En una entrevista para El Espectador, el actual ministro encargado de la cartera de
cultura, Jorge Zorro, insinuó que lo que él buscaría en el ministerio es crear conciencia cultural, para que cada colombiano aprenda a conocerse a sí mismo y a expresarse a través de los legados culturales que tenga. Para esto se tratará de fomentar el conocimiento y gusto por las artes, pero centrándose en las múltiples tradiciones y los ancestros de cada cual. Esto es muy laudable y lógico, y si Zorro lo logra el suyo será un ministerio cultural para recordar. Obviamente hay problemas para alcanzar esto. Por un lado, Zorro en estos momentos es ministro encargado y al no estar en propiedad es difícil tomar decisiones. Por el otro, las metas que describe necesitan de presupuestos bastante más grandes que los que han asignado a esa cartera ya que el Ministerio de Cultura tradicionalmente ha estado casi en la cola en cuanto a la cantidad presupuestal que puede manejar. Y, obviamente, está el problema adicional de que un ministro depende mucho de los vaivenes de la política, lo cual hace que sea casi imposible hacer proyecciones a largo plazo.
Quienes nos opusimos a la creación de un Ministerio de Cultura, cuando aún estaba
en proyecto, precisamente anotábamos que al ser ministerio entraban en la ecuación las necesidades políticas del momento, lo cual necesariamente limitaba sus posibilidades. No sobra recordar que entre quienes se oponían al proyecto estaban figuras como García Márquez, Gómez Valderrama y otros intelectuales similares. Ese temor se ha ido probando con el paso del tiempo y ha sido un fuerte freno a los planes que tenga cualquier ministro. Ojalá esto no pase con Zorro, quien ha expresado en forma inteligente lo que desearía hacer al buscar rumbos para la cultura colombiana.