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Ese día me levante con un presentimiento peculiar, aun sabiendo que iba a ser una

mierda de nuevo este año con Marc en mi curso. Pero no era eso, era algo diferente,
como si algo estuviera por ocurrir… ¿Quizás lo estoy imaginando?
(….)
“¡Hermano! ¿Ya te levantaste?” Grita una voz chillona desde el primer piso
Sebastián despierta de sus pensamientos y baja las escaleras rápidamente, en la
cocina se encuentra con su pequeña hermana Matilde: “¿Mama ya se fue a trabajar?”
exclama Sebastián mientras comienza acomodarse un delantal bordado con flores
“¡Si, mama siempre es puntual!” Dice Matilde sentada en el mesón y continua:
“¿Hermano cuando voy a poder utilizar la cocina por mí misma? Estoy cansada de
siempre tener que esperarte” dice Matilde quejándose y haciendo muecas
Sebastián ya con su mirada en la cocina prendiendo los fogones, responde: “La cocina
es demasiado peligrosa, olvídate de eso”
“Haaah…¿Por qué tú y mama son siempre tan sobreprotectores? ¡No soy una niña,
ya tengo siete años!”
“Si, si, si toma tu omelette y coma ya, que va a llegar tarde al primer día de escuela.
Señorita”
“Ok señor hermano ¡Pero, hoy también es tu primer día, comamos juntos para
celebrar¡”
“Claro, que emoción…” dice Sebastián apartando la mirada, tratando de no arruinar
los ánimos de su hermana con sus propios problemas
Ambos hermanos disfrutan de su desayuno. Este uno de los momentos favoritos de
Sebastián donde puede relajarse y ver los cachetes rosados de su hermana
llenándose de comida y hablando alegremente
“Me pregunto a quién saliste tan habladora, Mati” dice Sebastián viendo tiernamente a
su hermana
Matilde aun con comida es su boca, responde: “Por supuesto que salí a papa”
“Mama siempre dice eso, que yo me parezco en la personalidad y tú te pareces en la
apariencia”
“¿Era así? Ya ha pasado varios años desde la muerte de papa, no puedo recordarlo
claramente…” dice Sebastián con cierta pesadumbre en su voz
“Yo también…me pregunto ¿Por qué mama no tiene ninguna foto de papa en toda la
casa?”
Sebastián especula al respecto, sabiendo que su madre con frecuencia invade el
tema: “Quizás no se siente bien al mirarlas, puede sentir tristeza o nostalgia”
“Oh…!no quiero que mama se sienta así¡”
“Yo igual, así que tratemos de hablar de eso delante de ella ¿Si?”
“¡Esta bien¡ pero no tienes que preocuparte de eso hermano…¡Yo si recuerdo un
poco, Papa es muy guapo, rubio y con ojos azules!”
“Si, papa era muy genial” agrega Sebastián, bajando la mirada y jugando un poco con
la comida
(…)
“! Adiós hermanito ¡”
Sebastián ofrece una sonrisa mientras despide a su hermana. Y se devuelve para
continuar con su camino. En ese momento su implante cambia y no puede evitar
perderse nuevamente en sus pensamientos
«¿Esta vez será igual? ¿O Marc ya se aburrirá de mí y me dejara? No lo sé…no
puedo predecirlo, desde el principio no he entendido sus acciones. Lo bueno es que
solo debo esperar dos años para graduarme y podre escapar»
Mientras Sebastián continua caminando pasa por una gran vitrina de una tienda de
ropa y no puede evitar pensar: «Tal vez sea por mi aspecto…Siendo sincero, a
primera vista luzco con una presa ideal para el bullying. Grandes gafas y contextura
lamentable »

Sebastián se examina por un breve momento: «Realmente me veo como un nerd…»


hasta que una señora entra a la vitrina para acomodar los maniquíes
Sebastián devuelve su mirada y continua caminando, el ánimo de Sebastián se
oscurece y piensa en lo ocurrido esa mañana: «Te equivocas Mati…yo no me parezco
en nada a papa, en absoluto»
(…)
“Buenos días Sebastián ¡temprano como siempre¡” saluda una chica de cabello
plateado desde su asiento, al ver a Sebastián entrar al aula
“Angeláis, Buenos días” Sebastián inmediata devuelve el saludo y mientras se sienta
atrás de la chica de encantadora apariencia, exclama: “Tu eres siempre eres la que
esta temprano ¿Cómo lo haces?”
“Es un s-e-c-r-e-t-o” responde Angeláis de forma juguetona
“Si como no ‘secreto’ es seguro que te trae todos los días tu chofer privado. Es solo
que no quieres sonar presumida” responde Sebastián burlándose de su amiga
“¡oye yo no necesito un chofer! Yo puedo llegar sola temprano por mí misma”
“Dudo que avances a caminar una cuadra hahaha”
“¡Hah¡ ¿Quién te crees que soy? ¡YO ANTES ERA CAMPEONA!”
“Si claro, CAMPEONA DE LAS FLOJAS hahaha”
“¡Oye¡”
Así es, Sebastián no estudia en cualquier colegio. El asiste al prestigioso instituto Otón
conocido en todo el país por su enseñanza de calidad y obviamente por sus altas
mensualidades. En el encontraras hijos de ricos y de grandes empresarios, no piensen
en que Sebastián entro a este instituto de la forma habitual, su familia no está ni cerca
de ser adinerada. Él solo fue admitido por sus altas calificaciones como un becado por
excelencia, además del enorme esfuerzo que hizo su madre para persuadir a los
directivos…
No mucho después, los demás alumnos comenzaron a llegar
(…)
De repente ese extraño sentimiento volvió a mí, como un rayo. Me pregunte
seriamente que si tal vez estaba enfermo. Pero en ese momento de alguna manera lo
supe…
Lo que yo sentí en la mañana y ahora, era un presentimiento de que algo malo iba a
ocurrir ¿Pero, por que lo sentí al verla por primera vez?
“Hola a todos mi nombre es Julieta, espero llevarme bien con todos ustedes” exclama
una chica con una peculiar expresión de cabello pelinegro desordenado
Y en un solo instante, sin que me diera cuenta, ella ya se encontrando pasando por mi
lado y nuestros ojos inevitablemente se encontraron
Aun cuando mis instintitos gritaban ‘PELIGRO’ no podía apartar la mirada, lo podía
ver…a pesar de su apariencia desaliñada, ella era una persona hermosa. Mi miedo se
mezcló con sus hipnotizantés ojos rubíes y lo único que trate de hacer era de
mantener mi compostura en esos eternos segundos
Pero examinándolo bien, creo que esta no es la única vez que sentí un sentimiento
similar, pasó lo mismo con Marc la primera vez…pero no fue tan intenso como lo que
está ocurriendo ahora «¿Hay algo en común con Marc y esta nueva chica?»
Con todo el desorden en mi cabeza aun mantenía el contacto visual, hasta que ella
me sonrió...pero no de una manera amigable, sino de una forma que hizo que todo mi
cuerpo se estremeciera, casi de inmediato mi mirada se bajó hacia el escritorio y
sentía como un sudor frio caía por mi cuello…
«¡¿QUIEN RAYOS ES ESTA CHICA?¡ »

Dialogos: “-“
Pensamientos: «-»
Momento transcurrido: (…)

«!¡»

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