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La historia del niño Jesús

Hace mucho tiempo, en el pueblo de Nazaret, vivía una joven mujer


llamada María. María hacía sus oficios, era amable con los demás y
amaba mucho a Dios. Estaba comprometida para casarse con José,
quien era un carpintero.

Un día, mientras María estaba en su casa limpiando su habitación, un


ángel se le apareció de repente. Antes de que María pudiera decir algo,
el ángel le dijo que era la elegida por Dios, y que Dios estaba con ella.

María estaba sorprendida. Estaba tratando de no asustarse, pero


nunca antes había visto un ángel. Después de todo, María era una
dama normal como tú o como yo. ¿Por qué la visitaba el ángel? ¿Qué
quería el ángel?

El ángel rápidamente trató de tranquilizar a María, "¡No temas!" dijo


ángel. "Dios te ha elegido. Tendrás un niño y le pondrás por nombre
Jesús."

María estaba confundida, aun no se había casado con José, así que
¿cómo podría tener un bebé? El ángel pensó que esto preocuparía a
María y dijo, "El Espíritu Santo hará un milagro, y por esto tu bebé será
llamado el Hijo de Dios".

Para sorpresa de María el ángel traía otras buenas noticias; "inclusive tu


prima Elizabeth tendrá un hijo a su edad madura. Muchos pensaron
que no podía tener hijos, pero ya está embarazada. Nada es imposible
para Dios".

María no podía creer lo que escuchaba, no sabía qué decir. Se dio


cuenta de que estaba temblando y cayó de rodillas. Cuando finalmente
pudo hablar dijo, "Soy la sirviente del Señor, y espero que todo lo que
has dicho se haga realidad".

Entonces el ángel desapareció y María quedó sola.

Poco tiempo después, José se enteró de que María iba a tener un bebé.
José estaba confundido y molesto por esta causa. Pero un ángel vino a
él en un sueño y dijo, "José, no temas tomar a María como tu esposa.
El niño que María tendrá es el hijo de Dios, y le darás por nombre
Jesús".

Cuando José se despertó recordó lo que había dicho el ángel. Sabía


que todo estaba bien, y ya no estaba molesto.

En aquellos días el gobierno decidió que contaría a todos los que vivían
en esa área del mundo. Así que José debía llevar a María a Belén, su
pueblo, para registrarse.

Les tomó mucho tiempo a María y a José para llegar a Belén. No tenían
carros en esa época, así que probablemente les tomó mucho más
tiempo llegar allí. Este viaje fue agotador para María porque pronto
tendría un bebé.

Cuando llegaron al pueblo, todos los hoteles estaban llenos y no había


lugar donde ellos se pudieran quedar. Finalmente, alguien se
compadeció y les ofreció un lugar para quedarse.

La Biblia no dice con seguridad donde se quedaron, pero la mayoría de


la gente piensa que se quedaron en un pequeño establo donde se
mantenían animales. En todo caso, ¿no parece extraño que Jesús, el
Dios de los Judíos no hubiera nacido en un palacio lujoso o aun en un
hospital?

María y José estaban agradecidos porque


al menos tenían un lugar para descansar. Era tibio y había mucha paja
donde recostarse.

Esa noche algo emocionante y maravilloso sucedió. ¡María y José


tuvieron un bebé! Pero no era solo un bebé, ¡era el niño Jesús! El
creador de todo el mundo, el Rey de Reyes, quien salvaría al mundo.

El pequeño bebé se quedó dormido en los brazos de María y ella lo


envolvió en telas y lo recostó en un pesebre sobre paja limpia.
María y José pronto se durmieron, estaban muy felices de tener este
bebé especial en su familia.

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