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Trabajo Práctico de Derecho

Comercial II

Profesora: Gutierrez Macarena


Estudiantes: Basiuk, Lucas-Martínez, Alcides.
Fecha de entrega: miércoles 24 de noviembre.
Año lectivo: 2021
Introducción

En el tráfico mercantil fluyen numerosas relaciones entre los particulares que sirven de
sustento económico y de prestación de servicios. En principio, quienes establecen
relaciones comerciales se someten a aquellas obligaciones que emanan de las
mismas, pero es necesario advertir que el incumplimiento de algunas de esas
obligaciones es un hecho. Para ello es que el ordenamiento jurídico pretende
armonizar a la sociedad y aquellos vínculos determinados ofreciéndole ciertos medios
para hacer frente a aquellas situaciones problemáticas que puedan surgir de esas
relaciones. Nos referimos a la quiebra que, junto con el concurso preventivo, otorga al
deudor la facultad de extinguir su deuda. En el presente trabajo nos referiremos
especialmente a la quiebra como instituto del derecho mercantil y a las cuestiones
referidas a su declaración, efectos, extensión y responsabilidad de los terceros.
Desarrollo

Nota importante: todos los artículos referidos a continuación son los


establecidos en la Ley N° 24.522 “Concursos y quiebras”.
Tanto la quiebra como el concurso preventivo son mecanismos que emanan de la Ley
N° 24.522 “Concursos y quiebras” y ambos con el objeto de cumplir con las
obligaciones, principalmente para el deudor que es aquel que se encuentra en
cesación de pago.
Nos referimos a la quiebra como aquel proceso mediante el cual se liquidan todos los
bienes del deudor para poder hacer frente al cumplimiento de las obligaciones
contraídas con el acreedor.
Declaración de la quiebra: el artículo 77 de la ley de concursos y quiebras establece
aquellas situaciones en las que la quiebra debe ser declarada: en los casos previstos
por los artículos 46, 47, 48 incisos 2 y 5, 51, 54, 61 y 63; a pedido del acreedor; a
pedido del deudor. Existiendo dos clases de quiebra, la misma puede ser directa o
indirecta.
Quiebra indirecta: tiene lugar, la quiebra indirecta, cuando fracasa el concurso
preventivo. Se da en los siguientes casos:
 Cuando el deudor no presenta en término la propuesta del acuerdo preventivo
(artículo 43);
 Si el deudor no tuvo las conformidades para lograr el acuerdo preventivo
(artículo 46);
 Si el deudor no obtuvo las conformidades de los acreedores privilegiados,
cuando haya condicionado la aprobación de la propuesta formulada a
acreedores quirografarios, a la aprobación a la propuesta formulada a los
privilegiados (artículo 47);
 Si el juez declara improcedente la impugnación al acuerdo (artículo 51);
 Si el concursado no paga los honorarios (artículo 54);
 Si el juez decreta la nulidad del acuerdo homologado (artículo 61);
 Si el deudor no cumple el acuerdo preventivo, sea total o parcialmente, o si
manifiesta en el juicio su imposibilidad de cumplirlo en el futuro (artículo 63);
 En el caso de salvataje, es decir, cuando no hubiera ningún inscripto en el
registro de oferentes, o cuando no se hubiere obtenido ningún acuerdo, o
cuando el acuerdo no fuere homologado por el juez (artículo 48).
Establecidas algunas de estas situaciones, el juez debe dictar la sentencia de
quiebra.
Quiebra directa: esta clase de quiebra tiene lugar en el supuesto de que la quiebra no
sea originada por el fracaso del acuerdo preventivo, pudiendo ser solicitada por el
deudor (voluntaria) o el acreedor (necesaria).
A pedido del deudor: el artículo 11 le importa al deudor una serie de requisitos a
cumplir para validar el pedido de quiebra:
 Si se trata de comerciantes matriculados deberán acreditar la inscripción en el
registro correspondiente;
 Si se trata de personas jurídicas regularmente constituidas deberán acreditar la
inscripción en el registro correspondientes, además de acompañar el
instrumento constitutivo y sus modificaciones y la constancia de las
inscripciones pertinentes;
 En el caso de las personas jurídicas que no se encuentren regularmente
constituidas deberán acompañar el instrumento constitutivo y sus
modificaciones;
 Expresar las causas concretas del estado de su patrimonio, la época en que
comenzó el estado de cesación de pagos y los hechos reveladores;
 Acompañar un estado detallado del activo y el pasivo con dictamen de un
contador público nacional;
 Acompañar copia de los balances de los tres últimos ejercicios;
 Acompañar una nómina de los acreedores indicando el domicilio, monto del
crédito, causa, vencimiento, codeudores, fiadores o terceros obligados o
responsables y privilegiados;
 Enumerar los libros de comercio y ponerlos a disposición del juez;
 Denunciar la existencia de un concurso anterior;
