En conmemoración a los cuarenta años de democracia
ininterrumpida en nuestro país, hoy nos reunimos para concientizar y recordar que la democracia es el sistema político que elegimos para el presente y el futuro de nuestra Nación. Para poder efectivizarlo, resulta necesario tener presentes los hechos acontecidos a raíz del golpe cívico-militar, que tuvo inicio un 24 de marzo de 1976, y que permitió al terrorismo de Estado instalarse en el poder.
Fue entonces, cuando las fuerzas armadas realizaron un alzamiento,
al que autodenominaron “Proceso de Reorganización Nacional”, en el cual interrumpieron a los tres poderes estatales nacionales y provinciales, que conforman los pilares de nuestro sistema republicano, entre ellos el mandato de la entonces presidenta María Estela Martínez de Perón, quien había asumido en 1974 tras del fallecimiento de Juan Domingo Perón, quien fue su compañero de fórmula en la elecciones de 1973.
Luego de años de luchar por mantener el sistema democrático, por
medio de un decreto, en el año 1998 se dispuso que en esta fecha se trabaje el análisis crítico de lo ocurrido durante el gobierno de facto, pero fue recién el 2 de agosto de 2002, cuando el Congreso de la Nación Argentina dictó la ley 25.633, ordenando el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, con el fin de reconocer que tenemos la responsabilidad de recordar los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar, para que estos actos, que son ajenos a un Estado de Derecho y contrarios a la dignidad humana, sean juzgados y condenados, y primordialmente, para que quede instalado en la memoria colectiva, de manera tal que, sea inconcebible que se vuelvan a repetir.
Asimismo, celebrar que desde aquel 10 de diciembre de 1983, ha
sido restaurado el gobierno democrático, sistema que debe ser preservado, a sabiendas que es un legado que debemos proteger para las generaciones futuras, a fin de que se garantice la libertad y el respeto por los derechos humanos y civiles, consagrados en nuestro ordenamiento jurídico, como así también en los Tratados Internacionales que han sido firmados, para lo cual se requiere conocer y dar a conocer la Constitución Nacional, entendiendo de que, es un deber que tenemos como ciudadanos, resguardar los principios y derechos que confiere nuestra carta magna.
Sin más, invitarlos a cada uno de ustedes, a comprometerse y a
reflexionar sobre los hechos acontecidos, pero por sobre todo, que reflexionen acerca de la memoria, la verdad y la justicia, valores que deben ser trabajados día a día para poder encarar al futuro sabiendo lo que se necesita y lo que se quiere para nuestra República, y así, seguir creciendo como sociedad y como Nación.
Democracia, estado de derecho y derechos humanos en América Latina: Escenarios y perspectivas a 20 años de la aprobación de la carta democrática interamericana