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Universidad de Oriente
Núcleo Anzoátegui
Unidad de Estudios Básicos
Física Médica
Sección 21
Sistema Nervioso
El sistema nervioso transmite señales entre el cerebro y el resto del cuerpo, incluidos los
órganos internos. De esta manera, la actividad del sistema nervioso asegura la integridad del
organismo y su relación con el medio que le rodea.
Clasificación
El trabajo del sistema nervioso se consigue en coordinación con otros 3 sistemas (el
sistema central, el sistema periférico y el sistema autónomo).
El sistema nervioso central (SNC) es la parte del sistema nervioso que controla todas
nuestras funciones corporales. Está compuesto por una columna de estructura nerviosa, en la que
se distingue una parte inferior cilíndrica, llamada médula espinal, que está situada en el canal
vertebral y también una parte superior globulosa, denominada encéfalo, que se localiza en la
cavidad craneal. Tanto el encéfalo como la medula espinal se desarrollan a partir del tubo neural
en el embrión.
Los nervios están constituidos por fibras nerviosas (prolongaciones de las neuronas) que
se encuentran reunidas en haces, rodeados exteriormente por tejido conjuntivo. Es la parte del
sistema nervioso que conecta la parte central de este sistema (encéfalo y médula espinal) con el
resto de los órganos y estructuras que componen el organismo, y está compuesto por los nervios,
los ganglios y las terminaciones nerviosas. Además, los nervios también están conformados por
las raíces, los troncos y los ramos nerviosos, algunos de los cuales se unen y forman los plexos
nerviosos.
La médula espinal actúa como conector principal entre el cerebro y el SNP, ya que de ella
se desprenden fibras nerviosas que están dispuestas en conjuntos y reciben nombres específicos
según la ubicación vertebral en la que se encuentren. Por consiguiente, sus funciones principales
son la conducción de los impulsos nerviosos y la actividad refleja.
NEURONA
El sistema nervioso está constituido por células altamente diferenciadas, conocidas como
neuronas, un tipo altamente especializado de célula, encargado de controlar las funciones
voluntarias e involuntarias del organismo mediante la recepción y producción de impulsos
eléctricos.
Clasificación
Aferentes: Son neuronas aferentes, o también conocidas como neuronas sensoriales, todas
las que son capaces de percibir estímulo y las que constituyen el sistema nervioso central,
es decir, el encéfalo y la médula espinal.
Eferentes: Son neuronas eferentes, o también conocidas como neuronas motoras, cuando
dirigen la información desde el SN hacia la periferia. Suelen estar conectadas con la
neurona asociadas y se encargan de transmitir impulsos a los órganos efectores que deben
llevar a cabo una determinada acción.
Interneurona: Son interneuronas, o también conocidas como neuronas asociadas, las que
forman los elementos intermedios en la transmisión de impulso en el interior del encéfalo
y la medula espinal (único lugar que pueden encontrarse), interconectándose entre sí y
participando en las funciones de coordinación del todo el sistema que comunican las
neuronas aferentes con las eferentes. Están dentro del SNC y forman parte de él.
ANATOMÍA DE LA NEURONA
Axón:
Una vez que las dendritas reciben los neurotransmisores y el cuerpo se ha activado a nivel
eléctrico, el axón tiene la función de conducir la señal eléctrica hasta los botones sinápticos. En
esos botones se liberarán los neurotransmisores para informar a la siguiente neurona.
Dendritas:
Hemos visto cómo el axón transmite la información, pero, ¿quién o qué la capta? Las
dendritas. Estas son prolongaciones que surgen del soma y que configuran una especie de ramas,
que cubren el centro neuronal.
El cuerpo celular o soma de la neurona es siempre irregular, aunque puede adoptar formas
muy diversas. En el citoplasma posee una sustancia que desempeña un papel fundamental en la
transmisión de los impulsos.
Mielina:
Nodos de Ranvier:
Las vainas de mielina están formadas por unidades separadas entre ellas; cada una de
estas separaciones son denominadas nódulos de Ranvier. Así, los impulsos eléctricos en realidad
se transmiten a través de una señal “saltatoria” justamente en esos nódulos.
Son regiones del axón que no están rodeadas de mielina, que son muy pequeñas y
exponen a la neurona al espacio extracelular. A través de estos nódulos entran electrolitos de
sodio y potasio, lo que permite esta conductancia saltatoria; son imprescindibles para que la señal
eléctrica viaje adecuadamente a través de la mielina.
