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Guía para
principiantes.
Te damos la bienvenida a esta guía de producción de vídeo para principiantes de Adobe. A
través de sus diferentes secciones, aprenderemos qué es exactamente la producción de vídeo
y cubriremos los aspectos más importantes que deberás tener en cuenta a la hora de trabajar
con cualquier tipo de vídeo, sin importar tu nivel de conocimiento.
Contenidos:
Todos los vídeos que vemos a diario en nuestras televisiones, ordenadores, móviles o incluso
en la vía pública han pasado por estos procesos de producción. Además, gracias a la amplia
gama de software disponible para cubrir cada uno de los pasos de los procesos mencionados,
la producción de vídeo está al alcance de cualquier persona que cuente con un ordenador o
incluso un dispositivo móvil.
El proceso empieza mucho antes del rodaje, con la concepción de la idea del vídeo y la
elaboración del guion gráfico (o storyboard). Todo tiene que estar a punto antes de empezar a
grabar el vídeo: guion, localizaciones, actores, vestuario… Luego ya vendrá la grabación, o la
producción propiamente dicha, seguida de la posproducción, que va destinada a editar el vídeo
y a elaborar el producto final.
Posteriormente hablaremos con más detalle sobre las tres fases de producción de vídeos.
La historia de la producción de vídeo.
Los ordenadores personales siguieron la misma ruta y en la década de los 90 empezó el bum
multimedia. Era cuestión de tiempo que la televisión y los ordenadores cruzaran sus destinos, y
la aparición de Internet hizo que los productores de vídeo tradicionales, normalmente
asociados a compañías profesionales, se lanzaran a llenar la red de vídeos.
La rápida evolución tecnológica inundó el mercado con productos cada vez más potentes y
accesibles al gran público y, una vez que los teléfonos móviles se convirtieron en ordenadores
de mano con acceso a Internet, se abrieron las puertas de la producción de vídeo para todo
aquel que estuviera interesado.
Hoy en día, los contenidos de vídeo han alcanzado una popularidad nunca vista gracias, sobre
todo, a las redes sociales y los portales especializados en compartir vídeos. La producción de
vídeo ya no se limita a los profesionales y a los medios tradicionales, ya que cada vez más
gente se interesa en producir vídeos de todo tipo, ya sea para crear contenido para sus canales
de YouTube o Twitch, un videoclip para su grupo de música, cortos o incluso películas.
Todo esto ha sido posible gracias a la amplia gama de programas disponibles para todas las
necesidades y niveles, que hace asequible la producción de vídeo a cualquiera que disponga
de un ordenador o un dispositivo móvil. Además, la infinidad de recursos en línea se adapta a
todos los niveles para que cualquiera pueda iniciarse en el mundo de la producción de vídeo,
tanto a nivel personal como profesional.
Los cinco estilos de vídeo más comunes.
Todo vídeo nace de una idea original, y partir de esta hay una serie de pasos fundamentales
para que el resultado final se adapte a nuestras necesidades..
Dependiendo del tipo de vídeo, necesitaremos una historia o un guion que será la base
del storyboard que, a su vez, servirá de referencia para los distintos planos cinematográficos y
secuencias que queremos grabar. Además, necesitaremos pensar en aspectos económicos, si
tenemos que alquilar equipo o contratar a técnicos o actores, o en las localizaciones cuando se
requieran, por ejemplo.
Una vez que completemos la grabación, será cuando entren en escena los distintos programas
que nos permitirán editar nuestros vídeos. A lo largo del proceso utilizaremos una gran
variedad de programas como Adobe Photoshop, Adobe Lightroom, Adobe Express, Adobe
Premiere Pro, Adobe Animate o, en el caso de la posproducción, Adobe After Effects.
Hablaremos de todos estos pasos más adelante en la sección “Cómo crear vídeos”. Antes,
repasemos los cinco tipos de vídeo más comunes, sus características y qué software podemos
utilizar para cada tipo.
