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UNIDAD III

RECURSOS HÍDRICOS EN ESPAÑA.


LOS RÍOS ASTURIANOS.

ÍNDICE

1. Tipos de recursos hídricos

2. La red hidrográfica española

2.1 Características generales


2.2 Factores condicionantes
a) Clima
b) Relieve
c) Suelos
d) Vegetación
e) Intervención humana
2.3 Provincias hidrológicas:
a) Ríos determinados por la nieve (alta montaña): nival puro y nival de transición.
b) Ríos mixtos: nivo-pluvial y pluvio-nival.
c) Ríos determinados por las precipitaciones: oceánicos, mediterráneo puro,
mediterráneo de interior y subtropical.
2.4 Vertientes hidrográficas
a) Cantábrica
b) Atlántica
c) Mediterránea
d) Red fluvial insular

3. Las aguas endorreicas


a) Lagos y lagunas
b) Humedales: albuferas y marismas

4. Recursos fluviales subterráneos o arreicos: los acuíferos

5. Regulación de los recursos fluviales: las aguas embalsadas

6. Gestión de los recursos hídricos

7. Aprovechamiento de los recursos hídricos

8. Los ríos asturianos.


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1. Tipos de recursos hídricos
Las aguas, objeto de estudio de la hidrografía, se dividen en dos grandes grupos: aguas marinas (mares y
océanos) y continentales. El objeto de estudio de este tema son las aguas continentales. Éstas se clasifican
en dos subtipos:

a) Recursos hidrográficos superficiales:


Son aquellos que circulan por la superficie terrestre. Se pueden clasificar en dos grupos, en función del
lugar donde drenen:
Aguas exorreicas: aquellas que drenan al mar (ríos)
Aguas endorreicas: aquellas que no drenan al mar (lagos, lagunas y humedales).
La mayor parte del territorio peninsular está avenado hacia el mar, es exorreico. El endorreísmo es, pues,
un fenómeno de pequeña magnitud.

b) Recursos hidrográficos subterráneos o aguas arreicas:


Aquellas que se infiltran en el subsuelo (acuíferos).

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2. La red hidrográfica superficial
2.1 Características generales.
Tres vertientes hidrográficas:
Los ríos españoles vierten sus aguas en tres mares distintos: el Mar Mediterráneo, el Mar
Cantábrico y el Océano Atlántico. A gran escala el territorio peninsular se suele agrupar en dos
únicas vertientes: atlántica (incluye a la cantábrica) y mediterránea.
Disimetría de las vertientes:
Debido al basculamiento de la Península Ibérica hacia el oeste, producido en la orogenia alpina
(Mioceno, hace 20 m.a), la mayor parte de los ríos españoles vierten sus aguas en el Océano
Atlántico:
a) Vertiente atlántica: 69%.
b) Vertiente mediterránea: 31%
Históricamente ha existido una intensa relación con la ocupación del territorio, así las dos
grandes ciudades históricas españolas se sitúan o en su cauce o en su desembocadura, sin olvidar
que sus valles son utilizados para el establecimiento de vías de comunicación.
Los dos ríos más caudalosos son el Duero (660m3/seg en desembocadura) y el Ebro (554
m3/seg). El más largo en longitud es el Tajo (1202 km), pero aquel cuya cuenca ocupa mayor
superficie es el Duero (97290 km2).

2.2. Factores condicionantes de la red hidrográfica española:


a) Clima:
El clima es el factor más importante e influyente en el régimen fluvial. Debido a que el caudal de un río
procede del agua que recibe un territorio, en forma de lluvia o de nieve, existe una relación directa entre
la cantidad de precipitaciones y el caudal, es decir, entre el régimen hidrográfico del río y el régimen
pluviométrico del dominio climático por el que discurre.
Como es lógico, el caudal de un río será mayor en la estación más lluviosa y descenderá en los momentos
de menos precipitaciones. En el caso de ríos de alta montaña, el momento de máximo caudal coincidirá
con la época del deshielo de las nieves.
El clima también influye a través de las temperaturas: cuanto más altas sean estas, mayor será la
evaporación y, por tanto, más intensos serán los estiajes.

b) Relieve:
El relieve es el segundo factor en importancia. Condiciona el trazado de los ríos, aporta su pendiente, la
velocidad, la fuerza erosiva del río, su potencialidad para la producción de electricidad e influye en el tipo
de precipitación y por tanto en el régimen hidrográfico (pluvial o nival).

