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El huerto
orgánico y ecológico
AGRADECIMIENTOS
A Fernando Alcázar y su padre, por ofrecernos su huerto de Aranjuez;
Bodegas Muedra de Tordesillas; Now Integral, Madrid; Fundación Padre
Alejandro Recio, Martos por su museo arqueológico; Embajadas de Chipre,
Francia, Grecia, Italia, Malta, Túnez, en Madrid; Jesús Gávez y Laureano,
director y maestro de la almazara Pydasa en Martos; Carmen La Torre,
jardinera del Botánico de Valencia; Santiago López por su gran conocimiento
del Valle del Lecrín y por su ayuda; Juan Llopis de Les Palmeres; Eusebio
Pérez Barrios de la Nora del Río; al pueblo de Martos; a las mujeres de
Consuegra por mantener vivo el cultivo del azafrán traído por los árabes;
resto de embajadas que han facilitado algunos datos; Alicia Serrano y su
marido Eugenio por dejarnos participar en la vendimia de sus uvas y su
elaboración del primer caldo; Felipe Vegre y al museo que ha podido
desarrollar en Mora de Toledo; Francisco Viceira de Asaja Granada por
enseñarnos la vega granadina y abrirnos los ojos a la realidad de una
actividad que debemos volver a apoyar por bien de todos; Pincel y Barro por
mantener la tradición ceramista mediterránea; finalmente a otros
colaboradores anónimos que nos han facilitado esa experiencia que no
podemos dejar de agradecer y que deseamos conservar manteniendo ahí
donde podamos el cultivo tradicional mediterráneo.
SUMARIO
Concepto cultural
El huerto familiar
El suelo
Formas de reproducción
La siembra
De la plantación al fruto
Técnicas de riego
Parásitos y enfermedades
Asociación y rotación
La recolección
Las hortalizas
El lugar de las hierbas
La vid y el olivo
Los frutales
Otros tipos de huertos
La dieta mediterránea
Recetas de cocina
Técnicas de conservación
Fragancia y color
Cultivos mediterráneos
Glosario
INTRODUCCIÓN
EN TORNO A UN MAR
El mar Mediterráneo alcanza los 400 km de longitud y baña tres
continentes: Europa, Asia y África; tiene unos 2,5 millones de km2 de
superficie. Reúne o separa países de los tres continentes, donde se
desenvuelve la genealogía de este huerto. Todo evolucionó desde el
desarrollo egipcio y mesopotámico. Importantes son los estrechos de
Dardanelos y Bósforo que comunican con el mar Negro o el canal de Suez
que enlaza con el mar Rojo, vías entre territorios y culturas, poblaciones y
continentes. Desde nuestro original enfoque del huerto mediterráneo como
punto de mestizaje, damos a este mar toda la importancia. Árabes,
cartagineses, romanos, griegos y fenicios transitaron por él con sus
conocimientos. Sus viajes produjeron cruces inventivos y culturales, de
hallazgos y formas de vida y desarrollo siempre con el Mare Nostrum o Mar
entre las Tierras, como telón de fondo. Lazos, mezclas e intercambios que
aportaron vida, riqueza y novedad, de las que se han aprovechado las
hortalizas y frutales para tu huerto.
CANDIL ÁRABE. El aceite de oliva se utilizó también desde los egipcios como
combustible para iluminación; así fue usado durante siglos.
SIEMPRE ÚTIL. Esta pala antigua puede seguir siéndolo, además de resultar
decorativa.
FORMAS CURIOSAS. Las zonas fértiles en lugares pintorescos pueden dar lugar a
formas curiosas en huertos con encanto.
TINAJAS DECORATIVAS. Puedes buscar un rincón donde incorporarlas y que
sirvan como recipiente para plantas complementarias.
BUSCA LA ARMONÍA. Debes buscarla desde la misma planificación del huerto,
combinando hortalizas y frutales en el espacio de que dispones.
FACTORES BÁSICOS
Para el cultivo de huerto, ten en cuenta cinco factores:
Clima: en cada lugar hay un clima propio que depende del viento, la
exposición solar y la orografía. El conocimiento de estas condiciones te
permitirá seleccionar las variedades y cultivos más adecuados y adoptar la
protección necesaria.
Luz: el huerto necesita tener orientación sur o, al menos, recibir varias
horas al día de luz solar. Si la parcela no recibe el sol directo, puede ser
suficiente con el reflejo de la luz que se produzca en una pared cercana
pintada de blanco.
En las zonas más soleadas y cálidas se cultivarán las plantas que
requieran mucha luz y calor, como tomates, pimientos o berenjenas. Las
plantas de hoja (espinacas, acelgas, coles) y raíces (zanahorias, rabanitos)
necesitan menos luz y calor.
HERRAMIENTAS
Para las labores del huerto, como arar la tierra, voltear o regar, son de
gran ayuda las herramientas, aunque su uso depende de las dimensiones del
huerto, el tipo de suelo y el sistema de cultivo. Te presentamos las manuales
comunes y más necesarias para un huerto familiar:
Pala: es de gran importancia; se emplea para el laboreo del suelo,
excavar bancales o transportar tierra y abono. La de acero inoxidable es
mejor para el trabajo en suelo pesado y húmedo, ya que la tierra se desliza
mejor sobre él y facilita la tarea; también la plana es útil.
Azada: es una pala cuadrangular de hierro, de unos 20 a 25 cm de lado,
cortante en uno de ellos y provisto de un anillo, donde encaja el mango en el
opuesto. Sirve para cavar, mover tierra, hacer surcos, desherbar, realizar
hoyos, plantar o romper terrones.
Azadón: es una azada de pala algo curva, más larga que ancha. Sirve
para romper tierra dura, preparar surcos, plantar y recolectar tubérculos y
raíces.
Rastrillo: se usa para cortar malas hierbas cuando aparecen a ras de
suelo, remover éste, recoger hojas, recubrir y apisonar.
Legón o binadera: es una azada más ligera y ancha, para trabajar a poca
profundidad. Se usa para escardar, eliminar hierbas pequeñas, allanar el suelo
y remover la tierra.
COBERTIZO SINGULAR. Si dispones de algo más de espacio, te puede venir bien
para guardar tus herramientas y almacenar las hortalizas.
HUERTO UNIFAMILIAR. Con 50 m2 de terreno puedes tener todo tipo de hortalizas,
pero si superas los 80 m2, tu familia podrá autoabastecerse todo el año.
CARACTERÍSTICAS GENERALES
Es importante que conozcas tanto el tipo de suelo como las características
y composición que tiene tu huerto, para así poder cultivar unas plantas
acordes con sus propiedades y para saber cómo debes rectificar estas
características para adaptarlas a tus necesidades.
TIPOS DE SUELOS
De acuerdo con las características vistas, puedes destacar a grandes
rasgos varios tipos de suelo: arenoso, franco, arcilloso, calizo y humífero. Los
suelos arenosos contienen un alto porcentaje de arena, pero escaso de arcilla.
Como consecuencia, van a ser permeables al aire y se van a poder trabajar
con facilidad, pero tienen un contenido en nutrientes bajo.
SUELO RICO. Su color se relaciona con el contenido mineral; cuanto más oscuro,
más rico es en materia orgánica.
Los suelos francos van a tener unos porcentajes proporcionados de
arcilla, arena, limo, caliza y humus. Por ello, van a ser los terrenos ideales
para el cultivo, ya que resultarán fértiles y equilibrados y a la vez fáciles de
trabajar.
Los suelos arcillosos presentan gran cantidad de arcilla, por tanto van a
presentar impermeabilidad frente al agua y van a ser difíciles de trabajar.
Suelen presentar tonalidades rojizas
Los suelos calizos son los que tienen un pH elevado.
Los suelos humíferos son los que tienen un alto porcentaje de materia
orgánica, por lo que van a ser terrenos fáciles de trabajar y fértiles.
LOMBRICES. En el caso del suelo para cultivar es conveniente que existan, pues
permiten su aireación y mullido.
Para poder incorporarlo al suelo, debes esperar hasta obtener una masa
homogénea; debes ser paciente y esperar unos meses, porque el resultado
valdrá la pena.
Vermicompost o humus de lombriz: es el resultado de la acción
digestiva de las lombrices sobre materiales orgánicos.
Algas: si vives en una zona costera, podrás recogerlas tú mismo de la
playa; con ellas aportarás a las plantas muchos oligoelementos.
Turbas: son restos de plantas que han sufrido una descomposición
parcial en un ambiente con exceso de humedad y deficiencia de oxígeno. Son
pobres en elementos fertilizantes, pero tienen capacidad para retener agua y
nutrientes; añaden propiedades aislantes contra el frío y el calor. Debido a su
pH ácido, son útiles para corregir suelos calcáreos.
ABONOS ORGÁNICOS
Los abonos orgánicos se caracterizan por su riqueza en nitrógeno.
Algunos de los más importantes son:
Purines y lisieres: el primero es orina de los animales, y el lisier son los
excrementos sólidos, más orina, más agua de lavado. Por tanto, son abonos
líquidos, que tienen una composición variable y que debes fermentar al aire
para poder utilizarlos.
Deyecciones de aves: son la gallinaza, excrementos de gallináceas, y la
palomina, excrementos de paloma. Ambos contienen gran cantidad de
nitrógeno y fósforo; debes ser prudente en las dosis que añadas.
Majadeo: deyecciones resultantes del ganado lanar.
SEMILLAS Y SEMILLEROS
Las semillas se obtienen a través de la reproducción sexual de las plantas,
por la unión del gameto femenino con el masculino. Si sembramos una
semilla, dará lugar a una nueva planta, siendo este proceso conocido por el
nombre de «germinación». Pero, para que la germinación tenga lugar, se
deben dar una serie de condiciones favorables: que la semilla sea viable, que
no se halle en estado de reposo y, por último, que las condiciones ambientales
sean las apropiadas.
ALCACHOFA. Su siembra se hace en verano trasplantándola del semillero donde
la hayas sembrado antes.
BULBO. Entre las hortalizas que se reproducen así, tenemos la cebolla; tienen
tallos subterráneos, en los que almacenan sus reservas.
Si es la primera vez que vas a sembrar, puedes obtener tus semillas a
través de agricultores locales que tengan variedades autóctonas ya adaptadas
a las condiciones de suelo y clima del lugar. Cuando tus plantas den fruto,
podrás recolectar y obtener tus propias semillas.
Otra opción para sembrar son los semilleros, es decir, sembrar las
semillas en recipientes o al aire libre para luego transplantar los plantones a
su ubicación definitiva. Sembrando en semilleros, puedes proporcionar a tus
plantas un ambiente más controlado, pudiendo protegerlas de lluvias, frío,
pleno sol y viento.
Como sustrato para el semillero, usa compost descompuesto y arena o
perlita o vermiculita. En cuanto al riego, que debe ser frecuente y en
pequeñas cantidades, lo debes realizar mediante un pulverizador o regadera
de agujero fino para no desplazar esas semillas al regarlas. El mejor
emplazamiento para el semillero es uno cálido y luminoso.
Si la densidad de plantas es muy alta, tendrás que recurrir al repicado, que
consiste en seleccionar las plantas más fuertes para trasladarlas a nuevos
recipientes.
REPRODUCCIÓN VEGETATIVA
La multiplicación sexual o por semillas es la forma natural por la que se
propagan los vegetales. Sin embargo, tiene varios inconvenientes; no se
obtienen plantas que sean exactas a la planta madre; ciertas plantas tardan
años en florecer y, por tanto, en dar frutos.
ACODO MÚLTIPLE. Es la forma de obtener múltiples plantas a partir de una sola;
cuida de que cada parte enterrada tenga una hoja y una yema.
PERFIL DEL SUELO. Si dieras un corte al mismo, verías tres capas muy definidas;
la exterior es la que contiene más elementos orgánicos.
INJERTO INGLÉS. Permite que florezcan rápidamente los frutales, como es el caso
de este cerezo.
ACODO AÉREO. Corta un trozo de corteza de un tallo o rama y recúbrelo con
turba; después envuélvelo con plástico y espera a que eche raíces.
Por todos estos motivos, también se practica desde hace miles de años la
reproducción vegetativa, con la que a partir de fragmentos de una planta
podemos obtener individuos de características iguales a las del vegetal
parental. A continuación vamos a ver algunas de las formas.
BULBO
Es un tallo subterráneo que acumula sustancias de reserva. Esta capacidad
de almacenar nutrientes permite sobrevivir a las plantas que desarrollan este
tipo de órganos cuando se presentan condiciones adversas. El bulbo, en su
parte inferior o disco basal, forma las raíces adventicias, y en la superior, una
o varias yemas. De éstas brotarán los nuevos individuos. Ejemplo de bulbo
son la cebolla y el ajo.
TUBÉRCULO
Es un tallo subterráneo engrosado que, como el bulbo almacena
sustancias de reserva; ejemplo: la patata. En la superficie del tubérculo se
localizan sus yemas de crecimiento. La reproducción de estos cultivos se
efectúa plantando el mismo tubérculo o parte de él con una yema.
ESQUEJE. La forma de hacer el corte puede ser recta, sin madera vieja; mazo, con
algo de la madera vieja; y talón o tacón, con menos madera vieja que el anterior.
RIZOMA
Son tallos subterráneos que crecen en horizontal por debajo de la
superficie del suelo. De sus nudos se forman hacia abajo unas raíces
adventicias surgidas de otras partes de la planta que no es una raíz ya
existente, y hacia arriba unas hojas de cuya axila nacerán yemas. De estas
yemas surgirán los vástagos aéreos, de los que brotarán hojas, flores y frutos.
Ejemplo de plantas con rizomas son la alcachofa, el espárrago, la menta, el
orégano y el romero.
CORMO
Es un tallo subterráneo corto y engrosado, que posee una base hinchada y
crece verticalmente. Es muy parecido al bulbo en su aspecto externo, pero el
cormo está recubierto de hojas secas. Además se diferencia en que en los
bulbos son las hojas transformadas las que asumen la función de reserva de
sustancias nutritivas, mientras que en el cormo este papel es desempeñado
por el tallo. Ejemplo de cormo es el azafrán.
ESTOLÓN
Los estolones son tallos delgados y largos que crecen de forma horizontal
a ras de tierra. Como vemos, son similares a los rizomas porque éstos
también crecen horizontalmente, pero bajo la superficie del terreno. Estos
estolones poseen nudos, de los cuales se forman raíces adventicias hacia
abajo, y tallos con sus correspondientes hojas y flores hacia arriba. Por tanto,
con ellos se obtienen plantas en miniatura idénticas a la planta madre. El
fresal es el ejemplo típico.
SEMILLERO DE VID. Es más seguro protegerlo con plástico negro para evitar la luz,
conservar la humedad y evitar la mala hierba.
INJERTO DE PÚA. De izquierda a derecha y de arriba abajo: inglés o de lengüeta,
de púa lateral, de hendidura radial, de hendidura radial con dos púas, de
hendidura común, de aproximación y, por último, de puente. Todos ellos se
caracterizan por realizarse con injerto sobre el patrón de una púa o fragmento de
tallo que posea varias yemas.
ESQUEJES Y ESTACAS
El esquejado o estaquillado es una técnica de propagación vegetativa que
consiste en tomar un fragmento de planta, tallo, hoja o raíz e inducirlo a que
forme raíces para obtener un nuevo individuo. Lo más normal es hacer
esquejes a partir de tallos que tendrán que contener alguna yema. Lo
llamamos «esqueje» o «estaca» según la consistencia o lignificación del
mismo. Podemos encontrarnos varias maneras de hacer este tipo de esquejes,
dependiendo de la época del periodo de crecimiento en que se corten,
teniendo esquejes de brotes, de ramas tiernas, de ramas semilignificadas o de
ramas lignificadas.
Los esquejes herbáceos se cortan en primavera de puntas de brotes que
tienen un crecimiento rápido. Los esquejes de ramas tiernas se cortan algo
después que los anteriores. Los esquejes de ramas semilignificadas se toman
a finales de verano, siendo los tallos de un grosor y fuerza mayores. Y los
esquejes de ramas lignificadas se obtienen de árboles y arbustos, en el
periodo de reposo (otoño o invierno). Para ello toma ramas de un año de
edad, de una longitud de 15-75 cm y que contengan por lo menos dos yemas.
El corte inferior lo harás justo por debajo de un nudo o yema, y el corte
superior justo por encima de una yema. Después, planta la rama y te
asegúrate de que el riego sea abundante y que no reciba la radiación solar del
mediodía directamente, ni corrientes de aire. Sirve para propagar olivo, vid y
ciruelos. Las estacas de raíz se cogen entre otoño y primavera, tomando
algunas raíces, dividiéndolas en fragmentos de unos 5 cm y clavándolas en el
suelo. Pueden hacerse entre otros en el olivo y en el manzano.
ACODO
La técnica del acodado consiste en provocar la formación de raíces en un
tallo todavía unido a su planta madre (en el caso del esqueje la formación de
las raíces se produce después), para a continuación separarlo y obtener así un
nuevo vegetal.
Existen diferentes tipos de acodo: acodo aéreo, acodo simple, acodo
múltiple o en serpentina, acodo en montículo, acodo en trinchera y acodo de
punta, siendo los más practicados los dos primeros.
En el acodo aéreo, cortas un anillo de corteza a un tallo o rama, lo
envuelves en plástico transparente, mejor que negro, para ver si han
aparecido las raíces sin tener que abrir el envoltorio, que contenga sustrato de
turba humedecida, y lo atas por sus dos extremos. Después lo cubres todo con
papel de aluminio o de periódico, manteniéndolo así protegido de la luz.
Debes tener la precaución de mantener húmeda la turba. La mejor época para
realizar este tipo de acodo es en primavera, de forma que en otoño o en la
primavera siguiente podrás sacar la ramita enraizada. Las especies que más se
multiplican por acodo aéreo son árboles frutales como el cerezo, el granado,
el membrillero y el peral.
En el acodado simple doblas una rama, que sea larga y flexible, hasta el
suelo y la cubres parcialmente con tierra, pero dejando sin enterrar el
extremo.
INJERTO
Consiste en la introducción de un fragmento de tallo de una planta,
llamada variedad o injerto, en otra planta llamada patrón, portainjerto o pie,
de modo que la unión de ambos crecerá como un solo organismo. Por tanto,
el patrón proporciona las raíces, mientras que la variedad aporta el resto de la
planta.
El injerto se utiliza sobre todo en la propagación de vegetales leñosos.
Los portainjertos o patrones pueden tener dos procedencias, bien de semilla y
se llaman francos, bien de cualquier técnica de propagación vegetativa y se
llaman patrones clonales. Para que pueda realizarse, las dos plantas deben ser
al menos del mismo género, aunque existen algunas excepciones, como
injertar peral sobre membrillero. El injerto se emplea para conseguir la
aceleración del ciclo, aprovechándonos de la madurez del pie; para la
obtención de plantas más bajas y que por tanto resulten más cómodas para
poder recolectar; para rejuvenecer árboles viejos; y para conservar las
características de una planta.
Hay dos tipos básicos: de púa, injertando sobre el patrón una púa o
fragmento de tallo que posea varias yemas, y de yema, cuando se injerta una
yema sobre el patrón. Los injertos de yema agarran enseguida y se pueden
desatar a los quince días. En cambio, los de púa no debes desatarlos hasta que
las yemas hayan brotado y midan 5-10 cm. Los injertos de púa pueden ser a
su vez: inglés o de lengüeta, de tocón de rama, lateral subcortical, lateral, de
hendidura simple, de hendidura doble, de corteza o de corona, de
aproximación e injerto de puente. Los injertos de yema pueden ser también
de varios tipos: de escudete o yema en T, de parche o de astilla o de chip.
Comentamos a continuación algunos de ellos. El injerto inglés o de
lengüeta se hace con tallos finos de un máximo de 2 cm. Es preferible que
tanto el patrón como la púa tengan el mismo diámetro. La púa se hará a partir
de una rama de 1 año de edad y llevará 2-3 yemas de madera. Púa y patrón se
cortan en bisel (de forma oblicua cerca del borde) y se insertan por sus
lengüetas.
SMILLERO DE CAMA CALIENTE. Con una parte enterrada y otra al aire; este
semillero de cristal permite su aireación y el acceso a las plantas; otra es
subterránea con diferentes capas.