Todo vídeo está compuesto de una serie de fotogramas, imágenes ordenadas que al
reproducirlas a cierta velocidad generan movimiento. Quizás no te suene la palabra
“folioscopio”, pero seguramente hayas visto en libros, o incluso dibujado en la esquina de una
libreta, imágenes que cobraban vida al pasar las páginas rápidamente. Esto es precisamente lo
que sucede con la animación fotograma a fotograma.
A diario vemos una infinidad de vídeos que utilizan este tipo de animación, de los dibujos
animados tradicionales a efectos especiales en otros tipos de vídeo. Así, la animación
fotograma a fotograma nos permite “mover” objetos, marionetas o personajes dibujados que
podremos incluso insertar en los tipos de video que veremos a continuación. Las fuentes
abarcan desde dibujos a fotografías de personas y objetos de cualquier tipo, como muñecos o
personajes de plastilina.
Una vez que contamos con los fotogramas necesarios entran en escena programas como
Adobe Photoshop, Lightroom, Illustrator y After Effects, que nos permitirán editar y animar esas
imágenes para crear un vídeo de animación fotograma a fotograma. Si la fuente de nuestros
fotogramas es puramente digital, seguramente te interese crear animaciones Flash, muy
populares tanto en Internet como en otros tipos de medios.
Como su propio nombre indica, este tipo de vídeos se centra en el texto, que suele estar
animado para obtener diferentes efectos o incluso insertarlos en otro tipo de vídeos. Piensa en
anuncios de televisión o en los gráficos que aparecen en las noticias o en las redes sociales. Si
te parece un tipo de vídeo aburrido, ¡piensa en la introducción de La guerra de las galaxias!
Este tipo de vídeo es fundamental cuando necesitamos añadir información en pantalla, jugar
con la tipografía para crear efectos impactantes o incluso crear carteles para anunciar nuestras
producciones de vídeo. Programas como Adobe Express te lo ponen tan fácil como arrastrar
imágenes o vídeo, el texto que queramos y utilizar sus intuitivas herramientas para añadir los
efectos. Además, también está disponible para dispositivos móviles para que no
desaproveches tu creatividad en ningún momento.
Vídeos musicales.
Todos disfrutamos viendo los vídeos de nuestros artistas favoritos y, si tocas algún
instrumento, seguramente hayas soñado con grabar tus propios vídeos musicales. Aparte de
utilizar una canción, o varias, los vídeos musicales se solapan con prácticamente cualquier tipo
de vídeo.
Pueden centrarse en los artistas en cualquier localización, real o ficticia, o en contar una
historia visual que acompañe a la canción, bien con vídeos de acción real, bien con
animaciones, dibujos animados, vídeos con texto e imágenes. La música y el vídeo se pueden
hacer prácticamente inseparables y seguro que hay canciones que te traen a la memoria su
vídeo musical cada vez que las escuchas.
La animación incluye todo vídeo que no esté grabado directamente con una cámara. De esta
forma podemos crear personajes, objetos o escenarios que no existen en el mundo real. Así,
los dibujos animados tradicionales serían el primer ejemplo que nos viene a la mente, pero
también la animación digital en la que se basan la mayoría de los efectos especiales en el cine
moderno o una gran cantidad de documentales y tutoriales en línea.
No solo nos permite crear ficción, también nos permite mostrar lugares a los que una cámara
no puede llegar o planos imposibles para un equipo de rodaje tradicional. Saca al artista que
llevas dentro hoy mismo y adéntrate en el mundo de la animación con programas como
Animate o Premiere Pro. Si quieres saber más, puedes echarle un vistazo a alguna de
las guías de producción de vídeos animados.
Este es el tipo de vídeo más común y con el que empezó todo. Básicamente, es un vídeo que
muestra a personas, objetos y lugares reales, aunque las personas sean personajes, los
objetos sean inventados y los lugares sean inventados o decorados.
