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Este documento narra los eventos que llevaron a la crucifixión de Jesús, incluyendo su presentación ante Herodes y Pilatos, quienes no encontraron culpa en él pero cedieron a la presión de los sumos sacerdotes y la multitud para condenarlo a muerte en la cruz. Pilatos intentó liberarlo ofreciendo liberar a Jesús o a Barrabás, pero la multitud eligió a Barrabás, forzando a Pilatos a entregar a Jesús para ser crucificado a pesar de no encontrarlo culpable.
Este documento narra los eventos que llevaron a la crucifixión de Jesús, incluyendo su presentación ante Herodes y Pilatos, quienes no encontraron culpa en él pero cedieron a la presión de los sumos sacerdotes y la multitud para condenarlo a muerte en la cruz. Pilatos intentó liberarlo ofreciendo liberar a Jesús o a Barrabás, pero la multitud eligió a Barrabás, forzando a Pilatos a entregar a Jesús para ser crucificado a pesar de no encontrarlo culpable.
Este documento narra los eventos que llevaron a la crucifixión de Jesús, incluyendo su presentación ante Herodes y Pilatos, quienes no encontraron culpa en él pero cedieron a la presión de los sumos sacerdotes y la multitud para condenarlo a muerte en la cruz. Pilatos intentó liberarlo ofreciendo liberar a Jesús o a Barrabás, pero la multitud eligió a Barrabás, forzando a Pilatos a entregar a Jesús para ser crucificado a pesar de no encontrarlo culpable.
N. Después de haber sido presentado a Herodes, este lo envio junto a los
Sumos Sacerdotes a Pilatos, pues él era quien tenia la autoridad para condenar a Jesús. Pilatos, al no encontrar motivos para condenar a muerte a Jesús, decide castigarle azotandolo severamente y asi satisfacer los ánimos de la multitud, la misma multitud que dias antes lo recibía con ramos y alegria. Flagelado y humillado, Jesús es presentando ante las personas, con una corona de espinas sobre su cabeza pues Él era el llamado “Rey de los judios” y es imposible pensar en un rey si no lleva su corona. Vaya que era difícil complacer el apetito de los Sumos Sacerdotes por castigar a Jesús, viendo como practicamente habian dejado a Jesús echo un guiñapo, ensangrentado, golpeado, sobajado y tratado como lo peor de la sociedad, aun asi no dejaban de pedir a Pilatos: ¡CRUCIFICALO! Pilatos se negaba a condenar a aquel hombre en el que no encontraba culpa alguna para mandarlo a la muerte y, en nuevo intento, apelo a la costumbre de las fiestas de Pascua, donde le presentaba al pueblo a dos delincuentes para que eligieran a quien de ellos debía liberar. En esta ocasión fue el delincuente y homicida BARRABAS, o el llamado mesías, JESÚS. Animados por los Sumos Sacerdotes, el pueblo eligió al asesino BARRABAS. Se terminaron las opciones, Pilatos no pudo liberar a aquel hombre en el que no encontró culpa alguna, la muchedumbre se exacerbaba en gritos exigiendo solo una cosa ¡CRUCIFICALO! Y lavándose las manos, Pilatos entrego a Jesús a los Sumos Sacerdotes para que ellos decidieran como ejecutarlo. Su conciencia no cargaría con la muerte de un hombre inocente.