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Gracias a los que fueron enviando comentarios.

Me voy a detener sobre el del Mariano, porque


brinda aspectos que no aparecieron hasta ahora. Trataré de ir en orden sobre algunos puntos.
En primer lugar, en relación al libro de Grupo Oblomoff. También asistí a la presentación del libro
y participé del debate que le siguió. La postura "radical" fue analizada en el marco del panorama
local, tarea que se vio enriquecida por las miradas de los asistentes: gente ligada de diversa
manera al sistema científico, pero no todos pertenecientes a él. Y obviamente, las contradicciones
en el hacer cotidiano no tardaron en aparecer. Pensándolo ahora, creo que el texto que estamos
haciendo circular recupera en parte el espíritu de lo que fue la presentación del libro en Rosario,
sobre todo, del debate.
En relación a lo que sigue, sobre "la intención de mejorar las instituciones", creo que no está
presente en el texto sobre política científica que estamos compartiendo. Pero lo voy a releer para
ver si se puede ver eso entre líneas, no sería bueno que tenga esa interpretación.
La caracterización de los científicos como aquellos a quienes el progresismo situó en un trono
divino, creo que es incompleta. En el mail anterior hice algunas intervenciones al respecto. Esta
diferencia en la caracterización sin duda repercute en diferentes miradas acerca del texto que
escribimos con Guille. Así que está bueno ver cómo se entiende desde diferentes miradas.
Comparto, obviamente, la visión de que la ciencia busca "particionar la realidad para
comprenderla y dominarla" (no sé si estaremos pensando lo mismo al decir "dominación", pero en
fin...). Alerto sobre no hacer lo mismo con nuestro análisis de determinadas situaciones.
Comprender el sistema científico actual sólo en términos epistemológicos del hacer científico o
tomando como ejemplo la realidad zapatista, creo que nos reduce a eso que cuestionamos en
otros sectores. Justamente en el texto buscamos marcar las simplificaciones en las que a veces se
cae para interpretar situaciones que son más complejas.
En relación al conflicto de diciembre pasado en CONICET: Mariano, la masa de trabajadores no ve
como un triunfo el arreglo conseguido. Esa fue una visión casi exclusiva del Partido Obrero a través
de JCP (Jóvenes Científicos Precarizados) y generó muchos malestares entre quienes tratamos de
dar discusiones más profundas. Sin embargo, eso que pasó en diciembre motivó encuentros,
discusiones, ideas. Quizás no a nivel de masa, pero sí en las pequeñas comunidades de quienes
transitamos estos espacios. Sigo. La intención del texto no es reivindicar al recorte presupuestario
como un monstruo, si no caracterizarlo en el marco de la coyuntura actual, ayudados por la
película (como estrategia para desarrollar el tono del que ya hablé en el correo anterior). Voy a
leer el texto nuevamente para buscar si esto se percibe así, para corregirlo.
Sobre la pregunta de si podemos pensar una ciencia indisoluble de la comunidad, creo que ya la
tenemos. La ciencia es la expresión de nuestra cultura; y el sistema actual, consecuencia del
mercado que todo lo reina. Creo que a ninguno nos falta el coraje de pensar unaciencia por fuera
de las instituciones, creo que lo que nos falta es tener una propuesta. Una que no sea de unos
pocos (de los iluminados que vean el nuevo camino). Si no, estamos en la misma que ahora.
En relación al carácter del documento, la pregunta de Mariano me parece válida. Buscamos
"hablar con" y "hablar". Yo prefiero "hablar con". Por ejemplo: de nada hubiera servido el esfuerzo
de Mariano en enviar el correo al que estoy respondiendo si no me hubiera sentido interpelada, o
si él no viera esta devolución. En nuestra idea de comunidad, creo que es primordial poder hablar
con otros (afines yno). Escuchar. Es mi opinión.
Coincido con Guille, si hay acuerdo de suspender la publicación del texto, no hay problema.
Un fuerte abrazo, Andre