Se trata de ramificaciones localizadas en la parte terminal del axón. Son parecidos a las
dendritas, pero su función es liberar al medio externo los neurotransmisores una vez que el
impulso eléctrico se transmite por todo el axón. Estos neurotransmisores, si todo va bien, serán
captados por las dendritas de la siguiente neurona del circuito o red neuronal.
Zona dendrítica:
Es una zona receptora en donde se integran los múltiples cambios de potencial generados por
las conexiones sinápticas.
SÍNTESIS DE PROTEÍNAS
Las proteínas neuronales, además de ser fundamentales para las funciones de estas
células, determinan la alta especificidad funcional de sus estructuras membranosas. Así, ellas
forman parte de sitios funcionales específicos en la membrana de organelos subcelulares, en
receptores químicos y en canales iónicos.
Los sitios específicos de las membranas son esenciales para el reconocimiento neuronal,
tal como los receptores y los canales iónicos lo son para la comunicación y la excitabilidad
neuronales. Muchas de las proteínas que se ubican en las membranas de los organelos son
esenciales para las interacciones que se dan entre ellos.
Proteínas citosólicas: Representa uno de los grupos que tiene mayor abundancia de
proteínas. En él se distinguen:
Las proteínas fibrilares: son las que constituyen el citoesqueleto (los neurofilamentos), y
entre ellas se encuentran la tubulina, la actina y sus proteínas asociadas.
Enzimas: catalizan las reacciones metabólicas de las neuronas.
Las proteínas integrales: se incluyen en este grupo los receptores químicos de membrana,
es decir, a neurotransmisores, a factores de crecimiento. Ellas están insertadas en la
bicapa lipídica o están unidas covalentemente a otras moléculas que sí atraviesan la
membrana. Una proteína que atraviesa la membrana y que ofrece un grupo N-terminal
hacia el espacio extraneuronal, es designada como del tipo I. Las hay también del tipo II
que son aquellas en que el grupo N-terminal se ubica en el citosol.
Las proteínas periféricas: se ubican en el lado citosólico de la membrana, a la cual se
unen por asociaciones que hacen con los lípidos de la membrana o con las colas
citosólicas de proteínas integrales o con otras proteínas periféricas (proteína básica de la
mielina o complejos de proteínas).
Las proteínas que son componentes de las membranas abandonan el retículo en una
variedad de vesículas. Además de las de secreción, son muy importantes para las neuronas las
vesículas sinápticas. A través de ambos tipos de vesículas las proteínas son enviadas al espacio
extraneural por la vía constitutiva o la vía regulada.
TRANSPORTE AXOPLÁSMICO
La gran mayoría de las proteínas axonales se sintetizan en el cuerpo celular neuronal y se
transportan a lo largo de los axones. El transporte axonal ocurre a lo largo de la vida de una
neurona, y es esencial para su crecimiento y supervivencia. Los microtúbulos (hechos de
tubulina) corren a lo largo de la longitud del axón y proporcionan las principales “pistas”
citoesqueléticas para el transporte. La quinesina y la dinaina son proteínas motoras que mueven
las cargas en dirección anterógrada (hacia delante desde el soma hasta la punta del axón) y
retrógrada (hacia atrás hasta el soma o cuerpo celular), respectivamente. Las proteínas motoras se
unen y transportan varias cargas diferentes, como las mitocondrias, los polímeros
citoesqueléticos, los autofagosomas y las vesículas sinápticas que contienen neurotransmisores.
El transporte axonal puede ser rápido o lento, y anterógrado (alejándose del cuerpo
celular) o retrógrado (transportando materiales desde el axón hacia el cuerpo neuronal).
La membrana de la neurona está polarizada; esto significa mayor carga positiva fuera de
la membrana y negativa al interior. Se debe a que hay mayor concentración de sodio fuera de la
neurona y mayor concentración de potasio al interior de la neurona, resultando en la Bomba
Sodio-potasio y la influencia de las cargas negativas del cloro y de las proteínas.
Una vez que la neurona emite el impulso nervioso, debe volver al potencial de reposo
inicial, por lo que se inactivan los canales de sodio y se activan los canales de potasio. De esta
manera, el interior queda negativo y el exterior queda positivo. En este momento, la neurona no
puede recibir información, quedando nuevamente en reposo.
Potenciales de acción
La transmisión del impulso nervioso sigue la Ley del todo o nada. Esto quiere decir que,
si la despolarización de la membrana no alcanza un potencial mínimo, denominado potencial
umbral, no se transmite el impulso nervioso; pero, aunque este potencial sea rebasado en mucho,
sólo se envía un impulso nervioso, siempre de la misma intensidad.
