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Oh FO: DF/CHI/76/003
a DOCUMENTO DE TRABAJO N° 38
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CO RPORACION NACIONAL FORESTAL
a ORGANIZACION DE LAS NACIONES UNI
a PARA LA AGRICULTURA IM N1
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a Santiago de Chile
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a P N. 4 '6 FO: DP/CHI/76/003
1111 DOCUMENTO DE TRABAJO N ° 38
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a r INVESTIGACION Y
a
a DESARROLLO FORESTAL
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a CORPORACION NACIONAL FORESTAL
a ORGANIZACION DE LAS NACIONES UNIDAS
a PARA LA AGRICULTURA Y LA ALIMENTACION
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a TIPOS FORESTALES DE LOS BOSQUE
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NATIVOS DE CHILE
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Claudio Donoso Z.
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Febrero 1981
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PREFACIO
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• El estudio "Tipos Forestales de los Bosques Nativos de Chile - ha Sido uno de los resultados Importantes
a que se ha logrado a través del Proyecto de Investigación y Desarrollo Forestal, el cual, en conformidad a la po
litica forestal impulsada por la Corporación Nacional Forestal, le ha dado especial énfasis a la obtención de
a
todo tipo de información reltionada con el bosque nativo existente en Chile.
a
El objetivo de este estudio, ha sido complementar la Información de los tipos forestales definidos en el
D.S. N° 259 de 1980, que reglamenta el D.L. 701 de 1974, considerando que la descripción de cada uno de
ellos tiene un carácter general y que en la realidad éstos presentan numerosas variaciones. Se logra de esta me-
a nera dar un apoyo a la aplicación práctica de las normas establecidas recientemente para el bosque nativo chi-
leno
a
a El Proyecto de Investigación y Desarrollo Forestal tiene la certeza de que este trabajo constituye un valio-
so aporte al sector forestal tanto público como privado, por lo que hemos querido, a través de este documento.
a
darle una amplia difusión que creemos, tendrá una gran acogida entre las personas relacionadas a la actividad
a forestal.
a
Este estudio ha sido preparado por el Consultor Nacional, Sr Claudio Donoso Z. de la Facultad de Inge
a nieria Forestal de la Universidad Austral de Chile, a quien el Proyecto agradece sinceramente su colaboración.
a la calidad del estudio y la eficiencia demostrada en su elaboración.
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a BERTRAM HUSCH JAIME LATORRE A .
.01•C Director Internacional Director Nacional
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RESUMEN
e
El documento trata de los doce tipos forestales que se han definido para el bosque nativo existente en
'e
Chile y hace una exhaustiva descripción para cada uno de ellos, considerando su distribución geográfica, su
caracterización del medio ambiente, su composición florística, su caracterización estructural y dinámica, la • ,
Incluye, además, un anexo con un listado de nombres científicos y vulgares, correspondientes a las espe-
cies citadai en el texto.
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SUMMAR Y ■wo
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The document presenta a detailed description of the 12 generalized native forest types in Chile consider-
ing: geographic distribution, environmental characteristics, floristic composition, structural and stand deve-
lopment characteristics, identification and description of degraded forests within the types. e
An annex is included indicating the scientific names corresponding to the comrnon narres of species
mentioned•in the text.
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a
INDICE
a-
a PREFACIO
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RESUMEN Págs
1 INTRODUCCION 1
a
2.1 Distribución geográfica 2
a 2.2 Caracterización del medio ambiente 2
2.3 Composicíón florística 3
i a
2.4 Caracterización estructural y dinámica 3
, a 5
2.5 Identificación y caracterización de subtipos
r a 2.6 Información sobre parámetros dasométricos y volumétricos existentes 5
2.7 Identificación y caracterización de bosques degradados dentro del tipo 6
a
a 3. TIPO FORESTAL PALMA CHILENA 6
a
3.1 Distribución geográfica
3.2 Caracterización del medio ambiente 6
3.3 Composición florística 6
a
3.4 Caracterización estructural y dinámica e información sobre parámetros dasométricos 6
a
a 4 TIPO FORESTAL ROBLE -HUALO 7
a
4.1 Distribución geográfica 7
a 4.2 Caracterización del medio ambiente 7
4:3 Composición florística . ........ 7
a
4.4 Identificación y caracterización estructural y dinámica de subtipos 10
, a 4.5 Información sobre parámetros volumétricos y de crecimiento existentes 12
a
5. TIPO FORESTAL CIPRES DE LA CORDILLERA . 14
a
a 17
6.1 Distribución geográfica
a 6.2 Caracterización del medio ambiente 17
6.3 Composición florística 17
a
6.4 Caracterización estructural y dinámica de subtipos 18
írlb:
7 TIPO FORESTAL LENGA . 25
a
a
■110,
Págs
Págs.