Texto de política científica


...recibido Mariano los comentarios...también leí el libro (del cual hay mucho que sí me gustó y
mucho que realmente no me gustó, me pareció una mirada muy europea y con algunos errores
importantes) y acuerdo con mucho de lo que decís..el objetivo del texto en cuestión era mucho
más modesto que poner toda la carne en el asador, era tratar de buscar abrir un debate que lo
han cerrado, sólo eso...no se hace una critica radical porque el texto busca otra cosa...busca abrir,
busca que el receptor se abra...estamos pensando (también) en estrategias, es cierto, no en decir
todo lo que pensamos al respecto....no estamos discutiendo todo lo que pensamos del tema sino
de cómo logramos nuestros objetivos, ...si hay acuerdo con Mariano no hay problema de bajar el
texto,
saludos Guillermo

Texto de política científica

Amigos,
Coincido con los compañeros en el diagnóstico-visibilización sobre el empobrecimiento
(metabolizado, aprehendido y sostenido por los zombies, e intencionado y promovido por los
perversos) de la discusión sobre la realidad del sistema científico en la Argentina, que no escapa al
empobrecimiento generalizado con que se abordan otros temas: el lugar común de buscar
responsables-culpables individuales, la reducción cuantitativa, que como paradoja, forma parte
del paradigma científico actual.
Les cuento que a finales de 2016 se presentó en Rosario un libro provocador: Un futuro sin
porvenir: por qué no hay que salvar la investigación científica, del Grupo Oblomoff (adjunto el
prefacio para indagar en la visión propuesta, fundamentalmente en el prólogo a la edición
argentina). Sin dudas, una consigna tan políticamente incorrecta como necesaria de ser puesta en
consideración. Con espíritu crítico, las siguientes líneas intentan ofrecer mi mirada sobre lo que
leo en el texto "Política científica y un monstruo coreano" como un todo conceptual y llamar a
reflexionar sobre algunos de los aspectos que allí convergen.
Pienso que el documento evita una crítica radical. Parece promover un cambio en el sistema
científico para recuperar una institución que responda a las necesidades de las comunidades.
Venimos sintonizando desde hace tiempo con los escritos y acciones en la denominada revolución
integral (Félix Rodrigo Mora, Carlos Taibo, Ivan Illich, Gustavo Esteva y otros), sobre la necesidad
de repensar y construir comunidades convivenciales, libertarias, autogestivas, autónomas. ¿Es
realmente nuestro horizonte mejorar las instituciones? Creo que esta idea reparadora refuerza el
sistema actual, lo reeduca, lo ayuda modificarse para subsistir.
En esta época particular, en que la derecha es blanco fácil (pegarle no tiene costo político y atrae
el aplauso idiota), la pseudo-revolución antiderecha es la tentación de la militancia vacía. Se trata
por lo tanto de develar las atrocidades de un pensamiento progresista de origen, que hoy engloba
a derechas e izquierdas (individualista casi siempre y corporativo cuando conviene) y que es el que
mejor caracteriza al sistema científico. Y probablemente intensificado, porque tratamos con
fuertes egos que pasaron de ser mandados a lavar platos por el impresentable de Cavallo, al trono
divino en que los situó el progresismo (los ataques por derecha al sistema científico sólo atraen a
un puñado de adeptos)... ¿y ahora, cómo los bajás del pedestal, desde donde se presentan ante el
pueblo (y el pueblo, devenido en consumidor, compra extasiado) como salvadores de la
humanidad, en muchos casos convencidos de tal empresa y en otras para miserablemente
sostener su lugarcito en el sistema?
Convivimos con una ciencia que "ocurre" en los laboratorios, bajo una mirada analítica que
particiona la realidad para comprenderla y dominarla, y que luego propone el abordaje
multidisciplinario (una vez que la partió en pedacitos, pretende reconstruirla haciendo dialogar a
los pedazos). Convivimos con una ciencia hecha por profesionales, que se empeñan en defender
las instituciones que les dan cobijo.
Veo la necesidad de ser duros con lo que entendemos fundamental. Y ser duros no significa ser
agresivos, sino provocar, llamar a la reflexión profunda, al pronunciamiento, sin dejar de marcar
las verdaderas responsabilidades, que en el sistema científico se reparte en diferente medida
entre directivos, investigadores, personal técnico, administrativos y becarios, pero que descansa
en un pensar social compartido.
La misma masa de trabajadores de ciencia que se "rebela" es la que festeja como triunfo el arreglo
conseguido en Diciembre de 2016: ¿se reclama la incorporación de aquellos recomendados que
pasaron las instancias de evaluación, cuando hasta hace 15 minutos se cuestionaban los métodos
de evaluación por considerarlos colonizantes?
Pienso también que el texto deja entrever una aceptación sin discusión de un presupuesto que
sostenga una estructura de investigación científica... ¿por qué? ¿Por qué es un monstruo el
recorte presupuestario? ¿Ataca a la ciencia o al empleo en el sistema científico? Porque si el tema
