,

hablaré solo sobre la interpretación acerca de la mentalidad y personalidad de

Jonathan Larson que se plasma en la película.

En la película, podemos ver a Jonathan Larson como un hombre que representa

perfectamente el estereotipo del artista desordenado, siempre pensando en música,

con una sensibilidad excesiva, y no cuenta con una mentalidad disciplinada. En esta

película está cerca de cumplir treinta años, no tiene ninguna satisfacción, se siente
estancado sin la sensación de avanzar, tanto en su vida personal como en la

profesional; con un sentimiento de no hacer lo suficiente para lograr algo importante en

su vida, ensimismado en su trabajo y obsesionado con una sola idea, lograr atraer la

atención de diferentes productores del medio artístico para poder producir su musical

“Superbia”, en el que lleva trabajando los últimos ocho años de su vida. Jonathan vive

constantemente en un sueño que lo hacen despegarse de la realidad, creyendo que

sus respuestas salvadoras vienen de la mano de un productor que hará realidad su

sueño de producir su musical. Está claro que Jonathan cree que las cosas en la

realidad son de cierta forma, es por eso que se encuentra frustrado, con sentimiento de

no poder avanzar, ya que la realidad en la que vive no se adecúa con sus expectativas,

en su propio “teatro musical”

A lo largo de la película existen diferentes sucesos que hacen aterrizar a nuestro

personaje, la separación con su novia, el darse cuenta que puede tener dificultades al

componer y escribir una canción, pero sobre todo, el saber que su musical “Superbia”

no será producido, en esta escena se dice una de las frases, a mi parecer, más

importantes de la película, y sucede cuando Rosa, la agente de Jonathan, le responde

a la pregunta de ¿Qué debo hacer ahora?, ella contesta lo siguiente:

“Empezar a escribir el siguiente, y al terminar ese, hacer el siguiente, y otro y

otro, de eso se trata ser escritor, querido. Siguen intentándolo y esperar que, a

pesar de todo y con el tiempo, algo funcione”. (Miranda, 2021)


Esto es una gran verdad, la constancia del hacer obras es un factor muy importante en

la vida del artista, nunca podemos parar de escribir y crear obras nuevas, sin embargo

muchas veces perdemos de vista la satisfacción de crear, el camino que se tiene que

recorrer y nos encasillamos en una sola idea perfecta, observando solamente el

objetivo que se encuentra demasiados lejos y se difumina en el horizonte, depositamos

todas nuestras esperanzas al igual que Jonathan lo hizo, he inocentemente creemos

que un solo pequeño éxito nos llevará a sentirnos auto realizados.

De todos los sucesos que le ocurren en su vida, la única constante es el tiempo, y no

hay mayor constante que esa para todos nosotros; el tiempo, aquel fenómeno que pasa

y nos consume, como lo hacia Cronos con sus hijos.

Como artistas, es posible sentirse bastante identificado con Jonathan pasando por los

diferentes momentos de catarsis que lo aquejan, por ejemplo, el tener que componer

una importante canción mientras pasa por un bloqueo creativo, otro es que mientras el

lidia con sus problemas artísticos la mayoría de sus amigos están siendo victimas del

VIH; tiene poca estabilidad financiera, viviendo en un departamento que se cae a

pedazos, con deudas en los servicios, algo muy similar a mi situación actual en cuanto

a estabilidad se refiere. Muchos artistas han pasado por situaciones iguales, desde

tener bloqueos creativos en los cuales no saber como comenzar o darle continuidad a

una obra; hasta cuadros de depresión, en los cuales en algunos casos pueden llegar a

atentar contra su propia vida.


¿Qué es una crisis?

La Real Academia Española de la Lengua define la palabra “Crisis” de diferentes

maneras, pero dos de ellas son las que al mi parecer encajan mejor con el tema en

cuestión.

1. f. Cambio profundo y de consecuencias importantes en un proceso o una

situación, o en la manera en que estos son apreciados.

2. f. Situación mala o difícil.

De manera etimológica, la palabra crisis, viene del griego crisis, y este del verbo

krinein, que significa, separar o decidir, el cual es utilizado cuando algo está en un

punto crucial y decisivo, donde no se puede mantener un sistema viejo.