Podemos grabar este tipo de vídeo simplemente con una cámara y después añadir elementos
de cualquiera de los otros tipos. La herramienta estándar para trabajar con este tipo de vídeos
es Premiere Pro y sus distintas versiones se adaptan a todas las necesidades y niveles. Por
ejemplo, la versión Premiere Rush te permite incluso editar vídeos de calidad profesional desde
tu dispositivo móvil con iOS o Android.
Cómo producir un vídeo.
Preproducción.
La preproducción de vídeos empieza en cuanto se tiene una idea. ¿Cómo vamos a llevarla a
cabo? ¿Qué necesitamos? En esta primera e importantísima fase, nos preocupamos tanto de
los aspectos creativos como de los logísticos. Los aspectos creativos suelen recaer en la figura
del director y su equipo de escritores y expertos en cinematografía, mientras que los logísticos
dependen del productor.
En muchas ocasiones, el director y el equipo creativo ya cuentan con el guion como base del
proyecto y en otras al menos con un borrador con los puntos clave. A partir de la idea o el
guion, se necesitarán detalles más específicos como diálogos, descripción de los personajes,
vestuario, localizaciones, etc.
Además, esta fase abarca todos los aspectos logísticos que van desde la búsqueda de
inversores hasta el control del presupuesto, la búsqueda de localizaciones y actores, e incluso
el lanzamiento y la promoción. Esta es la tarea del equipo de producción, que trabajará junto al
equipo creativo para la planificación y la estrategia de trabajo.
Por supuesto, dependiendo del proyecto y del tipo de vídeo, la producción puede necesitar a
cientos de personas o a un único individuo. Lo más importante de esta fase es ser meticuloso y
realista para no olvidar detalles que ralenticen la producción o incluso la arruinen por falta de
planificación o falsas expectativas.
Producción.
Esta fase puede llevar de un solo día para cortos o anuncios publicitarios a meses y años
para rodar una película, como Boyhood o Avatar, o un documental..
Los equipos de una gran producción suelen contar con uno o varios directores, ayudantes de
dirección, productores, directores de fotografía, cámaras, técnicos de sonido, actores,
maquilladores, escenógrafos, electricistas, asistentes, etc. Es muy importante que cada
persona que participe en el rodaje tenga muy claro cuál es su función.
Antes del rodaje, el equipo técnico se reunirá para preparar los escenarios y decorados donde
se grabará el vídeo, así como las cámaras, los micrófonos y los focos que permitirán que la
grabación se vea y se escuche bien. En esta fase desempeñan también un papel fundamental
los equipos de vestuario y de maquillaje, que preparan a los actores o presentadores.
Cuando los escenarios y la parte más técnica de la grabación están listos, entrarán en juego el
director o directores y los actores. Será el momento de grabar las escenas que estaban
planeadas en el guion y el director será el encargado de decidir cuándo esté satisfecho. Los
rodajes pueden alargarse mucho hasta que esto ocurre, pero el trabajo de los productores será
asegurarse que no se pasen de presupuesto.
Lo último que querríamos es pasar a la fase de posproducción y darnos cuenta de que hay
planos o sonidos que no podemos utilizar o que nos faltan. Volver a grabar un plano significa
tener que volver a reunir a todo el equipo o a parte de él. Además, parte del equipo, de técnicos
a actores, puede estar inmerso en otro proyecto y habrá que prescindir de él.
Todos estos problemas necesitan tiempo y dinero que no formaban parte del presupuesto, la
estrategia y el plan de trabajo originales. A pesar de ello, por mucho que planeemos toda la
fase de producción, siempre surgirán problemas que están totalmente fuera de nuestro control
y ante los que tenemos que reaccionar de inmediato.
Posproducción.
En esta fase, ya deberíamos contar con todo lo necesario para transformar la idea, el guion y
las horas de grabaciones de vídeo y audio en el producto final: un vídeo para las redes
sociales, un vídeo musical, un anuncio, un corto, una película, un documental, etc. El tiempo
que se tardará en editar el vídeo dependerá de su duración, así como del nivel de edición que
se requiera (por ejemplo, si hay efectos especiales).