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c) Litología:
El suelo es otro factor importante, ya que dependiendo del grado de permeabilidad del roquedo del cauce,
los ríos pueden tener unas características u otras. Si el sustrato es impermeable no interfiere en el caudal,
pero si es permeable, como los suelos calizos, absorbe y retiene una gran cantidad de agua, que luego
aflorará a través de los manantiales o a muchos kilómetros de distancia (los ojos del Guadiana, el río
Piedra...)
Cada tipo de roquedo presenta una permeabilidad y una resistencia a la erosión distinta:
La roca caliza se disuelve en contacto con el agua acidificada, lo que favorece la existencia de
sumideros y surgencias, dominando la escorrentía subterránea.
La litología silícea es poco permeable (lo que favorece la circulación superficial) y dura, lo que
fuerza a los ríos a encajarse profundamente.
Los suelos arcillosos, blandos e impermeables favorecen una escorrentía superficial y menos
encajada.
d) Vegetación:
La vegetación evita el desplazamiento rápido de las aguas por las laderas y ralentiza el proceso de
incorporación al río, siendo un excelente atenuador de las crecidas violentas y torrenciales de los ríos
mediterráneos. Cuanto más rica y variada sea la cobertera vegetal menor importancia tienen procesos
como la evaporación o la arrollada del suelo, favoreciéndose, en cambio, la formación de acuíferos y de
cursos permanentes de agua.
e) Intervención humana:
Puede modificar los recursos hídricos mediante:
Construcción de infraestructuras de regulación (presas, por ejemplo).
Infraestructuras de riego y de trasvases.
Sobreexplotación de acuíferos.

2.3 Provincias hidrológicas:


Llamamos régimen fluvial a la
evolución del caudal de una
corriente a lo largo del año. Los
regímenes fluviales dependen
básicamente de la cuantía y el tipo
de las precipitaciones que
alimentan nuestros ríos. Desde este
punto de vista, los regímenes
fluviales de los ríos españoles se
organizan en 4 provincias
hidrológicas:
a) Ríos determinados por la nieve
(son ríos de alta montaña):
Régimen nival Puro
Régimen nival de Transición
b) Ríos mixtos, determinados por la
nieve y las precipitaciones (son ríos de media montaña):
Régimen nivo-pluvial
Régimen pluvio-nival
c) Ríos determinados por las precipitaciones:
Régimen pluvial oceánico
Régimen pluvial mediterráneo puro
Régimen pluvial mediterráneo de interior
Régimen pluvial mediterráneo subtropical

Ver cuadro-resumen (tabla 1)

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2.4 Vertientes y principales cuencas fluviales peninsulares:

a) Vertiente Cantábrica.
Son ríos cortos y caudalosos. Son cortos pues están por su nacimiento en la cordillera cantábrica, muy
próxima a la costa,
teniendo que
salvar un gran
desnivel y llevando
una gran cantidad
de agua,
proveniente de las
lluvias descargadas
por las borrascas
del frente polar
que pasan por
estas latitudes. Ese
gran desnivel y el
gran caudal hacen
que tengan una
fuerte capacidad
erosiva.
La regularidad del
clima oceánico
hace que no
existan estiajes. En
general, tienen un
régimen pluvial,
aunque algunos en su cabecera tengan alguna aportación nival.
Los ríos cantábricos más importantes son, de oeste a este, Eo, Navia, Narcea-Nalón, Sella, Cares-Deva, Pas,
Nervión y Bidasoa. Todos los ríos de la vertiente cantábrica pertenecen a la Confederación Hidrográfica
del Norte.