BIBLIOGRAFIA 64
a
TABLAS
a
Págs.
a 7. Subtipo bosques degradados del tipo forestal Roble-Raulí-Coigüe. Condiciones originales y pos-
a tenores a la explotación 21
8. Valores dasométricos del tipo forestal Roble- Flaulí-Coigüe 23
a
9. Valores dasométricos del subtipo remanentes originales del bosque Roble-Laurel- Lingue 24
a
10. Composición florística del tipo forestal Lenge 28
a
11. Valores dasométricos del tipo forostal Lenge 30
a
12. Composición florística del tipo forestal Araucaria 33
a
13. Valores dasométricos del tipo forestal Araucaria 34
a
14. Composición florística del tipo forestal Coigüe-Raulí-Tepa 37
a 15. Valores dasométricos del tipo forestal Coigüe-Raulf-Tepe 38
a 16. Composición florística del tipo forestal Siempreverde 40
a 17. Valores dasométricos del tipo forestal Siempreverde 45
a 18. Composición florística del tipo forestal Alerce 52
a
-ab
a
a
a
a
a
a
nor
FIGURAS
24. Perfil a través del paralelo 49° 10', Isla Asgamos - Co. Chaltel
~1/
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a
0/4" TIPOS FORESTALES DE LOS BOSQUES NATIVOS Es necesario este nuevo intento debido a la existencia de
DE CHI LE los siguientes defectos esenciales de la clasificación del Insti-
a
tuto Forestal :
a • 1) No considera la vegetación que se presenta al Norte del
1 INTRODUCCI011 paralelo 37° S.
a Las características geográficas de Chile permiten que en 2) No queda adecuadamente expresada la complejidad de
el territorio exista una gran variedad de climas, lo que impli- los llamados tipo Valdiviano y tipo Chilote.
ca el desarrollo de una variedad de vegetación coincidente 3) No considera un tipo que represente a las asociaciones
a con ellos. Pero a las características geográficas, determinadas boscosas de Aysén y Magallanes.
por la latitud y la proximidad del océano, se agrega una topo-
grafía caracterizada por las cordilleras que forman miles de Se estima que aproximadamente desde 1975 a la fecha,
valles y quebradas, islas, fiordos y archipiélagos en el Sur . se ha reunido suficiente información que permite, en conjun-
r Esto ha determinado la formación de microclimas, y consi- to con la base aportada por las clasificaciones recién mencio-
guientemente, una vegetación en extremo variada. nadas, efectuar una preclasificación que incluye toda la
,a
Vegetación forestal chilena, procurando llenar los vacíos y
Estas características significan una gran complejidad en enmendar las deficiencias detectadas en la medida que ello
la vegetación y una gran dificultad para clasificarla. Esta difi- sea posible.
la
cultad queda en evidencia al efectuarse un análisis de los nu-
¡
La reclasificación que se efectuará del bosque nativo en
merosos intentos de clasificación realizados desde principios
tipos forestales comprende los siguientes puntos para cada
de siglo. Por otro lado, la dificultad se ha visto aumentada
la tipo:
por la falta de conocimiento de algunas áreas boscosas prácti-
l a camente inexploradas y por la vegetación en cuanto a límites
Distribución geográfica y mapas de ubicación general de
1)
a geográficos de las especies.
los tipos.
a
Clasificaciones del bosque chileno se mencionaron a 2) Caracterización del medio ambiente.
1 a principios de siglo (Reiche, 1967; Rothkugel, 1916). Nuevos
3) Composición florística e importancia relativa de las es-
' a intentos se realizaron a mediados del siglo XX (Pérez Moreau,
pecies.
