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Pasados simples

En 2010 recibí el año durmiendo. Tuve


un fiesta sorpresa con la gente que
más quiero en el mundo y llenaron las
paredes de mensajes para mí. Me
regalaron flores y libros y cajas de
colores. Me tomé una botella de
Chandon yo sola. Ví infinitos
amaneceres. Empecé a escribir mi
libro. Me despeché. Fui a Cuba. Grabé
un documental. Conocí gente que no
come. Conocí cómo se vive con 10 USD
de sueldo. Tuve internet de 50 KB por
segundo. Me robaron la cartera dos
veces. Bebí vino tinto en mi lugar
favorito de Caracas. Dirigí un par de
proyectos audiovisuales. Ignoré el
ego de otros. Estuve en casa de Yoani
Sánchez. Salí en TV y hablé en radio.
Adelgacé. Engondé. Adelgacé. Fui a
una finca. Escalé una cascada a
contracorriente. Y luego no podía
bajar. Estuve hospitalizada. Vi a mi
ex. No sentí nada. Miré con amor a un
hombre maravilloso. Me hice más suya
en una playa. Terminé con él. Me
monté en dos aviones. Dormí en un
hotel. Me persigió el cuerpo
represivo de un país. Inventaron
cosas sobre mi en televisión. Besé a
otro hombre. Y a una mujer. Recordé
qué se siente caminar por una calle a
las 12:00 p.m. Me envené, otra vez,
con mil bombas lacrimógenas. Terminé
mi carrera. Una monja de mi ex-
colegio, que antes decía que yo era
una mala influencia, me escribió un
e-mail que dice que está orgullosa de
mi. Tuve miedo. Y ganas. Volví a
creer en Dios. Fui a la playa. Dormí
junto al sueño complice de la amistad
clavándome el codo en las costillas.
Y con la lascivia de un hombre sobre
mi pecho. Y abrazada a la persona que
amo. Y sola. Y me tatué más. Y me
puse un aro en la ceja. Y me lo quité
porque las tomografías me obligan a
ser seria. Y seguí siendo la mejor
amiga de mi mejor amigo. La mejor
amiga de mis mejores amigas. Y la
"Princess" adoptada de mi "Queen
Elisa". Pedí perdón. Y perdoné. Y
perdoné. Y perdoné. Me dieron la
espalda. Y no me preguntaron "¿Qué
pasó?". Y perdoné. Y perdoné. Y no dí
la espalda jamás. Se enamoraron de
mi. Y lastimé al no corresponder con
todo mi ser. Y porque me voy. Pero
intenté. Y no pude. Y fui honesta.
Así que está bien. Y no accedí a ser
"la otra". Y por eso fui la "una". Y
escuché. Y no juzgué. Y por eso pude
exigir. Y tuve rencor. Y no lo
deseché. Y ví a amigos partir. Y
estuve en un par de sex-sop. Y cené
McDonalds sentada en una acera. Y
fumé marihuana. Y me ofrecieron
drogas duras. Y no las acepté. Me
interrogó la policia. Tuve sexo sin
amor. Y amor sin sexo. Que es peor.
Bailé en la calle hasta el amanecer.
Me amé. Y me odié. Y me entrevistó
Ana María Simon. Y todavía digo que,
si fuera hombre, estaría casado con
ella. O con Boris Izaguirre. Leí
millones de libros. Conocí a alguien
que viene de Islandia. Y es un
idiota. Hice una mudanza. Me reí
hasta que me dolió la panza. Lloré en
posición fetal hasta casi fracturarme
las costillas. Tuve un secreto. Y
terceras personas inventaron
versiones de ese secreto. Y ninguna
se parece a la real. Tengo un montón
de Moleskines. Hice una sorpresa
cursi de cumpleaños. El tipo de "La
Hojilla" me puso un apodo. Y también
me enseñó que el odio es demasiado
poderoso en estos tiempos. Aunque yo
no lo odio. Pero él a mi sí. Leí La
Biblia completa. Y me volví menos
Católica. Y más agnóstica. Por eso
estoy más cerca de Dios. Y
#miesposaesmuyguapa. Y me gustan los
hashtag. Y alguien simuló que
desenroscaba el sol de una playa a
las 5:00 p.m. como un bombillo y,
cuando abrió la mano, tenía una
pelotita amarilla. Y me dieron una
carta de amor. Y caminé en un vestido
muy corto. Y puse en mi dedo un
anillo de compromiso. Y me pinté las
uñas de azul marino. Y lavé los
platos varias veces. Y me corté muy
raro el pelo. Y ví a los ojos a gente
muy falsa. Y ví a los ojos a juicios
implacables. Y ví a los ojos a
especulaciones tremendas. Y los ví
con amor. Y no sé si me amaron. Pero
amé. Y eso es suficiente. Y escribí
para los Hermanos Chang. Y una
revista extranjera me paga 400USD por
2000 caracteres. Osea que una letra
mía cuesta 5USD. Y me parece una suma
grosera por algo que hago sin
pretenciones. Porque es como que te
paguen por respirar. Pero no me
quejo. Y dije "te necesito". Y
estuvieron para mi. Y fui tan frágil
que cualquier cosa me rompió el
corazón. Y sigo estando así. Pero es
bonito. Y me gustaron dos tipos. Que
ni voltearon a verme. Y menos mal. Y
vi mil películas. Y logré que alguien
me recordara cuando ve el principio
de Hiroshima, mon amour. Y logré que
mis padres estuvieran orgullosos de
mí. Y sé a quién no quiero parecerme.
Y decidí irme del país. Porque
Venezuela y yo estamos peleadas. Y
comencé a interesarme por la
piscología. Y dejaron de importarme
un par de banalidades. Y me enamoré
por debajo de las venas. Y no hay
otra explicación. Y esta noche- a una
hora de la media noche- soy feliz,
muy feliz...y tan mía como siempre.
En 2011, recibí el año bailando
CONMIGO.

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