MÉTODOS DE SEMBRADO
La siembra debes realizarla en terreno bien preparado, como antes se ha
expuesto, y lo suficientemente húmedo como para que las semillas dispongan
del agua necesaria. También debes tener en cuenta la temperatura del suelo;
cuanto más baja sea ésta, menos probabilidades habrá de que la semilla
germine. Por otro lado, la profundidad de la siembra varía; puedes ver el
ejemplo en la tabla de la página 47.
Surcos. Para sembrar en ellos necesitarás una serie de herramientas:
cuerda que sirva de guía para trazar el surco, un palo medidor o regla, un
azadón para su realización y un rastrillo para cubrir el surco. En el caso de
semillas pequeñas, como son las de lechuga, debes sembrar en surcos simples
separados unos 30 cm; usa la cuerda, que debe estar lo más tensa posible, y el
azadón para trazarlo, procura que el surco sea lo más uniforme posible. Si por
ejemplo quieres sembrar guisantes, realiza surcos anchos de unos 15 cm y
poco profundos con ayuda de una azada, y colócalos en dos hileras a lo largo
del mismo. Una vez colocadas las semillas, cubre el surco lo más
rápidamente posible, y rastrilla la superficie; intenta que el rastrillo forme un
ángulo de 90° con el surco.
LOS PÁJAROS. Siempre atentos a las maniobras que se efectúan en el huerto,
esperando realizar su propia cosecha. Todos tienen derecho a su parte de las
hortalizas y frutales.
TIPOS DE SIEMBRA
Existen distintas técnicas de siembra, convenientes o no según factores
como tamaño de semilla, tamaño final de la planta, condiciones del estrato
superficial de terreno, y otros.
A voleo. Consiste en esparcir las semillas por el terreno con la mano y en
forma de abanico. Así, las semillas estarán repartidas de forma irregular, pero
debes intentar que sea lo más uniforme posible. Si las semillas son de
pequeño tamaño, conviene mezclarlas previamente con arena o con mantillo
seco. Esto ayudará a obtener una distribución más regular. Una vez
esparcidas, permanecen en la superficie, por lo que es necesario cubrirlas con
mantillo o con tierra. Por último has de realizar una ligera presión con un
pisón o un tablón de madera, para que permanezcan en su sitio y no sean
arrastradas por el viento y la lluvia. Este tipo de siembra es adecuado para
cultivar parcelas de rábanos, zanahorias o nabos.
Por filas o líneas. Para ésta debes haber realizado antes un surco, sobre el
que colocarás las semillas a distancia variable según el tipo y las necesidades
de la planta. Después cerrarás el surco con la azada para que las semillas
queden enterradas. Hay que tener en cuenta que en función de la planta,
debes jugar con la profundidad del surco hecho.
SEMILLAS DE CALABAZA. Por su gran tamaño, debes enterrarlas a 25 mm de la
superficie con el fin de que queden protegidas.
FILAS O HILERAS. Son adecuadas para determinados tipos de cultivo, entierra
siempre las semillas.
SEMBRAR A VOLEO. Es todo un arte que permite esparcir semillas en un espacio
grande; luego debes pisar el suelo.
EL TRASPLANTE
El trasplante es la operación consistente en trasladar al huerto las plantas
suficientemente desarrolladas en el semillero u otros recipientes utilizados
para tal fin.
PROTECCIÓN
Debes proteger tu huerto y tus cultivos de condiciones atmosféricas
desfavorables, como pueden ser: el viento fuerte, las lluvias torrenciales, el
granizo o la nieve. También puedes protegerlo para crear un ambiente
favorable a tus necesidades, como anticipar la siembra, el trasplante o alargar
el periodo de cosecha en otoño.
REDES FINAS. Es una buena forma de no perder la cosecha de hortalizas, como
las lechugas, tan apetecibles a los pájaros.
ESPÁRRAGOS. Un suelo bien trabajado y no pisado da en poco tiempo excelentes
espárragos trigueros.
UN MANZANO EN FLOR. La familia de las Rosáceas tiene una de las flores más
bonitas de la naturaleza.
EL CEREZO. La floración del cerezo representa el esplendor de la naturaleza con
toda su exuberancia.
Para los casos concretos de la vid y del olivo, se utilizan los siguientes
tipos. Para la vid, lo más común es el llamado cordón horizontal. Las vides
alcanzan un porte de medio metro aproximadamente, y sus ramas se
desarrollan de manera horizontal por medio de un sistema de alambres y
postes. El grosellero también se adapta a este tipo de disposición. Quizá lo
más sencillo y menos trabajoso para ti sea dar a la vid una forma de vaso,
como hacías con otros frutales. Lo mismo ocurre en el caso del olivo.
LA FLORACIÓN
La época más vistosa y rebosante de vida en el huerto es el momento de
la floración de los frutales, las hortalizas, las plantas medicinales y las de
condimento. A finales de otoño y durante todo el invierno, los árboles
caducifolios entran en un periodo llamado reposo vegetativo, durante el cual
pierden sus hojas. Con la llegada de la primavera, las yemas latentes de los
árboles empiezan a despertar e irán asomando tímidas y tiernas hojitas que
con el tiempo y los cuidados necesarios darán lugar a hojas lustrosas; también
se desarrollarán flores y, finalmente, frutos. Las flores son el órgano
fundamental en los frutales, ya que a partir de ellas se van a formar los
apreciados frutos. Para que esto ocurra, se tiene que dar la fecundación de las
mismas. De manera muy simplificada, el órgano reproductor femenino de la
flor es básicamente una estructura con forma de tubo llamada pistilo, que
acaba en el ovario, donde se ensancha. El órgano reproductor masculino está
formado por los estambres, donde se encuentra contenido el polen, en unas
bolsitas llamadas anteras.
Después de esta breve descripción, quizá lo más lógico sería pensar que
todas las flores tienen los dos tipos de órganos reproductores, pero esto sólo
ocurre en las flores denominadas hermafroditas. Ejemplos de plantas con
flores hermafroditas: manzano, ciruelo, melocotonero, almendro. Por el
contrario, aquellas en las que sólo está presente un tipo de órgano
reproductivo reciben el nombre de unisexuales, es decir, unas tendrán flores
masculinas, con estambres, y otras, flores femeninas, con pistilo. Entre las
plantas con este tipo de flores tenemos el avellano y la sandía. Atendiendo a
esta clasificación, existen tres tipos de plantas: monoicas, que tienen flores
unisexuales, pero en la misma planta, esto es, unas flores serán masculinas y
otras femeninas, como el pepino; y dioicas, en las que las flores masculinas
se encuentran en unas plantas y las femeninas en otras, como el espárrago. Y
por último, las plantas polígamas, que presentan ambos tipos de flores,
unisexuales y hermafroditas, dentro de una misma planta.
FRUTOS MADURANDO. El polen viaja por el pistilo hasta fecundar el ovario; ahí
empieza la formación de la semilla y su posterior proceso de desarrollo, hasta que
se realiza el cuajado de los frutos, visibles en este naranjo centenario.
LA POLINIZACIÓN
La primavera es la estación en la que renace la vida, y eso se nota sobre
todo en el huerto, donde verás la evolución de las plantas como te hemos
descrito; con la floración se atrae a los insectos polinizadores, que comienzan
su actividad y sus revoloteos de flor en flor, facilitando así el proceso de
propagación del polen. La polinización es el proceso mediante el cual los
granos de polen procedentes de las anteras entran en contacto con la parte
superior del pistilo, llamada estigma.
Este mecanismo tan asombroso de la naturaleza puede ser desempeñado
por el viento, recibiendo el nombre de anemofilia. Las plantas anemófilas se
caracterizan por poseer flores femeninas poco llamativas y otras masculinas
muy abundantes; producen gran cantidad de polen y generalmente se
distribuyen en estructuras colgantes que, al ser azotadas por el viento,
facilitan la dispersión del mismo, que será atrapado por las flores femeninas.
Este tipo de polinización es típica en el olivo y la vid, entre otras especies.
Cuando los agentes encargados de transportar el polen son los insectos,
mariposas, moscas, abejas y coleópteros, principalmente, se denomina
entomofilia. Las flores de las plantas polinizadas por insectos suelen ser muy
llamativas, presentan colores vistosos, aromas y néctar para atraer a los
insectos hasta ellas; además, el polen es muy pegajoso y enseguida se adhiere
a sus cuerpos. Ésta es la forma más común de polinización; se da en los
frutales (manzano, almendro, cerezo) y en las plantas aromáticas. Si los que
polinizan las flores son los pájaros, tenemos la ornitofilia. Este tipo de
polinización se da sobre todo en América. En los bosques tropicales también
se da otro tipo de polinización, la quiropterofilia, que es la llevada a cabo por
murciélagos. Y finalmente, tenemos la polinización por medio del agua,
denominada hidrofilia, que no es usual: se da en algunas especies acuáticas.
Como hemos comentado antes, la que más nos interesa en el huerto es la
entomófila, y dentro de ésta, más concretamente la efectuada por las abejas.
Algunas especies de plantas se autopolinizan, esto es, una flor se fecunda con
su propio polen o con el de otra flor, pero dentro de la misma planta. En
cambio, en otras especies aumenta la producción y calidad de los frutos
cuando existe polinización cruzada, es decir, el polen procede de las flores de
otras plantas de la misma especie. También existen especies
autoincompatibles, esto significa que no pueden fecundar sus flores ellas
mismas, por lo que necesitan la ayuda de las abejas para que trasladen el
polen de una planta a otra. El primer caso se da en el pimiento, por ejemplo, y
el segundo en el níspero y el melocotonero, que son autocompatibles; si se
llega a producir la polinización, obtendrás ventajas como el aumento de
tamaño de los frutos. El tercer caso es típico de numerosos frutales, como el
cerezo, el manzano y el peral.
PODA EN ESPALDERA. Es un sistema muy adecuado para árboles cercanos a
muros que les protegen del viento, además de favorecer la absorción de luz y del
calor.
TIJERAS DE PODA. Este modelo sólo sirve para pequeñas ramas en la poda de
formación.
ENTOMOFILIA. Es la polinización realizada por insectos; ellos son los encargados
del traslado de una a otra flor, tras lo que se producirá la fecundación del ovario.
LA FLORACIÓN. Su momento difiere en cada árbol e incluso en cada rama del
mismo; habitualmente suele ser en primavera.
FRUTOS
A medida que las flores se van fecundando, la naturaleza sigue su curso y
los frutos van creciendo poco a poco hasta alcanzar su punto óptimo de
maduración.
Una vez que los granos de polen han entrado por el estigma, viajan por el
pistilo hasta llegar a fecundar al óvulo contenido en el ovario. A partir de
aquí empieza el proceso de formación de la semilla y de las distintas capas o
tejidos que la recubren para protegerla, esto es, el fruto propiamente dicho.
La conversión del ovario en fruto recibe el nombre de cuajado del fruto. Uno
de los primeros cambios que observarás en las flores es que se les caen los
pétalos y los estambres; finalmente, también acaba desprendiéndose el pistilo.
En días sucesivos, el ovario va aumentando de tamaño gradualmente, hasta
que finalmente sus paredes constituyen el pericarpio. En éste podemos
distinguir tres partes: empezando desde la capa más interna hasta la más
externa, tenemos el endocarpio, después el mesocarpio y, por último, la parte
más externa, que recibe el nombre de exocarpio o también epicarpio. Dicho
así, puede parecer algo complicado, pero no lo es si te centras en una fruta
concreta, por ejemplo una cereza: en ella, el endocarpio correspondería al
hueso, en cuyo interior se encuentra resguardada la semilla, el mesocarpio es
la carne de la cereza, lo que nos comemos, y el exocarpio es la piel. Otros
ejemplos serían los melocotones, las ciruelas, las aceitunas. Pero existe una
enorme diversidad de tipos de frutos; los hay secos, como la avellana, y
carnosos, como los que hemos citado anteriormente, además de la uva, la
manzana, la pera, las naranjas y los limones.
RAMAS GRUESAS. Para su poda se requiere algo más que las tijeras grandes o
pequeñas de podar; a veces es imprescindible el uso de una sierra de este tipo.
ÓRGANO FUNDAMENTAL. Las flores para frutales y hortalizas son fundamentales,
pues a partir de ellas se van a formar los frutos, una vez han sido fecundadas.
PLANTAS SENSIBLES. Son las que mejor se benefician del riego por surcos, en los
que el agua nutre por filtración hacia las raíces, sin tocar la planta.
PROGRAMADOR. Suele ser cada vez más habitual para regular el riego; esto hace
más fácil la disposición de un huerto propio.
RIEGO LOCALIZADO
A este tipo pertenece el de goteo y el de microaspersión. Es la técnica de
riego más eficaz y ecológica, ya que sólo suministra agua a la zona radicular
de cada planta, con lo que te permite hacer un riego muy controlado y evitar
la proliferación de malas hierbas, puesto que sólo existe humedad en la
superficie cultivada. Además, es apto para todo tipo de suelos.
Su instalación consta de un cabezal de riego para tratar y filtrar el agua, la
red de distribución de tuberías y, por último, los emisores de agua y
elementos para regular el funcionamiento de toda la instalación: manómetros
y contadores.
Los emisores de agua serán los goteros y las tuberías emisoras en el riego
por goteo, y los microaspersores en el riego por microaspersión.
Las tuberías emisoras son unas tuberías que aplican el agua de dos
maneras: a la vez que la conducen, gracias a unas perforaciones, que tienen el
inconveniente de obturarse fácilmente, o mediante la porosidad de su pared.
En microaspersión se aplica el agua en forma de lluvia muy fina, de
forma que también se consigue una gran uniformidad de riego. El
automatismo en el riego por aspersión y goteo comprende aspectos muy
interesantes de regulación del tiempo y el volumen de agua aplicado.
POZO DE SIEMPRE. Han sido las extracciones de hídricos más habituales; éste,
además, es un elemento decorativo.
PLAN DE RIEGO. Para el manzano, abundante los primeros años; después, sólo
cuando no llueva.
Parásitos y enfermedades
LA MARIQUITA. Es uno de los insectos que permiten la lucha biológica para control
de las plagas.
CARACOLES. Para combatir su plaga, pon un plato con cerveza a ras de suelo.
Pulgones: son homópteros de pequeño tamaño y forma redondeada que
chupan la savia de las plantas. Aparecen en grandes cantidades; es habitual
que se asocien con hormigas, ya que éstas se alimentan de la sustancia
azucarada que segregan aquéllos. Ejemplo para la vid: la filoxera (Peritymbia
vitifolii), ya mencionada anteriormente.
Escarabajos: hay que destacar el escarabajo de la patata (Leptinotarsa
decemlineata), perteneciente al orden coleópteros. De color rojizo, en su
abdomen presenta manchas rayadas negras y amarillas; causan daños tanto la
larva como el escarabajo: ambos devoran hojas y tallos tiernos.
Escolítidos o «barrenillos»: son pequeños coleópteros que afectan sobre
todo a los frutales (Scolytus rugulosus), puesto que excavan túneles en el
interior de la corteza de los árboles.
Gorgojos: tienen la cabeza en pico; existen diversas especies. Unas
causan daños a leguminosas como la judía (Acanthoscelides obtecus), donde
el adulto se alimenta de brotes y deposita sus larvas en el interior de los
granos, de los que se nutren; otras a frutales, el gorgojo del peral
(Anthonomus piri).
BABOSA. Se alimenta de las hojas, dejándolas llenas de agujeros y haciendo que
pierdan su presencia y calidad.
LAS AMISTADES. El fresón y la fresa se pueden cultivar con los ajos, pero nunca
con las coles: unos y otras tienen sus razones.
AJÍ O PIMIENTO. Se asocia con tomates, berenjenas y judías; la mejor rotación
para él es cada tres o cuatro años.
INDEPENDIENTES. Los frutales no se rigen por estas leyes; sin embargo, a veces,
cuando han caído sus hojas, pueden cultivarse hortalizas bajo ellos.
ASOCIACIÓN. Requiere iguales exigencias, pero que los cultivos implicados
tengan diferentes necesidades de nutrientes para no competir entre ellos.
ASOCIACIÓN
Se trata de la producción en el mismo terreno y simultáneamente de dos o
más especies que reúnan una serie de características que las hagan adecuadas
para tal fin. Suelen asociarse cultivos que se complementan entre sí en su
desarrollo, favoreciéndose unos a los otros para, de esta forma, obtener
mayor rendimiento en la cosecha o una mejor salud de plantas y frutos.
Para que dos o más plantas diferentes puedan asociarse, han de cumplir la
condición de tener las mismas exigencias en cuanto a sus condiciones de
cultivo. Puesto que se van a cultivar juntos, deberán requerir un mismo tipo
de suelo y similares necesidades de humedad. Asimismo, tendrán diferentes
necesidades de nutrientes, para que no compitan entre sí. Si los cultivos
asociados tienen necesidades similares, se establece una competencia entre
ellos; terminará habiendo un cultivo predominante, que robará nutrientes al
discriminado, y se producirá un desarrollo desigual de ambos.
ENEMIGOS DECLARADOS. No pueden colocarse juntos; guisantes y tirabeques no
se llevan bien ni con cebollas ni con ajos.
VENTAJAS DE LA ASOCIACIÓN
La asociación ofrece, respecto al cultivo individual de cada especie,
ventajas que la hacen adecuada para el huerto, como:
Protección frente a determinados parásitos, plagas y enfermedades. Hay
cultivos que ejercen una acción repelente o impiden el desarrollo de algunas
enfermedades y plagas que atacan a otros. Asociando estos cultivos con otros
que sean susceptibles a esas enfermedades, impedimos que puedan atacarles.
Por el contrario, existen cultivos que atraen y hospedan a determinados
insectos que favorecen el desarrollo de los cultivos asociados.
Obtención de varios productos al mismo tiempo. Al desarrollarse varios
cultivos conjuntamente, sin interferirse ni competir entre ellos durante su
desarrollo, obtendrás mayor variedad de productos simultáneamente o, si los
cultivos tienen diferente duración de su ciclo de producción, podrás espaciar
en el tiempo la obtención de los diferentes productos en función de tus
necesidades.
Aumento de la productividad y del rendimiento de los cultivos. Existen
plantas que ejercen una acción estimulante del crecimiento de otras plantas,
ya que producen sustancias nutritivas aprovechables por el cultivo asociado.
También hay cultivos, como las leguminosas, que enriquecen el suelo con
nutrientes. Estas plantas, debido a una bacteria fijadora de nitrógeno que
tienen asociada a sus raíces, son capaces de captar el nitrógeno del aire y
fijarlo en el suelo, aumentando por tanto la fertilidad de éste.
Mayor aprovechamiento del terreno. Con unas adecuadas asociación y
distribución de cultivos se aprovecha mucho mejor el espacio disponible, se
proporciona al suelo una magnífica cobertura y también se utiliza
adecuadamente el espacio aéreo, logrando una máxima captación de luz por
superficie foliar.
TIPOS DE ASOCIACIÓN
En función de cómo distribuyas tus cultivos asociados en el terreno, se
podrán distinguir distintos tipos de asociaciones: si siembras o trasplantas dos
o más cultivos al mismo tiempo y en el mismo terreno, en surcos diferentes y
alternados, hablarás de cultivos intercalados. Si esos mismos los siembras o
trasplantas en un mismo surco en lugar de alternos, hablarás de cultivos
mixtos. Se habla de cultivos en fajas cuando se siembran o trasplantan dos o
más al mismo tiempo y en el mismo terreno, pero en zonas amplias y
diferenciadas que permiten un manejo independiente de los mismos.
PLANIFICACIÓN DEL HUERTO. Podemos efectuarla mediante bancales rodeados
de plantas de condimento, medicinales y flores. En bancal aparte estarán las
plantas de gran tamaño y en lugar cercano todo lo necesario para realizar el
trabajo, agua, caseta para herramientas y compostero.
ASOCIACIÓN EN EL HUERTO
En tu huerto puedes y debes aprovechar las ventajas ya comentadas de la
asociación. Algunos consejos para ellos son:
Sembrar cultivos atacados por enfermedades o plagas junto con otros que
tienen una reacción represora sobre éstas.
Sembrar leguminosas, que aportan nitrógeno al suelo, junto con otras
plantas que puedan aprovechar ese nitrógeno para su crecimiento, o junto con
plantas muy exigentes que empobrezcan mucho el suelo en nutrientes.
Sembrar plantas que favorezcan o mejoren el desarrollo o las
características organolépticas de otros cultivos.