1944; Schmithüsen, 1953; Pisano, 1954; Oberdorfer, 1960;
la Pisano y Fuenzalida, 1965). En general estas clasificaciones 4) Caracterización estructural y dinámica.
a son demasiado generales o demasiado incompletas, lo que
5) Información sobre volúmenes y tasas de incremento pro-
naturalmente se justifica por la falta de acumulación de ante-
medio.
cedentes y por la dificultad de acceso y, por lo tanto, desco-
nocimiento de muchas áreas en aquellas épocas. La clasifica- 6) Identificación y caracterización de subtipos que pudie-
ción de Pisano es quizás la más completa, pero no se ajusta a ran existir en cada tipo, y que justifiquen acciones silvi-
i
la realidad en los bosques de algunas regiones. culturales diferentes.
a
7) Identificación y caracterización de bosques degradados
Trabajos posteriores como el de Quintanilla (1974) y, los
a que pudieran presentarse dentro de las áreas geográficas
manuscritos sin publiCar de. Donoso (1) (Región mediterrá-
a de cada tipo.
nea), y Veblen y Schlegel (Sur de Chile), o son también in-
a completos y están basados íntegramente en otros trabajos
Los criterios para identificar los tipos forestales estarán
—como es el caso de Quintenilla— o tienen un carácter neta-
a mente ecológiCo, lo que complica excesivamente el cuadro si
conformados por las especies presentes en los estratos domi-
nantes y la estructura de los bosques. (1)
se quiere hacer manejable el problema desde el punto de vista
de la normalización para la silvicultura y conservación de bos- Si se desea comprender bien la tipificación de estos bos-
ques chilenos. Desde este punto de vista, el tipo de trabajo ques, es importante considerar que la clasificación implica
más adecuado parece ser la clasificación preliminar del bos- una abstracción y que los árboles no se ubican generalmente
que nativo chileno (Yudelevich et al, 1967) que está basado en comunidades discretas, sino que se ordenan en comunida-
en la identificación de bosques comerciales en función de la des continuas a lo largo de gradientes de los factores del
a especie más comunes y abundantes en cada tipo identificado. medio ambiente que casi siempre se ubican en los sentidos
altitudinales y latitudinales. Esto significa que los tipos o
a Se señala que se trata de un excelente trabajo que debe servir
de pauta a otro intento de clasificación con objetivos simi- asociaciones se traslapan entre sí con límites que no son
lares. precisos.
a 111 Los espacios en las descripciones siguientes de los tipos forestales están indicadas por sus nombres comunes. El
Anexo I presenta los nombres científicos que corresponden a los nombres comunes.
a
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2. TIPO FORESTAL ESCLEROFI LO altura del no Cachapoal (Figura 6). Las precipitaciones fluc
túan en esta área entre 200 y 500 mm. aumentando hacia
ve
2. 1 Distribución geográfica (Figura 1) Los Andes hasta 700 mm. y las temperaturas son moderadas
las medias máximas anuales alcanzan a 20° y 25 - C, que dis
Se han agrupado bajo el nombre de tipo forestal esclero- nuyen en la costa y las medias mínimas anuales raramente
fi lo varias de las asociaciones vegetales propias de la conocida bajan de 0° C (Quintanilla, 1974, Rundel, 1977). Hacia sa
‘11/
como Zona Mesomórfica (Pisano, 1954) o mediterránea de costa, tanto en esta faja semiárida como en la faja árida ante-
Chile, que tienen en común la presencia dominante de espe- rior, hay un consistente aumento de humedad, derivado de la e
cies esclerófilas o de hojas duras de dimensiones tales, que se constante frecuencia de neblinas costeras.
