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COMUNICACIÓN
Carrera de Psicología
Los inicios de la teoría de sistemas tienen una estrecha relación con los procesos
informáticos y sus interacciones, es por esto que, en una primera instancia, se
pensaría que no tiene mucha cabida en la psicología, sin embargo una mirada
sistémica ha permitido desde mediados del siglo XX (Palma, 2019, p. 3), explicar
fenómenos psicológicos, que hasta el momento no se podían entender desde una
mirada lineal.
Caso: Adolescente de 16 años con conductas violentas tanto físicas, como verbales
hacia sus pares y figuras de autoridad como sus padres y profesores.
Desde el modelo lineal el abordaje de esta situación se podría ver reducido a las
conductas problemáticas de adolescentes y su intención de extinguirlas,
probablemente centrándose en la gestión de emociones, herramientas de control de
ira o simplemente con derivación para poder tener algún tipo de medicación.
Por el contrario, el abordaje desde una perspectiva sistémica se buscará entender y
conocer las pautas que organizan la conducta “problemática”. Entonces la conducta
agresiva del sujeto, implicaría no sólo analizar y estudiar al sujeto agresor, sino que
también implica conocer, las estrategias que el individuo utiliza, su sistema de
creencias, las secuencias recursivas de acción, el contexto y los tipos de relaciones
que sostiene, etc. Tras un acto violento del sujeto ,se debería entender también, su
entorno familiar en particular y en general la ecología que envuelve al “problema” y
como este se organiza. De este modo damos un salto y pasamos de enfocarnos en
el paradigma de la materia, centrado solo en el problema a nivel individual, basados
únicamente en una epistemología del objeto, para tomar el paradigma y la
epistemología de la pauta, dando un salto mayor de orden superior ,entendiendo la
ecología del problema.
Conclusión
En especial conocer sobre los dos modelos tratados en el presente trabajo, me han
permitido conocer las ventajas, beneficios y dificultades de trabajar bajo uno u otro
modelo. Me queda claro además, que dependiendo del modelo escogido los
abordajes de las situaciones problemáticas tendrán caminos distintos de recorrido y
es necesario ser extremadamente profesional y criterioso para poder ejercer la
profesión de manera que siempre podamos actuar a favor del sujeto paciente.
Referencias
Keeney, B. P., & Wolfson, L. (1987). Estética del cambio. Barcelona: Paidós.