El Miño
Es el río gallego por excelencia y aunque desemboca en la vertiente atlántica tiene las mismas
características de caudal, de longitud y de velocidad que los cantábricos (al igual que el Tambre y el Ulla).
Nace en Lugo, discurriendo de Norte a Sur hasta Orense, donde tras confluir con su máximo afluente; el
Sil, toma dirección SW hasta desembocar en Tuy, haciendo frontera con Portugal. Es un río muy
caudaloso, sobre todo, si tenemos en cuenta en caudal relativo.

b) Vertiente Atlántica.
En el Atlántico desembocan los grandes ríos de la Meseta y el Miño (aunque éste por sus características es
cantábrico). Los ríos de la Meseta se adaptan a las condiciones del relieve y a la inclinación de ésta, siendo
estos ríos largos y de pendiente muy suave. El caudal y el régimen fluvial de estos ríos van a depender de
su situación latitudinal. El Duero va a tener características oceánicas, y el Guadalquivir y Guadiana las van
a tener mediterráneas, el Tajo se sitúa en un plano intermedio. En general, son ríos cuyo caudal se explica
más que por las precipitaciones (propias de un clima mediterráneo de interior), por su gran longitud, que
les hace recibir aportes de un gran número de afluentes.
Tienen poca capacidad erosiva, ya que discurren por llanuras. Tan sólo el Duero se encaja con mayor
fuerza al llegar al zócalo paleozoico de la penillanura occidental, donde aprovechan las líneas de falla para
abrir grandes tajos conocidos como “arribes” (Arribes del Duero).

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Son irregulares, con estiaje principal en verano y otro menor en invierno por el predominio de las
situaciones anticiclónicas en la Meseta.
Los ríos de la vertiente atlántica se organizan en las siguientes cuencas hidrográficas:
Cuenca del Norte: el Tambre, el Ulla y el Miño, junto con los ríos cantábricos.
Cuenca del Duero
Cuenca del Tajo
Cuenca del Guadiana
Cuenca del Guadalquivir

El Duero
Es el río más caudaloso de la Península, transcurriendo por la meseta y recogiendo las aguas del Sistema
Ibérico, la Cordillera cantábrica y el Sistema Central. Nace en Picos de Urbión y desemboca en Oporto,
formando un estuario, pasando por Soria, Aranda de Duero, Toro, Zamora, esto explica el tamaño de su
cuenca (la más grande de España) y la cantidad de afluentes que tiene (Pisuerga, Esla, Adaja, Tormes...).
Su curso es tranquilo excepto en los Arribes, donde se encaja en las rocas metamórficas formando el
mayor desfiladero de toda la Península.

El Tajo
Es el río más largo de la península ibérica. Nace en la Sierra de Albarracín, provincia de Teruel, y discurre
entre el Sistema Central y los Montes de Toledo, pasando por Aranjuez, Toledo, Talavera de la Reina...
desembocando en Lisboa, en la que forma el estuario de la paja. Sus principales afluentes son el Jarama, el
Guadarrama, el Tiétar y el Alagón. Su caudal aumenta en el tramo portugués, a causa de las mayores
precipitaciones. Su curso está muy alterado por las intervenciones humanas: desde los embalses hasta el
trasvase Tajo-Segura.

El Guadiana
Es el menos caudaloso de los grandes ríos españoles, nace aguas debajo de las lagunas de Ruidera, ya que
la sobreexplotación de su cabecera ha secado su nacimiento, que actualmente está a 150 kilómetros de
donde solía, y desemboca en Ayamonte, formando frontera con Portugal. Un tramo discurre por debajo
de tierra, son los conocidos “Ojos del Guadiana”. Sus principales afluentes son por la derecha el Záncara y
el Cigüela y, por la izquierda, el Jabalón y el Zújar. En su cuenca se han construido grandes embalses para
la irrigación agrícola, entre los que destaca el de la Serena, el más grande de España.

