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ÍNDICE
1. Tiempo y Clima 1
3.2 Factores
a) Geográficos
Latitud
Altitud
Disposición del relieve
Corrientes marinas
b) Termodinámicos
Centros de acción
Frentes
Jet Stream
El estudio del clima se basa en los datos meteorológicos. Para ello, el Instituto Nacional de Meteorología (INM)
dispone de una red de estaciones meteorológicas que efectúan sistemáticamente observaciones para tomar
datos y caracterizar los elementos del clima.
Los elementos de un clima son sus características, las propiedades que la atmósfera tiene en esa región. Los
factores son las condiciones geográficas y atmosféricas que determinan el valor de cada uno de los elementos.
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La altitud: A mayor altitud menor temperatura.
Las temperaturas se miden con el termómetro en grados centígrados y se representan en los mapas mediante
líneas imaginarias que unen puntos con la misma temperatura, llamadas isotermas.
b) Humedad y precipitaciones
La humedad es la cantidad de vapor de agua que contiene la atmósfera. Procede de la evaporación de las
aguas que hay sobre la superficie terrestre. Es mayor en los lugares cercanos al mar y en las zonas de
temperatura más elevada (a mayor temperatura mayor evaporación).
La humedad absoluta es la cantidad de gramos de vapor de agua presente en una masa de aire
por metro cúbico de aire.
La humedad relativa es el porcentaje de la relación existente entre la humedad absoluta y la
cantidad de vapor que tendría una masa de aire si estuviese saturada. Depende de la cantidad de
vapor de agua que tenga la masa de aire y de su temperatura; a mayor temperatura menor
humedad relativa, a menor temperatura mayor humedad relativa). El proceso de condensación
del vapor de agua da lugar a los siguientes fenómenos meteorológicos:
a) Nubes: masas de aire que al ascender sufren la condensación de su vapor de agua ha
comenzado a condensarse.
b) Niebla: Fenómeno meteorológico que consiste en la condensación de vapor en una
capa de aire próxima al suelo. Las minúsculas gotitas de agua resultantes
permanecen en suspensión en el aire gracias a su escaso peso y, en consecuencia, se
reduce la visibilidad horizontal a menos de un kilómetro. Cuando la reducción de
visibilidad no es tan baja, recibe el nombre de neblina o bruma. La niebla se produce
de dos formas distintas:
Niebla por advección: se forma cuando una masa de aire cálido y
húmedo se desplaza sobre una zona fría, lo que genera la condensación
del vapor de agua.
Niebla de irradiación: se produce cuando la masa de aire pierde su calor
por irradiación nocturna, se alcanza el punto de rocío y, por ello, la
condensación del vapor.
En España la humedad relativa media anual oscila entre el 75% y el 80% en las zonas costeras atlántica y
cantábrica, y en torno al 70% en la mediterránea. La humedad media anual decrece hacia el interior, hasta
tomar valores en torno al 60% en la Submeseta Sur. Dada la influencia del mar, la humedad relativa es
significativa en los dos archipiélagos, sobre todo, en aquellas islas que presentan menor altitud, o en las que se
forman nieblas frecuentes por el efecto del relieve. Son significativos los reducidos valores de humedad
relativa registrados en el interior de la isla de Tenerife, que se explican por la notable altitud del Teide ( 3.718
m), alejado de la influencia del mar y por encima del mar de nubes.
Las precipitaciones son cualquier tipo de aguas meteóricas (lluvia, nieve, granizo, rocío o escarcha) que se
vierten sobre la superficie terrestre debido a la condensación del vapor de agua que contiene el aire. Se
originan en la parte alta de la troposfera, allí donde el vapor de agua se condensa hasta alcanzar el punto de
saturación. El aire caliente que contiene vapor de agua se eleva en la atmósfera. Al llegar a zonas más frías el
vapor de agua se condensa y forma las nubes (de gotas de agua o cristales de hielo). Cuando estas gotas de
agua o cristales de hielo pesan demasiado caen y originan las precipitaciones en forma de lluvia o nieve.
Las precipitaciones se miden con un pluviómetro (recipiente de paredes rectas que permite medir las láminas
de agua recogidas por hora) y la unidad de medida es el mm. La unidad de litros/m2, tan utilizada en los
medios de comunicación es equivalente al mm. (un litro de agua, repartido por una superficie de 1 m2 origina
una lámina de agua de 1mm.)
