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Marx compara al delincuente con otros trabajadores como el poeta o el profesor, argumentando que el delincuente "produce" delitos de la misma manera. Además, la policía y el sistema de justicia penal desarrollan capacidades humanas y nuevas formas de satisfacer necesidades. Finalmente, los delitos rompen la monotonía de la vida burguesa y estimulan las fuerzas productivas de la sociedad.
Marx compara al delincuente con otros trabajadores como el poeta o el profesor, argumentando que el delincuente "produce" delitos de la misma manera. Además, la policía y el sistema de justicia penal desarrollan capacidades humanas y nuevas formas de satisfacer necesidades. Finalmente, los delitos rompen la monotonía de la vida burguesa y estimulan las fuerzas productivas de la sociedad.
Marx compara al delincuente con otros trabajadores como el poeta o el profesor, argumentando que el delincuente "produce" delitos de la misma manera. Además, la policía y el sistema de justicia penal desarrollan capacidades humanas y nuevas formas de satisfacer necesidades. Finalmente, los delitos rompen la monotonía de la vida burguesa y estimulan las fuerzas productivas de la sociedad.
Se relató que el filósofo Karl Marx produce ideas sobre los
delincuentes y el crimen. “El delincuente produce delitos” - Karl Max. Marx al principio del texto compara algunas cosas como, por ejemplo; el poeta produce poemas, el profesor compendios, el cura sermones, etc. Asimismo, toda la policía y la administración de justicia penal: esbirros, jueces, verdugos, jurados, etc., y, a su vez, todas estas diferentes ramas de industria que representan otras tantas categorías de la división social del trabajo; desarrollan diferentes capacidades del espíritu humano, crean nuevas necesidades y nuevos modos de satisfacerlas. El delincuente produce una impresión, unas veces moral, otras veces trágica, según los casos, prestando con ello un "servicio" al movimiento de los sentimientos morales y estéticos del público. EI delincuente rompe la monotonía y el aplomo cotidiano de la vida burguesa. Impulsa con ello las fuerzas productivas. Por todas estas razones, el delincuente actúa como una de esas «compensaciones» naturales que contribuyen a restablecer el equilibrio adecuado y abren toda una perspectiva de ramas «útiles» de trabajo.