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Objetivo: Empezar las misiones dejando atrás todo lo que les pese o los
distraiga. Que los misioneros estén motivados a desprenderse y entregarse. Que
se propongan vivir con buena actitud la Semana Santa; o integración/ romper el
hielo.
Material:
• Hojas, plumas y sobres
• Encendedor / cerillos
• Post-its y cartulina
• Fogata (si es posible)
Desarrollo:
Repartir a cada quien una hoja, una pluma, un sobre y algunos post-its. Pedirles
que escriban en la hoja las cosas que creen que pudieran llegar a distraerles
durante estas misiones: cosas de las que se arrepienten y cosas que les gustaría
cambiar; en los post-its deberán escribir frases o personas que les motiven a dar
su 100% en la semana.
El problema será:
1. Una amiga tuya se fue a vivir a Houston en diciembre. Ella llevaba ya 2 años
con su novio, y decidieron seguir la relación a distancia. Durante su estancia allá,
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conoce a muchas personas en su nueva universidad. Ella regresó la semana
pasada 1 semana de vacaciones (spring break), y te cuenta que está
embarazada, y que el bebé NO es de su novio. Y no sabe si decirle o no.
2. Abrir un foro de discusión con los misioneros sobre que debe hacer, decirle
o no (que cada quien opine, generalmente empiezan a criticar que es una
cualquiera, que cómo va y se mete a tener relaciones con todos).
4. Abrir nuevamente foro de discusión con los misioneros sobre que opinan de
lo que hizo el novio (siempre empiezan a criticarlo).
Objetivo: Hacer conciencia de que somos pecadores y Cristo nos los borra
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3: CRISTO ! Vaso con cloro
Decirles que tu vas a contar tu historia, y que cada vez que se sientan
identificados, pongan un chorrito del vaso de “pecado” al que dice “yo”.
Comenzarás a platicar tu historia desde secundaria aprox., cada vez que
desobedecías a tus papás, que flojeabas y no hacías la tarea, que te peleabas
con tus hermanos, etc. Después seguirá hasta prepa y carrera, en dónde dirás
cosas más fuertes como cuando te pusiste borracho, criticaste, compraste tareas,
etc. Cada responsable contará su historia remarcando cada vez que ha pecado
(hacerlo lo más intenso y aterrizado posible).
Cada vez que tu como responsable digas un pecado, servirás un chorrito del
vaso de “pecado” al vaso de “yo” y cada vez que un misionero se identifique
igualmente irá sirviendo. Al final, el vaso de “yo” quedará café y manchado, así
como nuestra alma cuando está en pecado.
En ese momento, les pides a todos que sirvan el vaso de “cristo” en el que dice
“yo”, y verán como el agua se vuelve a hacer transparente. Hacer reflexión de
que cada vez que nosotros decidimos acercarnos a Cristo para pedir perdón por
medio de la confesión y de la oración, el hace que nuestra alma esté limpia de
nuevo. Después de esto, pedirles que lo restante del vaso de “Pecado” lo sirvan
en el vaso de “Cristo” y vean como el pecado no puede tocar ni vencer a Cristo.
Para entender mejor como hacer el “experimento” ver en Youtube: Tu, pecado,
Cristo! (subido por Ciroh R)
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¿Valió la pena?
¿Valió la pena venir aquí y dejarlo todo?
¿Qué puedo aprender de esta misión?
¿Regresaré a mi casa con otra forma de ver las cosas?
¿Aprenderé a dar valor a todo lo que tengo?
Ahora vamos a pensar en las personas que dejamos: novio, amigos, familia:
¿Qué estarán haciendo?
¿En dónde estarán?
¿Estarán viviendo lo mismo que yo?
Mis padres, ¿me hacen falta?, ¿los extraño? Piensa en ellos, seguro que no se
sienten completos en estos momentos, es como si algo les hiciera falta, algo lo
suficientemente importante como para no sentirse bien, pero saben que en el
fondo estas cumpliendo con tu misión.
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5. Amar hasta que duela (Miércoles Santo)
Objetivo: Que los misioneros valoren que en cada ser humano se encuentra
Jesús, a pesar de lo que son.
Material:
1.Caja de cartón
2.Imagen de Cristo Legionario
3.Tijeras
Material:
--- Piedritas (sí se considera muy duro, también pueden usarse frijoles o lentejas)
--- Primera: Imagen de Jesucristo en Getsemaní
--- Segunda: Imagen de Jesucristo (preferentemente crucificado, o durante su
camino al calvario)
--- Pintura roja (simulará sangre)
--- Canción de “El Pretorio” para empezar la reflexión, pueden utilizarse también
canciones referentes a lo que Dios busca de cada uno, etc... lo que el
responsable de equipo vea pertinente.
- Paliacates
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Desarrollo:
Sentar a los misioneros en la capilla alrededor de la “montaña de piedras” y la
imagen de Cristo en Getsemaní. Realizar un breve examen de consciencia. Las
preguntas (realizadas como balance) dependen mucho del responsable, y del
conocimiento – previo o durante la misión– de su equipo. Bien puede adaptar
las preguntas que se sugieren en el examen de conciencia que se ofrece en la
Guía del Misionero, o bien realizarlas de manera espontánea.
Con las piedras en los zapatos pedir a los misioneros que se pongan de pie para
llevarlos al cuarto. Que se venden los ojos con sus paliacates y hagan una fila.
