La competencia comunicativa se refiere a la capacidad de una persona

para comunicarse efectivamente en diferentes contextos, es decir, no sólo

conoce y utiliza correctamente el lenguaje, sino que también comprende
y utiliza los aspectos pragmáticos, sociales y culturales de la
comunicación.

La aplicación de la competencia comunicativa es muy importante en

diferentes contextos, tanto personales como profesionales, ya que una
comunicación efectiva puede mejorar las relaciones interpersonales, el
rendimiento laboral y la resolución de conflictos.

Por ejemplo, en el ámbito laboral, la competencia comunicativa es

fundamental para el trabajo en equipo, las negociaciones y la atención al
cliente. En la educación, la competencia comunicativa es esencial para la
enseñanza y el aprendizaje, ya que los estudiantes necesitan comprender
y utilizar el lenguaje de manera efectiva para participar en clase y
comprender los conceptos.

En resumen, la competencia comunicativa es una habilidad esencial en

nuestra vida cotidiana, ya que nos permite comunicarnos efectivamente y
comprender las situaciones en diferentes contextos. Su aplicación en los
diversos contextos puede tener un impacto positivo en la interacción
social, la educación y el trabajo.