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En función del mecanismo que obliga al aire a ascender, provocando así su enfriamiento y condensación, se
distinguen tres tipos de precipitaciones:
En el mapa
de
precipitaciones medias anuales (valor que se obtiene a partir del promedio de las lluvias registradas en los
doce meses del año), observamos que en España este valor se distribuye de forma irregular, aunque mantiene
una estrecha relación con la configuración del relieve. En el mapa se puede apreciar que su distribución
espacial presenta las siguientes características:
Existe un claro contraste entre una España húmeda al N-NO y una España seca en el interior
Las precipitaciones disminuyen de norte a sur.
Las precipitaciones en la vertiente atlántica son superiores a las de la vertiente mediterránea.
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Las precipitaciones más importantes tienen lugar en las laderas de los sistemas montañosos
situadas a barlovento de los vientos húmedos, frente a las de sotavento, donde las cantidades
son, en general, inferiores.
c) Insolación:
Es el número de horas de sol que se registran a lo largo del año. En España la media es de unas 2000 horas
anuales; en general se observa un aumento de la insolación de norte a sur, siendo Badajoz, Sevilla, Almería y
Alicante las provincias con valores más altos. En Canarias, la nubosidad ligada a los vientos alisios y la distinta
altitud, hace que la insolación varíe de unas islas a otras (más en las orientales, menos en las occidentales).
d) Presión atmosférica
Llamamos presión al peso de una columna de aire que se extiende desde el límite superior de la atmósfera a
unos 2.000 km hasta la superficie terrestre. Se mide con el barómetro y se expresa en milibares (mb). En los
mapas se representa mediante isobaras (líneas imaginarias que unen puntos con la misma presión). La presión
normal a nivel del mar es de 1013 mb. La presión se ve afectada por dos tipos de factores:
La altitud: a mayor altitud menor presión.
La temperatura: a mayor temperatura menor presión.
La Circulación General Atmosférica:
Llamamos
Circulación General Atmosférica a la circulación del viento a escala global, que equilibra las diferencias de
presión y de temperatura que existen entre las distintas zonas latitudinales de la superficie terrestre.
El cinturón de altas presiones que se da cerca de los dos polos es debido a la temperatura. El frío hace que el
aire en contacto con la tierra se enfríe, sea pesado y no ascienda, provocando en superficie alta presión.
El cinturón de bajas presiones ecuatoriales es debido también a la temperatura. El aire, al calentarse,
asciende, y deja en superficie baja presión.
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Pero los cinturones de bajas presiones subsolares y altas presiones subtropicales son debidos a la circulación
del viento.
Desde los Polos al Ecuador sopla un viento que se ve desviado hacia la derecha por el efecto de Coriolis. Este
aire frío, que viaja cerca de la superficie, se acumula cerca de los 60º de latitud, provocando una ascendencia
del aire y, por tanto, baja presión en superficie (Cinturón de bajas presiones subpolares).
El aire que procedente del Ecuador viaja hacia los Polos, también se desvía hacia la derecha y se acumula, en
altura, hacia los 40º de latitud, provocando una subsidencia del aire y, por tanto, alta presión en superficie
(Cinturón de altas presiones subtropicales).
e) Vientos
Los vientos son corrientes de aire que se desplazan sobre la superficie terrestre para compensar las
diferencias de presión y/o temperatura.
Los vientos del Oeste son los que predominan durante
gran parte del año sobre la Península. Estos vientos
soplan entre los cinturones de altas presiones
subtropicales y el de bajas presiones subpolares;
arrastran familias de borrascas que se desplazan desde
el oeste hacia Europa. España está situada en el límite
meridional de su zona de paso. Como el sistema de
circulación general atmosférica se desplaza
estacionalmente (hacia el norte en verano y hacia el
sur en invierno), la influencia de estos vientos es mayor
en el norte peninsular y en el invierno, mientras que en
verano predominan las altas presiones subtropicales, lo
que origina un período de calmas. En las islas Canarias
los vientos que predominan son los Alisios del NE.
Además de los anteriores tenemos otros vientos que
son propios de la geografía peninsular:
Los vientos del N y NO (Cierzo, Mistral, Gallego y
Tramontana), que son fríos, secos y racheados; los
vientos levantes del Mediterráneo y los vientos del SE (bochorno, Solano y Xaloc), que son cálidos y húmedos
en primavera y otoño y cálidos y secos en verano; los vientos del sur, que son secos; y los vientos del SO
(ábregos), que son cálidos y húmedos.