El Guadalquivir
Nace en la Sierra de Cazorla, provincia de Jaén, y desemboca en forma de marismas (Coto de Doñana), en
Sanlúcar de Barrameda, atravesando las provincias de Córdoba, Sevilla y Huelva. Transcurre entre Sierra
Morena y las Penibéticas, muy cerca de la primera hasta la altura de Sevilla, donde cambia el rumbo E-W
por el de N-S. Tras unos primeros kilómetros de fuertes pendientes, fluye tranquilo y casi al nivel del mar
durante todo su recorrido. Es el eje vertebrador de Andalucía, recoge los afluentes de Sierra Morena
(Guadalimar, Jándula, Guadalmellato...) y los de las Béticas (Guadiana Menor y el Genil (río nival en su
cabecera). Su desembocadura en forma de marisma demuestra que el proceso no ha terminado, pues en
época romana estas marismas eran un gran lago, que se ha ido llenando con los depósitos continentales y
marinos.

c) Vertiente Mediterránea.
En la vertiente mediterránea desembocan dos tipos de ríos: el Ebro y el resto (Ter, LLobregat, Turia, Júcar
y Segura). En los pequeños ríos mediterráneos está patente la influencia de los relieves adyacentes al mar
que limitan la escasa longitud de sus cauces. Se trata, por lo general, de ríos cortos, abarrancados (por la
proximidad del mar), muy poco caudalosos (el este de España está dentro de la España seca), con grandes
crecidas estacionales y estiajes fortísimos. El estiaje se dan en verano y es tanto más largo, cuanto más
meridional es el río. Unos cursos muy característicos de esta zona son las ramblas que sólo llevan agua en

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ocasiones, permaneciendo secas la mayor parte del año, pero en esas ocasiones tienen que canalizar
cantidad ingente de agua proveniente de fenómenos tormentosos o de gota fría.
La mayoría de estos ríos tienen una gran explotación en regadíos, lo que unido a la aridez de la región
hacen que pierdan caudal en su desembocadura. Ha habido intentos de hacer trasvases de la cuenca
cantábrica y pirenaica a estos ríos.
Estos ríos se organizan en las siguientes cuencas hidrográficas.
Cuenca del Pirineo oriental
Cuenca del Ebro
Cuenca del Júcar
Cuenca del Segura
Cuenca del Sur

El Ebro
Nace en Fontibre, Reinosa (Cantabria) y desemboca en Tortosa (Tarragona) en forma de delta, pasando
por Haro, Logroño y Zaragoza. Es muy largo y caudaloso, ya que drena altas montañas, representando la
paradoja de ser una arteria con mucha agua sobre una zona muy árida, lo que es posible gracias a los
afluentes de los Pirineos y del Sistema Ibérico.
Esto ha hecho que hubiera planes de hacer trasvases, planes que se han encontrado con la tajante
oposición de los habitantes de la zona. Tiene un régimen complejo, resultante de la alimentación pluvial
de su cabecera y nivo-pluvial y pluvio-nival de los afluentes montañosos.
Desde el Pirineo descienden el Aragón, el Gállego, Cinca, Noguera Palleresa y el Segre y desde el Sistema
Ibérico, el Jalón y el Jiloca.

Cuencas del Pirineo Oriental


No vierten sus aguas al Ebro, a través de afluentes, sino que lo hacen directamente al Mediterráneo, por
ello son los más caudalosos de esta vertiente (salvo Ebro). Los dos ríos más importantes son el Ter y el
Llobregat, este último desemboca en forma de delta, bastante contaminado.

Cuencas meridionales andaluzas.


Son ríos cortos, poco caudalosos y sometidos a grandes estiajes (de tres o cuatro meses) por lo que se les
denomina cuenca subtropical. Como los cantábricos, tienen que saltar grandes desniveles, pero tienen
menos poder erosivo por su caudal más escaso. Destacan los ríos Guadalfeo, Guadalhorce, Barbate,
Guadalete, Tinto, Odiel... (que aunque desembocan en el atlántico tienen características de los
mediterráneos).

El Segura, Júcar, Mijares y Turia.


