Está en la página 1de 3

Al pensar en patio urbano, en una primera interpretación trataría de presentar el patio

como un mecanismo formal delimitador que encierra un espacio; que pronto pasa a
significar terreno sin edificar, baldío, detrás o en el interior de una construcción.
Luego me detengo en la observación que busca afirmar cómo ese espacio determina
las experiencias que inherentes a la condición humana, hacen visible su forma y
propósito. Forma que en el estar permiten comprender esta interpretación del
espacio que estará en una constante y continua relación entre el interior y exterior.

Y surge la interrogante ¿Cómo delimitar dichos espacios?

El patio por su característica que relaciona el interior y exterior de forma permanente,


podría considerarse un espacio intermedio, entre la calle - edificio, público-privado,
aislamiento -parques, habitante-ciudad, que expresa una intención, un recorrido parte
de un sistema, un estar, remanso. Volumétricamente definido pero abierto, permite
habitar al aire libre que no segrega, sino que consolida la trama urbana como una
especie de estructura que le da continuidad a cada unidad disuelta aportándole
identidad. Rescatando y conectando lo esencial de cada espacio y relacionándolo a
través de la continuidad y la apertura hacia el cielo que encuadra un paisaje.
Al pensar en ese espacio intermedio, que no es casa, pero tampoco plaza, y que tiene
relación con lo interno- externo, inmediatamente pienso en una pausa, un detenerse
en el lugar, que entre lo introvertido y lo permeable aparece la conexión con la ciudad,
relacionando interior con exterior, vacío-lleno, figura y fondo.
En relación con la ciudad y con el entorno en el que se habita, más allá del propio
interior. Toyo Ito afirma que el espacio y su fusión con el entorno será más bello en
cuanto mayor sea su transparencia. Refiriéndose al límite difuso como una reacción
con el entorno natural, adoptando un borde que responda sensiblemente a la
naturaleza y al entorno. Debe ser una arquitectura que incorpore una relación
interactiva entre lo natural y artificial, con un carácter más flexible para cambios
temporales.
De esta manera, el patio siempre tendrá una relación directa con el límite, ya que se
configura a través del mismo. Sin embargo, la escala que lo acompaña difiere y tiene
rangos que dictan la referencia del patio y su conformación como tal. Medidas que no
se encuentran estipuladas, pero que sin embargo se acomodan a la sensación
espacial del habitante con el espacio.
A través de la apertura gradual del límite y cerramiento del patio, es posible generar
una relación absoluta entre el interior y el exterior. Beneficiando la conexión con el
interior y su contexto asociado. Sin embargo, esta conexión no es visual, sino que
también espacial, ya sea vinculándose mediante diferentes accesos como también
elementos presentes en el patio que referencian a la ciudad donde está inserto. De
esta manera, el espacio público sea cual sea su manifestación, contribuye en la
naturaleza de cada ambiente y lo unifica.
De esta manera sugiere el encuentro íntimo en todas sus dimensiones, capaz de
extenderse hacia la ciudad. Incentivando de esta manera el uso del espacio público y
de encuentro en un ambiente grato, delimitado y fresco. Asimismo, las percepciones
profundas del estar en conexión con el lugar, dan a conocer fenómenos visuales y
espaciales que se encuentran ligados a la atmósfera. Los cuales incitan aún más al
descubrimiento e interacción del espacio, a partir de los distintos elementos que van
apareciendo. Los fenómenos (Manifestación de una actividad que se produce en la
naturaleza y se percibe a través de los sentidos) se dan a conocer a través de la
simultaneidad, interpenetración, superposición, ambivalencia y transparencia entre
los elementos que están en el espacio. Dando a conocer la composición de una
manera más fina y delicada en su totalidad. Debido a que el fenómeno que aparece,
supera las fijaciones temporales y espaciales para alcanzar la unidad absoluta a
través de la observación. Aprecia la cualidad perceptible de cada objeto, dentro de
las perspectivas posibles a alcanzar, sin sobrecargarse entre los mismos. Donde cada
pieza tiene un carácter en el espacio percibida y representada por un todo, en una
misma secuencia, la cual se distingue a través de los sentidos. Activa la sensibilidad
emocional, generando la necesidad de entender, comprender y recorrer el espacio.
Visualizando la identidad local de la comunidad conectándola con lo especifico del
interior .
En la observación la solidez de las piezas se desmaterializa para no perder el valor y
la importancia de cada una dentro de la composición. Cada pieza tiene un color, una
solidez, un carácter y un espacio en el patio. Donde la distancia aparente entre los
objetos, permite la interposición, pero no la destrucción visual. El suelo, el recorrido,
los elementos sólidos o etéreos, son aquellos que enmarcan vistas, situaciones y
actividades, reconocidas en varias dimensiones a la vez.

El patio es capaz de desenvolverse como un espacio catalizador de encuentro. El


cual promueve el encuentro a través de la calidad de oasis asociada. Donde la
ubicación en la ciudad genera un vacío urbano, conectado y accesible para el
habitante. Por otro lado, el patio también cumple con impulsar el uso y goce del
mismo. Generando un espacio público que responde a los fenómenos propios de la
ciudad. Rescatando y conectando lo esencial de cada espacio y relacionándolo a
través de la continuidad y la apertura. Vinculándose mediante percepciones del
contexto inmediato desde el interior del patio. Los espacios tienden a beneficiarse por
su relación con la luz, la apertura y conexión con el aire de la ciudad. Fomentando un
vínculo con lo público, con lo que está más allá de su propio límite y del horizonte.
Cada elemento es fundamental y permite una apreciación distinta del patio, como una
entidad completa y abastecida.
Esa detención en el espacio que invita al confort mediante la valoración de rasgos
climáticos y del paraje reconocidos por una cultura y sociedad atribuyen a la forma un
modo de dar una respuesta apropiada que lo sitúa y hace propio. Donde el objetivo
principal es el aprovechamiento de la luz solar y la sombra asociada, en función de
las bondades que éstas aportan al espacio. Al hacerlo propio patio urbano contenido
busca disolver la situación actual, reintegrando a la comunidad e identidad local y re
estableciendo la relación ciudad-habitante. Desarrollando una identidad en función
del transcurso geográfico y urbano de la ciudad. Donde finalmente el patio queda en
medio, contenido por los distintos hitos y atmósferas presentes, viéndose reconocido
por una identidad asociada a los paisajes. La atmósfera como tal, es una categoría
estética: una sensación, una concordancia con el espacio construido y habitado. Que
es compartida, relatada por quienes lo observan y recorren.

También podría gustarte