Ahora es cuando entran en juego todos los programas de edición de vídeo y audio.
Lo primero será organizar todo el material grabado durante la fase de producción. Puede incluir
horas de vídeo y de audio, por lo que es esencial contar tanto con una buena organización
como con suficiente espacio de almacenamiento, así como guardar copias de seguridad con
frecuencia.
Programas de edición como Adobe Premiere Pro, un referente en el sector tanto a nivel
profesional como aficionado, permiten guardar nuestro progreso en la nube según trabajamos.
Lo último que queremos es perder metraje fundamental para nuestro vídeo o, peor incluso,
todo nuestro progreso. Además, al visionar las grabaciones podemos descubrir verdaderas
joyas, como la expresión de un actor, incluso en planos descartados.
Una vez tenemos todo el material organizado, pasamos a ensamblar los vídeos en una especie
de borrador, un montaje inicial. La mayoría de programas de edición de vídeo permite arrastrar
y soltar vídeos en una línea de tiempo para facilitar la tarea de montaje a cualquier editor.
Habrá que seleccionar los planos que mejor se adapten a nuestra visión y habrá que tomar
decisiones según la marcha para que haya coherencia en el montaje.
Adobe Premiere Pro es la herramienta perfecta para llevar esto a cabo, ya que incluye
funciones de corrección de vídeo, mezcla de sonido, música, efectos especiales, transiciones,
subtítulos, texto y un largo etcétera de funciones profesionales. Para crear animaciones aún
más avanzadas, puede recurrirse a Adobe After Effects.
A la hora de editar un vídeo, hay que recordar que el ritmo es fundamental en cualquier
narración, sobre todo si queremos que el vídeo llegue a los espectadores. Un ritmo muy lento
puede hacer que los espectadores se aburran mientras que un ritmo demasiado rápido puede
resultar confuso o hacerles perder el hilo de la historia.
Si nuestra producción es un corto o una película siempre es buena idea empezar con un tráiler
y un cartel. Estos dos elementos son fundamentales porque tanto los distribuidores como la
audiencia tendrán una primera impresión de tu producción a través de ellos. Después puedes
enviarlos a festivales y compartirlos en las redes sociales para llegar al público deseado.
Para otros tipos de producciones de vídeos, seguiremos la misma línea y crearemos un vídeo
de muestra o un adelanto cuya única función es que todo aquel que lo vea se quede con ganas
de más y vea la producción completa. Esto es muy útil en los contenidos en redes sociales.
Precisamente, estos canales sociales son el espacio ideal para publicitar nuestros vídeos. El
tráiler es la mejor promoción para los largometrajes, pero no la única. Las redes y las
plataformas de vídeo también pueden servir para comunicarse directamente con el público al
que va dirigido la película, o bien podemos optar por acompañar la promoción con entrevistas a
los actores y al equipo de producción.
Estamos hablando, obviamente, de redes como Instagram, Facebook, TikTok y Twitter, pero no
hay que olvidar plataformas como YouTube y Vimeo, que además hacen que sea muy fácil
compartir los vídeos subidos en ellas en otras redes y páginas web.
Pero la promoción de una película va más allá de las redes. El equipo de producción tendría
que conseguir que se hable de ella también en los medios de comunicación tradicionales, como
una revista local para producciones pequeñas y en las principales cadenas de televisión en
superproducciones.
Utiliza la regla de los tercios (ver mas abajo) en todos tus planos. Cómo nos indica el
fotógrafo y diseñador Shawn Ingersoll, la regla de los tercios es una guía para obtener un
mejor encuadre, tanto en vídeo como en fotografía, dividiendo la pantalla en una rejilla de tres
por tres. Mejorarás el encuadre e incluso podrás experimentar con planos más elaborados.
Graba todo el metraje que puedas dentro de los tiempos establecidos. No queremos llegar
a la fase de posproducción y darnos cuenta de que nos falta un plano o hay alguno que no
podemos utilizar. Además, al visionar todo el material te puedes encontrar con verdaderas
joyas, sobre todo trabajando con actores.
