Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Predisposición A La Oración
Predisposición A La Oración
2. Atender al cuerpo:
b. Los monjes daban gran importancia a las manos y a la respiración: juntar las manos puede
significar que quiero hacer más silencio para escuchar a Dios en mi corazón. También es cierto
que a menos respiración, menos pensamientos. Estas y otras tantas consideraciones de estos
grandes maestros de oración, podemos tener en consideración como herramientas al momento
de orar.
c. El cerrar los ojos del cuerpo puede servirme para abrir los ojos del corazón
a. Nadie puede acercarse a Dios sin fe (Hb 11, 6), ella es el ojo para verlo, el oído para escucharlo
y la mano para tocarlo (I Jn 1, 1-3).
a. Un canto, una oración, o nuestras propias palabras… todo sirve a la hora de llamarlo.
b. “Viene en ayuda de nuestra debilidad porque no sabemos orar como es debido” (Rm)
a. Convertirlas en oración. Si me viene a la memoria una y otra vez un partido de fútbol que
tengo que jugar puedo decirle a Dios: “-Te pido Señor por el partido, te lo ofrezco; cuando sea
el momento pondré todo de mí para eso”. Así los pensamientos no me habrán sacado de Dios
sino introducido más en él.
b. Cuidar el resto del día: si no cuido mi mente, mis pensamientos, mi imaginación durante 23
hs será imposible acallarla en la restante que quiero dedicar a la oración.
c. Volver una y otra vez a la oración. Si no puedo concentrarme entregarle todo a Dios y darle
gracias sabiendo que igual estamos orando y que es un acto de humildad muy grande, agradable
a sus ojos