Al momento de llevarlos, el camino a recorrer debe ser complicado, incluso sí
tropiezan mejor... ellos deben sentirse desprotegidos, y sentir cierto dolor al
caminar con las piedras en los zapatos. El responsable puede marcar una ruta.
Mantenerlos caminando alrededor de 2 minutos, después llevarlos al cuarto
previamente preparado de la siguiente manera:
Se dirige una reflexión: aquí el responsable es muy libre para llevarla a cabo,
depende mucho del contexto de vida de los miembros de su equipo. Se
recomienda que la reflexión se enfoque mucho al reconocimiento de la miseria
de cada uno, que cada uno de nosotros somos COMPLICES de su Pasión (por
eso tienen las manos manchadas de rojo), pero resaltar aún más el gran amor
que Cristo nos tuvo en la cruz, y cómo los misioneros, con su testimonio y estilo
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de vida, pueden cargar junto con Él esa cruz tan pesada: que son los pecados
de la humanidad.
OPCIÓN 1:
Objetivo: Que valoren su vida, su familia, amigos, que adquieran la conciencia
de que no vivimos para siempre, que Dios es alguien bondadoso y
misericordioso. Conseguir la propia conversión
Material:
• Hacer un cuerpo con el material disponible y taparlo con una sábana
(hacerlo con almohadas, zapatos, colchas, etc.)
• ESPEJO para ponerlo en la cabeza del “muerto”
Desarrollo: Afuera de la iglesia, se les dice a los misioneros que esa noche no
podrá haber actividad de la noche, ya que un misionero de otro pueblo acaba
de fallecer, entonces entrarán a la iglesia a hacer oración por el misionero. Todos
te comenzarán a cuestionar su nombre, que le pasó, etc., y les pides que por
respeto a su familia aún no se dirá nada de información, lo que toca ahorita es
rezar. Les pides que por favor hagan una fila, y vas llevando un misionero uno
por uno. Cada vez que tomas a uno cierras la puerta dejando a los demás afuera.
Lo llevas a donde esta el cuerpo cubierto con la sábana, y lo acercas a la cabeza,
destapas la parte de arriba del cuerpo y el misionero se verá a sí mismo al espejo.
Lo sientas de tal manera que se forme un círculo. Se repite lo mismo con cada
misionero que vaya entrando (es importante que sea uno por uno).
Cuando ya todos estén sentados en círculo, se les explica que el misionero que
murió son ellos mismos, y que cada quien dirá brevemente unas palabras como
si fuera un funeral. La dinámica será la siguiente (empieza el responsable)
1. Primero, cada persona irá diciendo las cualidades de ellos mismos (EN
TERCERA PERSONA, ej. Luis era una persona muy entregada, siempre estaba a
la disposición de los demás, etc.)
2. Después de esto, se dirán las cosas que les faltó por vivir (Ej. a Luis le faltaba
vivir su universidad, tener una familia, reconciliarse con sus padres, perdonar a
sus enemigos, etc.) También en tercera persona cada quien.
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brevemente algo bueno de esa persona, lo que significa para ellos y cuanto lo
van a extrañar.
4. Se va repitiendo esto con cada misionero del círculo (si son muchos decirles
que cuando van a decir algo de otro misionero lo hagan en máximo 30
segundos)
Finalmente, se reflexiona que nunca sabremos el día ni la hora en que Cristo nos
llamará de este mundo, y que por eso, tenemos que estar siempre preparados
para ello. Se les invita a tratar de vivir una vida en gracia y confesarse cada que
puedan, en perdonar a sus enemigos, arreglar los problemas con sus padres y/o
hermanos. Vivir la vida al máximo siempre en el amor a Cristo.
Objetivo: Que se den cuenta de que Cristo vive en ellos, que son templo del
Espíritu Santo y que conocer a Cristo implica hacer un encuentro real y personal
con Él.
Material:
• Una carpeta
• Un espejo donde se alcance a ver la cara bien.
Pasos a realizar:
2. Se les cuenta que hace pocos meses, haciendo un análisis de la Sábana santa,
unos científicos italianos encontraron el verdadero rostro de Cristo. Que fue
fruto de muchos años de investigación y que dentro de poco la Iglesia sacará a
la luz la imagen. Se les dice que por el momento especial que está viviendo la
Iglesia, y el Movimiento, a través de un contacto del Vaticano un legionario
consiguió esta imagen y que el P. John Connor, LC quiso que en estos 30 años
de Megamisiones se distribuyera la imagen a todos los equipos de
misiones. Que es un regalo directo del Papa.
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comenta que en función del estado de gracia o de la vida espiritual de cada uno,
la persona reacciona diferente.
5. Uno a uno van pasando los misioneros que voluntariamente quieran verla.
Cuando están frente a la carpeta se les abre y en ese momento descubren que
son ellos mismos el rostro de Cristo. Justo en ese momento se les habla de que
Dios los quiere tanto que quiso hacerlos hijos suyos, los creó a su imagen y
semejanza y que el Espíritu Santo está en ellos. Se les hace una pequeña
reflexión y se les invita a que no volteen a mirar a sus amigos y se vayan para
otro lugar a reflexionar sobre ello.
6. Al final, cuando ya han pasado todos, se les hace una pequeña reflexión o
feedback.