Con respecto al proceso creativo se puede decir que la crisis es la carencia de ideas, la

falta de voluntad por realizar una actividad, el cual puede traerle frustración,

desesperación, he incluso puede desembocar en depresión en el artista; aunque por

otro lado puede ser un potenciador creativo que permita al artista, expresarse. El

escultor Jedd Novatt dice: “El artista no debe pensar en la crisis porque sino nunca

haría ninguna obra. La crisis forma parte del artista, le hace crecer”

Complementando la frase anterior, los tiempos de crisis y la angustia nos permiten

saber que algo tiene un valor importante para nosotros, en el caso de esta película, la

crisis de Jonathan es el tiempo, la sensación de que cada vez envejece más y aún no

ha logrado nada destacable en su vida, le da un valor al tiempo. En un momento de la

película Jonathan ha llegado a un punto de quiebre, ya no soporta seguir atendiendo


mesas y escribiendo cosas que nunca llegará a ver, porque no sabe si las producirán;

prefiere abandonar sus sueños y valores propios trabajando en una agencia de

publicidad en la cual no se siente completamente cómodo, a seguir en la angustia y

poca estabilidad en la que se encuentra tanto emocional como económica, y que

algunas veces puede suceder en la vida del artista.

Dentro del budismo se pueden encontrar algunos comentarios interesantes con

respecto a la angustia. El autor de diversos libros acerca del budismo Stephen

Batchelor, dice:

“También nosotros vivimos prisioneros en el “palacio” de lo que nos es familiar y

seguro. También presentimos que en la vida hay más que complacer nuestros deseos

y protegernos de nuestros miedos. También sentimos más agudamente la angustia

cuando rompemos con nuestras rutinas habituales y nos vemos revoloteando entre el

nacimiento y la muerte—nuestro nacimiento y muerte”. (Batchelor, 1998)

La mente de Jonathan, no es una mente disciplinada, trata de vivir en el futuro,

preocupándose por lo que vendrá, sin estar atento a lo que acontece en el presente,

esto se puede notar por su preocupación de los 30 años. Jidhu Krishnamurti,comenta

los siguiente:

“¿podemos dejar de depender del tiempo, es decir, del mañana o del futuro, y

vivir de tal manera que el hoy sea lo importante? Eso significa que tenemos que estar

muy atentos a nuestras reacciones, a nuestra confusión, trabajar con gran pasión en

nosotros mismo. Aparentemente, es lo único que podemos hacer, y si no lo hacemos el

ser humano no tendrá realmente futuro” (Krishnamurti, 2009)


Al ver esta película y escribir sobre ella me ha permitido ver de manera externa, la

situación en la que muchos artistas nos podemos encontrar. Está claro que se trata de

una película y que muchas veces el agregar drama u otros elementos hace que la

realidad de la misma se distorsione percibiéndola como algo muy alejado a nuestra

vida, pero si aprendemos a diseccionar una película, quitar esos elementos, ya sean

dramáticos, cómicos o de otra índole, que hacen la película pueda pasar a un plano

fuera de la realidad, podremos interpretar y encontrar esos elementos que son de

aprendizaje para nuestras vidas, que nos motivan a seguir estudiando, aprendiendo y

disfrutando de la realidad, que siempre se muestra tal cual es; nuestra percepción es la

que siempre distorsiona esa realidad y las expectativas que tenemos sobre ella son las

que hacen que caigamos en la frustración al no verlas realizadas, muchas veces

creemos que los artistas deben siempre estar en depresión o que las personas que

crean con regularidad obras con temas tristes o melancólicos, siempre se encuentran

en ese estado, lo cual no siempre es así, muchas veces el artista no hace más que

interpretar una situación ajena a él y la plasma en su obra.


Bibliografía

Batchelor, S. (1998). Buddhism without beliefs: A contemporary guide to awakening. New York:

Riverhead Books.

Miranda, L.-M. (Dirección). (2021). tick...tick...boom! [Película].

Krishnamurti, J. (2009). Encuentro con la vida. Gaia.

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