pueden calificar como arbustivas o como arborescentes. Esas Al Sur de la faja anterior_ se extiende otra que di Caso , e
2.2. Caracterización del medio ambiente La geomorfología de esta región está muy influenciada
por el clima, en el sentido de.que hay un claro efecto de ero-
El tipo forestal esclerófilo se desarrolla íntegramente en sión y depositación debido al fuerte escurrimiento que arras
el clima mediterráneo, pero varía consistentemente en fun- tra material y que se debe a le vegetación abierta y a la oreor
ción de la latitud, la longitud y la topografía. pitación concentrada en invierno propia del clima mediterrá-
neo (Millar et al, 1977)
Ye
Desde el limite norte hasta la altura de Los Andes, com-
Los suelos del Llano Central se han desarrollado sobre
prendiendo Coquimbo y parte de Aconcagua, el clima es me-
diterráneo árido (di Castri y Hajek, 1976), caracterizándose sedimentos derivados de erosión de las montañas, en tanto
e
por precipitaciones escasas de no más de 300 mm. (Figura 5). qué los de Los Andes se desarrollan sobre rocas andesfticas
y sedimentos metamorfoseados, y las de la costa sobre rocas
Más al sur, en Aconcagua, Santiago y Valparaíso el clima es
de tipo mediterráneo semiárido, aunque la faja costera es de metamórficas y graníticas (Thrower y Bradbury, 1973)
^- texturas gruesas (Rundel, 1977). La mayor parte de los sue- rística según se trate de la cordillera de la Costa o de los An-
a los del tipo pertenecen al gran grupo de suelos pardos no des y según latitud (Tabla 1).
cálcicos, o bien a los de transición hacia los lateríticos del
sur o los pardos cálcicos del norte IRoberts y Díaz, 1960; 2.4. Caracterización estruessual y dinámica
a Fuenzalida, 1965). Las texturas varían desde franco arenosas
a franco arcillosas y los pH son neutros a ligeramente ácidos Las áreas en que Espino es la especie de mayor importan-
a (6.0 a 7.3) haciéndose más ácidos en la medida que aumenta cia relativa se caracterizan fisonómicamente como una sabana
la precipitación. La profundidad y desarrollo de los suelos es abierta conocida como "espinal". Éstimativamente posee
en general mayor en las exposiciones sur respecto de las nor- una densidad de 100 a 300 árboles por hectárea que cubren
a de 5 a 15% del piso (Rundel, 1977). El sotobosque está cons-
te, lo que se manifiesta naturalmente en la vegetación. No
•••: hay en general grandes deficiencias de nutrientes en estos sue- tituido por pastos y hierbas en su mayoría introducidos des-
de Europa. La densidad y cobertura del espinal, así como la
a los (Miller et al, 1977, Rundel, 1977).
diversidad floristica se hacen mayores en los falctaos de los
a 2.3. Composición floristica (Pisan, 1954; Fuenzalida, 1965; Cerros.
Quintanilla, 1974; Rundel, 1977).
a La regeneración y dinámica de la vegetación del espinal
ha sido tremendamente alterada y determinada por la acción
En los faldeos adyacentes al Llano Central de ambas cor- del hombre. Desde luego la introducción de ganado y la corta
dilleras, así como en los cerros y lomajes transversales que se de la vegetación para leña y los.incendios han determinado la
presentan en el plano, el Espino es la especie de mayor im- desaparición o la disminución de muchas especies y la consi-
portancia relativa desde el límite norte del tipo hasta la lati- guiente alteración del piso y de las características del suelo;
a tud del río Laja. Espino se asocia en toda el área con algunos esto impide la germinación de las semillas o el establecimien-
árboles pequeños: Quillay, Maitén y Litre, y algunos arbustos to de las plántulas, de tal modo que finalmente se encuentran
a como Trevo, Colliguay, Palqui, Quilo, etc. Naturalmente, hay regenerando sólo aquellas especies que rebrotan vigorosamen-
a variación en la flora de espinos leñosos; así es como al norte te de los tocones o raíces; entre ellas destaca Espino. Esto
a de Rancagua es común encontrar Algarrobo entre los árboles señala que ha habido una sucesión retrogresiva en muchas
y a Guayacán entre los arbustos formando parte de la asocia- áreas. Sin embargo, otras áreas dominadas por Espino en los
a ción; hacia la costa en el área al norte del río Mataquito es valles parecen ser comunidades climas (Rundel, 1977), par-
a común la especie arbórea Molle y varios arbustos de la familia ticularmente en la parte septentrional en que se asocie con
Compuestas. El Quisco y el Chagua' son especies xerófitas Algarrobo; este hecho está determinado por la estrategia de
a que caracterizan también a la flora del área septentrional de freatófitos de raíces profundizadoras de esa especies (Run-
a este tipo. del, 1977).
