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Julio César nació el 12 de julio del año 100 antes de Cristo, en Roma. Su padre era Cayo
Julio César, un político romano, y su madre fue
Aurelia Cota, una dama de la nobleza.
Sila apareció en el poder y se convirtió en dictador y en su enemigo, así que Julio César
tuvo que exiliarse a Asia, donde fue perseguido y se le puso precio a su cabeza. Sila murió,
y César regresó a Roma en el año 78 antes de Cristo. Había adquirido mucha experiencia
en negocios públicos, y pensó que una vez Sila había muerto, él tendría una oportunidad
para hacerse con el poder, pero se equivocó.
No consiguió ningún cargo importante, así que viajó a Rodas para completar sus estudios
políticos y regresó a Roma en el 73 a.C. después de haber recibido importantes lecciones
de oratoria.
Ayudó a Cleopatra a ser reina, terminó con las rebeliones de Asia Menor, eliminó el
sistema corrupto de impuestos y amplió la ciudadanía romana.
Su esposa murió y se casó con Calpurnia, con la que no tuvo ningún hijo varón que le
sucediera en el trono. En su testamento puso como heredero a su sobrino Octavio, que sería
el siguiente emperador de Roma. César murió en el año 44 a.C. asesinado por un grupo de
senadores que conspiraron contra él para acabar con su dictadura.
NERÓN
(Lucio Domitio Claudio Nerón; Anzio, Lacio, 37 - Roma, 68) Emperador romano, último
de la dinastía Julio-Claudia. Era hijo del primer matrimonio de la segunda mujer del
emperador Claudio, Agripina la Joven y, por tanto,
tataranieto de Augusto.
Tras cinco primeros años de reinado bastante tranquilos, recordados más tarde como uno
de los mejores periodos de la historia romana (en los cuales se estableció el protectorado
romano sobre Armenia), el emperador empezó a convertirse en un tirano sin escrúpulos,
interesado tan sólo por gozar de los placeres de la vida y de la belleza, bajo la influencia de
su caprichosa amante Popea (que obligó a Nerón a divorciarse de Octavia y a asesinarla en
el 62, para casarse con ella misma). También hizo asesinar a Burro (62) y le sustituyó por
su favorito Tigelino.
Una conjura organizada por Pisón para derrocarle fue descubierta y castigada (65); como
represalia, Nerón ordenó suicidarse, entre otros, a sus antiguos amigos Séneca y Petronio.
Tres años después se rebelaban contra él los gobernadores de las Galias (Julio Vindex), la
Hispania Citerior (Galba) y Lusitania (Otón); la rebelión halló eco en el Senado, que
acordó deponer al emperador en el 68. Nerón se hizo matar por su secretario cuando iba a
ser arrestado, dando paso a un año de confusión en el que pugnaron por el poder cuatro
emperadores (Galba, Vitelio, Otón y Vespasiano).
ROMULO AUGUSTO
En aquella época era común que los recién nacidos fuesen bautizados con nombres de gran
significado, y si éste era aristocrático, mucho mejor. Es por esta razón que Rómulo fue
llamado así por su abuelo materno, quien fue un conde de Poetovio, una ciudad eslovena.
Por su parte, el apellido Augusto era simplemente establecido por el cognomen, un
sustantivo propio que especificaba el tipo de familia a la que pertenecía.
En su camino de regreso a Italia, Flavio Orestes decidió hacerse con Rávena, la capital del
Imperio Romano. Al notar la sublevación del militar y político, el emperador Julio Nepote
no tuvo otra opción que dirigirse a Dalmacia, donde se refugió en el gobierno de su tío. Por
su parte, Orestes no quiso asumir el mandato de tan elemental zona, y decidió hacer algo
mejor: nombró a su hijo como emperador.
Dos de ellos fueron Basilisco y Zenón, generales que ansiaban con gran determinación
poder ocupar el puesto que había obtenido Rómulo Augusto por el golpe perpetrado por su
padre. Flavio Zenón se desempeñaba en ese tiempo como principal cabeza del Imperio de
Occidente, mientras que Flavio Basilisco estaba al mando del Imperio Bizantino.