ROTACIÓN
Se denomina rotación a la ordenación de una serie de cultivos en el
tiempo, para obtener una sucesión de ellos. Cuando esta sucesión se establece
sobre una parcela dividida en partes de igual o de distinta superficie, y se
repite cuando llega a su fin, estás en una rotación de cultivos. La rotación de
cultivos implica que cada cierto tiempo, normalmente cada año, se cambie la
ubicación de los mismos entre las diferentes divisiones que hayas hecho en tu
terreno. Esto trae consigo una serie de ventajas que irás viendo a
continuación.
ANTROPOLOGÍA DE LA FIESTA
A lo largo de la historia el hombre necesitó del rito para superar su
fragilidad ante las fuerzas de la naturaleza; precisó de seres elegidos por la
comunidad, sacerdotes, que dieran razón a sus hechos apelando a símbolos y
fórmulas misteriosas; inventaron dioses que intercedieran por ellos. Los ritos
practicados desde que apareció la agricultura son muy similares,
independientemente de las zonas de que provengan. La fertilidad de la tierra
se asoció a la femenina y, en consecuencia, a diosas y dioses que la
protegieran. Durante miles de años, sólo las mujeres personificaron a la diosa
Tierra y presidieron los ritos agrícolas, como prueban abundantes restos
arqueológicos de esculturas de magas, sacerdotisas o vestales. Las
divinidades masculinas surgieron más tarde y lo hicieron sometidas a ella.
LAGAR INDIVIDUAL. De pequeño tamaño para pisar tus uvas; además te servirá
de motivo para el reencuentro con los amigos y festejarlo.
Los ritos de las dos fiestas agrícolas más importantes coinciden con la
primavera y el otoño, condicionadas al duelo y la alegría de la diosa Madre.
La semilla enterrada representaba al hijo muerto, que revive cuando brota la
planta, gracias al duelo de la Madre, a su llanto, metáfora de las lluvias. En
ambos, muchas veces había procesiones al campo con imágenes sagradas. En
primavera, la procesión iba a pie y en carro; en otoño, en carro y a caballo;
siempre con bailarinas y música, pues se necesitaba ruido para convocar
lluvias y tormentas. Junto a ellas, las mujeres sentadas alentaban a la semilla
a germinar, igual que cuando parían; con esta postura creían producir la
germinación de la semilla. Todo se fundamentaba en las constelaciones; los
sacerdotes tenían conocimientos rudimentarios de astronomía y predecían los
cambios de clima: inundaciones, lluvias, sequía.
VENDIMIADOR. En un capitel gótico que se conserva en el Museo del Louvre,
proveniente de la iglesia de Moutiers Saint Jean, del s. xii.
FERTILIDAD DE LA TIERRA. Sus frutos fueron la evidencia palpable de la fertilidad
de la diosa Madre, que fue entendida de una u otra forma por cada cultura; todas
incluyen el mismo misterio.
TIPOS DE FIESTA
Las fiestas del ciclo agrario se vinculan con los momentos del mismo:
siembra, fertilidad, recolección y descanso. Te nombramos algunas que según
importantes estudios se han repetido durante siglos y en culturas de todo tipo.
Son la fiesta de la semilla, que era de la renovación, la noche del nacimiento.
Aunque es la época más fría, ya se vislumbra la primavera y celebra con
hogueras la supervivencia. En la fiesta del amor el campo estaba fértil, y la
primavera, plena; se podía admirar la naturaleza en todo su esplendor; era la
fiesta de la sexualidad, de la abundancia, de la cosecha. El campo rebosaba
frutos maduros, y se celebraban grandes banquetes con los recién cogidos.
También se hacía la fiesta de los espíritus; final del ciclo agrario y comienzo
del nuevo. Cuando el campo no da más frutos, pero la tierra no queda estéril,
se esperaba una nueva temporada. Simbólicamente, las almas de los muertos
en el año pasan al otro lado y la de los concebidos vienen al mundo. Era
meditación de lo hecho en el año y se recordaba a quienes no vivían ya.
También las estaciones, con su estrecha relación con los cultivos, sus
ciclos y desarrollo, dieron lugar a fiestas como la de la primavera, 21 de
marzo, equinoccio de primavera, en que día y noche tienen igual duración.
Celebraba la llegada del calor y con él la alegría y el amor. La fiesta de la luz,
noche del 23 de junio, solsticio de verano, el día más largo o la noche más
corta, que se intentaba anular con grandes hogueras, es la gran noche del
fuego, ya hay frutos. Y la fiesta de la divinidad, el 23 de septiembre,
equinoccio de otoño, cuando de nuevo día y noche se equiparan. Se agradece
a la Madre Tierra la cosecha del año, pero aún hay más: la vendimia, fiesta
del vino nuevo o fiesta de la vendimia, una de las pocas que se mantienen.
Era otra la fiesta de la oscuridad, 22 de diciembre, solsticio de invierno, la
noche más larga o el día más corto. Era el tiempo de descanso, de compartir
historias y tradiciones; el de planificar nuevos proyectos. El del nacimiento
del nuevo sol; haría de guía en el año venidero.
Las fiestas relacionadas con el ciclo agrícola estuvieron vinculadas a ritos
religiosos y a culturas que ponían el acento en lo sagrado, lo secreto, lo
misterioso. Las fiestas se celebraban en días precisos del año según el
calendario astronómico para celebrar el orden de la naturaleza, el ritmo
regulador de su evolución y la sumisión del hombre a ella. Es interesante
conocer las fiestas, heredadas o no de las religiones, que a su vez tenían
origen en ceremonias paganas de finalidad agrícola y carácter astronómico.
Con su ejemplo, podrás elaborar un calendario completo que sea reflejo de
ese orden natural impreso en el sembrado, cuidado y cultivo, centrándote en
el expectante momento final de la recolección, a semejanza de las fiestas de
vendimia, vareo y recogida de la aceituna, tomatina, o de la alcachofa y de
cuantas perviven aún en un mundo en el que parece haberse perdido ese
minuto de placer, de sonrisa y satisfacción, que podrás rehabilitar en tu esfera
privada gracias al éxito de los cultivos de tu huerto.
FAENAS DURAS. Las grandes extensiones de olivares dan mucho trabajo, como el
de cargar estas pesadas redes con aceitunas; recolectar el huerto es sencillo y
menos esforzado.
A ESTACAZO LIMPIO. El vareo de la aceituna no es fácil, adecuado para olivas de
mesa, que se recogen a mano.
FIESTA FAMILIAR. Para sustituir las paganas y religiosas; compartirla con amigos
o familia no deja de ser un aliciente.
Las hortalizas
Berenjena
Solanum melongena
Calabacín
Cucurbita pepo
Fresa o fresón
Fragaria x ananassa, Fragaria virginiana o fresa escarlata, Fragaria
vesca o fresa silvestre
RECIÉN COGIDAS. No hay placer más sensual que degustar fresas recién cogidas
a plena luz del sol; el calor potencia ese sabor inigualable asilvestrado.
FLOR DE LA FRESA. Pequeña, pero bella y orgullosa, con sus cinco pétalos
blancos, sus cinco sépalos y sus erectos estambres amarillos.
Son tres especies diferentes de la familia de las Rosáceas, pero que se
confunden en su nombre vulgar; la primera es la que llamamos fresón, la
segunda es la que llamamos fresa y la tercera es la que llamamos fresa
salvaje o silvestre; esta última se encuentra en los claros de los bosques. Su
origen es europeo y asiático, procedente de especies antiguas, que fueron
alabadas por autores clásicos como Plinio, Ovidio o Virgilio, que se refirieron
a la Fragaria vesca, muy extendida por grandes regiones europeas. Es una
planta perenne que brota cada año; de los tallos florales, diferentes a los de
las hojas, salen flores de cinco pétalos blancos y cinco sépalos y varios
estambres; de la base también salen los tallos rastreros que producen raíces
adventicias, de donde nacen otras plantas. El fruto, que conocemos como
fresa, es en realidad un engrosamiento del receptáculo floral, siendo los
puntitos que hay sobre ella los auténticos frutos. A las fresas las definimos
como hortalizas de fruto que precisan de suelo ácido y mullido para crecer.
Para su mejor desarrollo, este cultivo requiere un gran aporte de compost. Las
fresas necesitan luz, son más sabrosas con grandes dosis de sol. Dicho esto,
no obstante, podemos indicar que soportan mejor el frío que el calor, aunque
en general se adaptan a cualquier clima y temperatura. El riego debe ser
copioso, necesita mucha agua; los goteros permiten una distribución más
regular de la misma, al crear un entorno húmedo continuo en torno a la
planta. La siembra puedes realizarla a partir de otras plantas, enraizando las
ramificaciones que tienen, es decir, por estolones, a principios del otoño; se
trata, pues, de una planta que dura varios años. Es una especie propia de alta
montaña, pero la puedes cultivar con éxito en tu huerto. Para su desarrollo, lo
mejor es tapar el terreno con plástico negro para evitar las hierbas
competidoras e impedir que los frutos toquen el suelo húmedo y se pudran.
Realiza su recogida en primavera. Sus principales enemigos son pulgones,
babosas, y caracolillos de la fresa. Las rotaciones en ella son convenientes,
pues agota el terreno donde está por el tiempo de duración de la planta y por
sus propias exigencias de nutrientes. Los fresones y las fresas se asocian bien
con ajos, pero se llevan mal con las coles. Sus propiedades están en su
contenido en vitamina C y E, y sus bajas calorías, que las hacen adecuadas en
dietas de adelgazamiento; además, tiene minerales como magnesio y potasio,
calcio y ácido fólico, de propiedades antioxidantes. Estos frutos producen un
placer especial cuando se saborean nada más cortarlos de la planta; son muy
adecuados para un uso alimenticio al natural, aunque se utilizan como
componente especial de numerosos postres. En definitiva, son hortalizas
sabrosas y fáciles para cultivar uno mismo, ya que incluso las puedes
cosechar en macetas.
SABROSO FRESÓN. El tuyo tendrá mucho sabor con grandes dosis de sol, tu mimo
y buen riego… y sin cámaras frigoríficas.
Melón
Cucumis melo
Pepino
Cucumis sativus
Pimiento
Capsicum annuum
Guindilla
Capsicum frutescens
Original del entorno tropical americano, se trajo a España tras el
descubrimiento. La guindilla es una hortaliza de fruto, que pertenece a la
familia de las plantas Solanáceas, como el tomate y la berenjena y el propio
pimiento, pero es de otro subgrupo. La tratamos aparte porque para su cultivo
el suelo debe ser fértil, con bajo nivel de nitrógeno. Es conveniente que le
aportes abono, sobre todo cuando se cultiva en macetas. Su riego debe ser
abundante; tienes que regarla bien, principalmente en el cuajado de frutos.
Tendrás la tentación de sembrarla al lado de pimientos, pero ten en cuenta
que los dulces pueden verse afectados por el picante de éstas; la cercanía
puede producir la polinización entre ambos tipos de plantas y desarrollar
pimientos picantes; por eso es mejor que haya bastante separación entre los
cultivos. Necesita luz; es recomendable que el lugar disponga de mucho sol.
Su recogida tendrás que hacerla a los dos meses de su plantación; en el
momento en que los frutos estén verdes, rojos o secos, según lo deseemos.
Tiene distintas variedades, unas más grandes que otras; alguna, de color
naranja; casi todas, puntiagudas. Cuando todavía están verdes, pican, pero
menos; en su plena madurez pican intensamente. Existe una variedad llamada
bonetes, quizás porque los ejemplares se parecen al bonete o gorro de un
cura. Sus principales enemigos son la mosca blanca, la araña roja y el virus
del mosaico. Debes hacer sus rotaciones cada dos o tres años. Sus
propiedades se deben a las vitaminas A, C y E, y a la cualidad de su fuerte
aceite esencial, la capsicina, que les confiere ese sabor picante y que les
permite un aporte de calorías importante; también tiene potasio y calcio; un
consumo regular de guindilla produce efectos beneficiosos frente al
colesterol. Su uso alimenticio está generalizado en todo el mundo formando
parte de numerosos tipos de condimentos, tales como el chile, el kétchup o el
curry. Asimismo, se puede utilizar directamente para dar un toque picante a
carnes y pescados; también se puede consumir fresca o sencillamente a la
parrilla con un poco de aceite de oliva y sal.
PICANTES GUINDILLAS. En dos meses puedes tenerlas en tu mano: poseen
formas curiosas, pero sobre todo un sabor picante que enardece las sensaciones
gustativas.
LOS BONETES. Recuerdan el casquete de un cura; a diferencia de otras
variedades de guindilla, son redonditos, pero tan picantes y matones como las
demás.
Sandía
Citrullus lanatus
GRAN TAMAÑO. La sandía puede alcanzar hasta diez kilos de peso; todo se lo
debe a ese noventa por ciento de agua que la hace tan saludable.
Tomate
Lycopersicon esculentum
Hortalizas de hoja
LA RECOLECCIÓN. Hazla sólo con lo que vayas a consumir para mantener durante
más tiempo los productos frescos y que se desarrollen otros.
BELLEZA DE LA FORMA. Si realizas los debidos cuidados, tus cultivos conseguirán
formas regulares que los harán más apetecibles.
VERDURAS. Son estas hortalizas las que con mayor propiedad se denominan
verduras, por su color más habitual.
Acelga
Beta vulgaris var. cicla
Achicoria
Cichorium intybus
Apio
Apium graveolens
El apio es una hortaliza de hoja, que se considera de origen mediterráneo;
sin embargo, sea éste o no su origen, lo cierto es que se conoce que fue una
planta funeraria en el mundo egipcio, cualidad importante en esta
civilización; también se sabe que se usó como planta aromática en el mundo
griego y romano, hasta que se le descubrió su alto poder diurético. Es una
planta bianual de la familia de las Umbelíferas, familia caracterizada por sus
esencias, que dan a éste ese aroma tan refrescante y especial que le
caracteriza. Tiene pocas variedades, una verde y otra más blanquecina. Si
quieres disponer de ella en tu huerto, debes saber que el suelo donde crece
tienen que ser rico en humus. El riego conviene que sea continuo, pues la
tierra debe estar siempre húmeda. Respecto a la siembra, puedes realizarla en
semillero a principios de la primavera, en tanto que la recogida tendrás que
hacerla aproximadamente al mes del trasplante en el terreno. Conviene que
planifiques sus rotaciones cada dos o tres años. Ten en cuenta que el apio se
asocia bien con coles, pepinos, tomates y lechugas. Las propiedades de esta
aromática hortaliza se centran, además de en sus aceites esenciales, en su alto
contenido en potasio y fósforo; también tiene sodio y vitamina C, así como
calcio. Además tiene otras vitaminas, como la E, que escasea en otras
hortalizas, y la B3. Respecto a su uso alimenticio, está fundamentado sobre
todo en su innegable papel como aromatizante en platos cocinados, si bien
tiene tantas otras posibilidades culinarias como tú estés dispuesto a
desarrollar y que te invitamos a conseguir.
RICO EN HUMUS. Para conseguir una planta saludable, debes mantener el suelo
con un grado elevado de materia orgánica y suficiente humedad.
POTENTE AROMA. Aceites esenciales dotan a esta hortaliza de su fuerte aroma,
mejorado con el esmero de un cultivo ya admirado por los antiguos.
Berro
Nasturtium officinale
Planta silvestre de la familia de las Cruciferas originaria de Asia
septentrional y Europa. Aporta pocas calorías y, sin embargo, tiene un alto
valor energético. Sus hojas son redondeadas y crecen a orillas de los ríos de
aguas estancadas, en manantiales y arroyos; además tienen un olor
característico y un sabor picante. No requiere demasiada luz, y se desarrolla
en penumbra. Si te decides por su cultivo, lo puedes plantear en algún cauce
próximo al huerto. Su recolección se realiza en otoño e invierno. Los
antioxidantes son la mejor de sus propiedades, debido a las vitaminas C, A y
E; además, es muy rico en fibra, potasio, calcio, hierro y sodio. Su sabor
amargo y picante estimula la digestión; sin embargo, debes tener cuidado con
él si eres hipertenso. Su uso alimenticio se ha extendido cada vez más por la
alta cocina, fundamentalmente en ensaladas.
Canónigo
Valerianella locusta
Es originaria de zona templada, para unos Sicilia, para otros Asia, y
pertenece a las Valerianáceas. Resiste el frío y las heladas; en su forma más
espontánea, crece silvestre en las laderas de los campos; existe la variedad
cultivada que tú puedes disponer en tu huerto. Posee una particular
disposición de sus hojas en ramillete; más tiernas y sabrosas cuanto más
pequeñas sean. El suelo tiene que estar apelmazado, no suelto; el abono tiene
que ser escaso; su necesidad de luz es más bien poca, pues les gusta la
sombra, mientras que el riego debe ser muy abundante. La siembra es
directa y se puede realizar en invernadero o en macetas y al exterior en
verano, en los meses de julio y agosto; conviene hacerla en línea para facilitar
el desherbado; también se pueden sembrar canónigos intercalados con otros
cultivos. Su cultivo es muy sencillo tanto en invierno como en verano; sólo
tendrás que estar atento a las malas hierbas que nazcan alrededor. La
recogida se realiza fundamentalmente en invierno. Sus principales enemigos
son las enfermedades criptogámicas, por su exigencia de humedad. Las
rotaciones son cada dos años. Se asocia bien con cebollas, coles y puerros.
Sus propiedades son diversas: diuréticas y laxantes; contienen minerales
como hierro, calcio y magnesio y, principalmente, yodo; además, posee gran
cantidad de vitamina C y ácido fólico. Tiene, además, un concentrado de
betacaroteno, pigmento de color naranja-rojizo, enmascarado por el color
verde que le confiere la clorofila. Su uso alimenticio más conocido y de
mejores resultados, por su suave sabor, es en ensalada y como adorno de
platos en la alta cocina; a veces se añade a sopas y tortillas, pero, para no
eliminar su excelencia y sutileza, conviene que se cocine poco. Para
aprovechar sus cualidades al máximo en crudo, debes consumirlo antes de
tres días; es muy perecedero.
INTERCALADO ENTRE OTROS. Si deseas tener canónigos en tu huerto, puedes
sembrarlos entre otros cultivos, como cebollas, coles o puerros. Necesitan mucha
agua, pero en lo demás son poco exigentes.
Cardo
Cynara cardunculus
Endibia
Cichorium endivia var. latifolia
Escarola
Cichorium endivia var. crispum
De origen asiático, parece que tuvo gran importancia en todas las
civilizaciones antiguas por sus cualidades terapéuticas. Al madurar crece el
tallo y se ramifica en flores de color azulado; dentro desarrolla un corazón
blanco apretado, de sabor amargo en las variedades rizadas. El suelo debe ser
blando, permeable y con abundante materia orgánica, además de textura
franco-arcillosa; es mejor el ácido que el alcalino. Necesita abono de
estiércol descompuesto, pero en pequeñas cantidades; no se lo pongas si has
estercolado el suelo para cultivos anteriores; sólo necesita potasio. Se adapta
a la luz, soportando mejor la temperatura baja que la alta; es un cultivo de
estación fresca que tolera heladas ligeras y puede pasar el invierno en el
huerto si la proteges con paja. Su riego debe ser abundante, sobre todo en las
primeras fases vegetativas; debajo debe permanecer húmedo durante todo el
cultivo, aunque conviene que la capa superficial esté seca para evitar
podredumbres. Tiene un sistema radicular reducido en comparación con la
parte aérea; por tanto, es sensible a la falta de humedad y soporta mal la
sequía, pues puede espigarse. La siembra puedes realizarla en semillero
durante un mes; después trasplántalos al exterior entre mediados de la
primavera y finales de verano; sigue las mismas prácticas que con la lechuga
y protege los ejemplares tardíos con plástico a mediados de otoño. Haz la
recogida a partir de los dos meses. Si es para consumo, debes cortar hoja a
hoja, con el fin de que continúe brotando el mayor tiempo posible. No te
olvides de la conveniencia del blanqueo de las hojas para reducir su amargor;
se hace mediante atado con cualquier material vegetal sobre las hojas
exteriores. Las variedades son de hoja lisa y ancha (Cichorium endivia var.
latifolia); redonda, rubia y de hoja rizada (Cichorium endivia var. crispum),
doble de verano. Los enemigos de esta hortaliza son el mildiu de la lechuga,
las babosas y los gusanos grises. Sus propiedades radican en su acción
digestiva; tiene además potasio, calcio y hierro, vitaminas C, A, B y
antioxidantes, lo que hace de ella una verdura excelente. Su uso alimenticio
es en ensaladas; sin embargo, existe la posibilidad de incorporarla a sopas y
cremas; permite su combinación con numerosas especies.