 Acompañar una nómina de empleados con detalle de domicilio, categoría,
antigüedad y última remuneración recibida además de acompañar la existencia
de la deuda laboral y de deuda con los organismos de la seguridad social
certificada por un contador público.
Además, el deudor deberá poner todos sus bienes a disposición del juzgado.
A pedido del acreedor: cualquier acreedor, cuyo crédito sea exigible, puede solicitar
la quiebra excepto su cónyuge, ascendientes o descendientes. Al pedir la quiebra, el
acreedor deberá probar:
 La existencia del crédito y su exigibilidad, esto es, que se encuentre vencido;
 Que el deudor es un sujeto concursable;
 Algún hecho revelador de la cesación de pagos del deudor.
Una vez acreditados los requisitos, el juez deberá citar al deudor para que en el
término de cinco días de la notificación pruebe e invoque cuanto estime conveniente
para que ese pedido de quiebra sea desestimado. Además la etapa probatoria no
debe ser muy extensa para debatir si la debe o no declararse la quiebra, es por ello
que luego de oír al deudor y al acreedor, el juez admitirá o rechazará el pedido de
quiebra.
Existen además medidas precautorias que, a pedido y responsabilidad del acreedor, el
juez puede determinar con el objeto de proteger la integridad de los bienes
patrimoniales del deudor.
Respecto del desistimiento del pedido de quiebra, el acreedor puede acudir al mismo
en el caso de que el juez no haya citado al deudor.
Efectos de la quiebra: nos referimos sobre efectos, a aquellas consecuencias que
surgen de la quiebra y se encuentran clasificados de la siguiente manera:
 Efectos sobre la persona del fallido;
 Efectos sobre el patrimonio del fallido;
 Efectos sobre actos perjudiciales a los acreedores;
 Efectos generales sobre relaciones jurídicas preexistentes;
 Efectos sobre relaciones jurídicas en particular;
 Efectos sobre el contrato de trabajo.
Efectos sobre la persona del fallido:
 Inhabilitación: el fallido queda imposibilitado para ejercer el comercio por sí o
por otra persona, para integrar sociedades o fundarlas. Si se trata de una
persona física, la inhabilitación será de un año; si se trata de una persona
jurídica, la inhabilitación es definitiva. Ambas a partir de la sentencia de
quiebra.
 Autorización para viajar al exterior: el fallido queda imposibilitado para viajar al
exterior sin orden de autoridad competente.
 Interceptación de correspondencia: decretada la quiebra, el juez libra un oficio
a la oficina de correos para que la correspondencia dirigida al fallido sea
remitida al síndico quien deberá abrirla en presencia del fallido (o el juez en su
defecto) entregando al mismo aquello estrictamente personal. Esto tiene por fin
detectar los bienes del fallido.
 Deber de cooperación: el fallido deberá dar explicaciones sobre los créditos y
su situación patrimonial toda vez que el juez o el síndico lo requieran.
 Derecho a trabajar: el fallido conserva la facultad de realizar tareas
artesanales, profesionales o en relación de dependencia para poder
sustentarse.
 Muerte o incapacidad del fallido: ni la muerte ni la incapacidad del fallido
alteran los efectos del concurso. En caso de muerte es sustituido por sus
herederos o su representante en el caso de incapacidad, solo afectando al
patrimonio.
Efectos sobre el patrimonio del fallido:
 Desapoderamiento: a partir de la sentencia de quiebra el fallido no puede
disponer ni administrar sus bienes. Cualquier acto de disposición o
administración de esos bienes es ineficaz. Quedan excluidos del
desapoderamiento los derechos no patrimoniales, los bienes
inembargables, el usufructo de los bienes de los hijos menores del fallido, la
administración de los bienes del cónyuge, entre otros.
 Incautación: se procede a la incautación de los bienes y papeles del fallido
inmediatamente de la sentencia de la quiebra.
 Conservación, administración y disposición por el síndico: es el síndico
quien recibe los bienes tras la incautación y se encarga de dicha
conservación, administración y disposición en ciertos casos.
 Legitimación procesal del fallido: el fallido pierde la legitimación procesal en
todo litigio relativo a los bienes sujetos a desapoderamiento, siendo
reemplazado por el síndico.
 Aceptación o repudiación de herencia y legados: si antes de la
rehabilitación el fallido recibe una herencia, aquellos bienes que ingresan a
su patrimonio serán destinados a pagar los gastos de la quiebra y a los
acreedores, pero solo podrá repudiar una herencia en lo que exceda al
interés de los acreedores.
 Donaciones: los bienes que reciba el fallido a causa de una donación,
desde la sentencia de quiebra hasta su rehabilitación, ingresan a la quiebra
y quedan sometidos al desapoderamiento.