Rómulo Augusto, como era de esperar, no tuvo la capacidad de dirigir el Imperio Romano
de Occidente con sus propias decisiones, por lo que era Flavio Orestes, su padre, quien se
encargaba de ello. Por su parte, las ciudades de Rávena, la Galia, Roma y Milán ya habían
creado monedas con el nombre del nuevo emperador, lo que le otorgaba un grado de
legalidad y aceptación al menos entre la población italiana.
FIN DEL IMPERIO ROMANO: Después de apenas unos meses en el mandato, las
tribus germánicas habitantes de las tierras italianas tenían un deseo que hacerle al nuevo
emperador: querían tomar posesión de una tercera parte del territorio mencionado para
formar parte de los federados. Este tipo de población era la que no tenía una ciudadanía
romana legal, pero que podía servir para cualquier eventualidad que pudiera presentarse en
contra de Roma.
A pesar de que Odoacro (el jefe al mando de las tribus) había hecho el pedimento con paz,
Flavio Orestes denegó la solicitud sin derecho a hablar nuevamente sobre el tema. Los
germánicos siguieron las instrucciones de Odoacro y se pusieron en marcha para capturar a
Orestes, quien no se había percatado del peligro que corría después de su decisión.
En Rávena ya se había activado una alerta para proteger a Rómulo Augusto, pero Odoacro
pedía que entregara el poder si no quería correr con la misma suerte que su padre. Una vez
estando en Rávena, el emperador tuvo que abdicar su cargo en el Imperio Romano de
Occidente, acción sucedida el 4 de septiembre de 476 y celebrada por las tribus y por los
que nunca llegaron a simpatizar con Rómulo Augusto.
Nació el 23 de septiembre del año 63 antes de Cristo en Roma, en el seno de una familia
rica y acomodada; su padre era pretor de Macedonia y su madre era sobrina-nieta de Julio
César. Tras su nacimiento tuvo que
trasladarse a la localidad de donde era
originario su padre, Velletri. Durante su
juventud mostró grandes aptitudes para la
política y el ejército, por lo que Julio César
decidió adoptarle en el año 45 antes de Cristo
y le convirtió en su heredero.
Tuvo que luchar contra Marco Antonio para obtener el poder. Para ello contó con el apoyo
de Cicerón, los republicanos del Senado y los grandes financieros, gracias a los cuales
pudo costearse un ejército propio. Tras derrotar a Marco Antonio, volvió a Roma y exigió
al Senado que le nombrasen cónsul, pero debido a su edad, apenas 20 años, su petición fue
denegada. Debido a este rechazo, marchó sobre Roma para tomar el poder. Lo hizo sin que
se produjera combate alguno, ya que todas las tropas, incluidas las que se enviaron contra
él, le apoyaron.
Poco después, Marco Antonio había caído bajo las redes de la reina de Egipto, Cleopatra,
de quien se había enamorado. Ésta gobernaba con una política más típicamente oriental, lo
que no gustó nada a Augusto, pues iba en contra de los intereses romanos. Debido a ello, le
declaró la guerra a Cleopatra en el año 32 antes de Cristo.
Un año más tarde saldría victorioso de la batalla de Accio, tras la cual consiguió entrar en
Alejandría. Poco después, y viendo su derrota, Marco Antonio y Cleopatra se suicidaron.
Egipto se convirtió en una provincia romana, lo que otorgó a Octavio el control de toda la
zona mediterránea.
Una vez regresó a Roma, decidió cambiar la forma de gobierno. Trasformó la República en
un sistema político más parecido a un Imperio, en el que el poder se dividía en el Senado y
el pueblo, por un lado, y el emperador y su casa por otro. Entre sus medidas, estaba la de
renovarse a sí mismo el título de cónsul, además de otorgarse nuevos títulos para aumentar
su poder, como Princeps senatus; Augustus, con un trasfondo divino; Imperator
Proconsulare en algunos de los territorios para tener poder militar; Tributo Vitalicio,
Cónsul Vitalicio, Prefecto de las costumbres, Gran Pontífice y finalmente Padre de la
Patria. Rechazó su divinización en vida, pero hizo instaurar el culto al emperador por parte
de todos los habitantes.
