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Esto quiere decir que ya no veríamos más el famoso minuto 90, así como los minutos añadidos,
pues se jugarían 60 minutos reales de juego. En cada interrupción, el reloj sería parado hasta que se
reanudase el juego, tal y como ocurre en el fútbol sala.
La idea es que ya no se realicen con las manos, sino con el pie en un ejercicio similar al futsal. Esto
haría que cada lateral se convierta en un ataque más directo, pero no se podría convalidar gol tras
un balón proveniente directamente desde ese sector del campo.
Cada vez que se tenga que reanudar el juego, ya sea con una falta, un saque de esquina, un
saque de banda o un saque de portería, existirá la posibilidad de que el jugador pueda
conducir el balón sin necesidad de pase.
En el fútbol internacional, los equipos pueden hacer tres sustituciones por partido.
Actualmente, y de forma transitoria hasta que la FIFA decida al respecto, se pueden hacer
cinco cambios. Estos cinco cambios se pueden realizar en tres oportunidades.4
2. El partido lo disputarán dos equipos formados por un máximo de 5 jugadores cada uno en la