Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
La Oración es el primero de los tres principios de la visión 20/20 que Dios inspiró al pasado Supervisor General de La
Iglesia de Dios de La Profecía Obispo Randall E. Howard. La Oración ha sido, es y siempre será el primero de los
elementos que coadyuvan al fortalecimiento espiritual de millones de creyentes de la iglesia. Aquellos históricos
avivamientos de la era apostólica, la edad media, y posterior a la conquista de América del norte; conmovieron a
poderosos imperios, gobernantes y reinos del mundo; provocando inusitados celos religioso, causando Rhemas de Dios,
la Gloria shekinah, y ungida revelación. (Se manifiestan; la Palabra viva, señales, milagros y dones).
La palabra griega proseuche aparece como 80 veces, y significa “oración” de manera general, aunque también implica
que la oración es válida sólo cuando se ofrece al único y verdadero Dios de Israel. [En la transliteración del griego al
inglés, la letra griega “X” es usualmente representada con una “ch,” pero se debe pronunciar como una
“j” raspada.] Aitema indica una petición, mientras que déesis se refiere a la expresión de una necesidad. Enteuksis se
refiere a la confianza en la oración; eucaristía significa una actitud de gratitud, mientras que euche implica presentar
un deseo del corazón. Hiketeria, traduce como súplica, humildad y pasión.
En su libro A Word for Today [Una Palabra para Hoy], J. D. Watson nos dice que proseuchomai adialeiptos significa orar
sin cesar. De manera literal, significa orar sin tiempo interrumpido. Eso quizás no nos alivie la conciencia hasta que
veamos que ese término se usaba en la antigua Roma para alguien con una tos persistente. Claro, no era que nunca se
detuviera la tos, sino que la persona tosía a menudo y repetidamente debido a su persistente condición. Asimismo, nos
debemos convertir en “oradores persistente,” así como la viuda que persistió ante el juez injusto.
No esperamos que todos los creyentes sean monásticos y ermitaños sino perseverantes; orando intrínsecamente en
conexión absorta con el Espíritu. El hombre es un ser tripartito, El cuerpo físico puede estar durmiendo, mientras el
alma y el espíritu están orando a Dios con el nexo individual de la tricotomía del espíritu alma, y
cuerpo. (1ra. Tesalonicenses 5:23). Aquí, los judíos solo reconocen la dicotomía del espíritu y el cuerpo, el alma está
conjuntada o fusionada con el espíritu.
En el idioma hebreo, hay dos palabras que se usan para designar la oración. La primera y más
importante es tefilá, cuya raíz viene de la palabra hebrea para “juzgar.” Los rabinos explican que parte integral de la
oración es la introspección, mirando a nuestro interior para discernir nuestras necesidades, deseos y motivaciones, es
necesario para llegar ante la presencia del Señor con una mentalidad apropiada en una oración de confianza, humildad y
gratitud.
La segunda palabra hebrea es berajot o beraca, bendición, que viene de la raíz que significa “rodillas.” Evidentemente,
se refiere a la acción de demostrar respeto hacia Dios con las rodillas dobladas ante Su presencia. Muchas personas,
tristemente, creen que el judaísmo es una religión legalista que promueve la vana repetición de oraciones carentes de
significado. Eso es verdad, pero muchos desconocen el espíritu intrínseco que ello conlleva por ejemplo:
aquellas oraciones congregacionales, la oración espontánea o las oraciones específicas son parte de la experiencia
judía y orar en espíritu y verdad.
Esas son parte de la vida diaria de oración para el pueblo de Israel lo mismo para nosotros. Los rabinos enseñan que
una persona debe encontrar por lo menos 100 razones al día para alabar a Dios con berajot. El día comienza con la
oración de gratitud antes de levantarse de la cama, para ellos es una cultura religiosa tradicional y ancestral de orar
siempre, en todo momento, en todo lugar para no caer en tentación, tal como lo enseñó el Señor Jesucristo en la
oración modelo del Padre nuestro.
Según la rica herencia judía que formaba el fundamento de su fe cristiana, enfatizó la importancia de una comunión con
Dios que incluía la oración congregacional, la oración privada, la oración espontánea, la oración bíblica y la expresión
profunda del corazón. Los momentos que dedicamos a nuestra comunión íntima con el Señor son críticamente
importantes, pero también son importantes nuestras espontáneas oraciones en reacción a circunstancias o situaciones
de la vida, Debemos caminar conscientes de la presencia del Señor, quien es el motivo y objeto de nuestras oraciones.
Me recuerda a Wesley cuando dijo: “Si el predicador está ardiendo, los demás vendrán para ver el fuego.” “Cien
predicadores que le teman al pecado, y no desean nada excepto a Dios, y no me interesa si son clérigos o laicos, ellos
sacudirán el infierno y establecerán el reino de Dios.” La clave es enseñar y brindar prácticas del lenguaje corporal y
luego llegar a experimentar las manifestaciones, revelaciones y entronizarlos en el nivel sobrenatural de la presencia de
Dios, lo que produce milagros.