TAMBIÉN ACHICORIA. En cocina hablamos de ella como si fuera una lechuga, pero
es una achicoria, con el característico sabor amargo.
ESPACIO SUFICIENTE. Deja espacio entre plantas y recógelas de forma alterna;
crecerán más las que queden.
PROTECCIÓN ESPECIAL. Si pasa el invierno en el huerto, necesitarás protegerla
con paja que le dé calor.
Espinaca
Spinacia oleracea
ESPINACAS BIEN CUIDADAS. Son hortalizas de cultivo asequible, pero debes tener
las plantas lo suficientemente regadas y sin excesivo calor para que no se
espiguen.
Hinojo
Foeniculum vulgare
Lechuga
Lactuca sativa
Es la más resistente del huerto; de origen asiático, probablemente de
India, fue una verdura apreciada desde la civilización de los persas hasta el
Imperio Romano, cuando perdió protagonismo, hasta el s. XVII; existe un
tipo silvestre en clima templado. Necesita suelo cálido, neutro tendente a
ácido, que conserve humedad pero no se encharque. Si es pobre, añade
durante el cultivo abono nitrogenado. Sitúala en bancal o en surco soleado o
en semisombra, en climas templados, a resguardo del viento. El riego es
importante; es de las pocas verduras que gustan de la lluvia; cuando sufre
sed, se espiga y es incomestible. Su siembra tiene lugar al inicio de
primavera o a finales de verano; iniciala en semillero exterior en periodo no
muy frío; hazla a voleo y luego practica el aclarado para que crezca bien;
después trasplanta a la parcela, que habrás mojado; escala su siembra cada
quince días para disponer de lechugas sucesivamente y que su recolección no
se produzca de una sola vez; recolecta de forma alterna, las que dejas
crecerán con espacio. Su cultivo es sencillo, no plantea grandes problemas;
controla las malas hierbas y mantén la humedad, realiza un acolchado. El
riego debe ser suficiente y no hay que dejar que la tierra se apelmace. Puedes
poner en las primeras fases una red contra pájaros u optar por dejarlas libres y
perder alguna. Su recogida es al mes y medio del trasplante, más o menos; su
tamaño y aspecto te dirán cuándo. Sus variedades son numerosas, por forma
y tiempo de maduración, entre 45 y 90 días. Resaltar primero: arrepolladas y
alargadas. Arrepolladas son las iceberg, trocadero, grandes lagos, maravilla
de cuatro estaciones, maravilla de verano, cogollos de Tudela; alargadas son
las oreja de burro y romanas. Unas y otras se atan con esparto para su
blanqueo. Sus enemigos son babosas; caracoles y pulgones; otros son
podredumbres y enfermedades criptogámicas. Las rotaciones no importan,
pero puedes alternar cada año con otros cultivos. Se asocia con casi todas y
sus principales propiedades son el contenido de vitaminas A, B, y C, D y E y
minerales como potasio, calcio, cobre, cloro, fósforo, magnesio, hierro y
ácido fólico, entre otros. Su proporción de agua la hace refrescante. Su uso
alimenticio más habitual es en crudo; puede combinarse con todo tipo de
alimentos y también emplearse en cremas y guarniciones.
Puerro
Allium porrum
AJOS TIERNOS. Los primeros brotes de ajos son muy apreciados en la cocina.
RISTRA DE AJOS. En zonas rurales el ajo se vinculaba con magia; colgar una ristra
en la puerta principal protegía de la envidia y las «malas energías».
Cebolla
Allium cepa
Chirivía
Pastinaca sativa
FLOR DEL NABO. Las flores del huerto no dejarán de sorprenderte si sigues
cuidando las hortalizas y las dejas como plantas ornamentales; ésta es la del
nabo.
Nabo
Brassica napus
EXCELENTE RECURSO. El nabo fructifica bien con poca luz y un riego comedido,
pero regular; resulta excelente para tus cocidos.
AROMÁTICA CHIRIVÍA. Durante siglos se usó igual que hoy la patata; posee un alto
valor aromatizante (foto de la hortaliza en página 112).
Rábano
Raphanus sativus
Remolacha
Beta vulgaris
Zanahoria
Daucus carota
Alcachofa
Cynara scolymus
Espárrago
Asparagus officinalis
El espárrago es una hortaliza de tallo perenne que dura más de diez años;
de origen mediterráneo, se lo cree procedente de Mesopotamia. El suelo para
su cultivo debe ser arenoso y muy trabajado. Respecto al abono, es
importante en el momento de la siembra, por lo que debes aportar una gran
cantidad de estiércol. Al espárrago le gustan los climas suaves. Su riego debe
ser copioso, pero el terreno no puedes dejarlo encharcado. Su siembra se
realiza por medio de rizomas, que una vez asentados en el terreno durarán
varios años; al final de la cosecha, pasado el invierno, sólo necesitas cortar la
planta al ras para que surja de nuevo. Su cultivo debes realizarlo en hileras,
con un pasillo ancho por el que poder realizar la recolección; importantísimo
es que mantengas un control permanente de las malas hierbas. Debes realizar
su recogida hacia el mes de mayo, durante un periodo muy corto, tan sólo de
un mes, con la precaución de no pisar el terreno. Para que sea un espárrago
blanco, mientras crece tendrás que evitar la exposición de las planta a la luz,
enterrándolo en los caballones, a su vez tapados con plásticos; incluso
también deberás recogerlo por la noche para evitar al máximo cualquier
exposición a la luz. Sus principales enemigos son el escarabajo del
espárrago y las babosas. La principal propiedad del espárrago es ser muy
diurético; posee, además, bastante potasio, fósforo magnesio y sodio, junto
con vitaminas A y C. Su uso alimenticio es variado y puedes comerlo en
distintos tipos de platos, que resultan muy gratificantes.
ESPÁRRAGO BLANCO. Se obtiene por cultivo y evitando que las plantas reciban
luz mientras crecen.
TRIGUEROS, LOS SILVESTRES. Los verdes son más rudos y crecen
espontáneamente en zonas arenosas del sur de Europa.
YEMAS TIERNAS. Su nombre procede del persa asparag, que significa brote:
tierno, delicado y saludable.
Girasol
Helianthus annuus
Brécol
Brassica oleracea var. italica
Parece oriundo del área mediterránea de Oriente Próximo; se cultivaba ya
en la época romana. Es una col dura de hojas grandes que cobijan
inflorescencias de un verde intenso; de la familia de las Crucíferas, se
desarrolla mejor en estación fresca. Su suelo debe ser neutro y bien drenado.
El abono no es importante; lo mismo sucede con la luz; aunque le guste la
exposición solar, no debe ser intensa. El riego será regular y frecuente. La
siembra hazla en semillero y trasplanta al bancal durante toda la primavera;
deja espacio entre sus plantas, de gran porte. Su cultivo mejora con un
acolchado, que mantendrá la humedad; también es importante aporcar los
tallos para darle más consistencia. Su recogida es a final de otoño, invierno e
incluso en primavera; se trata de una col de crecimiento lento. Es una de las
plantas que más dura en el huerto; córtala según necesites, y favorecerás
nuevos brotes. Sus variedades son brécol púrpura y calabrés, algo más
rápido en crecimiento y más grande. Sus enemigos son la orugas de la col y
la mosca de la col, sin olvidar los pájaros. Se aconsejan rotaciones cada tres
años; se asocia bien con patatas y cebollas. Tiene propiedades
anticancerígenas y cardiovasculares, gracias a sus antioxidantes; resulta la
hortaliza con más nutrientes. Posee vitamina A, B y C, además de numerosos
minerales. Su uso alimenticio habitual es al vapor, método que mejor
aprovecha sus nutrientes; pero puedes cocinarla de otras formas; sin embargo,
no lo laves mucho, para que no pierda propiedades.
TAMBIÉN COL. La china, similar a la lechuga romana, llegó hace poco a Europa;
es uno de los últimos «cultivos inmigrantes».
COL MUY VERDE. Pariente del repollo y la coliflor, tiene un porte distintivo y sobre
todo, mucha vitamina C.
Col china
Brassica rapa var. pekinensis
Col de Bruselas
Brassica oleracea var. gemmifera
FLORES LUMINOSAS. Son las amarillas de las coles de bruselas, parecidas a las
de otras hortalizas, como las del nabo.
JÓVENES REPOLLITOS. Descripciones de las mismas sólo aparecen a principios
del xix; su nombre se debe a la ciudad de Bruselas, donde se cree que tuvo su
comienzo este cultivo.
COLES DE BRUSELAS. Son las yemas que se forman en la planta de su nombre;
cuanto más pequeñas, más tiernas.
Coliflor
Brassica oleracea var. botrytis
VARIEDAD COMÚN. Se consigue atando por encima de la mata las hojas verdes
que rodean la inflorescencia; de este modo se evita el sol.
CABEZA BLANCA. Se llama «masa» y debe ser muy blanca, pues las manchas
marrones que aparecen son síntoma de envejecimiento.
Lombarda
Brassica oleracea var. capitata rubra
Repollo
Brassica oleracea var. capitata alba
Garbanzo
Cicer arietinum
El origen del cultivo es mediterráneo, del entorno grecoturco, desde
donde se difundió hasta India y hacia el oeste; tras el descubrimiento, se
trasladó también al continente americano. Es una planta herbácea, de mediana
altura y flores blancas, que dan origen a una vaina con dos o tres semillas,
que se deben dejar secar al sol. El garbanzo tiene forma redondeada aplastada
por los laterales y un pico formado por el relieve de la raicilla. Donde mejor
se adapta esta hortaliza es en un suelo silicio-arcilloso; debes tener en cuenta
que sus raíces profundizan en el suelo de manera considerable y que se
ramifican mucho; esto le permite obtener mejor los nutrientes; por ello,
conviene tener el suelo muy bien cavado antes de sembrar. El abono no es
necesario; además, se adapta también a casi todas las condiciones climáticas.
Respecto al riego, debe ser moderado; acepta bien los suelos casi secos. La
siembra debes realizarla en primavera y la recogida a finales del verano; el
momento adecuado es cuando la planta se pone amarilla y empieza a secarse.
Para la recogida debes cortar completamente la planta y dejarla secar al sol,
después hay que trillarla o varearla, tras lo cual obtendrás con los garbanzos.
Las variedades de esta legumbre son pocas y se diferencian por el tamaño;
pero existen otras por hibridación. Las rotaciones en esta planta suelen ser
habituales; la frecuencia es cada dos o tres años. Entre las propiedades de los
garbanzos destacan su gran contenido en proteínas, hidratos principalmente,
además de potasio, fósforo, magnesio y sodio, así como su gran aporte de
fibra. Su uso alimenticio más habitual suele ser cocido, después de lo cual
puedes tostarlo o freírlo; su consumo ha procurado una aportación importante
en la dieta mediterránea, donde también se usa la harina de garbanzos; como
curiosidad, decirte que su consumo fue muy popular en la época romana
acompañado de una salsa a base de intestino, aceite y vinagre, entre otros
ingredientes, denominada garum.
ORIGEN DISCUTIDO. Mediterráneo por consenso con trayectoria milenaria e
internacional tras el descubrimiento de América.
RECOLECCIÓN. Debes cortar la planta y dejarla secar al sol; después, hay que
varearla hasta sacar los garbanzos de las vainas.
Guisante
Pisum sativum
Se originó en Oriente Próximo hace unos 10.000 años. Es una leguminosa
de época húmeda y poco calurosa, una de las primeras hortalizas del huerto.
La planta tiene una raíz pivotante que profundiza; las hojas están formadas
por foliolos que terminan en zarcillos; las inflorescencias nacen arracimadas
en brácteas foliares insertadas en las hojas; las semillas se encuentran en
vainas pequeñas con una media de ocho guisantitos. Le gusta un suelo bien
estercolado, fértil y húmedo, que no sea ácido. Conviene realizar un abonado
antes de sembrar, con un compost muy fermentado. Respecto a la luz solar,
será moderada; crece adecuadamente a la sombra. El riego debes mantenerlo
de forma regular y frecuente. La siembra puedes realizarla, según la
variedad, en dos épocas: una en invierno, para su recolección en primavera, y
otra en primavera, que se recogerá a los dos meses, antes de que empiece el
calor; para algunas variedades es conveniente hacer una tutoración o, aún
mejor, proporcionarle una superficie entramada para que se adhiera a ésta,
puesto que tiene ramas muy largas. Los guisantes de enrame es conveniente
sembrarlos en hoyos con cuatro semillas; los otros, mejor en pequeñas líneas.
En su cultivo debes realizar frecuentemente escardas y acolchados, no sólo
para no favorecer el crecimiento de malas hierbas, sino para mantener la
humedad. Haz la recogida en el momento en que estén formados los granos,
antes de que se endurezcan; lo ideal es que se recojan cada tres días. Sus
variedades son numerosas; se diferencian por la época de siembra, el tamaño
de los granos y su mayor o menor rugosidad; en relación a este punto,
conviene destacar los tirabeques, guisantes muy pequeños y tiernos. Sus
principales enemigos son los pájaros y las babosas, además de los gusanos y
la polilla del guisante. Las rotaciones en esta planta deben hacerse cada dos
o tres años. Se asocia bien con casi todo, salvo con ajos y cebollas. Su gran
aporte de azúcares es una de sus propiedades más destacadas; además posee
proteínas, hidratos de carbono, vitamina A, así como potasio, fósforo y otros
minerales. Es un manjar exquisito que, en su uso alimenticio, se aprovecha
poco cocido: resulta más tierno. Puede ser plato principal o servir de
acompañamiento.
FLORES. Las inflorescencias nacen arracimadas en brácteas foliares insertadas
en las hojas, a su vez formadas por foliolos acabados en zarcillos.
PRODUCCIÓN CONTINUADA. Sorprendentemente, los verás fructificar; cuantos
más recojas, más producción lograrás.
Haba
Vicia faba
JUDÍAS DE MATA ALTA. Muy prolíficas, se enrollan a los tutores con sus zarcillos;
suelen ser judías verdes planas.
Judía de Lima o garrofón
Phaseolus lunatus
El origen del cultivo es tropical. El suelo, abono y riego para este tipo
son los mismos que para las anteriores variedades. La siembra puedes
realizarla entrada la primavera, pero si quieres adelantar la cosecha, debes
mantenerla en invernadero y luego trasplantarla cuando empiece el calor. Su
recogida se prolonga hasta el otoño. Sus principales enemigos son los
pulgones. Un uso alimenticio habitual es como ingrediente de la paella.
Judía pinta
Phaseolus coccineus
JUDÍA PINTA. Básicamente, se cultiva como las otras, pero necesita menos calor;
también le perjudica el viento.
Tiene un origen tropical; necesita un suelo muy cavado, pues tiene raíces
profundas; también que esté preparado con tiempo, pues necesita mucho
compost, cosa que en las verdes no sucede. La luz es importante; necesita
calor, pero no tanto como otras; el viento le afecta mucho, como a las demás;
debes protegerlas de él. Necesita riego continuo y copioso; la siembra es
anterior a las verdes, aunque su cosecha coincidirá con ellas. Te recomiendo
acolcharlas. Su principal enemigo es el escarabajo del polen. Estas judías
tienen muchas variedades: con flores rojas o blancas, largas o estrechas,
también enanas. Su uso alimenticio principal es en guisos y potajes.
TERMÓMETRO DE LA FLOR. Los problemas de agua o frío se reflejan en su flor,
que evidencia enseguida ser la parte más débil de la planta.
Lenteja
Lens culinaris
Aguaturma o tupinambo
Helianthus tuberosus
Historia de la patata
Los vegetales tienen un principio; de algunos de ellos hemos podido seguir el
rastro de forma documentada. Éste es el caso de la patata, que junto con otros
cultivos produjo una verdadera revolución alimentaria en la historia de la
humanidad. La patata puede ser considerada como el exponente más
representativo que llegó a Europa desde América. Los españoles tuvieron
conocimiento de la misma en Perú; es muy difícil establecer la fecha concreta
en que se trajo a España, porque pudo haberlo hecho cualquier expedicionario,
sin que se disponga de datos contrastados del hecho; sin embargo, sí
podemos transcribir las palabras del jesuita español José de Acosta (1539-
1600), que recoge en su Historia natural y moral de las Indias: «La temperatura
de aquel país es tan fría y tan seca que en él ni el maíz, ni aun trigos pueden
crecer; pero estos cereales son reemplazados por unas raíces que se
siembran y se llaman papas. Los indios cuyo alimento forman, las cogen y las
dejan secar al sol, luego las mezclan y hacen con ellas una pasta que se llama
chuño, la cual se conserva muchos días y les sirve de pan. También los indios
las comen frescas, cocidas o asadas. Estas raíces son el único pan que en
aquel país se conoce; de forma que siendo bueno el año, viven felices aquellos
habitantes». (Citado en Introducción a la historia de la agricultura española,
Gabriel García Badell y Abadía, C.S.I.C., patronato Diego Saavedra Fajardo,
Madrid, 1963).
Batata o boniato
Ipomoea batatas
Patata
Solanum tuberosum
El origen del cultivo está en Perú; fue introducida por los españoles en
Europa en el siglo XVI y hoy es la hortaliza más consumida. Es un tubérculo
que necesita un suelo ligeramente ácido y estar muy bien cavado; el aporte de
potasio es interesante, mediante cenizas. Para ella se aconseja el abono con
compost. La luz puede ser o no intensa, pues se adapta a todos los climas y
condiciones; el riego debe ser regular y no muy copioso al principio;
después, se puede espaciar. Realizarás la siembra en primavera con patatas
de sembrar, que son ni más ni menos que patatas que se dejan expuestas al
sol hasta que broten; después se plantan enteras o en trozos, hasta que echen
raíces y los tallos tengan una altura de unos 20 cm; entonces es necesario
aporcarlos a medida que la planta crezca, tapando los frutos para que no les
dé la luz. Su cultivo se debe realizar en una zona apartada del resto de las
hortalizas. La recogida va de mediados de verano a otoño, dependiendo del
tipo de variedad. Sus variedades son numerosas; se diferencian tanto por las
formas como por los colores, tanto internos como externos; está claro que
cada una tiene un uso diferente. A las variedades para plantación de
principios de primavera se las llama tempranas; hay otras tardías, que se
plantan en verano y se cosechan en otoño. Sus principales enemigos son el
escarabajo de la patata y, entre otros, los gusanos. Las rotaciones en esta
planta están recomendadas a los tres o cuatro años. Las patatas se asocian
bien con las leguminosas, pero mal con los tomates. Sus propiedades son
una gran cantidad en agua y almidón, además de hidratos de carbono,
complejos de vitamina C y ácido fólico y, quizá lo mas destacado, su mineral
estrella, el potasio. Su uso alimenticio es universal, se utiliza para todo y con
todo.
PATATA ROJA. La define el color de su piel, si el interior es blanco, como el de
este ejemplar, se trata de una clase semitemprana, exquisita para consumo.
ANTIOXIDANTES. Son más cuantiosos en las patatas rojas, por otra parte más
lustrosas y con una carne algo más dura.
HORTALIZA DE FRUTO. No procede de un árbol; sin embargo, muchos lo incluyen
dentro del término genérico de «fruta» por su uso y sabor.
Acedera
Rumex acetosa
ACEDERA. De ella se usan tallos, hojas frescas y raíz; la que se cultiva al sol
resulta más ácida que la que se planta en zona sombría.
Albahaca
Ocimum basilicum
Artemisa
Artemisia vulgaris
Azafrán
Crocus sativus
LAS FLORES. Son pequeñas, pero sin duda bellísimas, con su contundente color
violeta degradado que cobija el tesoro de tres estigmas.
EL AZAFRÁN. Se consigue con el secado de los estigmas, que son los que poseen
la crocina, un carotenoide que sirve de colorante; fue citado en los papiros de
Ebers egipcios y en la iliada.
CULTIVO REMANENTE. España, que ha sido de toda la cuenca la zona de mayor
cultivo, lo está perdiendo por lo artesanal y delicado de su recogida; conviene
preservar tan bella actividad.