Además de esos vientos, en España se producen vientos locales como consecuencia de contrastes térmicos, de
la fachada costera y de la disposición del relieve. Entre ellos están las brisas, que pueden ser costeras y de
montaña. Las brisas costeras se producen por la diferencia de presión -alta presión en el mar, baja presión en
la tierra-, por el distinto calentamiento del agua respecto de la tierra, especialmente durante el verano y más
frecuentemente en el Mediterráneo que en el Cantábrico, son húmedas y frescas, aparecen al anochecer y su
velocidad es escasa. Las brisas de montaña se originan por el distinto calentamiento del aire situado en el
fondo del valle y el de las laderas y elevaciones, se inician al anochecer y resbalan por la ladera afectando sólo
a una delgada capa de aire en las proximidades de la superficie.
3.2 Los principales factores que afectan al clima de España son de dos tipos:
a) Geográficos
a.1. Latitud
Llamamos Latitud a la distancia angular (se mide en grados, minutos y segundos) que hay desde cualquier
punto de la superficie terrestre hasta el paralelo del Ecuador. Oscila entre los 0º (en el Ecuador) y los 90º N/S
en ambos polos. España está situada en la franja de latitudes medias que abarca desde el Trópico de Cáncer
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hasta el Círculo Polar Ártico; concretamente, la Península Ibérica se encuentra entre los 36º N y los 43º N, y
las Islas Canarias entre los 27º N y los 30º N.
La latitud influye en el clima a través de:
a) La temperaturas la curvatura de la superficie terrestre hace que a mayor latitud menor temperatura.
b) las precipitaciones: Sobre la superficie terrestre se distribuyen latitudinalmente unas bandas de presión; los
cinturones de bajas presiones llevan asociadas precipitaciones de tipo dinámico. España está en la latitud por
la que se extiende el cinturón de bajas presiones subsolares del hemisferio norte.
a.2. Altitud
Es la distancia vertical que existe entre un punto de la tierra y el nivel del mar. España es el segundo país
europeo con mayor altitud media (600m.) La altitud influye en el clima a través de:
Las temperaturas: a mayor altitud menor temperatura. Cuando las radiaciones solares penetran en la
troposfera, lo hacen en forma de onda corta (que no tiene poder calorífico). Al llegar a la superficie terrestre,
son absorbidas y transformadas en onda larga (con poder calorífico), que regresan hacia el exterior de la
atmósfera. En la troposfera, por cada 100 m de altura, la temperatura del aire disminuye entre 0,64 º C y 1º
C. La presencia de numerosos sistemas montañosos en la Península Ibérica, explica que las temperaturas
varíen enormemente, en una misma área, en función de la altitud.
Las precipitaciones: a mayor altitud mayores precipitaciones (hasta alcanzar un determinado límite de altitud).
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En la Península Ibérica los vientos más húmedos son los de Oeste y Noroeste que afectan al norte peninsular.
La presencia del Macizo Galaico y la Cordillera Cantábrica actúa como barrera que obliga a esas masas de aire
a precipitar en su vertiente de barlovento. Esta es la razón que explica la división entre una España húmeda en
el norte-noroeste y una España seca en el interior.
a) Corriente marina cálida: el aire, en contacto con estas aguas más calientes, se calienta; al calentarse pesa
menos y asciende; al ascender, el aire se enfría, se condensa y precipita (corriente cálida = mayores
precipitaciones).
b) Corriente marina fría: el aire, en contacto con estas aguas más frías, permanece cerca de la superficie. Al no
haber ascenso del aire no hay precipitaciones (corriente fría = estabilidad = ausencia de precipitaciones).
Las corrientes marinas que afectan a nuestro país son:
La corriente del Golfo (cálida), que se desplaza a través del Atlántico, modifica las masas de aire
(elevación de la temperatura y fuerte evaporación) que entran en la Península desde el Oeste.
La corriente de Canarias (fría), estabiliza el aire frente a las costas canarias, impidiendo que se
produzcan precipitaciones.
a.5 Continentalidad/Maritimidad
El mar se enfría y se calienta dos veces más lentamente que la tierra; ello provoca que durante el verano, las
tierras situadas en la costa permanezcan más frescas que las situadas en el interior. De la misma forma, en el
invierno las costas no se enfrían tanto como las tierras del interior. Así pues, la maritimidad es la menor
amplitud térmica de que gozan las zonas costeras, gracias al efecto moderador que ejerce el mar. La
continentalidad es el aumento de la amplitud térmica en las tierras del interior continental (o peninsular en
nuestro caso) debido a la lejanía del mar.
b) Termodinámicos:
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Esas bandas de presión no rodean la Tierra de forma continua, sino que están rotas en distintos individuos
isobáricos. Estos son de dos tipos:
Borrascas o depresiones: son centros de bajas presiones (inferiores a 1013 mb). Provocan tiempo
inestable (nublado y con precipitaciones).
Anticiclones: son centros de altas presiones (superiores a 1013 mb). Provocan tiempo seco y
soleado.