SINAPSIS
El proceso de la sinapsis ocurre cuando las neuronas se comunican entre sí o con alguna
otra célula (como los músculos para generar movimiento o las glándulas para segregar
hormonas), activando o desactivando así determinados procesos del organismo.
En una sinapsis, una neurona transmisora de señales (la neurona presináptica) y una
neurona diana (la neurona postsináptica) crean una hendidura sináptica que lleva a cabo el
proceso de señalización (neurotransmisión).
Para que su información sea relevante, las neuronas deben conectarse entre sí formando
circuitos que conforman el sistema nervioso, y las neuronas se comunican a través de la sinapsis.
Sinapsis química:
En este tipo de sinapsis las células están separadas por un espacio de hasta 20-30
nanómetros: la hendidura sináptica. Físicamente es una separación, funcionalmente una conexión
que transfiere la información de una célula a otra. Hay dos tipos de sinapsis químicas:
Las neuronas forman redes por las cuales viajan los impulsos nerviosos, llamados
potenciales de acción; estos son esenciales para la transmisión de las señales. Estas señales se
mueven desde el sistema nervioso central (SNC) a través de las neuronas eferentes y también
hacia el SNC a través las neuronas aferentes, a fin de coordinar los músculos, las secreciones
corporales y las funciones de órganos críticos para la vida.
Son aquellos que funcionan a la vez como sensitivos y motores. Se hallan constituidos por
fibras que llevan las excitaciones exteriores hacia los centros nerviosos y órdenes de los
músculos, de los centros hacia la periferia. Como ejemplo podemos citar el glosofaríngeo, que
transmite al cerebro la excitación del gusto y produce al mismo tiempo la excitación de la lengua.
Estos nervios pertenecen a esta clase de nervios todos los nervios raquídeos y varios nervios
craneanos, y pueden tanto enviar órdenes desde el encéfalo hasta los órganos motores, como
transmitir los mensajes captados por los sentidos hasta el cerebro para su interpretación.
Fibras con mielina: Pueden estar rodeadas con vaina de mielina en todo el sistema
nervioso o con células de Schwann cuando se ubican solamente en el sistema periférico. Esta
capa lo que permite es que la información nerviosa se conduzca con mayor rapidez.
En el caso del SNC, las células que forman la mielina son los oligodendrocitos. Éstos
tienen varias prolongaciones, cada una de las cuales rodea un segmento de axón, formando la
mielina. De este modo, el mismo oligodendrocito forma diversos internodos. También aquí se
van alternando internodos y nódulos de Ranvier
Fibras sin mielina o amielínica: Son opuestas a las anteriores. Son aquellos axones que
no están recubiertos por mielina. Ello se debe a que las células de Schwann los rodean sólo
parcialmente, permitiendo la entrada al líquido extracelular (no hay capas de membrana de la
célula de Schwann). Por lo tanto, conducirán la información de forma diferente a las fibras
mielínicas. En este caso, las células de Schwann protegen a los axones, pero no los aíslan.
Funciones de las fibras nerviosas
La fibra nerviosa es un componente que forma parte del sistema nervioso, y el cual va a
variar su estructura dependiendo de su ubicación. Como la definición de fibras nerviosas se
refiere a un grupo de axones, la función de esta parte nerviosa es permitir la transmisión de la
información de una neurona a otra en el caso del Sistema Nervioso Central, y de inervar una
estructura del cuerpo humano en el caso del Sistema Nervioso Periférico.
CÉLULAS GLIALES
Son células de soporte del sistema nervioso, que mantienen un entorno óptimo para el
funcionamiento de las neuronas, produciendo mielina y protegiéndolas.
Existen cuatro tipos de células gliales en el Sistema Nervioso Central, los cuales son:
Por parte del Sistema Nervioso Periférico, los dos tipos celulares principales en el sistema
nervioso son las siguientes:
Células de Schwann: son análogas a los oligodendrocitos del SNC. Son tubulares con
núcleos aplanados. Están íntimamente envueltas alrededor de los axones de neuronas en el
SNP, y cada célula sólo mieliniza una neurona. El axón pasa a través del citoplasma de la
célula de Schwann y se mantiene en su lugar por el mesaxón (doble capa de membrana de
superficie).
Células satélite: Las células satélite están ubicadas tanto en el sistema nervioso central
como periférico. Mientras su función exacta es desconocida, se encuentran alrededor del
soma de las neuronas en el sistema nervioso central y en los ganglios del sistema nervioso
periférico.