a
A medida que se avanza hacia el sur la importancia relati- Las áreas de media altitud de los faldeos cordilleranos
a va de Espino se hace menor y adquieren mayor importancia costeros presentan fisonomía de matorral más o menosarbo-
,a Quillay y Maitén, a los cuales se incorpora Boldo a partir del rescente según el grado de alteración, la pendiente, la exposi-
río Laja. ción y la latitud. Las densidades varían también según los
a mismos parámetros, fluctuando entre 100 y más de 5.000
a En los faldeos de la Cordillera de la Costa la importancia individuos por há. si se considera sólo las especies leñosa más
-relativa de Espino también disminuye gradualmente hasta ha- frecuentes; la cobertura de copas es generalmente mayor del
a cerse nula, y su lugar es ocupado por Litre, Molle, Peumo, 100% al considerar en conjunto todos los estratos, siendo
a Quillay, Maitén, Bollen y varios arbustos como Huingan, los más baja, naturalmente, en las exposiciones más áridas y en
Colliguayes, Mayo, Palhuén, Maqui, Lilén y varias especies las pendientes más fuertes, así como en las partes bajas en
a
de las compuestas y Ramnáceas. En las exposiciones que dan ,-3que se produce un ecotono con el espinal. En áreas de buena
a hacia el mar adquieren importancia Boldo yQuebracho. ;coberturas en que Peumo es la especie dominante se alcanzan
a 446 m 2 por hectárea, con 666 árboles de 28 cm. de DAP por
En los faldeos de ola cordillera de Los Andes también Es- há. (Baeza et al, 1977). También hay sectores en que la vege-
pino pierde importancia frente a la presencia de Boldo, Peu- tación de sotobosque presenta baja densidad y grandes claros
a mo, Litre, Quillay, Olivillo del N. y especies arbustivas de las que son atribuidos por Rundel y Weisser (1975) a posible ac-
Ramnáceas, Pichi. ción alelopática de algunas especies.
Id
En los sectores húmedos, particularmente en las quebra- En las áreas sin alteración o con muy poca, hay una con-
das y cursos de agua en el área de este tipo se encuentran bos- dición de equilibrio dinámico o climax de la vegetación, don-
ques de galería constituidos por Belloto del Norte, Belloto de las especies se están regenerando en forma relativamente
del Sur, Patagua, Arrayán, Pitra, Peumo, Lingue, Naranjillo, normal (Encina y Latorre, 1977; Baeza et al, 1977). Pero en
Canelo y especies arbustivas, las que presentan variación flo- . las áreas alteradas es evidente que en primer lugar aparece
sé"
4
LOCALIDAD
ESPECIE
Valparaíso Llano Cuesta Areas costeras
300 a 600 m. Central La Dormida de
(costal Norte y Lampa matorral
e
Arboles
e
Espino o 4-
Algarrobo o +
Peumo o
Quillay o 4-
Litre -1-
Maitén o e
Boldo
4 rr
Mol le
Bollen o e
Bel loto 4- o o
Arbutos
Retamilla 0 + + O e
Colliguay + + + O •
Mayo 0 0 + 4
por
Trevo + 0 + 0
Bacharis sp O + + + e
Palo yegua + 0 0 +
e
Tebo O + O +
Salvia + O 0 + e
Palqui O + + + e
Proustia sp + + + +
O O O + e
Maquí
Corcolén + O O + ••••
Corontillo + O + +.
Saturaja sp + + + +
Chequén + 0 + 0 e
Mitigue 0 + ;-
'e
Zarzaparrilla + O + 4-
Colletia sp O O + +
Quebracho + + O +
Huingan O + + 4-
O O r
Quisco O +
Adesmia sp O + O O rr
Pingo-Pingo 0 + 0 0
Gutieniezia O + 0 + •
F luorensia O + O + e
Guayacán + + O O
e
Tomatillo O + O +
'1•1•
e
a 5
a
a una vegetación secundaria donde Espino y especies espinosas cialmente en las laderas orientales de la Cordillera de la Costa
•
a de Ramnáceas y Compuestas tienden a reemplazar a Quillay y en la cordillera de Los Andes hasta los 1.500 m. en algunas
y otras y, en segundo lugar, la reproducción vegetativa desde áreas. En las áreas más húmedas y sombrías domina especial-
tocones o raíces adquiere preponderancia sobre la reproduc- mente Peumo.
