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LOS REGÍMENES FASCISTAS

“Regímenes autoritarios, que sirven para


establecer, fortalecer o mantener una
economía sustancialmente capitalista contra la
amenaza real o imaginaria de una toma de
poder, una invasión o una revolución
socialista. Lo que hace a un movimiento
específicamente fascista es su carácter
violento, místico, irracional y sus slogans y
llamamientos a todos quienes se oponen al
cambio de los valores sociales. Una vez
movilizada esa gente, un movimiento fascista
en el poder debe mantenerla tras él,
encuadrándola en organizaciones masivas e
insistiendo en el nacionalismo.” H. Lubasz

“En todas partes, la crisis económica ha hecho tambalear el régimen parlamentario (…). En todas partes se acentúa el retroceso
del liberalismo y se amplían las atribuciones del poder ejecutivo.
En efecto, la crisis ha colaborado decisivamente a que desaparecieran las condiciones que habían hecho posible el
funcionamiento del régimen parlamentario: la extensión del desempleo, la reducción del poder adquisitivo y la ruina de las
clases medias y campesinas agravan los antagonismos de clase y enardecen las reivindicaciones de los partidarios de la reforma.
¿No será de temer que las libertades políticas, especialmente la libertad de asociación, sean utilizadas por las masas populares
para conquistar nuevos derechos? Estas libertades amenazan la jerarquía social, son peligrosas y es preciso destruirlas o al
menos amortiguarlas. Para salvar la propiedad, una parte de la clase dirigente reniega del liberalismo y se alía a la
contrarrevolución con notable facilidad, puesto que la crisis revela que la democracia parlamentaria es incapaz de resolver las
dificultades del momento.” M. Crouzet,(1967)Historia general de las civilizaciones. El siglo XX,

¿Qué era el fascismo? Se denomina genéricamente así a los movimientos y regímenes autoritarios, como el fascismo en Italia y
el nazismo en Alemania. Surgieron en el período de entreguerras y compartían características como una ideología y una práctica
nacionalista, antisocialista, autoritaria, violenta, expansionista y especialmente racista y antisemita en el caso alemán. ¿Cómo fue
su origen y crecimiento? En muchos países de europa, después de la Primera Guerra Mundial, existió una importante actividad
comunista y socialista, inspirada en el ejemplo de la Revolución Rusa de 1917. Es por eso que en este clima de conflicto social,
luchas políticas y desencanto nacional, surgieron una gran cantidad de grupos nacionalistas que cuestionaban la capacidad de los
gobiernos elegidos democráticamente tras la guerra para resolver los problemas del país. Uno de esos movimientos era el
fascismo en Italia, dirigido por Benito Mussolini, y otro el nacionalsocialismo en Alemania, conducido por Adolf Hitler, que
tuvieron un espectacular crecimiento en esos años. ¿Cuál era su base social) /…/ contaba con un gran apoyo en las capas medias
y medias bajas de la sociedad; pequeños comerciantes e industriales, jóvenes, campesinos , pequeños agricultores, y soldados
que habían peleado en la guerra y no se sentían satisfechos con su situación después del conflicto. De todos modos muchos
grandes empresarios y terratenientes sostuvieron en mayor o menor medida al fascismo y nazismo ante el terror del avance de
los partidos comunistas. Por eso en los casos italianos y alemán estos movimientos políticos llegaron al poder por una mezcla de
vías legales y violentas en 1922 y 1933 respectivamente e instalaron dictaduras que generaron, al interior, una fuerte represión
en esos países y para el exterior , una política expansiva. Por eso analizar el avance del fascismo es una de las claves para
comprender el origen de la Segunda Guerra Mundial “ Hobsbawm(1995) Historia del siglo XX.

“En primer lugar conviene aclarar que el término fascismo se refiere, en un sentido estricto, a un fenómeno concreto de la
historia italiana, pero es utilizado para designar a todos aquellos fenómenos políticos que se sucedieron en el período
denominado de entreguerras y que poseen una serie de rasgos comunes. Una de las características de los movimientos fascistas
es crear un vínculo con las masas mediante un programa demagógico – populista, un jefe carismático y una práctica
plebiscitaria. Así pues, la instalación del fascismo en el poder supone la aparición de unas instituciones destinadas a manipular el
sentimiento colectivo y a organizar todos los sectores de la vida social a través de fuertes movimientos de masas. En el ámbito
de las relaciones políticas internacionales, se caracteriza por una intensa agresividad nacionalista e imperialista, regida por dos
objetivos básicos: la beligerancia contra los estados socialistas y las reivindicaciones territoriales, a través de la práctica de un
expansionismo imperialista. De estas características surge un espíritu belicista que moviliza a todo el estado, organizado
militarmente, y con una idea de la guerra como instrumento de progreso histórico y de selección de pueblos, razas y naciones. La
negación de las instituciones representativas hace que el fascismo fomente un personalismo desmesurado en torno a la figura de
un jefe carismático y providencial, conductor y salvador de la nación. El fascismo defiende una concepción antiigualitaria de la
sociedad, donde dominan las elites y los elegidos, organizados en un partido único y dominante. El fascismo enaltece al Estado,
que debe ser autoritario y centralista. No tolera ni la separación ni el contrapeso de poderes, anula cualquier oposición y ejerce
su acción con formas autoritarias. La organización de la economía está también impregnada de un fuerte intervencionismo
estatal, que defiende el nacionalismo económico y la autarquía ante la competencia exterior. Impide la libre acción de los
sindicatos a través del establecimiento de la organización corporativa. GARCÍA-GATELL: “Actual: Historia del mundo
contemporáneo”.

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