Begonia
Begonia tuberhybrida
Es una de las flores más utilizada en pastelería, como adorno comestible
de dulces. Las Begoniáceas, originarias de los húmedales tropicales de Asia y
África, son herbáceas de porte semiarbustivo. La begonia crece sobre el suelo
en las selvas tropicales y subtropicales. Entre las Begoniáceas hay más de mil
especies, que han hibridado, obteniéndose diferentes colores. Esta planta
tiene flores masculinas y femeninas en la misma inflorescencia, y pueden ser
comestibles. Son las femeninas las que se desarrollan más tarde; posee hojas
simples y perennes. Se reproduce por semilla y crece en un sustrato de turba
con arena muy fina. Sus enemigos son los nematodos, la mosca blanca y
algunos hongos.
BEGONIA. Si tu huerto se encuentra en un lugar cálido, puedes cultivar esta flor,
que se ha recuperado para la gastronomía.
Borraja
Borago officinalis
Clavo
Syzygium aromaticum
Son los brotes secos aromáticos de las flores del árbol del clavo,
perteneciente a la familia Mirtáceas. Tiene su origen en Indonesia. El árbol
del clavo es perenne y crece hasta los 20 m. Tiene hojas largas y ovaladas y
flores en forma de trébol en ramilletes. Los brotes de la flor presentan
inicialmente un color pálido, que, gradualmente, cambia a verde y después
comienza a adquirir un color rojizo brillante; consiste en un largo cáliz que
termina en cuatro sépalos extendidos y cuatro pétalos; aún sin abrir, forman
una pequeña bolita en el centro. Se usa como condimento, entero o molido.
También el aceite esencial del clavo se emplea en aromaterapia.
CURIOSA FORMA… la de estos brotes de clavo que se utilizan secos por sus
condiciones aromáticas. Su principal uso, entero o molido, es como condimento;
su aceite se usa en aromaterapia.
Comino
Cuminum cyminum
Consuelda
Symphytum officinale
Crisantemo
Crysanthemum sp.
Espliego y lavanda
Lavandula spica y Lavandula angustifolia
Cantueso
Lavandula stoechas
Esta planta resulta muy vistosa por sus flores. Éstas tienen un uso
comestible, que se aprovecha como adorno en platos y postres; se cultiva en
semisombra en el huerto, gusta de zonas un poco húmedas y sombrías;
experimenta un reposo invernal, en el que debes disminuir el riego. En
invierno hay que protegerla del frío. Necesita sobre todo un ambiente
húmedo, Si deseas cultivarla en una zona de tu huerto, deberás tener en
cuenta que precisa suelo ácido o neutro, nunca alcalino; el abono es necesario
en la época de floración. La poda es también interesante en esta planta y
debes practicarla mediante supresión de los brotes laterales y pinzamiento de
los nuevos, hasta formar una copa. La poda en invierno puede ser de ramas;
la reproducción es por esquejes semileñosos en primavera. Sus principales
enemigos son el pulgón, la araña roja, si el ambiente no es muy húmedo, y la
mosca blanca.
FUCSIA. Sus flores se conocen vulgarmente como pendientes de la reina;
necesitan de mucho abono en esta época. Estas flores, cultivadas
ecológicamente, pueden ser comestibles.
Hierbabuena
Mentha o Mentha sativa
Hierbaluisa
Aloysia triphylla o Lippia citriodora
Es una planta arbustiva de la familia de las Labiadas, con un aroma
parecido al limón. Tiene hojas lanceoladas de hasta 8 cm y flores pequeñas
blanquecinas, ligeramente violáceas y agrupadas en espigas. Su origen se
halla en América del Sur; se utiliza como planta de condimento en infusiones
que favorecen la digestión.
HIERBALUISA. Un aroma alimonado se desprende de esta planta arbustiva de
origen americano que ha podido integrarse en el área mediterránea.
Laurel
Laurus nobilis
Lilo
Syringa vulgaris
Manzanilla
Matricaria chamomilla
Margarita común
Bellis perennis
Melisa o toronjil
Melissa officinalis
Es una planta perenne que destaca por su olor a limón, que desaparece
cuando se seca. Se emplea tanto como condimento como con fines
terapéuticos. Se cultiva en el huerto en suelos bien drenados y con ligero
riego; le favorece el sol. Tiene flores de un tamaño pequeño y de colores azul,
blanco y rosado. Se multiplica por esquejes o por división. Resulta resistente
al frío, además de desarrollar matas de gran crecimiento, que se recolectan
todo el verano. Como condimento, se usan sus hojas, frescas o secas, que
sirven especialmente como aromatizante de salsas y sopas, a las que otorgan
un sabor ligeramente amargo. Más interesante es su uso medicinal; su potente
acción sedante tranquiliza y también puede favorecer la digestión. La esencia
de melisa se puede considerar un estupefaciente poco tóxico. En algunos
casos participa en la composición de algunos licores.
Menta
Mentha x piperita
Orégano
Origanum vulgare
Perejil
Petroselinum crispum
Romero
Rosmarinus officinalis
Rosal
Rosa sp.
Ruda
Ruta graveolens
Es de la familia de las Rutáceas, originaria del sur de Europa, de la
cuenca mediterránea, desde donde fue transportada a través de los Alpes por
los monjes benedictinos. Es una planta perenne que florece en primavera y
verano, de tipo vivaz, que con el tiempo se vuelve leñosa; tiene hojas alternas
de color verde amarillento y flores pequeñas de color amarillo. Es una planta
medicinal y conviene emplearla con prudencia; posee fuerte olor por su
componente activo, sus aceite esenciales, tanino y alcaloides. Respecto a
ello, debes saber que tiene propiedades antiespasmódicas; no es
recomendable para quienes padecen problemas de riñón. Posee ciertas
cualidades sedantes usada como infusión; té de ruda, que es más eficaz si
mezclas con otras hierbas, entre ellas cominos. Tomado en exceso y
dependiendo de los problemas de salud previos, puede llegar a resultar
incluso venenosa.
RUDA. Tiene hojas pinnadas impares de forma triangular que desprenden un olor
muy intenso. Es una planta vivaz muy ramificada.
Té
Camellia sinensis o Camellia viridis
Tomillo
Thymus vulgaris
J unto con el trigo, la vid y el olivo han sido los cultivos emblemáticos
mediterráneos; son estos últimos los escogidos en esta obra como hilo
conductor del contexto cultural en que se inserta, además de por el motivo de
que a lo largo de la historia ambos se han cultivado de manera más o menos
asociada, apoyados por las ventajas del suelo y del clima. El paisaje
mediterráneo se nos presenta con un rostro que deja ver de manera preferente,
por encima de todos sus otros rasgos, ambos cultivos. Los dos poseen la
virtud de la longevidad, frente a los cultivos hortofrutícolas que hemos
venido considerando. A la vez y junto con los cítricos, ellos son los que han
otorgado a esta zona cultural, de gran trascendencia histórica para el resto de
la humanidad, su genuino sello de identidad. Por ello, y aunque no sean
productos hortofrutícolas, sí puedes tenerlos presentes para incorporarlos
como elementos singulares de ese huerto ecológico de sabor mediterráneo
que vas a crear, posibilidad más lejana para el trigo. Será, en definitiva, un
huerto con el fuerte acento cultural que caracteriza a las poblaciones de la
zona desde la más remota historia.
BACO ADOLESCENTE. Con su vino y frente a él una selección de frutos
mediterráneos: peras, ciruelas, membrillo, granadas, brevas e higos. Caravaggio,
s. XVII. Gal. Ufizzi, Florencia.
AZUELA. Se utilizaba para la fabricación de cubas donde almacenar el vino; Roma
las adoptó de los galos.
TINAJAS. Almacenaron el vino durante milenios; en los Zagros, Irán, encontraron
jarras de barro de hace 5.500 años con restos de vino.
La vid
Vitis vinifera
RACIMOS VERDES. Las uvas inmaduras tienen ácido tartárico, málico y cítrico. La
cantidad depende de la variedad y el clima.
La vid es una planta leñosa y arbustiva de larga vida; es fácil encontrar
vides centenarias; incluso su periodo juvenil puede alcanzar cinco años, pues
requiere tiempo para desarrollarse. No se renueva con tanta facilidad como
una herbácea porque la necesidad de mantenerse viva en invierno o en
periodos de sequía la hace más exigente en clima y fertilidad. No vive en
alturas excesivas, ni cerca de los polos, ni en los desiertos. Su órgano más
importante son las hojas, ejecutoras de las funciones vitales; en ellas, a partir
del oxígeno y el agua, se forman las moléculas de ácidos, azúcares y otros
que se van a acumular en el grano de uva, condicionando su sabor. En
primavera, con el calor se produce el lloro de la vid, que se expresa a través
de ella. Aquél surge muy verde, por su saturación de clorofila; toda la planta
está para servirle y que poco a poco vaya creciendo: es la uva verde, sin
madurar, que contiene gran carga de ácido tartárico, málico y, en menor
medida, cítrico. La proporción de éstos dependerá del tipo de variedad de la
que procede y de las condiciones geoclimáticas, ya luz, temperatura y
humedad van a ser decisivas en la conformación de los ácidos orgánicos.
Cuando la uva cambia de color, recibe el nombre de envero; del verde pasará
al amarillo, si la variedad es blanca, y al rojo claro, que va oscureciendo, si es
tinta. Se adapta a muchos suelos; el más adecuado es el ligero y pedregoso
pero bien drenado. Hay cierta gama de portainjertos que permiten adaptarse a
variadas exigencias. Algo de abono cuando el suelo es pobre resulta
conveniente. Los troncos de la cepa contribuyen al dulzor de la uva, al actuar
como acumuladores de azúcares; debido a ello, las vides viejas pueden
proporcionar un fruto regular y una calidad constante. El fruto posee el
raspón, o parte leñosa, que forma el armazón del racimo y el grano de uva.
éste no es la parte fundamental, pero tiene importancia porque es capaz de
aportar ácidos y fenoles o taninos, según su participación o no en el proceso
de fermentación. El grano de uva contiene la mayoría de componentes
colorantes y aromáticos del vino. La pulpa tiene mosto, agua y azúcares,
después será vino mediante fermentación. Las pepitas o semillas de su
interior le proporcionan los taninos. El clima de zonas montañosas donde hay
viñedos es adecuado sólo hasta cierta altura. El clima impone límites de
altura, si bien son rebasados en muchas regiones, donde se planta en
pendientes bien orientadas. Estas zonas disfrutan de temperaturas más
elevadas, sufren menos con heladas y escarchas de primavera y se secan
rápidamente, de manera que la vegetación es más breve, y el azúcar, más
elevado. En invierno, la temperatura mínima que aguanta la vid es de hasta –
20 °C, aunque las heladas por debajo de los –2 °C le resultan dañinas después
de la brotación. Pon variedades de tardías, o retrasa la poda, de modo que,
aunque se hayan producido daños, logres brotes utilizables. Tampoco va bien
la temperatura alta, entre 30 y 34 °C, especialmente si le acompaña sequedad,
viento caliente y seco. La temperatura óptima para su cultivo a lo largo de su
desarrollo está comprendida entre 9 y 26 °C.
UVA MOSCATEL. Esta variedad es una de las más populares de mesa por ser muy
dulce; sirve como cepa de vino blanco.
Variedades españolas
ALGUNAS VARIEDADES DE CEPAS DE VINO BLANCO
Airén: uva mayoritaria de los vinos blancos manchegos. Albariño: de la costa
atlántica de Galicia. Propia de zonas frías y húmedas. Macabeo-Viura:
variedad básica de los blancos riojanos de calidad, así como de los cavas.
Moscatel: básicamente se elabora en mistela. Se cultiva en la Comunidad
Valenciana, Cádiz, Málaga y la cuenca media del Ebro. Palomino: variedad
por excelencia de Jerez. Parellada: se cultiva en las zonas altas de Cataluña.
Actúa como uva complementaria en la elaboración de los cavas. Pedro-
Ximénez: crece en las provincias de Córdoba y Málaga. Treixadura: uva
tradicional del Ribeiro. Verdejo: la uva blanca de Rueda, de la Ribera del
Duero. Xarel-lo: complementa la elaboración de los cavas.
Caqui
Diospyros kaki
Ciruelo
Prunus domestica
LAS VARIEDADES. Son pocas y se diferencian por el color; también por el tamaño
y el sabor más o menos dulce.
LA FLORACIÓN. Es muy parecida al cerezo, pero sus flores están menos
agrupadas.
MOMENTO DE RECOGIDA. Entre junio y septiembre, podrás gozar de este popular
fruto mediterráneo si logras incorporarlo a tu huerto.
Feijoa
Acca sellowiana
Granado
Punica granatum
Guindo
Prunus cerasus
CAPRICHOSO GUINDO. Son más ácidos y pequeños, pero también más juguetones
que los frutos del cerezo.
Higuera
Ficus carica
SICONOS. Son los frutos de la higuera; se dan en los extremos de las ramas y,
poco a poco, los verás engrosar.
HIGUERAS BÍFERAS. Producen higos y brevas en un mismo año.
HIGOS Y BREVAS. Las brevas son higos que no han madurado y se conservan en
el árbol latentes hasta el año siguiente, en el que maduran las primeras.
Lima
Citrus aurantiifolia
FRONDOSA HOJARASCA. Las ramas de los cítricos suelen ser muy frondosas, la
poda más aconsejada para ellos es la de formación.
CULTIVOS DE INTEGRACIÓN. En el Mediterráneo, con un clima de tipo medio,
estos cultivos han sido más viables que en otras zonas.
Limonero
Citrus limon o Citrus limonum
Madroño
Arbutus unedo
Es de origen mediterráneo, de porte alto, puede llegar hasta 15 m de
altura, y de unos cuarenta años de longevidad. Su tronco es rojizo y
agrietado, corto con copa espesa y redondeada. Su flor es de color blanco
azulado, con filamentos libres en la base de la corola y anteras adheridas por
el dorso, con frecuencia con dos apéndices; sus hojas son grandes, con corto
pecíolo verde, un poco más claras en el envés; de forma lanceolada de unos
siete centímetros, tiene bordes serrados; son hojas lisas y brillantes. Tiene
frutos de unos cuatro centímetros de diámetro, entre amarillos y rojos; según
su superficie, están forrados por minúsculos granitos aplanados, fructifican a
la vez que las flores de cada año. Las semillas dispuestas en el centro del
fruto son pequeñas y negras; de ellas se extrae el licor de madroño
madrileño. Sus propiedades son taninos, flavonoides, pectina y vitamina P;
es sumamente astringente. La recogida la harás cuando estén maduros, pero
no puedes abusar de ellos, por su alto contenido en alcaloides. El uso
alimenticio fundamental es en mermeladas y confituras; en la industria se
utiliza para realizar bebidas isotónicas.
MADROÑITOS. Estos frutos, aún verdes, acabarán cambiando su color al madurar
y mantendrán los granitos de la superficie.
GRAN PORTE. Alcanza el madroño hasta 15 m de altura y puede superar los
cuarenta años de vida.
PROPIEDADES. Goza de algunas propiedades que hacen de él un fruto saludable.
Es un frutal poco cultivado en la actualidad.
Mandarino
Citrus reticulata
Manzano
Malus domestica
Es de origen europeo y de la familia de las Rosáceas; interesa porque
tiene un porte adecuado a un huerto pequeño; existen cepas enanas que
producen importantes cosechas. Su plantación se realiza en otoño, pero
requiere buena elección del patrón, dependiendo del lugar, el viento y el tipo
de suelo. El injerto puede ser: clásico de púa inglés, en el mes de marzo, o el
de yema, en verano. No te impacientes, tarda varios años en dar fruto. La
poda se realiza en verano para darle forma: cordón, palmera, espaldera;
también debes podarlo en invierno para retirar ramas muertas. Su flor es
tardía, aparece en abril; es hermafrodita, pero no se autopoliniza; conviene
tener varios ejemplares que florezcan a la vez. En cuanto a sus hojas, son
caducas, de modo que las ramas quedan al desnudo en invierno. No prefiere
ningún tipo de suelo, siempre que esté drenado, orientado al sol y al abrigo
del viento. Su abono dependerá de lo fértil del terreno, aunque es
conveniente. Mantenlo libre de hierbas y proporciónale un buen acolchado.
El clima no tiene que ser caluroso; prefiere el fresco y húmedo. El riego debe
ser abundante durante los primeros años, después conviene que riegues sólo
cuando no llueva. Los frutos se dan en ramas de un año: conviene que hagas
su aclarado para que mejoren en tamaño y calidad. La recogida es a
principio del otoño, aunque existen variedades de julio y agosto. Las
variedades son por forma de fruto y color de su piel y por época de
maduración; también por sabor; hay desde ácidas hasta muy dulces. Entre sus
propiedades tenemos calcio, hierro, potasio y vitaminas A y C. Sus
enemigos son chancro, oídio y roña. Su uso alimenticio es diverso; se
emplea como fruto fresco, en pastelería, tartas y compotas, e incluso en platos
salados y ensaladas, donde matiza sabores y permite una riqueza de texturas;
también se viene utilizando como componente de distintos tipos de bebida.
INCIPIENTES. Ya apuntan los frutos numerosos: una buena cosecha; debes
aclararlos para mejorar tamaño y calidad.
DELICADA Y SUTIL. Como otras flores de frutales, te regalarán la vista durante un
cierto tiempo; es otra de las ventajas de tener tan próxima la naturaleza.
Melocotonero
Prunus persica
Estos bellos frutales son de origen chino y pertenecen a la familia de las
Rosáceas. La plantación que mejor se le adapta es en tipo palmeta y al lado
de una pared soleada. El injerto más utilizado es el pie franco, utilizado
también en almendro o ciruelo. La poda aconsejada es para control del
tamaño; ésta se realiza cortando las ramas que han dado frutos. Su flor es
hermafrodita y por lo general autopolinizante; algunas variedades necesitan
otra variedad al lado, pues son autoestériles. La floración del melocotonero
es temprana, en los meses de marzo y abril, y muy bella; sus colores van del
rosa al rojo; respecto a sus hojas, son caducas, monoicas. Este pruno prefiere
un suelo no calcáreo, que retenga la humedad y esté orientado al sol. Para
conseguir un bonito melocotonero, realiza un abono durante los primeros
años. Necesita además un clima templado, digamos que casi caluroso, y
mucha luz; ponlo en un sitio donde disponga de muchas horas de sol.
Durante los primeros años, necesita también mucha agua; por tanto, planifica
un riego abundante. Los frutos del melocotonero son de pulpa amarilla, su
piel de textura aterciopelada va de amarillo a rojo, incluso con ráfagas, según
variedades; también hay frutos de piel lisa, como la nectarina, una variedad
del melocotón. En éste, los frutos salen en las ramas de un año; no te
precipites, porque su recogida debes realizarla sólo cuando estén totalmente
maduros. Sus variedades se diferencian por su tamaño, color o piel; también
por la época de maduración. Sus propiedades son un altísimo contenido en
vitamina A y en potasio, además de en vitamina C y otros minerales. Si tienes
el acierto de incorporar un melocotonero a tu huerto, anota que los enemigos
que le afectan son el chancro, la araña roja, y los pulgones; también son
muy sensibles a los golpes y a las picaduras de pájaros; por esta razón, verás
que en muchas partes se protegen los frutos con bolsas, sobre todo para
melocotones de uso comercial.
EL MELOCOTÓN. El fruto del melocotonero tiene múltiples coloridos.
BELLA FLORACIÓN… incluso más que otras, por los colores y sus gamas, que en
primavera producen la explosión de los melocotoneros de porte mediano.
TERCIOPELO ÚNICO. El melocotón es uno de los frutos que cuenta con esta piel
aterciopelada, ya apreciable en esta pieza aún verde.
Nectarino y paraguayo
Prunus persica var. nucipersica y var. platycarpa
Un injerto salvador
Un ejemplo de injerto extendido en la actualidad se ideó como consecuencia
de la destrucción de los viñedos europeos en el último tercio del siglo xix. La
causa fue la llegada del homóptero filoxera (Peritymbia vitifolii Fitch.) a Europa
desde Norteamérica, por la importación de vides americanas.
Mientras el insecto se encontraba en su territorio de origen, su incidencia no
tenía ninguna trascendencia, pero en el continente europeo su incidencia fue
devastadora. Inglaterra fue el primer país europeo afectado, y después se
extendió a Francia (Provenza), Portugal, Alemania, Italia y España.