Son excelentes ejemplos de ríos mediterráneos, tanto por su moderada longitud como por su caudal
reducido y torrencialidad. Su régimen es pluvial y está mediatizado por el roquedo calizo de sus lugares de
nacimiento. Tienen gran importancia a efectos agrícolas, pues el primero riega las huertas murciano-
alicantinas y los otros dos, la huerta valenciana.

d) Red fluvial insular, Ceuta y Melilla:


Baleares y Canarias carecen de auténticos ríos. En Baleares, en Mallorca, encontramos torrentes, cursos
de agua intermitentes similares a las ramblas levantinas, que solo llevan agua en las crecidas equinocciales.
En todas las islas existen numerosos acuíferos debido al predominio de roca caliza.
En Canarias, la fuerte aridez y la permeabilidad de la roca volcánica explican la inexistencia de cursos
permanentes de agua. Tan sólo encontramos algunos barrancos que encauzan las escasas precipitaciones.
La mayor parte de los recursos proceden de los acuíferos.
En Ceuta y Melilla aparecen arroyos de escasa longitud y de carácter estacional y torrencial que van secos
la mayor parte del año (incluso, a veces, durante años).

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3. Las aguas endorreicas

Son aquellas que no drenan en el mar, sino que se estancan en el interior de los continentes. Son:
a) Lagos y lagunas:
Masa grande y permanente de agua, generalmente dulce, depositada en una depresión del terreno de
forma natural o artificial. Las lagunas se diferencian de los lagos en que son más pequeñas, especialmente
en profundidad (menos de 1 m de profundidad).
Los lagos pueden ser:
a.1 Endógenos creados por las fuerzas internas de la tierra:
■ Lagos tectónicos por hundimiento del terreno: Carucedo (León) o Janda (Cádiz)
■ Lagos volcánicos en cráteres apagados: Fuentilleja (Ciudad Real).

a.2 Exógenos creados por factores que actúan en la superficie de la tierra


■ Lagos glaciares por acción de glaciar en los sistemas montañosos.
■ Lagos cársticos zonas hundidas por la acción de la erosión cárstica: Lagunas de Ruidera (Ciudad
Real).

b) Humedales:
También denominados medios palustres, son zonas encharcadas, de escasa profundidad, que pueden
llegar a secarse en ciertas épocas del año. Se localizan en zonas deprimidas y próximas a un curso de agua.
Entre los tipos de humedales más característicos destacan las albuferas y las marismas.
b.1 Albufera: Laguna formada en tierras bajas contiguas al mar. (Mar Menor en Murcia; Albufera de
Valencia.).
b.2 Marisma: Terreno bajo y pantanoso que se inunda por las aguas del mar o por las de algún río. En
la Depresión del Guadalquivir, las mareas depositan limo y fango en los lugares de aguas
tranquilas, y a ellos se añaden a menudo los aluviones depositados por el río. La vegetación se
propaga rápidamente y ayuda a retener el fango;
gradualmente se van estableciendo otras plantas, y
la marisma va transformándose en una saladura
(área ligeramente elevada de una marisma,
excepcionalmente inundada por las mareas y donde
crece hierba). Estas marismas del Guadalquivir
forman parte del Parque Nacional de Doñana.

4. Recursos hidrográficos subterráneos o arreicos:


Los acuíferos

Un acuífero es aquel estrato o formación geológica


permeable que permite la circulación y el almacenamiento
del agua subterránea por sus poros o grietas.

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5. Regulación de los cursos fluviales: agua embalsada.

