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El polvo de los caminos.

El polvo de los caminos era amigo de su andar, pero también caminaba sobre las olas del mar.
Aunque era rico en milagros y en potestad él fue amigo de los pobres y la humildad. Aunque
tenía remedio para la ser dijo la samaritana quiero beber. Aunque tristes y afligidos el consoló’
por su patria y por su pueblo también lloro.

Entre tus manos

Entre tus manos está mi vida, señor entre tus manos pongo mi existir. Hay que morir para vivir
entre tus manos confió mi ser. Si el grano de trigo no muere, si no muere solo quedara, pero si
muere en abundancia dará un fruto eterno que no morirá.

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