es defender puestos de trabajo, creo entonces que el texto y la discusión deberán ser otros.
Me hace ruido también esto de "pensar la relación entre ciencia y sociedad", como si fueran cosas
diferentes. Tal vez en este mundo lo sean. ¿Podemos pensar en una ciencia indisoluble de la
comunidad, en una ciencia desde la comunidad?
En un sistema que mayoritariamente "produce" tecnociencia directa (artefactos) y pensamiento
tecnocientífico (metodología y conducta), y por ende que sus líneas de investigación estén
orientadas en ese paradigma y sustentadas en presupuestos específicos, sólo quedarían algunas
pocas de las líneas de investigación actuales (tal vez en formato autogestivo) sise volviera
genuinamente a la pregunta por la necesidad de las comunidades desde el seno de las mismas. Si
habrá algún día una ciencia nueva, ésta deberá construirse comunitariamente, al margen de toda
institucionalización moderna, recuperando su liga original con el misterio, el asombro y la
espiritualidad. Así será un modo diferente de reconocernos mundo y surgirá como un saber más,
que convivirá con los demás sin privilegios ni concesiones. Y sin su carácter moderno de expansión
y lógica de control. Pero... ¿tenemos el coraje de pensar una ciencia fuera del marco institucional?
Lamentablemente no nos hemos dado como grupo un espacio para "socializar" (al decir de Adolfo
Boy) la experiencia que vivimos en México.
Allí, la insurgencia crea una nueva universidad que por una parte (San Cristóbal de las Casas) es
una escuela de artes y oficios (los que la misma comunidad define como necesarios para transitar
su convivencialidad) y por otra (Oaxaca), un espacio de aprendizaje autónomo, donde no hay
títulos ni currículas específicas y donde el investigar-conversar está integrado a la formación. La
Universidad de la Tierra es en gran medida el aporte de aquellos científicos disidentes que,
formados en la "universidad pública", imaginaron un mundo radicalmente diferente, trabajando
junto a otros para darle forma y materialidad a la idea primigenia.
Pensé también (antes de la última versión) sobre la cuestión de ¿a quién va dirigido este texto? En
la aclaración de Andrea sobre el carácter del mismo va un poco este tema. Puedo entender
(aunque no comparta), que si el texto está dirigido a trabajadores del sistema científico, tenga un
tono prudente, que evita poner de manifiesto las miserias y complicidades de todos los actores,
así como la inmersión del sistema científico en una lógica tecno-capitalista. Parece un texto para
acercar, cuidándose de una crítica fuerte. Si hablamos al común, al pueblo, creo que falta peso en
la crítica y la chance de generar algunos interrogantes. Creo que el grupo tiene que hablarle al
común.
De no dar por sentado la necesidad de instituciones científicas (como de ninguna otra institución
moderna). Y planteo otra pregunta para abrir debate... ¿desde el GRR, construimos documentos
"para ir a hablar con", o para hacer pública nuestra mirada sobre lo complejo? ¿No nos es posible
sentarnos a dialogar con otros desde nuestra mirada crítica, abriéndola al conversar?
Una discusión profunda sobre una revolución integral necesita como condición fundamental poder
criticarnos a nosotros mismos en la tarea diaria, para cuestionarla, para preguntarnos por el
sentido.
Para encontrar lo que haya que encontrar. Y con lo encontrado, aventurarse a una construcción
genuina. Imagino un mensaje de revolución, donde pongamos en evidencia que lo alarmante no es
la situación de la investigación sino el paradigma que nos sigue llevando puestos, marcando los
propios límites inclusive cuando pensamos en cambios.
Por todo lo expuesto, y dada la complejidad y las múltiples aristas que tiñen la situación, que
entiendo deben ser puestas en debate, sugiero tomar este documento en estado de construcción
como inicio de una discusión plural al interior del grupo antes de su lanzamiento público, para así
explorar la posibilidad de bucear en algunas cuestiones de base y sí luego exteriorizar un
pensamiento común que en todo caso nos enriquezca con las diferencias.
Saludos, Mariano
Nota al pie: luego de planteado lo que a mí entender es la discusión primordial, van algunas
consideraciones en lo estrictamente concerniente al documento:  
1) Escrito en la manera que está escrito, se corre el riesgo de imponer ser a la película lo que uno
ve en ella. Por ahí podría modificarse levemente para salvar esta situación.
2) Esbozaría tal vez un análisis de la película menos detallado, porque en la medida en que se
define con mayor precisión, la analogía se debilita (ej: en la película, el monstruo es "consecuencia
de una praxis irresponsable", mientras que el recorte presupuestario no lo es. Noto además alguna
ambigüedad con el tema del monstruo, personificando a veces al recorte (párrafo VI) y otras al
escenario completo (V, "... desnaturalizar al monstruo")
3) No "necesitamos" del cine... pero el cine sí puede ayudarnos a pensar la situación.