España es uno de los países donde la red de pantanos es más amplia, y ello se ha observado como una
necesidad desde el siglo XIX. En la actualidad se están observando algunos problemas ecológicos
derivados de estos pantanos, construidos a veces sin la mínima planificación, sobre todo, durante el
franquismo. Tanto el clima
como los ríos españoles son
muy irregulares, presentando
períodos de grandes sequías y
otros de grandes avenidas de
agua. Otra características del
clima y de los ríos son los
contrastes. Nos encontramos
con una España húmeda al
norte y oeste, a la que le sobra
agua, y otra España seca al sur
y este que demanda agua, y en
la que están situados los
grandes núcleos de regadío y
de turismo español. Ello ha
generado la construcción de grandes pantanos, trasvases y proyectos para trasvasar agua de unas a otras
cuencas, proyectos muy polémicos. En la actualidad, los principales ríos españoles tienen sus cauces
regulados por embalses. Esto ha permitido la mejora en los abastecimientos, la expansión de los regadíos,
el control de las crecidas y la explotación energética de las aguas.
Sin embargo la planificación no siempre ha sido la apropiada. Se han hecho pantanos en lugares pocos
aptos. Algunos reciben demasiada sedimentación con lo que pronto se han colmatado, u otros se han
construido en medios muy áridos, sin suficiente alimentación y con gran evaporización, lo que ha ido
empobreciendo los caudales. Otras veces se han levantado para potenciar regadíos que luego han tenido

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que abandonarse ante la sobreproducción en la UE. Las consecuencias negativas para el medio ambiente
también han sido numerosas; se han anegado valles de gran valor, se ha destruido la vegetación de las
riberas y la vida de algunas especies.

5. Gestión de los recursos hídricos

Las confederaciones hidrográficas son órganos que gestionan el usa del agua de una cuenca hidrográfica,
o de varias si son pequeñas (véase mapa de confederaciones hidrográficas). La disponibilidad de recursos
hídricos es distinta en cada confederación:
Recursos con excedente de agua: Los de las confederaciones hidrográficas del norte, Miño, Galicia
costa, Duero, Tajo y Ebro.
Recursos que mantienen un equilibrio precario: Los de las confederaciones hidrográficas del
Guadiana, Júcar, Pirineo oriental y Canarias.
Recursos deficitarios: Los de las confederaciones hidrográficas del sur, Segura, Guadalquivir y
Baleares. Se hace necesario la construcción de trasvases entre cuencas, lo que genera rivalidad
entre las comunidades autónomas.

6. Aprovechamiento de los recursos hídricos:

Uso energético, energía eléctrica


aprovechando los saltos de agua con
centrales hidroeléctricas.
Uso agrario; para regadío (80% del
total).
Uso industrial (15%).
Uso doméstico (10%): problemas de
potabilización y evacuación.

7. Los ríos asturianos:


El conjunto de las aguas superficiales asturianas, con la excepción de algunas zonas de lagos y lagunas, como
es el caso de Somiedo o Cangas de Onís, son drenadas a través de una multitud de ríos de todo tipo que se
reparten por todo el territorio asturiano. Hidrológicamente Asturias se divide en ocho grandes cuencas: la
del Eo, Navia, Nalón-Narcea, Sella, Cares-Deva que se corresponden con colectores importantes y otras tres
costero-litorales, la Occidental separada en dos tramos por la cuenca del Navia, la Centro-Oriental y la
cuenca costera Oriental, separadas ambas por el Sella. La red fluvial asturiana presenta forma de árbol, más
tupida en el Occidente como consecuencia de la existencia de suelos de pizarra que favorecen la escorrentía
superficial mientras que en el Oriente, el suelo eminentemente calizo es mucho más permeable.
El origen de la actual red fluvial de Asturias parece remontarse a la Era Terciaria, durante la orogenia alpina,
con la elevación de la Cordillera Cantábrica. Todos los ríos asturianos nacen cerca del mar y discurren por
tierras lluviosas de clima atlántico. En consecuencia, el régimen fluvial que predomina es el pluvial oceánico;
eso es, caudal relativo elevado y notable regularidad, tanto interanual como estacional.
No obstante, en razón de su nacimiento en altas cotas (más de 2000 m) donde la innivación es notable, en
los cursos altos la impronta del factor nival es también importante (aguas bajas en invierno y crecidas
primaverales).