Todo vídeo debe tener cohesión en todos los aspectos. Si utilizamos fotogramas a
diferente velocidad o resolución obtendremos un vídeo caótico, pero igual ocurre con el resto
de los ajustes. Un buen ejemplo es el color, y nuestro experto Fran Ferreirós, cineasta de viajes
e influencer, afirma que una de las formas más sencillas y efectivas de dar el aspecto
deseado a tus películas es editando el color.
Dependiendo de nuestro objetivo, podemos seguir varios caminos que van de la educación
formal en centros educativos acreditados a cursos en línea. Sin embargo, los avances
tecnológicos y el acceso a la información, por ejemplo, a través de guías o consejos de los
expertos, permiten que todos desarrollemos nuestros conocimientos en nuestra aventura como
futuros productores de vídeo.
Las herramientas pueden variar entre editor y editor, pero en todas ellas deberías encontrar
una línea del tiempo donde colocar los diversos clips que conformarán el producto final. Con
cualquier editor de vídeo, también podrás recortar los clips, editar el audio, añadir efectos y
transiciones e incluir títulos, subtítulos y otros elementos de texto.
Los vídeos promocionales exitosos tienen en común varios elementos. En primer lugar, ofrecen
el contenido de manera concisa, al grano y sin distracciones, pero dentro de una historia que
resulta fácil seguir. También tienen claro el público objetivo al que quieren llegar y saben qué
les puede llamar la atención del producto. Es importante elegir bien la música que los
acompaña e incluir una voz en off bien locutada.
• Hiroshi Hara empezó grabando cortos y vídeos musicales con sus amigos y una
cámara Mini-DV. Hoy en día es un galardonado director que ha llevado su obra a todos
los rincones del mundo.
En fotografía, la regla de los tercios es una de las guías de composición más importantes para
encuadrar tus fotos. Al hacer y editar fotos, esta regla puede mejorar tus creaciones finales.
Aprende cómo usar la regla de los tercios (y cuándo romperla) con esta guía para la que
hemos contado con la ayuda de expertos.
Contenidos:
• ¿Qué es la regla de los tercios en fotografía?
• Ejemplos de la regla de los tercios en fotografía
• Cómo aplicar la regla de los tercios al hacer fotos
• Cómo aplicar la regla de los tercios al editar fotos
• Regla de los tercios: preguntas frecuentes
•
¿Qué es la regla de los tercios en fotografía?
La regla de los tercios en fotografía es una guía que sitúa al sujeto en el tercio derecho o
izquierdo de la imagen, dejando los otros dos tercios con más espacio para respirar. Así, divide
una fotografía en nueve partes idénticas al trazar dos líneas verticales y dos horizontales del
mismo tamaño. Por lo general, la regla de los tercios permite conseguir composiciones
atractivas.Imagina que divides una foto, o incluso el visor de tu cámara, en nueve zonas iguales
usando dos líneas verticales y dos líneas horizontales. Eso conforma la cuadrícula de la regla
de los tercios, una opción que puedes seleccionar en la mayoría de las cámaras e incluso en tu
móvil
“No es realmente una regla. Es más una guía o una práctica recomendada.”
Shawn Ingersoll, fotógrafo y diseñador
Las esquinas del cuadrado central son los puntos de intersección en tu cuadrícula de la regla
de los tercios. Es aquí donde deberías colocar el foco de tu fotografía, los elementos más
importantes de la imagen. Ayuda a equilibrar el sujeto principal con el espacio negativo de la
foto y te permitirá conseguir la composición efectiva para atraer la atención del espectador.
“Puede que sea algo generacional, pero si piensas en la introducción de La tribu de los Brady,
donde tienes los nueve rectángulos idénticos, todos son del mismo tamaño y son tres por tres:
tres filas y tres columnas.”
