Está en la página 1de 2

Canciones de Cuaresma

CERCA DE TI, SEÑOR


Cerca de Ti, Señor, yo quiero estar. Tu grande y tierno amor quiero gozar.
/ Llena mi pobre ser. Limpia mi corazón. Hazme tu rostro ver en la
aflicción. UN PUEBLO QUE CAMINA
Somos un pueblo que camina, y juntos caminando podremos alcanzar
Mi pobre corazón Inquieto está, por esta vida voy buscando paz. / Mas otra ciudad que no se acaba, sin penas ni tristezas: ciudad de eternidad.
solo Tú, Señor, la paz me puedes dar. Cerca de Ti, Señor, yo quiero estar.
Somos un pueblo que camina, que marcha por el mundo buscando otra
Pasos inciertos doy, el sol se va, más si contigo estoy, no temo ya. / ciudad.
Himnos de gratitud, ferviente, cantaré, y fiel a Ti, Señor, siempre seré. Somos errantes peregrinos en busca de un destino, destino de unidad.
Siempre seremos caminantes, pues, solo caminando, podremos alcanzar
Día feliz veré creyendo en Ti, en que yo habitaré cerca de Ti. / Mi voz otra ciudad que no se acaba, sin penas ni tristezas, ciudad de eternidad.
alabará tu santo nombre allí, y mi alma gozará cerca de Ti.
ANUNCIAREMOS TU REINO
SANTA MARÍA DEL AMÉN Anunciaremos tu reino, Señor, tu reino, Señor, tu reino.
Madre de todos los hombres, enséñanos a decir: Amén.
Cuando la noche se acerca y se oscurece la fe. Reino de paz y justicia, reino de vida y verdad.
Madre de todos los hombres, enséñanos Tu reino, Señor, tu reino.
a decir: Amén.
Cuando el dolor nos oprime y la ilusión ya Reino de amor y de gracia, reino que habita en nosotros. Tu reino, Señor,
no brilla. tu reino.
Madre de todos los hombres, enséñanos
a decir: Amén. Reino que sufre violencia, reino que no es de este mundo.
Cuando aparece la luz y nos sentimos Tu reino, Señor, tu reino.
felices.
Madre de todos los hombres, enséñanos Reino que ya ha comenzado, reino que no tendrá fin. Tu reino, Señor, tu
a decir: Amén. reino.
Cuando nos llegue la muerte y tú nos
lleves al cielo. OFRENDA DE AMOR
Madre de todos los hombres, enséñanos Por los niños que empiezan la vida, por los hombres sin techo ni hogar,
a decir: Amén. por los pueblos que sufren la guerra, te ofrecemos el vino y el pan.
Pan y vino sobre el altar son ofrenda de amor, En Jesús somos hermanos si de veras perdonamos.
pan y vino serán después, tu cuerpo y sangre, Señor. Al comer el mismo pan en unión siempre vivamos.

Por los hombres que viven unidos, por los En la vida y en la muerte Dios nos ama para siempre.
hombres que buscan la paz, En trabajos y en fatigas, Cristo a todos nos anima.
por los pueblos que no te conocen te
ofrecemos el vino y el pan. PESCADOR
Pescador, que al pasar por la orilla del lago me viste secando mis redes al
Por aquellos a quienes queremos, por nosotros y nuestra amistad, sol. Tu mirar se cruzó con mis ojos cansados´ y entraste en mi vida
por los vivos y por los difuntos, te ofrecemos el vino y el pan. buscando mi amor.

SANTO Pescador, en mis manos has puesto otras redes que puedan ganarte la
Santo, Santo, Santo es el Señor. Dios del Universo. pesca mejor, y al llevarme contigo en la barca me nombraste, Señor,
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria. pescador.
Hosanna, hosanna, hosanna, en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo. Pescador, entre tantos que había en la playa, tus ojos me vieron. Tu boca
Hosanna, hosanna, hosanna, en el cielo. me habló. Y a pesar de sentirse mi cuerpo cansado, mis pies en la arena
siguieron tu voz.
UN MANDAMIENTO NUEVO
Un mandamiento nuevo nos dio el Señor Pescador, manejando mis artes de pesca en otras riberas mi vida quedó.
que nos amemos todos como Él nos amó. Al querer que por todos los mares del mundo trabajen mis fuerzas por ti,
pescador.
Como a mí me ama el Padre, así yo los he amado.
La señal de los cristianos es amarse como hermanos. Pescador, mi trabajo de toda la noche, mi dura faena hoy nada encontró.
Pero Tú, que conoces los mares profundos, compensa si quieres mi triste
El que no ama a sus hermanos, miente si a Dios dice que ama. labor.
Donde existe amor fraterno Cristo está y está su Iglesia.

Amar es estar al lado del que es pobre y olvidado. NADA TE TURBE


No amemos de palabra, sino de obra y de verdad. Nada te turbe, nada te espante; quien a Dios tiene nada le falta.
Nada te turbe, nada te espante; solo Dios basta.
Cristo, luz, verdad y vida, al perdón y amor invita.
Perdonemos al hermano como Cristo ha enseñado.

También podría gustarte