Anticiclón de las Azores: es una masa de aire tropical marítimo estable y permanente; su posición
(tal como veremos más adelante) varía a lo largo del año; ejerce el papel de abrigo cuando se sitúa
frente a las costas de la Península, impidiendo el progreso hacia ella de las borrascas.
Anticiclones térmicos del continente europeo: en invierno la tierra se enfría al igual que el aire al
entrar en contacto con la misma, formándose un anticiclón. Lo normal es que nos afecte en invierno
un anticiclón autóctono, producido en la propia Península, sobre la Meseta, debido al carácter
continental.
Baja de Islandia: es una depresión que canaliza hacia la Península las masas de aire frío marítimo
(polar o ártico).
Depresiones térmicas continentales: se forman en verano como consecuencia del fuerte
calentamiento de la tierra.
Cada una de las borrascas dinámicas en las que se escinde el cinturón de bajas presiones subpolares, están
delimitadas por un frente anterior y otro posterior. Llamamos frente al plano inclinado o superficie que separa
el aire subtropical del aire subpolar. El Frente Polar es la superficie que separa a los vientos polares fríos de los
vientos ecuatoriales cálidos. A lo largo del Frente Polar circulan las borrascas, empujadas por los vientos del
Oeste. Cada borrasca está situada entre dos frentes, uno cálido anterior, y otro frío posterior.
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b.3. Corriente en chorro o Jet Stream:
Es una corriente de vientos que circulan en altura (a unos 9.000 m) y a gran velocidad (unos 200 km/h) por
encima del Frente Polar, afectando a las latitudes templadas de nuestro hemisferio.
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heladas y las nieves. La amplitud térmica (diferencia entre la temperatura media del mes más cálido y la media
del mes más frío) es escasa, rondando los 10º.
Esta moderación en las temperaturas es provocada por la maritimidad y la procedencia N-NO de las masas de
aire y a la influencia marina, así como a los caracteres de la circulación general atmosférica, lo que provoca
unas temperaturas poco contrastadas a lo largo del año. Únicamente cuando dominan los vientos del Sur se
registran temperaturas elevadas, más frecuentes en el sector cantábrico que en Galicia. En zonas alejadas del
mar, donde predominan los rasgos de transición, las temperaturas experimentan un descenso en sus valores
medios respecto de las que se dan en la costa, al mismo tiempo que se incrementa la amplitud térmica anual.
Régimen pluviométrico:
La precipitación anual es muy abundante (por lo general, supera los 1.000 mm)y distribuida uniformemente a
lo largo del año, aunque con un máximo invernal (359 mm en diciembre en Pontevedra) y un mínimo estival
(14 mm en julio en Orense). Es la región más lluviosa de España.
En general, el número de días de lluvia al año es superior a 150. Las lluvias son abundantes y regulares debido
a la acción de la circulación general atmosférica y a las borrascas atlánticas asociadas al Frente Polar, todo ello
unido al predominio de los vientos húmedos del Oeste, que al llegar a la costa y ascender provocan nieblas y
nubes que dan lugar a lluvias orográficas o de relieve en toda la zona litoral. Esta situación se va debilitando
según avanza hacia el interior, lo que anuncia ya el carácter continentalizado, con precipitaciones en torno a
800 mm. anuales.
Las temperaturas se hacen más extremas (la amplitud térmica aumenta hasta los 14º ó 15º)
debido al alejamiento del mar.
Las precipitaciones se hacen más escasas por el alejamiento del mar y por la posición más
meridional respecto de los vientos del oeste. Oscilan entre los 800 y 1000 mm anuales. Aparecen
meses secos en verano.
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La influencia del mar Mediterráneo es el principal elemento que caracteriza este clima, netamente costero.
Incluye las islas Baleares y toda la franja litoral desde la frontera con Portugal hasta la frontera con Francia, a
excepción de la zona de domino climático árido del Sureste.
Valencia
Régimen térmico:
Las temperaturas medias mensuales mínimas van
desde los 7° de Girona en enero a los 12,5° de
Málaga el mismo mes, mientras que las máximas
oscilan entre los 26° de Alicante en agosto y los
23,5° de Girona en el mes de julio. En general, las
temperaturas medias oscilan entre 15º y 19º C.
La amplitud térmica anual media está entre 14 y
15°. Las temperaturas extremas no suelen llegar a
0° ni sobrepasar los 40°.
Régimen pluviométrico:
La precipitación anual está en torno a 400-500 mm,
pero oscilan entre los 300 mm de Murcia y los 750
mm de Girona. Sólo se superan los 600 mm al año en Menorca, Girona, Barcelona y en algunos puntos del
golfo de Cádiz.
