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Tratamiento de aguas contaminadas con mercurio mediante Fotocatálisis Heterogénea.

Publicado por Remtavares el 27 abril, 2012Comentarios (3)

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La contaminación de las aguas con mercurio y sus compuestos constituye un grave problema
ambiental, debido a la elevada toxicidad de estas especies. Una alternativa muy prometedora a los
métodos tradicionales para el tratamiento de aguas contaminadas con Hg(II) es la fotocatálisis
heterogénea con dióxido de titanio. Se ha demostrado que es posible con este tipo de procesos
disminuir la concentración de Hg(II) en disolución acuosa desde 100 ppm hasta valores inferiores a
100 ppb (límite de vertido establecido en la Comunidad de Madrid). El mercurio eliminado de la
disolución queda depositado sobre la superficie del catalizador empleado, a partir del cual puede
recuperar fácilmente.

[Grupo de Ingeniería Química y Ambiental (GIQA) Universidad Rey Juan Carlos]

El mercurio y sus compuestos derivados han sido reconocidos en las últimas décadas entre los
contaminantes de mayor impacto ambiental y peores consecuencias sobre la salud humana.
Prueba de ello son los grandes desastres provocados por contaminación del medio acuático con
mercurio en distintos países como Japón, Irak, Sudáfrica o Perú [Executive Summary of the Global
Mercury Assessment, United Nations Environment Programme (UNEP), 2002]. Debido a estas
características, el mercurio y sus compuestos están incluidos en la lista de sustancias peligrosas
prioritarias de la Directiva Marco relativa al Agua de la Unión Europea (Directiva 2000/60/CE) y
posteriormente en la modificación Nº 2455/2001/CE del Parlamento Europeo y del Consejo de 20
de noviembre de 2001.

El mercurio puede existir en una gran variedad de formas químicas que incluyen:

Mercurio metálico. Es la forma química menos abundante en la naturaleza Es un metal de color


plateado, líquido a temperatura ambiente que corresponde al elemento sin combinar, en estado
de oxidación 0.

Compuestos inorgánicos de mercurio, entre los que se encuentran sulfuro de mercurio (HgS),
cloruro mercúrico (HgCl2), óxido de mercurio (HgO), nitrato de mercurio (HgNO3), etc. Estas
especies son mucho más abundantes en la naturaleza.

Finalmente, la combinación del mercurio con carbono da lugar a los llamados organomercuriales,
denominación que incluye una gran variedad de compuestos como metilmercurio, fenilmercurio,
etc.
Aunque generalmente el mercurio es vertido al ambiente en su forma metálica o inorgánica,
puede ser transformado por diversos tipos de bacterias en metilmercurio, que se considera la
forma química más tóxica del mercurio. El metilmercurio es una potente neurotoxina, que causa
daños en el sistema nervioso y que afecta al desarrollo fetal e infantil. Además, también produce
efectos nocivos en el sistema inmunológico, renal y cardiovascular. La asimilación de
metilmercurio por parte de los seres vivos da lugar a procesos de bioacumulación y
biomagnificación a través de la cadena trófica. Como resultado, tienen lugar importantes
acumulaciones de metilmercurio en los peces de gran tamaño que consumimos habitualmente en
nuestra dieta, siendo ésta la principal vía de exposición a mercurio en la mayoría de grupos de
población.

A pesar de sus efectos nocivos, las especiales características físicas que posee el mercurio hacen
que su empleo siga actualmente muy extendido, por lo que es importante el desarrollo de
procesos que permitan el tratamiento de aguas contaminadas con mercurio antes de ser vertidas
al medioambiente. En este contexto, la fotocatálisis heterogénea con dióxido de titanio (TiO2)
puede ser considerada como una técnica muy prometedora.

Los procesos fotocatalíticos se desarrollan mediante la irradiación de la disolución acuosa de


mercurio en la que se suspende el fotocatalizador. Se ha podido comprobar (Figura 1) que
aplicando el tratamiento fotocatalítico, es posible disminuir la concentración de Hg(II) en
disolución acuosa desde 100 ppm hasta valores por debajo de 100 ppb, límite de vertido
establecido en la Comunidad de Madrid. El mercurio eliminado de la disolución queda depositado
en forma de mercurio metálico y calomelano sobre la superficie del catalizador empleado, a partir
del cual puede recuperarse fácilmente. Además la posibilidad de utilizar radiación solar en el
proceso de irradiación añade beneficios ambientales al proceso, ya que permite aprovechar una
forma de energía ampliamente disponible en España.
Figura 1. Eliminación fotocatalítica de Hg(II) de disoluciones acuosas. La fotografía de microscopía
electrónica de barrido muestra la deposición del mercurio metálico sobre el catalizador. © López-
Muñoz, M.J., Aguado, J., Arencibia, A., Pascual, R.

Más información del proceso de reducción fotocatalítica de Hg(II) en aguas en: López-Muñoz, M.J.,
Aguado, J., Arencibia, A., Pascual, R., Appl. Catal. B: Environ 104 (2011) 220.

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