Texto de política científica


El 2017-02-08 20:08, Andrea Ceretani
anceretani@yahoo.com

[GRRactivistas] escribió:
Buenas...
En primer lugar, gracias a todos los que se tomaron el tiempo de leer el texto y enviar sus
comentarios. Todas las intervenciones enriquecieron la mirada y algunas quedaron plasmadas en
la nueva versión que estamos enviando acá. Esperamos que sientan que sus aportes fueron
incorporados.

Así que aquí va el documento para una nueva ronda de intercambios.


A partir del que ya tuvimos, con Guille nos quedamos pensando en que quizás no estaba claro el
carácter que intentamos darle al documento.
Aprovechamos para hacerlo ahora, poniéndolo a consideración de todos.
Esencialmente, lo que motivó el texto fue señalar que *hay algo de lo que no se está hablando* y
no *hablar de eso de lo que no se está hablando*. Cuestiones relativas a la política en general y a
la política científica en particular fueron, por esta razón, tratadas de manera tangencial a través
de ejemplos. Y esta motivación encuentra su fundamento en el transitar cotidiano por ámbitos
vinculados a CONICET, donde hoy por hoy se reduce casi todo el sistema científico. Buscamos
poder dialogar con el lector porque entendemos que este puede ser un año clave para articular
con organizaciones o personas, para poder dar las discusiones que se eluden ante la urgencia de
enfrentar ajustes presupuestarios. Y de darlas hacia adentro del sistema. Vemos que de a poco se
van acomodando los actores en los conflictos que movilizaron al sector científico desde el cambio
de gobierno (antes, prácticamente reinaba el silencio). Y que las actividades que fuimos
impulsando el año pasado nos fueron encontrando con gente
afín (Rosario, Córdoba, Buenos Aires).
Aprovechamos para contarles que el sábado pasado se desarrolló frente al Mincyt el II Plenario
Nacional de CyT, del cual participamos con Guille.
Nos dejó pensando más de una cuestión. Sorprende, por ejemplo, la ausencia de discursos y
acciones que trasciendan la mera adaptación a las lógicas impuestas. Por ejemplo, es casi
novedoso hacer una crítica al Plan 2020 (algunos lo sostienen como estrategia política, pero
muchos otros lo hacen convencidos de que representa *la verdad* de lo que es un sistema de
ciencia). O señalar que el sistema científico no se reduce a CONICET.
Al mismo tiempo, quienes no participan de estos espacios de organización, están callados. En este
punto estamos. A la convivencia entre quienes promueven una ciencia empresarial y aquellos que
se consideran "neutros" dentro del sistema de ciencia, parece que se le suma un nuevo actor:
aquel que *sólo* se considera un trabajador. Poco parece importar de qué. Y encima, parece ser
un trabajador desorganizado y bastante ingenuo.
Emerge públicamente ahora el complemento del cual necesitó el modelo científico kirchnerista
para instalarse: los empleados de la fábrica en la que se convirtió el sistema científico. Fábrica no
sólo de desarrollos tecnológicos, de patentes o papers, si no también de consumidores que ahora
buscan hacerse oir para mantener sus privilegios, usufructuando muchas veces de la legitimidad
que parece darles el pertenecer a instituciones de ciencia.
Finalmente, creemos que las intervenciones que fuimos recibiendo pueden motivar otros escritos,
donde profundicemos sobre algún aspecto en particular.
Les pido por favor a los que envíen comentarios que los hagan circular en activistas, que estamos
todos. Guille tuvo la amabilidad de reenviarme todos los correos que no me llegaron. Evitémosle
esa molestia
nuevamente.
Un fuerte abrazo,
Andre
Me parece muy buenas las correcciones/agregados, solo podría decir que debido a quienes va