Shawn Ingersoll, fotógrafo y diseñador
Cuando una fotografía incluye líneas rectas naturales, como en un paisaje o un árbol, situarlas
en una de las cuatro líneas de la cuadrícula crea una composición sencilla pero efectiva. En
otros casos, los elementos más importantes deberán colocarse en uno de los cuatro puntos de
intersección de estas líneas, como se muestra a continuación:
El sujeto que estás retratando puede situarse de tal modo que se cumpla con la regla de los
tercios de fotografía. Por ejemplo, al retratar una puesta de sol, deberías situar el horizonte en
una de las dos líneas horizontales. Por otro lado, al hacer un retrato, deberás colocar los ojos
del sujeto en uno de los puntos de intersección superiores y alinear su nariz con las líneas
verticales.
Esta fotografía de paisaje utiliza la regla de los tercios al situar el horizonte a lo largo de la línea
horizontal inferior, de tal modo que el cielo ocupa dos tercios de la imagen. El árbol también
parece estar cerca de los puntos de intersección de la derecha.
Como ocurre con los retratos de humanos, la regla de los tercios también se aplica en los
animales y otros sujetos. Los ojos de este alegre perro están situados en un punto de
intersección, mientras que toda su cabeza y el collar ocupan dos tercios de la imagen en el
lado izquierdo. Enfatiza la expresión del perro y el césped del fondo le da un bonito contraste
sin quitarle atención.
La regla de los tercios puede combinarse con otras técnicas para llamar aún más la atención,
como la fotografía en blanco y negro de la imagen anterior. Aquí, la skater está situada en la
intersección izquierda. Además de destacar del fondo negro gracias a su camiseta blanca, su
posición llama especialmente la atención del espectador.
La En esta imagen de paisaje, las dos líneas horizontales se utilizan para alinear el cielo, el
mar y la arena en tres secciones muy estéticas. Esta foto ha sido encuadrada claramente
teniendo presente la regla de los tercios. Pero si dejáramos fuera la arena, el mar tendría que
cubrir dos tercios de la imagen en vez de usar una composición que partiera la imagen en dos.
“Si estás sintonizado con las imágenes que vemos a nuestro alrededor, siento que absorbes [la
regla de los tercios] incluso si no das en el clavo. Pero es muy útil para las personas que están
empezando y necesitan una herramienta práctica para ayudarles con su composición.
”
Khara Plicanic, fotógrafa, autora e instructora
Cómo aplicar la regla de los tercios al hacer fotos.
Conseguir la foto que quieres con tu cámara es lo ideal, pues te permite tener más información
visual de la escena. Una vez vuelves a casa, no puedes volver y capturar el mismo momento
exacto. Es por eso que prepararse y saber usar la regla de los tercios en fotografía de manera
efectiva es tan importante.
Usar la regla de los tercios de forma repetitiva y práctica es la mejor manera de entender cómo
funciona. A la larga, las líneas de la cuadrícula y sus puntos de intersección se te quedarán
grabados en el cerebro. Te ayudamos a mejorar tus habilidades con estos consejos para usar
la regla de tercios al hacer fotos.
D
eja mucho espacio y haz muchas fotos.
Hacer fotos más amplias y dejar espacio en ambos lados hace que sea más fácil de recortar y
editar más tarde para que cumplan con la regla de los tercios. Siempre que tengas tiempo
deberías probar varias composiciones y ángulos para cumplir y romper con la regla, y luego
elegir las mejores.
“Haz una foto con el sujeto justo en el centro, una con el sujeto en la esquina superior derecha
y otra en la esquina superior izquierda. Incluso si crees que lo has conseguido en la primera
foto, siempre debes hacer dos o tres más. Así, más tarde puedes elegir cuál funciona mejor.”
Derek Boyd, fotógrafo
Puede que estés empezando y que no hayas conseguido dar con la posición y el ángulo
acertado o que tu sujeto se haya movido dentro del encuadre. Sea cuál sea el problema,
puedes usar software como Adobe Photoshop o Lightroom para recortar imágenes, ya sea para
eliminar elementos que distraen o para colocar el sujeto en esas intersecciones.