La gran importancia de la vid y su industria hizo que todo el mundo se pusiera
manos a la obra para intentar encontrar un remedio a este mal. Y la solución al
problema de la filoxera, al igual que su inicio, también llegó de América. Los
científicos se dieron cuenta de que todas las vides sensibles a filoxera eran
vides europeas en pie franco (conservando sus propias raíces). Por esta razón,
comenzaron a probar variantes injertadas sobre pies de especies americanas
que eran resistentes al insecto, siendo el norteamericano Laliman el primero en
sugerir el injerto de viníferas sobre pies americanos. De modo que las
variedades europeas fueron injertadas utilizando patrones de origen
americano.
Membrillero
Cydonia oblonga
Naranjo
Citrus sinensis
NARANG. Es el término tamil que nombra este fruto, del que parece proceder
«naranja». El tamil es una lengua drávida de India.
FLOR DEL AZAHAR. Se transforma para dar origen a los frutos que aparecen en
ramas de un año, tras cuatro del injerto.
LUZ MEDITERRÁNEA. La luz desborda esta imagen tomada cuando los frutos
están a punto de ser recogidos: un brillo especial.
Níspero europeo
Mespilus germanica
Palmera datilera
Phoenix dactylifera
Peral
Pyrus communis
Plátano o banano
Musa sp.
FORMA REGULAR. Cuanto más jugoso sea y más llena esté su pulpa, más
perfecta resulta su gran forma redondeada.
MÁS DULCE. Este pomelo, variedad de pulpa rojiza, resulta mucho más dulce que
otros de colores más amarillos.
LOS CÍTRICOS. Traídos de distintos lugares, son unos de los iconos
mediterráneos; los romanos ya conocían el cidro.
Frutos secos
Almendro
Prunus amygdalus dulcis
ALMENDRAS. Son los frutos secos más emblemáticos del contexto mediterráneo,
donde coinciden con las propias olivas y con las uvas.
SEÑAL DE CAMBIO. La flor del almendro marca vistosamente el comienzo de la
estación genuinamente floral, colorista, jovial y sensitiva: la primavera.
EDAD DEL TRONCO. Cuanto más viejo, más marrón y lleno de grietas; no puedes
regarlo en exceso para no asfixiar las raíces.
Avellano
Corylus avellana
Este frutal de origen griego de la familia de las Betuláceas tiene un porte
arbustivo y ramas retorcidas. La plantación debes realizarla mejor con un
ejemplar que tenga algún año; la mejor época para hacerla es el invierno.
Antes, tendrás que preparar el terreno con antelación de casi un mes,
haciendo un hoyo amplio, puesto que sus raíces se extienden, y también
poniendo un tutor para que se sujete bien. La forma de plantación más
corriente es por acodo. La poda que debes practicarle es la de forma
arbustiva; deja que se forme una gran bola con ramas de cuatro o cinco
yemas; en esta acción, ten cuidado de no podar las pequeñas flores rojas
femeninas. Además realizarás podas durante los meses de invierno. En un
mismo árbol hay flores masculinas y femeninas. Corylus avellana tienen
amentos o inflorescencias en espiga masculinas de color amarillo suave, los
de Corylus máxima son muy decorativos, con colores que van del verde
amarillento al rojo claro. Su floración es muy temprana, a finales de enero ya
está presente, por lo que es conveniente que tengas plantado el árbol en un
lugar protegido de los fríos invernales. En cuanto al suelo, no tiene
preferencia por ningún tipo. El clima cálido y la luz son muy necesarios;
cuanto más sol pueda recibir, mejores frutos tendrá, pero no temas, porque
también puede permanecer a la sombra. Debes hacerle un riego normal; pero
el terreno tiene que tener un buen drenaje. Harás la recogida de frutos sólo
tras su plena maduración; en cuanto a los mayores peligros, le acechan
enemigos como el gorgojo. Sus propiedades son su aportación como ácido
graso monoinsaturado o ácido oleico, vitamina E, calcio y fibra. Su uso
alimenticio principal es en consumo crudo, maduro y seco. Se usa con
aplicaciones semejantes a las de la almendra y resulta también muy
alimenticio y nutritivo.
ORIGEN GRIEGO. Estos frutos, junto con otros frutos secos, son piezas
fundamentales de la dieta mediterránea por sus propiedades nutritivas.
EL MISTERIO DE LA VIDA. El ciclo va progresando, y tras una floración muy
temprana, poco a poco se van formando sus frutos.
AVELLANO. Sus ramas son retorcidas; su aspecto produce una imagen visual
dramática, propia de la escenificación de un cuento.
Castaño
Castanea sativa
Su origen está en el sureste de Europa y el norte de África; es un árbol de
un porte considerable, por lo que es mejor que lo pongas fuera del huerto para
evitar que su sombra interrumpa el proceso de las hortalizas; puedes
colocarlo al lado. Su plantación debes realizarla con un ejemplar de uno o
dos años. La única poda que te aconsejamos es de formación; una vez hecha
ésta, lo mejor es no podarlo más. Su floración se produce entre los meses de
mayo a julio; acerca del suelo, debes saber que el tipo adecuado es el arenoso
poco profundo y orientado al sol, pero debes tenerlo un poco protegido. En
general no necesita grandes cuidados; por ejemplo, el riego no es necesario.
Debes hacer la recogida de frutos cuando estén maduros, no necesita ninguna
acción especial, ya que caen por sí solos al suelo. Tampoco son relevantes los
enemigos, que son pocos, si bien puede verse afectado por algunos tipos de
hongos y por el gusano de la castaña. Sus propiedades son fósforo,
magnesio y calcio, además de poseer hidratos de carbono y una cantidad de
grasa inferior a otros frutos secos, lo que las convierte en un fruto de menor
contenido calórico. Su uso alimenticio más popular es como fruto seco,
generalmente asado; también se usa en salsas, dulces y harinas.
LUGAR EXTERIOR… para este frutal, que tiende a desarrollar un amplio follaje y
puede producir excesiva sombra.
CARACTERÍSTICAS HOJAS. Lanceoladas y muy ralladas, no deben recibir ninguna
poda, salvo la primera de formación.
Nogal
Juglans regia
Con origen en China e Irán, este frutal se estableció en Grecia e Italia. Es
de la familia de la Yuglandáceas y como es de porte grande te aconsejamos
tenerlo cerca, pero fuera del huerto. Es un árbol vigoroso, de más de 20 m de
altura y un tronco de hasta 3 m de diámetro; éste está derecho, cubierto por
una corteza gruesa, las ramas son de color rojizo, si son jóvenes; y lisas y de
color pardo si son viejas; tiene una raíz pivotante y otras muy extendidas. Sus
hojas son grandes y de color verde. Posee flores monoicas, masculinas y
femeninas. Para su plantación, lo mejor es que adquieras un árbol injertado
de dos o tres años y realices la misma de forma habitual: prepara el terreno
con antelación, realiza un hoyo amplio y sujétalo con un tutor. En este caso,
la poda no es muy necesaria. El nogal necesita un suelo profundo fértil y
suelto con buen drenaje. Prefiere el clima cálido, con algo de humedad
ambiental. Su fruto es una nuez grande, con mesocarpio carnoso y
endocarpio duro, arrugado en dos valvas; su interior se divide en cuatro
lóbulos y muchos hoyos; sólo los lograrás a los siete años de su plantación.
Cuando han madurado y caen al suelo, haz su recogida; debes recolectar los
frutos cuanto antes quitándole la cáscara y dejándolos secar extendidos en
lugar seco. Sus variedades son muchas, si bien se centran principalmente en
la precocidad entre la floración de las flores femeninas y masculinas.
Respecto a sus enemigos, tenemos el tizón bacteriano y la armilaria; para
ésta no existe remedio, por lo que lo mejor desenterrar el árbol y quemarlo;
no obstante, es una planta rica en tanino, sustancia que actúa contra los
microorganismos. Sus propiedades son su alto contenido en vitaminas A, B
y E, entre otras, así como minerales como potasio, hierro, fósforo y
magnesio; posee también un gran contenido energético; como otros frutos,
tiene una interesante acción antioxidante. Su uso alimenticio fundamental es
consumido como fruto seco, además de ocupar un puesto relevante dentro de
la repostería y ser utilizado entre otras soluciones para la composición de
salsas. Se emplea de forma muy parecida al uso de la almendra.
SIETE AÑOS… necesita este árbol para producir frutos; éstos tienen un endocarpio
en dos valvas que esconden unas semillas muy energéticas.
HOJAS GRANDES… y verdes que responden al gran porte de este frutal, que
puede superar los 20 m.
Pequeños frutos
Arándano
Vaccinium myrtillum
Azufaifo
Ziziphus jujuba
El principal interés de este frutal es su inequívoco origen mediterráneo.
Perteneciente a la familia de las Rhamnaceae, es un árbol pequeño con tronco
espinoso y retorcido. Su plantación has de hacerla por injerto, para que
después pueda dar frutos. Las flores son pequeñas, de color amarillo, y se
agrupan sobre un pedúnculo común corto. Las hojas se utilizan como forraje
para los animales, son de color verde claro, alternas un poco ovales y
lanceoladas con nerviaciones longitudinales que resaltan un pecíolo corto y
unas estípulas espinosas por la base, prefiere un tipo de suelo bien drenado y
orientado al sol. Se cultiva en zonas de climas calientes o templados, aunque
soporta los fríos si no son muy intensos. La recogida de los frutos se da a
finales del verano, entre septiembre y octubre, cuando están maduros; éstos
son drupas de forma ovoide del tamaño de las aceitunas, en cuyo interior
tiene dos celdas con una semilla; son carnosos de color rojizo tirando a
amarillento y de sabor dulce algo ácido; se utiliza como fruto pequeño
medicinal por sus propiedades y también se puede desecar y hacer
mermeladas con ellos, después de retirarles el hueso. Sus propiedades son el
tanino, la vitamina C y la glucosa; además, está compuesto por una sustancia
orgánica capaz de hincharse al estilo de una goma, que es el mucílago. El uso
alimenticio de sus frutos es su consumo fresco, aunque no son muy sabrosos
y se digieren con cierta dificultad; de ahí que sea un fruto poco conocido,
aunque sí se pueden conseguir en los lugares de capricho.
MEDITERRÁNEOS. La producción del azufaifo sigue descendiendo, por la relación
entre costes y precio de venta.
DELICATESSEN. Esporádicamente, los encontrarás en tiendas especiales; si
tienes un capricho y el clima es cálido, planta uno.
Frambueso
Rubus idaeus
DELICADEZA DEL FRUTO. Cuando los frutos maduren, debes arrancarlos a mano y
sin el pecíolo.
FRAMBUESO. Para conseguir frutos, debes cortar las ramas a ras del suelo hasta
que se vaya fortaleciendo la planta a costa de las primeras.
Zarzamora
Rubus ulmifolius o Rubus fruticosus
Este frutal, originario de las islas Británicas, se adaptó perfectamente al
Mediterráneo. Es de la familia de las Rosáceas y tiene un porte rastrero, de
ramas arqueadas gruesas y fuertes con afinadas espinas. Es caducifolio. La
plantación puedes hacerla en cualquier esquina del huerto en otoño o
invierno, multiplicándose mediante esquejes. Una poda al principio del
verano es fundamental para que después aparezcan muchas ramas jóvenes;
posteriormente, sólo debes eliminar aquellas ramas que dieron fruto el año
anterior. Este frutal se autopoliniza, por lo que no necesitas más que una
planta. Su floración es tardía, empieza a finales de mayo y es muy duradera;
en cuanto al suelo, lo prefiere poco profundo y orientado con posibilidad de
estar entre sol y sombra. En el abono no tienes que excederte, debes abonar
un poco a mediados del invierno. Es importante que lo mantengas libre de
malas hierbas. La recogida de frutos la harás cuando estén maduros;
momento que se distingue por su cambio de color a negro. En cuanto a los
parásitos y las enfermedades que pueden afectarle, son los mismos que para
los frambuesos. Sus propiedades son vitaminas como la A y C, así como
calcio, potasio y fósforo entre otros. Su uso alimenticio fundamental es
crudas, solas o acompañadas; como otros frutos, participan de macedonias y
compotas, así como en repostería en general.
FRUTOS CONGELADOS. Tras recogerlos, puedes congelarlos para contar con ellos
en postres, mermeladas o repostería casera.
MORAS. Se define así popularmente a las zarzamoras, que son rastreras y que
encontramos en caminos a la entrada de pequeños huertos por nuestros pueblos.
HUERTO DE INVERNADERO
Este cultivo prolonga el periodo de crecimiento de primavera y otoño y
aumenta la productividad. Resulta más útil en clima frío: puedes cultivar
cuando las condiciones sean desfavorables, y en el momento en que el tiempo
mejore, tener plantas para pasarlas al aire libre o retirarlo si es móvil. Un
ejemplo de plantas de resistencia media son los tomates, pimientos y
berenjenas. Sirve para plantas más delicadas a lo largo de toda la temporada.
Incluso puedes cultivar plantas de invierno, como lechuga o espinacas, y
producir cosechas más tiernas y mejores que las del exterior. Las plantas de
invernadero son menos nutritivas que las de aire libre y contienen más
nitratos, por lo que son más vulnerables a enfermedades y parásitos. El
invernadero puede ser de utilidad si donde vives el clima es poco benigno.
Los hay de diverso tipo: túneles de plástico tensado sobre tubos curvados o
con puertas y ventanas de cristal o policarbonato.
Si quieres cultivar en invernadero, ten en cuenta la orientación: oriéntalo
al sur, con el eje longitudinal de este a oeste. Pon un seto o árboles en el
norte, o adósalo a una pared expuesta al sol o junto a un terraplén; lo
protegerás del viento del norte y del frío. Evita que acumule polvo y agua en
sus paredes, pues disminuyen la cantidad de luz que entra. En la
temperatura cuida el exceso de calor, sobre todo en verano. Este problema
es más común que el calentamiento deficiente. Para bajar la luminosidad,
coloca fuera mallas de sombreo o cañizo. La temperatura mínima requerida
para plantas de invernadero es 10-15 °C y la temperatura máxima es de 30
°C. En los de caseta, una pendiente del tejado pronunciada impedirá que se
acumule agua de lluvia, granizo, hielo o nieve, evitando que su temperatura
baje. La calefacción interior sólo debes incorporarla como último recurso.
Instala tuberías de agua caliente en el perímetro interno del invernadero, o
sitúa un ventilador cerca de una estufa o de calefactores eléctricos. Debe
tener ventilación y aire fresco. La temperatura del suelo es más importante
que la del aire. Un suelo templado es importante para que las semillas
germinen y se desarrollen las raíces. Puedes colocar un acolchado o un
plástico negro para mantener la tierra con luz y calor.
HUERTO URBANO. Práctico, creativo y muy saludable si consigues hortalizas
ecológicas, aunque sea en la ciudad.
HÁBITOS FORMATIVOS. Debe practicar toda la familia con un reparto de tareas,
según la capacidad, para que todos participen.
LOS SUMANDOS… de esta dieta son, además, las frutas, las verduras frescas y
mucha fibra.
La principal diferencia que se observó en estos estudios fue que los países
mediterráneos consumen mucho aceite de oliva, cuyas grasas
monoinsaturadas favorecen la disminución de colesterol; también consumen
pescados azules, legumbres y frutas, y menos carne. El uso y la elaboración
de cereales es otro elemento básico, pasta en Italia y cuscús en el norte de
África; sin olvidar productos del huerto como tomates, lechugas o frutos
secos, con ácido oleico. Pero lo principal como base alimenticia es el pan,
síntoma civilizador desde la Antigüedad. Otro elemento es el vino, que, en
cantidad moderada y con las comidas, gracias a sus antioxidantes naturales y
a su aportación de etanol, taninos, polifenoles y alcohol, resulta un tónico
cardíaco único. A todo ello se une un modo de cocinar; se llegó a la
conclusión de que esta dieta era la ideal por su equilibrio.
ORIGEN DE ESTA DIETA
Hay tres fases históricas en la historia de la cocina mediterránea: la época
antigua, hasta la caída del Imperio Romano; la Edad Media y la Época
Moderna. Sus prolegómenos se remontan hasta hace seis mil años, en
Mesopotamia, Asia Menor y, sobre todo, a Egipto, a cuya civilización
debemos la cerveza, cereales como el trigo y la producción de su derivado el
pan, la vid, la apicultura, las legumbres y hortalizas y, por último, la pesca.
Egipto fue la primera potencia agrícola; el delta del Nilo es tan rico en limos,
que se obtenían varias cosechas al año. Egipto fue como una gran despensa
del Mediterráneo, producía excedentes de higos, dátiles, uvas, granadas,
almendras; hortalizas como puerros, ajos, pepinos, melones, sandías,
cebollas, etcétera; domesticó animales para laboreo agrícola, como el buey, o
para el consumo, como perdices y codornices; mientras que en el norte del
Mediterráneo abundaba la caza menor de conejos y liebres. La cerveza fue
uno de los grandes inventos egipcios, su bebida nacional por excelencia; la
mezclaban con dátiles, perfumaban con canela o endulzaban con miel.
INCREMENTO DE VARIEDAD. Los nuevos alimentos traídos por los descubridores
enriquecieron el círculo alimentario con nuevas aportaciones de nutrientes y
nuevas posibilidades para la cocina.
HÁBITO DE CONSUMO. La buena dieta, y por supuesto la mediterránea, consiste
en consumir una serie de alimentos importantes para la nutrición y también en
lograr hábitos rutinarios saludables desde el desayuno.
IMPORTANTÍSIMOS… en la dieta mediterránea son los frutos secos, que añaden
nutrientes básicos.
DESDE SIEMPRE. Junto con el pan y el aceite de oliva, las uvas han sido desde
siempre un producto de consumo habitual.
C omo no puede ser de otra manera y una vez que venimos abordando el
tema de nuestra obra desde tan amplio y completo enfoque, no puede
faltar este capítulo dedicado de forma práctica al arte culinario o la
gastronomía, actividad que tiene como objetivo principal el estudio de la
relación entre cultura y alimentos. El hombre come para nutrirse, acción que
permite al organismo absorber de manera involuntaria los nutrientes que los
mismos le aportan, pero también lo hace para alimentarse, por lo que elige y
prepara sus alimentos conforme a gustos, costumbres, estilos de vida, medios
y productos a su alcance. Indudablemente, éstos configuran un tipo de
alimentación que, vinculada al modo de vida y al hecho socioculturel, da
lugar a un tipo propio que en el caso del área mediterránea es verdaderamente
rico y sugerente y que tiene mucho que ver con los productos que cultiva en
ella y que forman parte del plan de dieta mediterránea antes tratado. Esta
gastronomía, que otorga un papel protagonista a las verduras, incluye todos
los productos que habremos cultivado en nuestro huerto de forma ecológica,
mimando el suelo y cuidando la naturaleza. Cocinarlos y consumirlos nos
reportará, además de los nutrientes necesarios, la satisfacción de haber
participado en cada fase de su cultivo, desde la siembra a la recolección. Y es
que el huerto no cobrará sentido por completo hasta que seamos capaces de
aprovechar el fruto de nuestro trabajo de la manera más satisfactoria. Para
comenzar esta andadura, te presentamos algunas de las recetas con verduras
más paradigmáticas de nuestra legendaria gastronomía.
ACABÓ IMPONIÉNDOSE. EL tomate es protagonista de muchos platos
emblemáticos.
HIERBAS Y CONDIMENTOS. Muchos o pocos según el país, pero definitivos para el
sabor, sobre todo utilizados frescos.
Gazpacho
PREPARACIÓN
Poner en remojo las rebanadas de pan. Colocarlas en un cuenco con agua
hasta cubrirlas, añadiéndoles un poco de sal y aceite. Reservar. Pelar y
trocear los tomates, los pimientos, el pepino, la cebolla y el ajo. A los
pimientos se les quitan las semillas. Mezclar todos los ingredientes. En la
batidora eléctrica, colocar la mezcla de ingredientes en una o varias tandas;
añadir un poco de agua y triturar hasta conseguir una crema. Añadir el pan
con el agua, el vinagre, y batir nuevamente hasta conseguir que todo esté bien
triturado y emulsionado. Añadir agua fría y mezclar bien. Comprobar el
punto de sal y vinagre. Pasarlo por un colador chino o un pasapurés, para
eliminar algunas pieles de las hortalizas si nos resultan desagradables al
paladar, pero tengamos en cuenta que en ellas se acumulan nutrientes
importantes. Añadir más agua si fuera necesario, tiene que quedar una textura
de crema líquida, aunque puede gustarte más espeso. Introducir en la nevera
hasta conseguir la temperatura deseada y, en el momento de servir, rociar con
un chorrito de aceite de oliva virgen extra, que se mezclará con una cuchara
de madera. Servir con una guarnición de pepino crudo cortado en dados,
cuadraditos de pan, normal o tostado, pimiento cortado en cuadraditos y
cebolla picada. Poner la guarnición en un platito aparte, para que los
comensales puedan servirse a su gusto.