La distribución de las precipitaciones no es homogénea en toda la zona de este dominio climático. Como
rasgos comunes hay que señalar la irregularidad, la existencia de estación seca en verano y la presencia de dos
máximos de precipitaciones en los periodos equinocciales (otoño y primavera). El número de meses secos se
incrementa de Norte a Sur y de Oeste a Este: en Girona hay un mes seco; en Castellón, tres meses secos; en
Alicante y Cádiz cinco, y en Málaga seis meses secos. Las precipitaciones suelen ser de carácter torrencial, de
gran intensidad pero breves, debido a su origen convectivo. Si además se forma una baja presión sobre el
Mediterráneo coincidiendo en altura con una gota fría, se registran lluvias de carácter catastrófico, que
pueden tener lugar en la primavera y, con más frecuencia, en el otoño.
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Régimen térmico:
La temperatura media anual oscila entre 17° y 19° C, siendo las zonas más elevadas y alejadas de la influencia
del mar las que registran las medias anuales más bajas, mientras que las temperaturas más elevadas de la
Península y de Europa se dan en el valle del Guadalquivir
La amplitud térmica anual es superior a la de los restantes climas, pudiendo llegar a 20°, pero será tanto
menor cuanto más nos acerquemos hacia el Oeste, debido a la influencia del océano Atlántico; por ello la
amplitud térmica más reducida se da en Cáceres y Badajoz, y la mayor en Cuenca y Albacete.
Régimen pluviométrico:
Presenta cierto paralelismo con el del clima mediterráneo marítimo. La precipitación anual se sitúa entre los
350 mm y los 650 mm.
La distribución de las precipitaciones no es homogénea: en ambas Submesetas los máximos se dan en
primavera y otoño, en tanto que en el valle del Guadalquivir el máximo es invernal (diciembre, enero y
febrero). Se pueden distinguir dos grandes
variedades (aparte de la del interior del Valle del
Guadalquivir), la de la Submeseta Norte (con
temperaturas más frías, sobre todo en invierno,
y pmm más altas) y el de la Submeseta Sur (con
temperaturas más altas y precipitaciones más
bajas).
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4.6 Clima canario
Es un clima oceánico de influencia tropical, en el que interviene la acción moderadora del Atlántico.
Régimen térmico:
Las variaciones de temperatura entre el invierno y el verano son pequeñas. La temperatura media anual oscila
entre 19° y 21°; en invierno no baja de 17° y en verano no sobrepasa 25°.
La amplitud térmica anual es más baja que en la Península, no superando los 8°.
Régimen pluviométrico:
Las islas orientales reciben la influencia de los vientos secos procedentes del Sahara y las occidentales la de los
vientos húmedos del Noroeste y Nordeste.
La precipitación anual es escasa, especialmente en las zonas más bajas, donde no se alcanzan los 250 mm. En
las zonas de altitud media se alcanzan los 500 mm.
La distribución de las precipitaciones es bastante irregular. Generalmente, llueve más en las zonas orientadas
al Norte de las islas occidentales, mientras que las islas orientales son más secas, con una estación seca de
ocho meses.
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4.8 Climas urbanos
Se puede hablar de microclima urbano o de clima urbano porque en las ciudades influyen algunos factores que
introducen modificaciones sobre los dominios climáticos de las zonas en las que se localizan. En la
determinación de los climas urbanos podemos distinguir:
Elementos:
las temperaturas son las que se ven modificadas, elevándose respecto del entorno rural, al
crearse una "isla de calor urbano";
las precipitaciones totales se incrementan debido al aumento de los movimientos verticales del
aire de origen térmico;
la nubosidad aumenta debido a la existencia en la atmósfera de partículas contaminantes que
actúan como núcleos de condensación, lo que también contribuye a la formación de nieblas en
el invierno;
la humedad suele ser más reducida porque, aunque los hidrocarburos contribuyen a la
formación de vapor de agua, la evapotranspiración originada por las masas verdes es escasa.
Factores:
los materiales de que están construidos los edificios (cemento, hierro, ...) absorben lentamente
el calor durante el día y lo liberan durante la noche;
la morfología urbana origina turbulencias, modificaciones en la dirección del viento, mayor
calentamiento del aire, etc.
la generación del calor por las actividades humanas como calefacciones o tráfico rodado;
el drenaje del agua que cae sobre la ciudad impide la evaporación, con lo cual el posible
enfriamiento del aire es menor;
las partículas contaminantes en suspensión contenidas en el aire de las ciudades presentan una
mayor resistencia al paso de las radiaciones, favoreciendo el efecto invernadero.
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