“Utilizo Lightroom para editar rápidamente todo. Veo cómo funcionan los diferentes elementos y
juego con la regla de los tercios: es ideal para editar fotos.”
También puedes aplicar una capa con la cuadrícula para identificar áreas a eliminar o para
saber dónde posicionar el sujeto y que así cumpla con la regla de los tercios. También ayuda si
colocas el horizonte, la cima de la montaña o el paisaje en las líneas horizontales y verticales
relevantes. Y si te sientes creativo, puedes usarla para añadir elementos adicionales en el lugar
más conveniente.
Mientras editas, sigues aprendiendo cómo aplicar la regla de los tercios en tu trabajo. En un
principio, te será difícil reconocer las fotos que funcionan con la regla de los tercios. Pero con
práctica, se convertirá en algo en lo que ni siquiera tendrás que pensar. Simplemente lo sabrás.
Esfuérzate y tu ojo y el público te lo agradecerán.
El cerebro humano siempre está creando historias. Por eso, cuando creas un montaje
(secuencia de distintas imágenes) y lo muestras a un público, este siempre las relaciona entre
sí. Justamente esto demostró Lev Kuleshov, el cineasta soviético, en 1910. Para ello, puso la
imagen de un hombre junto a otras tres que se iban alternando: un plato de sopa, un niño en un
ataúd y una mujer en un sofá. El público creía que la expresión del hombre cambiaba según la
imagen: en la primera estaba hambriento, después parecía triste y, en la última, romántico. Sin
embargo, siempre era la misma. Esto se empezó a conocer como “El efecto Kuleshov” y sirvió
para demostrar el poder que una edición puede tener.
El editor cinematográfico y ganador de varios Óscar Walter Murch, conocido por Apocalypse
Now y El paciente inglés, inventó seis reglas sobre cómo hacer cortes en películas. Estas son
las reglas por orden de jerarquía que debes tener en cuenta antes de empezar a editar:
Nota: Los cineastas con experiencia primero aprenden estas reglas, para después aprender
cuándo y cómo pueden romperlas con éxito.
Consejos prácticos sobre cómo editar vídeos.
4. Perfecciona.
Ahora es cuando tu montaje inicial empieza a coger forma. Ajusta el sonido y el color, y
asegúrate de que se oyen los diálogos. En esta fase, puedes añadir música, títulos o
gráficos.
Cuando ya tengas el montaje final que te gusta, puedes centrarte en rematar el sonido, el
color y los efectos especiales.
Edición de vídeo para las redes sociales.
Todas las reglas de edición de vídeo también valen para las redes sociales.
Si editas y compartes vídeos en Facebook, Instagram o YouTube, ten en cuenta el tamaño
medio de pantalla de un smartphone y el breve tiempo que alguien presta atención a algo en el
móvil.
No pierdas el tiempo. Solo tienes dos o tres segundos para enganchar a tu espectador. “El
movimiento siempre ayuda. Si estás haciendo una demostración de treinta segundos (un vídeo
promocional corto) de un videoclip, debe tener cortes rápidos y transiciones llamativas”, dice Lo
Boutillette, editora de audio y vídeo. La clave está en mostrar algunas escenas destacadas,
pero no todo: lo que quieres es que la gente haga clic y lo vea entero.
“Tienen que ser rápidos, llamativos y pueden no tener ningún sentido. No enfoques lo mismo
durante mucho tiempo”, coincide Stoler, que ha editado vídeos promocionales y
demostraciones para las redes sociales. Sugiere que vayamos directamente al grano, que no
perdamos el tiempo con los preparativos y no nos recreemos con las reacciones.
Sea cual sea tu proyecto, dedícale tiempo a la edición. Cuando te quedes atascado o sientas
que has perdido el rumbo, enséñale tu trabajo a alguien en quien confíes. ¿Qué mantiene al
público interesado? ¿Cómo puedo recompensar el tiempo que me dedican? Todo el mundo, no
importa el tipo de público, reacciona a los cortes que hacen que la historia avance con sentido
lógico y emocional.