A cada lado de médula formando paquetes o ganglios, de los que salen fibras nerviosas
que van a los tejidos del organismo. Muchos de estos nervios forman nuevos ganglios como los
celiacos y los mesentéricos. Los nervios simpáticos trabajan en la contracción involuntaria de las
fibras musculares lisas, de las vísceras, de los vasos sanguíneos y también dilatan los bronquios.
Los estímulos son señales sensitivas, motoras y cognitivas que se envían hacia una parte
en específico del organismo, con el fin de esperar una respuesta por parte del cerebro o del
órgano de destino.
Ya que cada estímulo es considerado una señal diferente de acuerdo al sistema que se
estimule, esto va a determinar la manera de cómo se perciban. Por tal razón, cuando se realizan
actividades que incluyen colores y figuras se estimula la vista; si en cambio se usan sonidos y
música se considera auditivo; cuando se toca o se realiza masaje en la piel es táctil; finalmente si
se incluyen movimientos corporales y mímica se trabaja la parte motora y la coordinación.
Una vez que los estímulos son emitidos, los receptores correspondientes lo captan y lo
envían a los lóbulos o estructuras cerebrales que se encargan de crear una respuesta.
Tejido muscular
El tejido muscular es un conjunto de fibras musculares que se superponen unas con otras
para permitir la contracción y así mismo el movimiento y la fuerza que este mecanismo conlleva.
Dependiendo del lugar donde se encuentra, se clasifica en dos tipos: el liso y el estriado,
de los cuales el segundo se subclasifica en esquelético y cardíaco dependiendo del lugar del
cuerpo donde se localiza:
Excitabilidad: es una propiedad que poseen los músculos, en la cual son capaces de
recibir una señal eléctrica mediante la unión neuromuscular y posteriormente responder
adecuadamente a ella, logrando así la contracción del músculo. Es decir, aplicado al
músculo esquelético, se produce un estímulo de naturaleza química (acetilcolina) con la
respuesta de producción y propagación de un potencial de acción que origina la
contracción muscular.
Contractibilidad: Es la capacidad de contraerse y engrosarse con fuerza ante un estímulo
apropiado, pudiendo dividirse la contracción en varios tipos: isotónica concéntrica,
isotónica excéntrica e isométrica. Este estímulo es un potencial de acción iniciado por el
sistema nervioso. Esta capacidad de acortarse es una característica única del tejido
muscular y determina su capacidad de producir fuerza, la cual es generada por la
interacción de las proteínas especializadas dentro del tejido muscular para acortar y
engrosar los músculos.
Distensibilidad: el músculo esquelético tiene la capacidad de alargarse o estirarse por
causa de una fuerza externa. Como por ejemplo, la acción de un músculo antagonista
activo, por efecto de la gravedad, o por la fuerza activa de un oponente. Es la facultad de
estiramiento cuando las fibras musculares se relajan tras una contracción (acortamiento),
pueden estirarse más allá de su longitud de descanso.
Miocito, Sarcomera
El miocito o fibra muscular es el nombre que reciben las células contráctiles que forman
los músculos de los animales. Los miocitos son, pues, unas células muy especializadas que se
diferencian fácilmente de otros tipos celulares debido a sus características morfológicas y sobre
todo por sus características citológicas.
Los miocitos son el elemento contráctil básico, tanto de la musculatura lisa como de la
estriada esquelética y estriada cardiaca. Cada uno de ellos tiene pequeñas modificaciones para
llevar a cabo mejor su trabajo. Todos comparten un elemento común las proteínas que forman su
citoesqueleto le dan una capacidad contráctil única.
La contracción muscular ocurre cuando estos dos conjuntos se deslizan uno contra el otro
de manera activa, acortando el sarcómero. La contracción muscular requiere ser controlada de
una manera efectiva de tal manera que esta producción de fuerza pueda ser útil para realizar
movimientos programados.
La estimulación a través de los nervios causa la liberación de cationes calcio del retículo
sarcoplásmico. Los cationes calcio pueden controlar la iniciación de la contracción muscular bien
actuando en los filamentos delgados (regulación ligada a actina) y/o actuando en los filamentos
gruesos (regulación ligada a miosina). Los iones calcio en contacto con los miofilamentos inician
la interacción de las proteínas que los forman, miosina y actina.
En reposo, estas proteínas tienen afinidad natural una o la otra, pero no se pueden poner
en contacto porque otras dos proteínas, la troponina y la tropomiosina, se encuentran entrelazadas
alrededor de ellas y lo evitan; sin embargo, cuando llega el calcio, la forma del complejo
troponina-tropomiosina cambia, y esto permite que la miosina y la actina se pongan en contacto.