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REFLEXIÓN BÍBLICA

Me gustaría hablarles del Surf…


Es una actividad recreativa o deportiva que consiste en nadar hacia dentro del mar y
deslizarse de pie sobre una tabla que es empujada por la fuerza de las olas. A mayor
equilibrio, mayor estabilidad y duración sobre la ola. La tabla elegida va muy ligada al
tamaño del deportista y al tipo de olas que quiera surfear (grandes o pequeñas)
Como detalle importantísimo, es que la tabla tenga Invento (cordón de seguridad) y que
éste, esté siempre atado a tu tobillo.
Las olas enormes que asustarían a un nadador cualquiera, producen una gran emoción al
surfista que se desliza sobre ellas. Llegar a la orilla sin caer en el trayecto, le produce
adrenalina, alegría, felicidad.

Aplicación a nuestra vida:


En más de una ocasión hemos sentido que nadamos contra la corriente.
En más de una ocasión hemos sentido que las dificultades de este tiempo, del diario vivir,
nos afligen, nos asustan, nos decaen, nos hacen perder nuestro buen estado de ánimo,
nuestro equilibrio. Creemos estar haciendo las cosas bien, pero de pronto algo pasa y
llegan enfermedades, problemas, quiebres familiares, cesantía, etc. Es como estar en el
mar, con olas que nos cubren y sentir que no hay nada que nos rescate.
Y la pregunta es:
Somos… ¿un surfista experimentado? o ¿un nadador cualquiera?
Creo, que durante nuestra trayectoria en el camino que Jesús nos ha trazado, hemos
vivido experiencias difíciles y quizá cuántas más nos quedan por vivir. Pero si en esta
historia intentamos graficar el poder de nuestro Señor, podríamos decir que es nuestro
INVENTO, es nuestro cordón atado al tobillo y nuestra fe, es nuestra Tabla de Surf, del
tamaño perfecto para cada uno de nosotros. Las olas grandes o pequeñas, son las
experiencias que nos hace un surfista experimentado, sabiendo que al llegar a la orilla de
la playa, el gozo nos hará estallar de emoción.
Al igual que en el surf, participan más personas en este deporte, pero todos colaboran
para que se puedan practicar sin dificultad. Al igual como nosotros lo hacemos
colaborando de alguna u otra forma en la dificultad que algún hermano este viviendo.
Cuando ya se supera lo vivido, nos trae un gozo que nos hace olvidar lo difícil del
proceso.
Quisiera invitarles a leer Romanos 8:37, 38 y 39.

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