Efectos sobre actos perjudiciales a los acreedores: el fallido no puede, desde el
momento de sentencia de la quiebra, realizar actos en perjuicio de sus acreedores.
Efectos sobre relaciones jurídicas preexistentes: una vez declarada la quiebra,
todos los acreedores quedan sometidos a las disposiciones de la ley de concursos y
quiebras pudiendo ejercer sus derechos sobre los bienes desapoderados en la forma
prevista en esta.
Efectos sobre relaciones jurídicas en particular:
 Contratos en curso de ejecución: son los que al tiempo de la sentencia de la
quiebra no se encuentran cumplidas sus prestaciones.
 Promesas de contrato: las promesas de contrato, o aquellos celebrados sin la
forma establecida por la ley, realizadas por el fallido no son exigibles en la
quiebra. Pero el juez puede autorizar su cumplimiento por pedido expreso del
síndico y el tercero interesado siempre que el contrato pueda ser cumplido por
la quiebra.
 Alimentos: respecto de los alimentos, solo pueden reclamar en la quiebra los
créditos alimentarios adeudados por el fallido antes de la sentencia de la
quiebra.
Efectos sobre el contrato de trabajo: la sentencia de la quiebra, produce la
suspensión del contrato de trabajo, sin goce de sueldo, durante sesenta días corridos.
Vencido ese plazo, el juez puede decidir la continuación o no de la explotación de la
empresa. En el caso de la continuación de la explotación, el contrato continúa; en el
caso de la no continuación el contrato de trabajo se considera disuelto desde la fecha
de la sentencia de la quiebra.
Extensión de la quiebra: la extensión de la quiebra consiste en extender la quiebra
de una persona (principal) a otra (accesoria) aunque ésta no se encuentre en estado
de cesación de pagos, si se da algunos de los supuestos establecidos en la ley, que
no son otros que las causales dicha extensión. El objeto de la extensión de la quiebra
es el de responsabilizar a aquellas personas que tuvieron incidencia en la quiebra
principal para así ampliar las expectativas de cobro de los acreedores respecto de la
quiebra principal.
Causales de la extensión de la quiebra:
 Quiebra refleja: la quiebra de la sociedad implica la quiebra de todos los socios
que tengan responsabilidad ilimitada.
 Quiebra por extensión: este tipo de extensión tiene carácter sancionatorio y
procede cuando: hay actuación en interés personal (se actúa por medio de la
persona fallida actuando en interés personal y disponiendo de sus bienes como
si fueran propios y en fraude a los acreedores), abuso de control (la quiebra se
extiende a la persona controlante de la sociedad fallida que someta ese control
a una dirección unificada en interés propio) y confusión patrimonial inescindible
(cuando los patrimonios de distintas personas, sean humanas o jurídicas, se
confunden y se imposibilita su delimitación).
Responsabilidad de terceros:
El artículo 173 en su segunda parte establece la responsabilidad de terceros: quienes
de cualquier forma participen dolosamente en actos tendientes a la disminución del
activo o exageración del pasivo, antes o después, de la declaración de la quiebra,
deben reintegrar los bienes que aun tengan en su poder e indemnizar los daños
causados, no pudiendo tampoco reclamar ningún derecho en el concurso.
Mediante el análisis de la norma podemos precisar algunos presupuestos de
responsabilidad de terceros:
 Sujetos responsables: cualquier persona diferente al fallido;
 Conducta reprochable: participar en aquellos actos que produzcan la
disminución del activo o exageración del pasivo, antes o después de la
declaración;
 Factor de atribución: existencia del dolo, es decir, la voluntad de realizar aquel
acto indebido quedando excluida la acción omisiva;
 Daño: existencia del daño a los acreedores del fallido;
 Nexo causal: se entiende por tal a la relación entre la conducta dolosa y el
estado de cesación de pagos.
Conclusión

Atendiendo al universo jurídico que integra el derecho en general, entendemos al


derecho mercantil como un micro universo del que se desprenden aquellos preceptos
que reglamentan las relaciones provenientes la actividad económica organizada.
Asimismo alegamos que la posición que asume la ley, la cual busca que todas las
partes que intervengan en el tráfico mercantil cumplan con sus obligaciones, es
correcta y justas; responde al principio de justicia de “dar a cada uno lo suyo”. La Ley
N° 24.522 de Concursos y quiebras se constituye en un orden para exigir de los
deudores el cumplimiento de aquello a lo que se han sometido y destacamos el justo
sentido de la misma como instrumento legal necesario para los empresarios que
participan en esas relaciones comerciales.

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