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Los ríos asturianos, al nacer a gran altitud y a una distancia, en línea recta de la costa, que no supera los 50
kilómetros, han desarrollado una gran labor erosiva. Las profundas gargantas del Cares, el desfiladero de los
Beyos en el Sella o la cuenca media del Navia son claro ejemplo de ello.
En la zona Oriental, la presencia de varias sierras paralelas a la costa ha condicionado el trazado de los ríos
que discurren labrando valles transversales a dichas sierras. Por otro lado, el carácter calizo del roquedo da
lugar a los típicos fenómenos de infiltraciones, surgencias, etc., que inciden en el régimen de ríos como el
Sella, el Cares y el Deva. Además, al atravesar las duras calizas han debido tajar profundos cañones en Picos
de Europa.
El Nalón, que avena la totalidad de la cuenca carbonífera central, presenta, en tal sentido, un carácter mixto,
pues mientras sus tramos alto y medio se adaptan a las estructuras, en su curso bajo taja transversalmente
las crestas cuarcíticas y calizas del dominio de pliegues y mantos. Este río, con su principal afluente, el
Narcea, avena el 46% del territorio; es pues la mayor de las cuencas fluviales.
En la zona Occidental, el terreno de pizarras y cuarcitas permitió que los ríos arruinaran los materiales más
débiles, discurriendo en un sentido sur-norte siguiendo los cordales montañosos. Son el Eo, el Navia y el
Narcea. A pesar de esta docilidad, son ríos caudalosos y de notable longitud. El Navia es el más importante y
tanto por su caudal como por la morfología de su cauce, es el río más explotado de Asturias (embalse de
Salime, de Doiras y el de Arbón, todos ellos construidos con fines hidroeléctricos).
El Nalón y el Narcea son ríos enteramente asturianos, desde su nacimiento hasta su desembocadura
mientras que tanto el Sella, como el Eo, el Navia o el Cares-Deva tienen su nacimiento en otras comunidades
pero su recorrido se desarrolla en su mayor parte en territorio asturiano o su cuenca tiene una gran
componente asturiana. Fuera de las grandes cuencas hidrográficas existen una serie de ríos muy cortos pero
de gran importancia como el Porcía, Piles, Esva, Purón o Linares.

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Guía para el comentario de un hidrograma o gráfico de caudal

1. Clasificación: Identificación (lo que es):


Tipo de mapa o gráfico y definición del fenómeno geográfico representado:
El documento que vamos a comentar es un hidrograma, gráfico que representa el régimen fluvial de un
río a través de los datos del Coeficiente de caudal mensual. Coeficiente de caudal mensual (k): es el
resultado de dividir el caudal medio de cada mes entre el caudal medio anual o Módulo. Ambos valores
se obtienen a partir de medidas registradas durante un periodo de, al menos, treinta años. El valor 1:
corresponde en la gráfica al caudal medio anual. Un valor inferior a 1 indica aguas bajas y un valor
superior a 1 indica aguas altas.

2. Análisis: descripción (lo que vemos) e interpretación (lo que inferimos a partir de lo que vemos):
2.1) Irregularidades a lo largo del año:
El caudal de los ríos presenta variaciones estacionales ya que puede disminuir por la carencia de
precipitaciones en verano o aumentar como consecuencia del deshielo. Los ríos más irregulares de España
son el Júcar y el Guadiana y los más regulares son los ríos gallegos y los cantábricos.
a) Crecida: Aumento anormal en el caudal de un río, las más espectaculares y fuertes crecidas se
producen en los ríos levantinos como el Turia, el Júcar y el Segura.
b) Estiaje: Disminución anormal en el caudal de un río que suele coincidir con los meses secos de
verano, uno de los ríos con un estiaje más fuerte es el Guadalquivir.
2.2) En función de lo anterior identificar el tipo de régimen fluvial:
a) Regímenes nivales y mixto: los puntos donde se sitúan las mediciones están en posiciones
elevadas cerca de los nacimientos de los ríos (por eso tienen poco caudal). Tienen en común que a finales
de primavera y en verano, tienen más caudal por el deshielo.
Régimen nival nivo-pluvial
Régimen pluvio-nival o pluvio-nival