Curiosidades Hay numerosas referencias a este plato que ha recorrido todo
el mundo; una referencia a este alimento de segadores tan
nutritivo, rico y refrescante es de Cervantes: «Más quiero hartarme de gazpachos
que estar sujeto a la miseria de un médico impertinente que me mate de hambre»
(El Quijote, Cap. 47, Parte II). Era plato de gente humilde y reúne con sabiduría
sencillos productos que se encuentran a mano. Este plato pudo tener un origen
pionero en cierta receta de campesinos que cita Virgilio en su Égloga II. Existen
distintas variedades de gazpachos; una variante exquisita es el salmorejo, hecho
sólo con tomate, aceite de oliva y un poco de pan; éste, en cambio, no tiene agua
entre sus componentes.
INGREDIENTES
150 g de almendras peladas
2 dientes de ajo
1 trozo de pan duro
Aceite de oliva
2 cucharadas de vinagre
Un racimo de uvas moscatel
1 l de agua fría
Sal
PREPARACIÓN
Poner a remojar el pan. En un almirez, machacar las almendras y los ajos
con un poco de sal para que no resbalen. Cuando la pasta esté fina, añadir el
migajón de pan bien escurrido. A continuación mezclar bien todo hasta
formar una pasta homogénea y añadir lentamente el aceite, como si
estuviéramos haciendo mayonesa. Cuando tengamos una buena cantidad de
salsa, como un tazón, añadir el vinagre y seguir mezclando. Poner la salsa en
una sopera y agregar el agua sin dejar de remover hasta hacer un caldo, cuya
densidad dependerá de tu propio gusto. Al final, incorporar unas uvas,
rectificar de sal y servir bien frío.
Curiosidades Alfonso Canales (1923), poeta malagueño, da su receta en un
soneto que dice: «Pon veinte almendras mondadas / y cuatro
dientes de ajo; / añádele el agasajo / de unas migas asentadas / de pan de
hogaza, empapadas…». El secreto del ajoblanco está en el majado de la
almendra; lo mejor es el mortero de mármol con maza de madera, hasta conseguir
una leche que se irá mezclando a golpes con los ajos, el pan y la sal, para luego
emulsionar con el aceite de oliva. La alicina, aceite afrutado del ajo, le dota de
cualidades curativas, respetadas durante siglos en todas las culturas del mundo;
además de considerarse afrodisíaco. A su vez, las almendras aportan proteínas,
fibra, vitaminas y minerales. Juntos configuran un nutritivo y saludable plato propio
de esta dieta y resultado de una solución alimenticia adaptada al clima.
Spanakópita
PREPARACIÓN
Extender las láminas de hojaldre en la mesa de trabajo. Espolvorear un
poco de harina por encima y estirar con el rodillo. Cubrir con un paño
húmedo; a continuación, untar con mantequilla la fuente del horno y colocar
una capa de hojaldre en el fondo. Precalentar el horno a 190 °C. Mientras
tanto, preparar el relleno: calentar el aceite y sofreír el puerro unos 5 minutos
hasta que se ablande; añadir las espinacas y volver a sofreír todo unos 5
minutos más. Colar la mezcla y dejar enfriar. Mezclar en un bol las espinacas
con las hierbas aromáticas picadas, el huevo batido, el queso y las especias, y
removerlo todo bien. Extender la mezcla sobre la capa de masa y cubrir con
la otra capa de hojaldre. Hornear entre 40 y 45 minutos hasta que la masa esté
crujiente y dorada. Dejarlo enfriar antes de cortar las porciones. Como
sugerencia, se puede pintar la superficie del pastel con la mezcla de una yema
de huevo y dos cucharadas de leche.
Curiosidades Como recetas similares, están las tradicionales cocas del
Levante español; la de espinacas es exquisita, pero pueden
hacerse de otras verduras y hortalizas, como pimientos rojos, o de tomate,
pimientos y cebolla, o de cebolla y guisantes; en su caso, la masa en lugar de
hojaldre suele ser de pan, al que se le añade aceite de oliva. También dentro del
mismo tipo de receta están las universales pizzas de origen italiano, tan nutritivas,
vinculadas con la cocina mediterránea, aunque ya son patrimonio de la cocina
universal, y las pitas griegas. Todas ellas son platos que combinan masa de
harina de trigo con una base de elementos vegetales, enriquecidos o no con
carnes, pescados y quesos. Todas configuran en su esencia el vínculo cultural de
este ámbito y manifiestan una forma similar de entender la alimentación.
Paella de verduras
PREPARACIÓN
Primero lavar las verduras, pelarlas si es necesario, y cortarlas en
cuadraditos. Calentar el aceite en una paella, recipiente que da nombre a la
receta, y rehogar la cebolla hasta que quede transparente. Agregar todas las
verduras, excepto los ajos, y saltearlas durante 15 minutos. Añadir el
pimentón, mezclarlo bien con las verduras e incorporar el arroz sin dejar de
revolver, hasta que comience a parecer transparente. Machacar los ajos y el
perejil junto con el azafrán, diluir con un poco de agua y añadir al preparado
anterior. Verter el caldo caliente sobre el arroz y las verduras, rectificar la
sazón. Es conveniente anotar que debe echarse el doble volumen de caldo que
de arroz; cocer durante 20 minutos o hasta que el arroz esté en su punto.
Finalmente dejar reposar unos minutos antes de servirla para que se acabe de
asentar; suele taparse con papel de periódico humedecido. Empezar a comer
cuando se haya templado, pues resulta más sabrosa que muy caliente.
Curiosidades Existen leyendas respecto al origen del arroz, que se localiza
en Extremo Oriente. En muchos países asiáticos, se considera
un regalo de los dioses; en India un mito narra la historia de una doncella
cortejada por Siva que no recibió de él el regalo solicitado, un manjar nunca visto;
la muchacha murió y sobre su tumba brotaron extrañas plantas: el arroz. Para los
árabes, los granos son lágrimas de Mahoma que caen desde el paraíso. Desde
Asia, lo divulgó Alejandro Magno a través de Grecia; en el siglo VII, los árabes lo
trajeron a España, de donde se expandió a Francia e Italia. Además de platos
como la paella, integra otros platos propios del ámbito mediterráneo como los
risottos italianos (recetas de risso, arroz), que incorporan el sabor y la
condimentación característicos de su rica dieta. En las zonas de clima
mediterráneo asiática y africana hay algunos arroces apetitosos, que suelen
incorporar frutos secos y, en ocasiones, muchas especias.
Escalibada
INGREDIENTES
4 pimientos rojos
6 berenjenas
6 tomates duros
3 cebollas
Aceite de oliva y vinagre
Sal
PREPARACIÓN
Lavar y secar los pimientos y las berenjenas, untándolos con bastante
aceite. En una bandeja de horno, colocar los pimientos y las berenjenas
aceitados. Cortar las cebollas por la mitad y añadirlas a la fuente del horno
junto con los tomates bien lavados. Echar un chorro de aceite por encima de
los ingredientes e introducir la bandeja en el horno, a temperatura media,
unos 45 minutos. Hay que vigilar los tomates y las berenjenas para que no se
quemen. A medida que se van cocinando, se retiran del horno. Una vez fuera
del horno, envolver los pimientos en papel de periódico y reservarlos durante
10 minutos para que se enfríen y puedan pelarse bien. Quitar la piel de las
berenjenas y colocarlas en la fuente de servir junto con los tomates y las
cebollas. Pelar los pimientos y cortarlos a tiras añadiéndolos a la fuente.
Finalmente, aderezar todo con aceite, sal y vinagre según el propio gusto.
Curiosidades que en esta receta popular catalana, la berenjena está
presente en numerosos platos mediterráneos. Grecia la
emplea en la musaka, un plato típico tanto griego como búlgaro, que comparte
con la escalibada algunas hortalizas, aunque suele incluir también carne picada y
terminar cubriéndose de bechamel. En Francia, la berenjena se incluye en la
ratatouille, que lleva tomates, pimientos, cebollas y las propias berenjenas;
preparadas con aceite de oliva, se cocinan como un estofado de verduras. Son
hortalizas que también se utilizan para el pisto y que en muchos países
mediterráneos se elaboran con aceite de oliva y a la parrilla, y también asados. Su
mezcla produce una gama de sabores de tendencia dulzona y algo ácida, según
el tipo de tomate, todos ellos muy vinculados a la cultura gastronómica de la
región.
Hummus libanés
INGREDIENTES
1 paquete de garbanzos o 1 bote de garbanzos cocidos
2 o 3 cucharadas de tahini (aceite de ajonjolí)
1 limón agrio
2 ajos grandes o 5 pequeños
3 cucharadas de agua de los garbanzos
Sal
Paprika o pimienta de cayena al gusto
Aceite de oliva
PREPARACIÓN
Poner en remojo un paquete de garbanzos bien lavados; es mejor hacerlo
el día anterior con suficiente agua para que esponjen; también se puede
utilizar un bote de garbanzos cocidos escurridos, en este caso no hace falta
remojar ni cocer. Cocinar en una olla a presión hasta que queden suaves, pero
no demasiado rato, para que no se deshagan. Aparte, licuar 2 o 3 cucharadas
de tahini, que es un aceite de ajonjolí o sésamo, 1 limón agrio o más, según el
gusto, 2 ajos grandes o 5 ajos pequeñitos, 3 cucharadas del agua de los
garbanzos y una cucharadita de sal. Aplastar o triturar los garbanzos, según
tus medios y gusto, y agregar lo licuado. Rectificar de sal o limón.
Colocarlos en una fuente y decorarla con hojas de hierbabuena o perejil;
si se prefiere, espolvorear con paprika o pimienta de cayena. Agregar también
aceite de oliva y servir el hummus con galletitas, papitas, pan libanés o pan
de pita.
Curiosidades Este paté de origen vegetal es uno de los platos que no faltan
en las mesas de los países de Oriente Medio; es bastante
popular en Siria y en Líbano. No obstante, también existe la versión chipriota del
hummus, que es casi como la árabe, pero sin comino ni pimentón rojo. El hummus
aporta proteínas de buena calidad, es decir, proteínas que contienen todos los
aminoácidos esenciales, unos provenientes de los garbanzos y otros del sésamo.
Se puede servir como entrante con unos picatostes o rebanadas de pan tostado.
En algunos restaurantes árabes lo presentan junto con el pan de pita, sobre el que
se extiende la pasta, y sobre ella suelen añadir un chorrito de aceite de oliva. Se
pueden añadir a esta deliciosa y nutritiva pasta trozos de hortalizas de distinto
color. Esta pasta también puede incorporarse a cualquier tipo de ensalada.
Pisto manchego
INGREDIENTES
1,5 kg de calabacines
1/2 kg de pimientos verdes
1 kg de cebollas
1 kg de tomates
Sal
Azúcar (una pizca)
1 dl de aceite de oliva
PREPARACIÓN
Pelar los tomates y cortarlos en pedazos, pelar los calabacines y cortarlos
también en cuadritos, cortar los pimientos quitándoles las semillas y partirlos
en taquitos, limpiar la cebolla y picarla menuda. Poner aceite en una sartén y
freír la cebolla menudita, añadir los calabacines y luego los tomates, rehogar
bien, echar sal y un poco de agua, tapar y dejar cocer a fuego lento; en el
último momento, añadir la pizca de azúcar para rectificar la posible acidez
proveniente de los tomates. En la región natural española de La Mancha,
Cervantes localizó las aventuras de don Quijote. Esta región recibió la
influencia directa de la zona andalusí árabe, siendo durante mucho tiempo
lugar fronterizo entre reinos musulmanes y reinos cristianos; de ahí, la
coincidencia de numerosas costumbres y los restos en su gastronomía del
paso de la cultura árabe.
Curiosidades El secreto para conseguir el punto de fritura de las verduras es
saltear primero la cebolla, después las berenjenas, los
calabacines y, al final, los tomates. El pisto es una elaboración de verduras y
hortalizas, que también se conoce como sanfaina, alboronía, de la palabra árabe
buraniyya (guiso) o tumbet. En sí mismo, es plato principal y se puede acompañar
de pan frito o tostado en forma de triángulo. También se puede incluir como
guarnición de platos de carne o pescado, como aperitivo sobre pan tostado o
relleno. Como acompañamiento de un huevo frito o de tortilla de patata, resulta
muy adecuado. Es una receta interesante para todo tipo de gastronomías; por
tanto, es exportable, ya que aporta muchas vitaminas y ninguna caloría; se puede
comer tanto frío como templado o caliente; en cada temperatura tiene una virtud.
Alioli
INGREDIENTES
2 dientes de ajo
Aceite de oliva
Sal
PREPARACIÓN
Se parte el ajo en trozos muy finos y se machaca con la maza del mortero.
En este mismo recipiente se le añade una pizca de sal. Una vez machacado el
ajo y mezclado con la sal, se va echando el aceite. La mezcla irá espesando.
La cantidad de aceite a utilizar dependerá de lo espesa que nos guste
paladearla.
Pesto
INGREDIENTES
1/2 manojo de albahaca
50 g de piñones tostados
2 dl de aceite de oliva
50 g de queso parmesano rallado
1 diente de ajo
Sal y pimienta blanca
PREPARACIÓN
El pesto es una de las salsas más tradicionales de la cocina italiana, y
sobre todo se usa para acompañar pasta; es importante que se disponga de
albahaca muy fresca, con mucho aroma y de un intenso color verde. Se
elabora mezclando todos los componentes por triturado o majado. El queso
rallado es necesario para conseguir que esté más uniforme y ligada; para ello,
el aceite se echará muy poco a poco. No debe ser excesivamente fina, pues se
deben apreciar la hoja de albahaca y los pequeños trozos de piñones. Es una
salsa perecedera, porque estas hojas pierden rápidamente color y amarillean,
resultando entonces muy poco vistosas.
Ensalada de lentejas
PREPARACIÓN
Como representativa de una legumbre tan legendaria en el contexto y la
gastronomía mediterránea, aportamos esta receta, que resulta sencilla y muy
fácil de elaborar con los productos de tu huerto. Cortar las zanahorias en
daditos y la cebolla en rodajas. Picar el ajo. Poner lentejas, zanahorias,
cebolla, ajo, hoja de laurel y tomillo en un cazo con agua. El agua debe cubrir
todos los ingredientes. Calentar y hervir a fuego lento durante 15-20 minutos.
Escurrir las lentejas y los demás ingredientes y dejar enfriar. Añadir aceite de
oliva, apio, perejil, sal y pimienta y mezclar muy bien. Servir a temperatura
ambiente; se conseguirá un plato pleno de vitaminas, que además incluye la
grasa del aceite y las proteínas de las lentejas, mucho más sanas que las de
los productos animales procedentes de estabulación.
Curiosidades El consumo de legumbres, entre otros alimentos peculiares de
las culturas mediterráneas, es una de las características más
genuinas de su dieta, según se ha podido comprobar en los estudios comparados
realizados desde 1948. Excavaciones en Mesopotamia encontraron ya restos de
su existencia. Además de otras propiedades el alto grado de fibra de las
legumbres, uno de los cultivos milenarios del área, convierten su uso en un
alimento de interés para la prevención de enfermedades cardiovasculares. Existen
numerosos platos fríos y calientes que se preparan usando esta legumbre, entre
ellos la harira de Marruecos, pero ésta es una receta para consumir caliente. Si
deseas añadir aún más proteínas, incorpora un huevo duro troceado a esta
ensalada altamente nutritiva, que aporta también mucho hierro y potasio.
Esqueixada catalana
INGREDIENTES
400 g de bacalao desalado seco
200 g de atún seco (si puede ser) o en aceite
3 tomates
2 pimientos rojos
1 cebolla
200 g de aceitunas negras
200 g de aceitunas verdes o de Aragón
Aceite de oliva, vinagre, agua y sal
PREPARACIÓN
Desmigar el bacalao y el atún; si el pescado es seco, ponerlo en remojo
media hora antes. Cortar los tomates y los pimientos en trocitos y aliñarlo con
el aceite y el vinagre. Cortar la cebolla también y remojarla en agua salada
durante unos minutos. Escurrir el bacalao y el atún y colocarlos en una fuente
junto con los tomates y los pimientos, la decoración es cosa tuya. Añadir las
cebollas previamente escurridas y las aceitunas; darle su toque final con
aceite de oliva virgen.
Ensalada griega
PREPARACIÓN
Lavar los pepinos sin pelar y cortarlos en rodajas finas, espolvorear con
sal y ponerlos en un colador para que suelten su amargor. Lavar y centrifugar
la lechuga, hasta que quede seca, cortarla según el tamaño de las hojas. Lavar
el tomate y cortarlo en gajos. Mezclar la lechuga, el tomate, las aceitunas y el
pepino con la cebolleta en rodajas finas y el queso en dados. Disolver la sal y
la pimienta en el vinagre y mezclar con el aceite, añadir ajo pelado y picado y
aliñar la ensalada.
INGREDIENTES
8 yogures naturales (si es posible griegos)
1 pepino grande
3 dientes de ajo
1 cucharada de vinagre de vino blanco
2 cucharadas de aceite de oliva
2 ramitas de menta fresca
Sal
PREPARACIÓN
Poner los yogures en una estameña para que escurran y eliminen todo el
suero durante treinta minutos. Pelar el pepino y rallarlo encima de un
escurridor, añadir una cucharadita de sal y dejar que suelte el agua unos 15
minutos. Con una cuchara, prensar bien la pulpa para extraer todo el líquido.
Los dientes de ajo se majan y se ponen en una ensaladera. Añadir los
yogures, la pulpa del pepino, el aceite y el vinagre. Salar y dejar el tzatziki en
el frigorífico durante una hora. En el momento de servir, decorar con hojas de
menta fresca. Con el yogur puedes hacer otro tipo de salsa griega algo más
rápida; para ello, bate 2 yogures con un diente de ajo, 4 cucharadas de aceite
de oliva y sal; con ella podrás aderezar ensaladas como la griega que te
acabamos de describir o usarla con platos de pescado o carne, como el
tzatziki. Como ves, el yogur, excelente alimento, es siempre imprescindible
en platos griegos.
Curiosidades El tzatziki se sirve generalmente como entrante acompañado
de pan, pero puede servirse igualmente con cordero o
pescado asado. La cocina griega hace alarde de toda la inteligencia atesorada
desde su antigüedad clásica, que ha sido un eslabón fundamental de nuestra
cultura; sus platos están llenos del encanto de sus gentes y de su país; son platos
alegres que aportan con sabiduría lo mejor de sus productos en un equilibrio
nutritivo que hoy está más que consagrado en todo el mundo.
Técnicas de conservación
Otro método para hacer uno mismo, aunque un poco más laborioso que el
anterior, es la elaboración de conservas mediante la apertización. Técnica
de esterilización descubierta hace más de doscientos años, que consiste en
introducir los frascos con alimentos en su interior en agua a unos 130 °C.
Esto supuso el descubrimiento de las conservas que conocemos hoy en día.
Los alimentos así conservados duran hasta medio año; se garantiza su
ineltaribilidad y la ausencia de microorganismos. Para aplicarlo, empieza por
limpiar las hortalizas y escaldarlas unos minutos; luego introdúcelas en
recipientes limpios con cierre hermético, a los que añadirás agua hirviendo
sin rellenarlos del todo para que no exploten los frascos por efecto de la
presión. A este agua se puede añadir algo de sal. Sumerge estos botes en agua
hirviendo según la temperatura indicada antes, así los mantendrás el tiempo
necesario para cada hortaliza, que variará de media hora a tres horas. Es una
práctica muy sencilla de realizar.
ESPINACAS. Son una de las verduras que puedes tratar de conservar, bien
congeladas, bien en frasco.