dirigido en particular a la ¿comunidad cientifica? está bastante completo y le agregaría un epílogo
con lo ultimo que agrega Andrea: "es casi novedoso hacer una crítica al Plan 2020(alguno lo
sostienen como estrategia política, pero muchos otros lo hacen convencidos de que representa *la
verdad* de lo que es un sistema de ciencia). O señalar que el sistema científico no se reduce a
CONICET. Al mismo tiempo, quienes no participan de estos espacios deorganización, están
callados. En este punto estamos. A la convivencia entre quienes promueven una ciencia
empresarial y aquellos que se consideran "neutros" dentro del sistema de ciencia, parece que se le
suma un nuevo actor: aquel que *sólo* se considera un trabajador. Poco parece importar de qué.
Y encima, parece ser un trabajador desorganizado y bastante ingenuo. Emerge públicamente
ahora el complemento del cual necesitó el modelo científico kirchnerista para instalarse: los
empleados de la fábrica en la que se convirtió el sistema científico.
Fábrica no sólo de desarrollos tecnológicos, de patentes o papers, si no también de consumidores
que ahora buscan hacerse oír para mantener sus privilegios, usufructuando muchas veces de la
legitimidad que parece darles el pertenecer a instituciones de ciencia. "Bajo esta mirada seria para
reflexionar en la trampa que los trabajadores de los ámbitos de la educación y la investigación
estamos inmersos con la cuestión del salario, ya que cada ¿paritaria? O presupuesto anual, se
corre el eje de discusión solo a lo monetario. Y se comprende que un docente o investigador
debería tener un sueldo digno que le permita ahorrar (¿se puede hablar de ahorro en estos
tiempos) y tener el tiempo necesario para la labor que realiza sin hacer malabares para llegar a fin
de mes, o no tener varios cursos con todo lo que ello implica (planificar, leer, tener en cuenta
realidades, tener reuniones, capacitarse, etc), si bien el sistema educativo tiene diferentes niveles
y realidades no se excluye del ámbito de la investigación la cuestión full time de explotación que se
instalo hace un tiempo atrás, y ni hablar de las precariedades de los cargos con menor carga entre
los docentes e investigadores, con presupuestos a la medida de los intereses de turno, ya que no
es lo mismo el presupuestos de física y matemáticas que el de filosofía y humanidades, con
recursos muy diferenciados según las ramas de investigación, básicamente hay muy poco
presupuestos desde hace décadas para el desarrollo del pensamiento critico y reflexivo, y solo fue
puesto en cuestion por gente distanciada de los partidos tradicionales, en donde las agrupaciones
kirchneristas y filo-kirchnerista rompían asambleas y tomas de facultades aduciendo no poner
palos en las ruedas, y se regodeaban con cada acción asistencialista vinculando con practicas
profesionales a los jóvenes que se recibían con acciones bienintencionadas pare funcionales al
sistema y al modelo. Lo que quiero decir, es que hay miles de falencias en los ámbitos
institucionalizados del saber, pero nos entretienen o nos hacen pelear solo por el salario (que no
es menor) pero que nos rodean un sinnúmero de procesos y cuestiones que las dejamos pasar o
no las vemos, en el caso de la investigación por mas que allá cátedras y conferencias o papers que
hablen sobre el ¿para que del conocimiento?; ¿para quienes?; ¿por donde?; ¿que es el saber?; etc.
Aun no se responden y cada facultad o ámbito de conocimiento pelea solo por su islita de
recursos que serán distribuidos según los requerimientosdel mercado o los intereses personales
de quienes administran...
Abrazo!
Pablo

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