Una de sus principales misiones fuer mejorar la economía y estabilidad de Roma, que se
veía amenazada por la gran extensión de los territorios. Para ello, reformó las instituciones
y las adaptó a las necesidades del imperio, creando el Consejo del Príncipe, del que
formaron parte personas que contaban con el favor del emperador, como Agripa.
También dividió las provincias en dos tipos de territorio; el primero, las senatoriales, con el
fin de que fueran gobernadas por una persona nombrada por parte del Senado; por otro
lado, estaban las imperiales, que serían gobernadas por el propio emperador. Asimismo,
reorganizó el sistema fiscal, instaurando una gestión directa y menos agresiva. Favoreció a
los pertenecientes a la orden ecuestre de la que provenía en lugar de a la aristocracia
procedente del Senado.
También aseguró las fronteras del extenso territorio de los constantes enfrentamientos con
los partos y los germanos, además de seguir expandiendo el imperio por la parte oriental.
Debido a su falta de hijos, adoptó a Tiberio como su sucesor.
El resto de gobernadores del imperio nunca estuvieron de acuerdo con esta decisión y
trataron de quitarle el título, así que, ante tal amenaza, Constantino reforzó su poder en los
territorios que gobernaba y se dispuso a conquistar su propio imperio. Primero derrocó a
Maximiano, después al hijo de Maximiano, llamado Majencio, quien era su principal
enemigo respecto al control del territorio. Así logró hacerse con el control del imperio de
Occidente como único gobernador, y había pactado una alianza de paz con el gobernador
del imperio de Oriente, Licinio. El senado reconoció a Constantino como único y máximo
dirigente del imperio romano de Occidente.
Constantino estableció entonces el derecho al libre culto en su imperio, por tanto, los
cristianos dejaron de ser perseguidos y los sacerdotes pasaron a ser de gran importancia y a
poder participar en las actividades del senado romano y en la toma de decisiones, además
de administrar el imperio. Fue el primer emperador romano cristiano. Años más tarde
Constantino exilió a Licio con la excusa de su persecución contra los cristianos y se hizo
con todo el imperio.
El 11 de mayo del año 330 después de Cristo, inauguró su nueva capital a la que llamó
Constantinopla. La llenó con edificios monumentales y obras públicas. Constantinopla
significa la unión entre Asia y Europa.
Constantino quería empezar una gran campaña militar, la cual dejó a medias y finalmente
se abandonó después de su muerte en el 337, después de caer enfermo unos meses antes.
Sus hijos le sucedieron en el trono.
TEODOSIO
0347/01/11 - 0395/01/17)
Teodosio I el Grande
Marchó a Italia, donde venció a Arbogasto y a Eugenio en septiembre del 394, año en que
suspendió los juegos olímpicos por su simbología pagana.
FUNDACIÓN: Según cuenta la tradición, todo comenzó el 21 de abril del año 753 a. C.
cuando Roma fue fundada por Rómulo y Remo. Tras haber sido abandonados a su suerte al
nacer, una loba llamada Luperca los amamantó y crió en el Monte Palatino. Al crecer los
hermanos decidieron regresar y fundar una ciudad, en el mismo punto en que la loba los
encontró. Tras una pelea por los límites geográficos, Rómulo asesinó a Remo, pero
arrepentido decidió ponerle el nombre de Roma en su honor.
Tras deshacerse de sus antiguos aliados, Octavio se quedó con el poder absoluto de Roma
en el año 27 a. C.. Conocedor del odio profesado a los monarcas ideó un sistema
proclamarse emperador, a partir de entonces recibió el título de Augusto.
Aunque entre los tres sólo gobernaron 27 años, les dio tiempo a hacer grandes obras como
el Coliseo Romano.
FIN DEL PODER PAPAL: El poder papal acabó en el siglo XIX, cuando Roma fue
ocupada por Napoleón Bonaparte e incluida en el Primer Imperio Francés. La situación se
agravó en 1870, tras la anexión a la Nación Italiana y la declaración de Roma como su
capital. El papa no quiso aceptar esta nueva circunstancia, lo que llevó a la disputa política
llamada «Cuestión Romana». Esta situación se resolvió en 1929, cuando Mussolini y Pío
XI firmaron el Pacto de Letrán. A través de este acuerdo se le reconocía al papa la plena
soberanía sobre el Estado Vaticano.