En realidad, una nebulosa no es más que una nube compuesta en
su mayor parte por polvo, hidrógeno, helio. Por lo general, estas
extrañas formaciones están estrechamente relacionadas con las estrellas, bien sea con el momento de su creación como con su último suspiro. La mayoría de las nebulosas se forman por el colapso gravitacional del gas y el polvo interestelar.
Las nebulosas presentan varias clasificaciones:
1. Nebulosas Oscuras: Son grandes nubes moleculares densas,
oscuras y frías. Estas nebulosas son nubes poco o nada luminosas, que se presentan como una mancha oscura, a veces rodeada por un halo de luz.
2. Nebulosas Brillantes: Estas nebulosas luminosas se dividen en
nebulosas de emisión y de reflexión.
a) Nebulosas de emisión: Poseen un color más intenso que el resto de
las nebulosas.
b) Nebulosas de reflexión: Son nubes de polvo que simplemente
reflejan la luz de una estrella o estrellas cercanas.
3. Nebulosas Planetarias: Las nebulosas planetarias son las capas
externas de una estrella expulsadas en las etapas finales de su evolución.