b. Regímenes pluviales: caudal en función de las lluvias que acompañan a cada clima. Hay que
recordar que el dato de módulo absoluto decrece si se mide en un punto cercano al nacimiento del río
(datos de módulo aproximados en puntos del curso bajo):
Pluvial-oceánico: alto módulo absoluto (+200 m3/s) más caudal en invierno. Suave estiaje. Bajo
coeficiente de irregularidad (-3)
Pluvial mediterráneo continental: bajo caudal absoluto (entre 20 y 200 m3/s) más caudal en
primavera y otoño. Importante estiaje. Alto coeficiente de irregularidad (+7).
Pluvial mediterráneo litoral del levante: bajo caudal (entre 10 y 20 m3/s) (menos el Ebro).
Irregular, picos en octubre, febrero y mayo (al tener tres picos se distingue del continental). Suave
estiaje. Alto coeficiente de irregularidad (+7).
Pluvial mediterráneo litoral del sur subtropical. Escasísimo caudal absoluto (-10 m3/s) largo
estiaje (de marzo a noviembre), se distingue de los nivales en que este régimen tiene el pico en
invierno.

3. Ampliación del comentario (todo lo que sabemos).


Desarrollo de otros aspectos teóricos relacionados: factores que determinan e influyen en el régimen
fluvial de un río, características específicas del río y su vertiente, gestión (confederaciones hidrográficas) y
aprovechamiento (infraestructuras hidráulicas) de los recursos hídricos.

Para saber más consulta esta página Web:


http://ntic.educacion.es/w3/recursos//sociales/geografia/regimen_fluvial

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Tabla 1. Los regímenes fluviales españoles

Regímenes Zona Caudal Máximos Mínimos Características Factores


Alta montaña, + de 2500 m. Junio Invierno Fuertes pendientes
Nival puro Son los ríos que nacen en el Gran caudalosidad Pmm muy elevadas y en forma
Nivales Pirineo Central (Gállego) Escasa irregularidad: de nieve.
Nival de transición Alta montaña, 2000-2500 m Mayo Invierno CI: 2-4
Ríos Pirenaicos (Segre)
Montaña media, hacia 2000 m Abril-Mayo (principal)
Verano. Principal. Fuertes pendientes
Nivo-pluvial Afluentes del Ebro en sus cursos Otoño (no muy acusado) Gran caudalosidad.
Medio y bajo y los ríos nacidos (secundario) Irregularidad: 3-10
Mixtos en C. Cantábrica, C. Central, Abundante Invierno. Secundario Régimen determinado por la nieve y
S. Ibérico, y Sierra Nevada. y regular Febrero-Marzo- por las precipitaciones.
Pluvio-nival Abril (principal) De Junio a octubre Pendientes moderadas
Ci: 2-5 y no muy Caudalosos
Diciembre (secundar)pronunciado
Ríos cantábricos: desde el Módulo superior a 100 m3/s
Miño hasta el Bidasoa y los Ríos cortos Pmm abundantes y bien repartidas
Oceánico cursos altos de los afluentes del Duero En invierno En verano Muy regulares, sin Gran desnivel del relieve y muy
por la derecha, al oeste del grandes crecidas ni próximo a la costa.
Pisuerga. estiajes
Ríos del litoral levantino: Escaso e Tres picos: Tres picos: Ríos cortos Pmm moderadas con una corta
Entre el Cabo Creus y el Cabo Irregular Febrero-marzo Verano Muy irregulares estación seca.
Pluviales Mediterráneo de Gata, con excepción de los Mayo-junio Enero Caudal en zig-zag Zonas desarboladas y de fuertes
que nacen en el Pirineo y el Ebro. Septi-octubre Marzo-abril (varios picos Pendientes por la proximidad de los
de crecidas y estiajes). relieves a la costa.

De interior Ríos del interior peninsular que Moderado e Primavera Largo en verano Exagerado estiaje Escasez e irregularidad de
Desembocan en el Atlántico. Irregular Otoño las precipitaciones
Ríos más meridionales de la Península,
Muy escaso e Diciembre Muy acusado y largo Acusadísimo mínimo Escasísimas precipitaciones
Subtropical al sur del Irregular Mayo a Octubre con 7 meses por y elevadas temperaturas.
Segura (Guadalete, Guadiaro, etc.) debajo de la unidad

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