Desecado
Pimientos, tomates, judías, guisantes, cebollas, ajos, plantas medicinales y de
condimento, frutas: melocotones, albaricoques, ciruelas, pasas, higos, peras y
manzanas
Congelación
Judías verdes, espinacas, cebollas, coles de Bruselas, guisantes, zanahorias,
pimiento y melón
Apertización
Guisantes, judías verdes y alcachofas
Silos
Zanahorias, nabos y rábanos
Conservación en vinagre
Pepinillos, zanahorias, cebolletas, coliflor y pepinos troceados
Salado
Judías verdes y calabacines
PEQUEÑOS FRUTOS. Son los más fáciles de recoger; si tienes excedente, intenta
conservarlos con el método que consideres más útil.
NUECES. Junto con otros frutos secos, por su menor contenido en agua, son los
frutos que mayores posibilidades de duración tienen por sí mismos.
Fragancia y color
FLORES
A lo mejor nunca te has parado a pensar cómo pueden ser las flores de las
hortalizas. Cuando se produzca la floración, vas a sorprenderte con los
colores, formas y tamaños con que la naturaleza te va a regalar. El huerto es
un lugar cercano para disfrutar de su belleza, sobre todo con sus flores. Una
de las más vistosas es la flor de la calabaza, de color amarillo vivo y forma de
campanilla con cinco puntas. Es flor solitaria y grande; en la misma planta,
coexisten flores masculinas, más grandes, y femeninas; como curiosidad,
podemos decir que esta flor es comestible. La berenjena también tiene unos
preciosos capullos, en solitario, o pequeños racimos de tres a cinco flores,
tamaño mediano y forma de estrella, con cinco o más pétalos de color violeta
o blanco. Los estambres presentan anteras muy desarrolladas de color
amarillo.
Entre las leguminosas, las judías (Phaseolus vulgaris), guisantes (Pisum
sativum) y habas (Vicia faba) tienen bonitas flores en racimos. Son
papilionáceas, con forma de orquídeas o mariposas, y muestran una simetría
zigomorfa; sólo uno de los planos del eje la divide en dos partes simétricas; la
flor del haba es blanca o rosada y posee una mancha grande de color negro o
violeta en las alas. En la Antigüedad, todas ellas eran consideradas
afrodisíacas. La flor de la judía puede presentar diversos colores, según cada
variedad; en las variedades más importantes, la flor es blanca. La flor del
guisante puede ser blanca o rosada. El garbanzo (Cicer arietinum) tiene las
flores pequeñas de color blanco o púrpura, que después darán paso a una
vaina pequeña y plana con una o dos semillas redondas. La original flor de la
cebolla tiene forma de paraguas, con 200 a 600 flores pequeñas,
generalmente blancas, también verdosas o violáceas. Cada planta de cebolla
es una curiosa pelota llena de flores.
LA JUDÍA. Posee flores de color blanco o rosáceo según la variedad; su
contemplación te recreará la vista.
Pero un huerto mediterráneo no es tal sin unos hermosos frutales; así que
si dispones de un huerto de cierto tamaño, debes tener alguno, que además de
proveerte de jugosos frutos, será un elemento precioso en primavera, cuando
se encuentre en floración. Veremos algunos árboles por la vistosidad de sus
flores. El manzano (Malus sylvestris) posee flores grandes, de color rosa
pálido, a veces blancas, y en grupos de tres a seis, terminando todas en un
plano superior. El cerezo (Prunus avium) y el ciruelo (Prunus domestica)
también tienen sus flores agrupadas. Las flores del cerezo son blancas, de 2-3
cm de diámetro, cinco pétalos redondeados y numerosos estambres. Se
disponen en grupos, en forma de paraguas. Las flores del ciruelo en pequeños
ramos cortos de un año de edad son blancas, con cinco pétalos, borde
ondulado y multitud de estambres. El membrillero (Cydonia oblonga) tiene
unas flores solitarias de color blanco o rosado, de 4-5 cm de diámetro y con
cinco pétalos. Estas flores dan lugar a aromáticos frutos, los membrillos.
También está el melocotonero (Prunus persica) con bonitos capullos de
color rosa a rojo, de 2-3,5 cm de diámetro, y por lo general solitarios, a veces
en parejas. Mientras que las llamativas flores del granado (Punica granatum)
son grandes, de color rojo, acampanadas, y pueden aparecer en solitario o
reunidas en grupos al final de las ramas nuevas. En algunas variedades, las
flores son abigarradas e incluso matizadas en blanco. Al granado, árbol de
gran valor ornamental, se lo considera símbolo de amor y fecundidad. A su
vez, el níspero (Eriobotrya japonica) luce unas bonitas flores blancas en
racimos, en número muy elevado, aunque se produce un importante aclareo
natural y no cuajan todas.
FRUTOS HERMOSOS. Un melocotón es bello por su forma y destila delicadeza por
su textura; en la antigua China se nombraba a las jóvenes prometidas con su
nombre.
Para finalizar, una flor única, el azahar, cuyo nombre proviene del árabe y
significa flor blanca; es la flor del naranjo dulce (Citrus sinensis) y el
limonero (Citrus limon). Se trata de flores pequeñas, de color blanco, con
cinco pétalos y que desprenden un delicado aroma. El limonero tiene varias
floraciones al año; puede presentar flores y frutos a la vez. El azahar es la flor
mediterránea por excelencia y su penetrante aroma deja una huella
imperecedera en tus sentidos. Esta flor, destilada, da origen al agua de
azahar, de uso medicinal: sedante, para calmar los nervios, aliviar los dolores
menstruales, los dolores de estómago y de cabeza. También se utiliza en
perfumería.
INSPIRACIÓN LITERARIA. El melocotonero posee flores de belleza extraordinaria,
inspiradoras de numerosas leyendas chinas.
RINCÓN CON ENCANTO. Disponer de un rincón florido es un don de inapreciable
valor; si puedes permitírtelo, redundará en beneficio de tu bienestar espiritual.
EL AZAFRÁN. Tiene una flor delicada y valiosa; su estigma es el verdadero oro
rojo del mercado de las especias.
EL GUISANTE. Esta leguminosa tiene flores tipo orquídea, de malva a blanco,
elegantes y distintas en el huerto.
Para mayor ornamentación, podrás intercalar flores de jardín que
aumenten la estética y el colorido de tu huerto. La exuberancia floral es un
aspecto que consideramos predominante. Entre las flores de jardín el rosal
(Rosa sp.) es protagonista; está considerada como reina de las flores. Tiene
atractivo y elegancia, además de un aroma suave y exquisito. Es símbolo del
amor, la belleza y la pureza. Tiene muchas variedades, de diferente color,
tamaño o trepadora. Las petunias (Petunia sp.) pueden aportarte otros matices
con sus variedades y colores. Su floración es abundante y continua desde
primavera hasta final de otoño; su cultivo es fácil.
Las margaritas (Crysanthemum maximum), clásicos oráculos del amor,
enriquecerán ese huerto que quieres sugerente, con follaje frondoso. Aparte
de la margarita típica, con sus pétalos blancos y su centro amarillo, hay
múltiples variedades con diferentes aspectos. Con otra forma, las amapolas
(Papaver sp.), de finos pétalos, también pueden ser complemento ideal de tus
hortalizas. Las orientales perennes y las anuales son un deleite para la vista.
Las encontramos de todos los colores, desde el rosa pastel hasta el rojo
encendido, que habitualmente crece de forma espontánea en el campo. Sus
grandes flores combinan bien con la delicadeza de las hierbas ornamentales.
Puedes plantar violetas (Viola odorata), que, con flores de color vivo y
brillante, son muy socorridas para cubrir lugares del huerto donde apenas
incide la luz del sol; además, poseen un agradable olor. Por último,
mencionar el girasol (Helianthus annuus), que aporta un potente toque con su
gran flor y te provee de pipas.
LOS AROMAS
En tu huerto, puedes disfrutar de múltiples aromas. En primer lugar
pensarás, sin duda, en las flores, que son las reinas del perfume; aparte de
ellas, vas a tener otros elementos de olores característicos: plantas, frutos y
hierbas aromáticas. El huerto te envuelve con mil aromas, que hacen posible
toda una gama de experiencias olfativas. Cada planta tiene un olor singular;
la berza (Brassica oleracea L.) o el tomate poseen un olor muy característico.
Mientras te muevas por el huerto, durante el laboreo, estarás percibiendo
estos agradables aromas. Otras hortalizas, como la calabaza, nos obsequian
con la especial fragancia de sus flores.
SENSACIONES
El huerto es un espacio vivo con continuos procesos casi mágicos. Te
recomendamos que te prepares y lo prepares para poderlos disfrutar. Ver el
crecimiento de las plantas, sentir la brisa que te acaricia, oler el perfume de
las hierbas aromáticas, oír el piar de los pájaros o disfrutar de un atardecer
son algunas de las experiencias que vivirás en él y que te transmitirán una
sensación de armonía y equilibrio, un sentir profundo de la naturaleza
palpitante a tu alrededor. Otra posibilidad es la creación de un lugar especial
en él, un rincón con chispa. Estará asegurada si decides incluir alguna fuente
o estanque con cascada en movimiento. Puedes incorporar un pozo, elemento
por excelencia del huerto, que resultará funcional a la vez que estético.
Si dispones de un espacio con árboles, te pueden aislar en la naturaleza y
hacerte sentir su silencio y tranquilidad; un camino de piedra o una zona con
rocas pueden ser el complemento ornamental adecuado que aporte belleza y
armonía. No se trata de pretender escenarios complicados ni extravagantes,
sino de encontrar en él un rincón que te guste de forma especial, un lugar de
recogimiento e intimidad que transmita sensaciones agradables, te conecte
con el medio y con tu interior.
Cultivos mediterráneos
P ara que conozcas la realidad del área antes de diseñar tu propio huerto
ecológico, incluimos datos básicos de los descendientes actuales de
quienes iniciaron esta historia; existen coincidencias culturales en el marco
mediterráneo configurado por fenicios, griegos, romanos, cartagineses,
árabes… Hoy diecinueve países de tres continentes se asoman al
Mediterráneo. En este contexto industrializado, el sector agrícola pervive
para abastecer la demanda interna de alimentos y de algunas materias primas.
Algunos son países muy desarrollados que participan del gran mercado
global, mientras que otros desearían integrarse en él, siguiendo el ritmo de los
tiempos, pero apenas si pueden mantener a sus agricultores. Nosotros
desearíamos que las cosas fueran de otra manera. En general, el área goza de
clima cálido con estación seca, el más típicamente mediterráneo, pero
coexiste con un área africana de estepa árida, aunque con aspectos
coincidentes con el resto. No obstante, conviene no olvidar que el concepto
de huerto mediterráneo en su configuración hortofrutícola es variado, rico y
matizado; en general designa pequeños ámbitos, llamémoslos oasis, unos
reales, otros metafóricos, dentro de un amplísimo territorio dominado por el
extenso mapa de los cereales, entre los que el trigo sería el protagonista
principal indiscutido: presente desde la más remota antigüedad, alimentó a
los habitantes de Egipto y Mesopotamia y contribuyó decisivamente al
desarrollo de sus civilizaciones.
CUENCA MEDITERRÁNEA. En ella se ha configurado el huerto mediterráneo paso a
paso a través de la historia, desde las civilizaciones milenarias que la habitaron;
trigo, vid y olivo son su nexo agrícola cultural.
HIGO CHUMBO. Opuntia ficus-indica es el nombre científico de esta planta tropical
que crece en zona mediterránea y de la que se comen los frutos; parece tener su
origen en México.
ALMENDROS. Su cultivo abunda en España, Francia, Italia, Grecia, Turquía, Siria,
Líbano, Libia, Argelia, Túnez y Marruecos.
EUROPA
Albania. País accidentado, posee una agricultura pobre que intenta
reactivar mediante privatizaciones, tras la desaparición del modelo
cooperativo; se apoya en inversiones extranjeras para regadío. Cultiva en el
litoral: tomates, sandías, maíz, patatas; frutales: higos; también uvas y olivas,
Bosnia–Herzegovina. Tiene valles entre los Alpes Dináricos. Se
recupera de la guerra, en la que se manifestaron conflictos étnicos y
religiosos. La agricultura, pilar económico, se beneficia del clima del sur,
donde produce vides. Invierten en agricultura ecológica y cultivan: patatas,
pimientos, coles, tomates, ajos y ciruelas.
Croacia. También accidentado, con islas, goza de este clima en el litoral.
La agricultura tiene excedentes de vid; también cultiva remolacha azucarera,
tomates, manzanas y olivas,
Eslovenia. Regado por afluentes del Danubio, el litoral está ocupado
Gorika. Azotada por la guerra, su agricultura es escasa; apenas si dispone de
llanuras y suelos fértiles aprovechables. Sus casas suburbanas cuentan con
huerto familiar. En la plaza central de Liubliana hay un mercadillo de las
hortalizas que cultivan; a destacar, patatas y remolacha azucarera; entre los
frutales, perales, guindos, manzanos, cerezos y ciruelos. De ellas es el
aguardiente slivovica; también cosechan zarzamoras, y frambuesas para
postres, jarabes y jugos de frutas. En el mercado hay cítricos y plátanos;
castañas, nueces y avellanas empleadas en la potica, tarta enrollada de
nueces que no falta en Navidad. Cultivan vides en los monasterios; sus vinos
son muy preciados.
DÁTILES. Forman parte de la dieta de una gran parte de los países al sur de la
cuenca mediterránea, como Egipto, Argelia, Libia, Túnez o Marruecos, entre otros.
UVAS. Los vinos fueron objeto del comercio a lo largo y ancho de la zona; las
vides fueron decisivas en el desarrollo comercial y gastronómico de egipcios,
fenicios, griegos y romanos.
OLIVAS O ACEITUNAS. Del latín oliva; olivum, el árbol; del árabe: zaytûna; sus
cultivos se extienden por todo el ámbito mediterráneo.
UVAS PASAS. Son muy habituales para comercio y para alimento porque se
conservan bien y resultan altamente energéticas y saludables.
ASIA
Israel. Estrecha llanura litoral junto a las montañas de Galilea; alberga la
cuenca del río Jordán y el desierto de Negev, referencias en los textos
religiosos. Salvo en el desierto, cuenta con la agricultura más desarrollada
tecnológicamente de Oriente Medio, en litigio con nuestro gusto ecológico.
Ocupa territorio palestino. Existen dos tipos de asentamiento: kibutz,
comunidad colectiva, y el moshav, sistema de parcelas individuales, con
explotación e inversión colectiva. Invernaderos y estudios tecnológicos están
a su servicio, como una concienzuda distribución y uso del agua para
productos exportables. Destacar: cítricos, manzanas, peras y ciruelas, en
frutales, y tomates, pepinos, calabacines y melones, en hortalizas; se cultivan
plátanos y dátiles en la zona subtropical.
ÁFRICA
Argelia. El litoral acapara población frente al desierto del Sáhara. Sus
cultivos característicos son los dátiles deglet nur, dorados y transparentes, de
los palmerales de Tolga, junto al desierto, con un microclima singular y el
dátil seco tmar; los cítricos de la huerta de Mitidja, con la jugosa naranja
thomsom y la mandarina clementina, descubierta por el Padre Clemente en la
región de Misserghine, cerca de Orán. Destacar melones y sandías; olivas y
vid; la mejor para vino es de cerca de Orán, con marcas cotizadas; higos, que
se comen con aceite de oliva; y los tomates del desierto de Adrar, Tiene
huertos familiares y fiestas de recolección; celebra la llegada de la primavera
agrícola; se reparten frutos entre los vecinos, mientras que las familias
urbanas hacen mermeladas.
Egipto. Eminentemente agricultor en el litoral y el valle del Nilo, el resto
no produce. Su agricultura permite frutales: naranjas y dátiles, u hortalizas:
tomates, patatas, cebollas. Ha aumentado el regadío con la presa de Assuán.
Produce uvas para vino, que ya se elaboraba bajo los faraones; para la
fermentación emplearon otros frutos, como higos, granadas o vino de savia,
de palmera datilera, lagbi, que se produce en el oasis de Siwa. Desarrolla un
programa de agricultura ecológica, Telefood, para huertos urbanos en terrazas
a 100 km de las pirámides.
Libia. Sólo la franja costera es de clima mediterráneo. La escasez hídrica
perjudicó la agricultura, pendiente de obras de ingeniería para extraer agua de
acuíferos del desierto. Además de olivos, produce uvas. Hortalizas: tomates,
patatas, almendras, sandías y cebollas. Tiene almendros y dátiles al sur.
Marruecos. Su litoral, atlántico y mediterráneo, lleva los sellos romano y
árabe. En los regadíos costeros se producen naranjas, así como patatas,
tomates, remolacha, fresas, y entre las leguminosas, habas y garbanzos; otros
frutos son dátiles, melocotones y almendras. Frente a ello, existe una
agricultura de secano con vid y olivo, así como trigo. Casi el 50% de la
población vive en el campo; sus productos suponen el 30% de las
exportaciones agrícolas destinadas a la UE. La producción de cítricos
desciende; se deterioran los huertos y el país sufre la competencia
internacional.
Túnez. Plenamente volcado al Mediterráneo, sólo son continentales y
desérticas sus tierras interiores. Su agricultura comparte con la minería el
mediano desarrollo económico de este país, asentamiento fenicio, almohade y
otomano. Dispone de muchas tierras irrigadas que la convierten en
autosuficiente. A destacar: tomates, pimientos, patatas, alcachofas, habas,
guisantes, sandías y cebollas; entre los frutales: almendros, manzanos,
melocotoneros y cítricos. También produce uvas y olivas. En la actualidad
potencia la agricultura con presas grandes y pequeñas, pero el objetivo no
deja de ser el mercado global. Dedica un 50% a la arboricultura, un 3% a
productos hortícolas y un 1,8% a leguminosas.
BERENJENAS. Es un cultivo más exigente que el tomate, necesita mucho calor y
sequedad; con todo, es muy habitual en platos de la zona mediterránea.
CÍTRICOS PARA TODOS. Son productos muy demandados desde Europa; con
todo, hoy los agricultores no perciben lo suficiente para mantenerse; en algunas
zonas está desapareciendo su cultivo.
GLOSARIO
ACLARAR: eliminar plantas o frutos para conservar sólo los ejemplares más vigorosos y
favorecer su desarrollo.
ACODAR: aproximar una rama al suelo enterrando parte de ella.
ACOLCHAR: recubrir una superficie con material mullido.
ALCALOIDES: grupo de sustancias nitrogenadas de carácter básico que se encuentran en
algunos vegetales o suelos.
ALMIDÓN: glúcido polisacárido, blanco, inodoro e insípido presente en las plantas.
ALVÉOLOS: parte en la que se produce el intercambio de gases para la respiración de las
plantas.
AMENTOS O INFLORESCENCIAS: disposición que toman y orden en que aparecen y se
desarrollan las flores en una planta cuyos brotes florales se ramifican.
ANTIOCIANINA: pigmento rojo azulado que protege a las plantas, sus flores y sus frutas
contra luz ultravioleta (UV); con propiedad antioxidante.
APORCAR: cubrir con tierra ciertas hortalizas para que se pongan más tiernas y blancas.
BENCENO: es un hidrocarburo líquido, incoloro con un olor característico e inflamable. Se
genera en procesos naturales. Inhalarlo produce somnolencia y mareo.
EL HUERTO
orgánico y ecológico
Este libro, pensado desde nuestro clima y latitudes, y donde no faltan las
referencias históricas y culturales, explica de forma sencilla las técnicas
agrícolas necesarias para plantear un huerto ecológico con una gran variedad
de cultivos: hortalizas, legumbres, plantas aromáticas y medicinales, así como
árboles frutales, recurriendo como se ha hecho desde épocas antiguas a las
variedades locales, que son las que nos ofrecen los mejores resultados. Para
obtener el máximo rendimiento de nuestro huerto no hay necesidad de usar
productos químicos sintéticos, basta con aprender a utilizar de manera óptima
los recursos de la naturaleza, como son los abonos naturales, la asociación y
rotación de cultivos y las técnicas tradicionales de control de plagas. Por otra
parte, la obra ofrece al lector un breve repaso por las recetas de cocina que
lograrán que nos deleitemos con nuestras verduras, y por las técnicas de
conservación más eficaces para que podamos aprovechar bien nuestra
producción. Una magnífica oportunidad para aprovechar y disfrutar de lo que
nos ofrece la naturaleza.
ISBN: 978-84-677-7393-4
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