LAS TENTACIONES DE JESÚS Era la invitación a situarse en el mundo mediante la riqueza, el poder
(Mt 4, 1-10) terreno y político, sin tener en cuenta la referencia a Dios.
La palabra tentación significa “prueba”, y también “seducción”.
Las tentaciones que padeció el Señor Jesús fueron “sugerencias” que el
demonio le hacía para ofrecerle medios “más adecuados y eficaces” que
la misma cruz para llevar a cabo la misión en el mundo e instaurar así el
Reino de Dios.
Las tentaciones que sufrió Jesús según los Evangelios fueron tres:
Primera tentación: “Si eres Hijo de Dios, ordena que estas piedras se
conviertan en pan.” (Mt 4,3)
Con esta tentación el maligno intenta que Jesús utilice sus poderes para remediar sus propios
problemas. Busca que Jesús se convierta en un simple reformador social para satisfacer los
estómagos y solucionar los problemas sociales y económicos; del mismo modo era una invitación a
situarse en el mundo de una manera placentera, donde no hay cabida para renuncias, sacrificios ni
privaciones.
Jesús vence esta tentación afirmando que Él trae algo más importante y muy distinto: la Palabra de
Dios, único alimento que puede saciar definitivamente el corazón del hombre y además era consciente
que sin esfuerzo y sacrifico era imposible vencer a la muerte y al pecado. Por eso responde
firmemente: “Dice la Escritura: El hombre no vive solamente de pan, sino de toda palabra que sale de
la boca de Dios.” (Mt. 4,4)
Segunda tentación: “Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, pues la Escritura dice: Dios dará
órdenes a sus ángeles y te llevarán en sus manos para que tus pies no tropiecen en piedra alguna.”
(Mt 4, 6)
Con esta tentación el demonio quiere inducir a Jesús a la vanidad y a la soberbia, haciendo que pida
a Dios un milagro innecesario y espectacular que le dé un inmenso prestigio. Es la tentación a situarse
en el mundo con todos sus poderes y atributos divinos, que hará que todo el pueblo se ponga a sus
pies, ya no sería necesario predicar ni morir en la cruz, bastará solo con triunfar.
Jesús comprendió que hacer esto sería convertir a Dios en una fuente de beneficios personales al
servicio de interese particulares. Dios siempre está en lo escondido y en lo diario por lo tanto no se
tiene que reclamar una presencia milagrosa, ni poner condiciones a su acción. Por eso “Jesús replicó:
“Dice también la Escritura: No tentarás al Señor tu Dios.” (Mt. 4,7)
Tercera tentación: “Te daré todo esto si te arrodillas y me adoras.” (Mt. 4, 9)
Con esta tentación el demonio le ofrece el dominio sobre todos los reinos del mundo para que así se
convierta en un rey mesiánico terreno, como el que esperaban la mayoría de los judíos de aquella
época.
Jesús entendió lo peligroso de esta tentación ya que la salvación no puede
llegar bajo la fuerza, el poder y la riqueza. El único poder que Jesús trae es
el amor, el servicio y la entrega hasta la cruz por los demás. Por eso su
respuesta fue tajante: “Aléjate, Satanás, porque dice la Escritura: Adorarás
al Señor tu Dios, y a Él solo servirás.” (Mt. 4, 10)
En conclusión podemos ver como Jesús no cae en la trampa y, ya desde
el principio de su predicación, confía en Dios, fortalece su espíritu y prioriza
su proyecto del Reino, según la voluntad del Padre, ante cualquier
seducción del mundo.
Consejos para vencer las tentaciones:
1) No tengas miedo: confía en Dios, con su ayuda puedes vencer al enemigo.
2) Reza: cuando vengan tentaciones acude al Señor y a la Virgen María.
3) Ocúpate: busca estar ocupado en alguna actividad sana, fuera la ociosidad.
4) Evita las ocasiones: apártate de la ocasiones de pecado.
5) Sigue rezando: llevar una vida de oración te ayudará a fortalecer la voluntad.
Si hubo victoria, da gracias a Dios. Si caíste, arrepiéntete y aprovecha la lección para otra vez.
6) Después de cada caída, haz un acto de contrición, confiésate enseguida y además ofrece en
reparación una mortificación que te cueste.
7) No vuelvas a pensar más en la tentación; ocúpate de algo.
Para tu tranquilidad has de saber lo que dice San Pablo, que Dios jamás permitirá que seamos
tentados por encima de nuestras fuerzas (1 Co 10, 13)
Dice además San Agustín que «Dios no pide a nadie cosas imposibles, sino que hagas lo que puedas,
y pidas lo que no puedas; que Él te ayudará para que puedas».
TRABAJO PRÁCTICO
I- Responde:
1. ¿Qué tipo de tentaciones sufrió Jesús? Explica
2. ¿Cómo venció Jesús cada tentación?
3. ¿Cómo se preparó Jesús para vencer las tentaciones según Lc 4, 1-2; Mt 26, 39-41?
4. ¿Qué consejos podemos seguir para vencer las tentaciones?
II- Reflexiona y responde
1. ¿Cuáles son las tentaciones que sufres ahora?
2. ¿Qué harás para resistir y vencer esas tentaciones?
Prof. Jilbert Buelot Chávez