a ción por semillas.
a
6
Vita, 1972) lo que significa que considerando una rotación Se presentan en altitudes entre el nivel del mar y los
de 35 dios y 28 cm. de DAP (Vita, 1966), valores que signifi- 1.600 m. (Rundel y Waisser, 19751.
can cifras mucho más altas que las entregadas por Encina y
Latorre (1977). Los suelos son de buen drenaje, de texturas arenosas a
franco-arenosas, con pH ácidos a neutros en la superficie (5.5
2.7. Identificación y caracterización de bosques degradados a 7.0) y ligeramente ácidos á básicos en profundidad (6.0 a
dentro del tipo 8.0) (Rubinstein, 19691.
No tiene sentido realizar una clasificación de este tipo 3.3. Composición florística
porque en realidad la masa del subtipo se encuentra degrada-
da en algún grado, y la clasificación de los subtipos se efec- La especie más importante en estas comunidades es Pal-
tuó tomando en consideración este hecho. ma chilena, a la cual se asocian especies del tipo forestal es-
clerófilo, siendo las de mayor importancia relativa entre las
La degradación ha tenido los siguientes efectos sobre la arboreas Litre, Peumo, Quillay, Espino, Boldo, Maltón. Apa-
vegetación: recen en situaciones especiales Molle, Patagua y Canelo. En-
tre las especies arbustivas está Huigán, Maqui, Tebo, Palqui, y
a) Disminuir el número de especies originales (por ejemplo
en las áreas húmedas Arrayán del Sur y Culén (Rubinstein,
gran parte del Espinal).
19691. Es característica en sectores secos y abiertos de los
b) Disminuir el número de individuos por hectárea (espinal Palmares, la presencia de Quisco (Rubinstein, 1969).
y algunos sectores del bosque esclerófilo).
3.4. Caracterización estructural y dinámica e información
c) Disminuir el número de individuos de las especies arbó-
sobre parámetros dasométricos
reas, aumentando el de los arbustos, particularmente de
Ramnáceas como Tebo y Cruceros; Compuestas, Huin-
La fisonomía de los Palmares corresponde a un bosque
gan, Mayo, etc., o incluso de Chagual y Quisco.
esclerófilo o a un matorral arborescente caracterizado por la
d) Cambio de monte alto a monte bajo o medio con aumen- presencia de las Palmas que sobresalen de él con alturas que
to de la densidad o de la cobertura en un nivel arbustivo. fluctúan entre 4 y 3 metros y 0.43 a 1.25 m. de DAP; la den-
sidad de los palmares es de 8 a 60 palmas por há. (Ru-
binstein, 1969). A mayor número de palmas menor es la den-
sidad del matorral y menor es el tamaño de los componentes
de los doseles inferiores, pero ello también varia según el sitio.
3. TIPO FORESTAL PALMA CHILENA
De acuerdo con la información existente, la regeneración
natural se realiza por semillas y es variable según el tipo de si-
11. Distribución geográfica (Figura 1)
tio; de este modo se encuentra un rango de plantas de regene-
ración de 10 plantas por hl en sitios áridos, de textura grue-
Este, tipo forestal se encuentra reducido actualmente a
sa y en exposiciones norte hasta 100 plantas por há. en le-
algunos valles y piedmonts de la Cordillera de la Costa, entre
chos de quebradas, donde además de las condiciones de hume-
Petorca y la latitud 34° 3(7S (sur de Colchagua). La distribu-
dad, se supone que las semillas cuentan con facilidad para
ción original lo ubicaba entre los ríos Limad y Maule.
llegar por gravedad y para germinar. Este hecho podría ser un
determinante en la variación de densidades de palmas que se
De las áreas en que se encuentra, las únicas realmente im-
encuentra (Rubinstein, 1969).
portantes son Ocoa y Cocalán (Rundel y Waisser, 1975; Quin-
tanilla, 1974; Rubinstein, 1969).
Los rendimientos en cuanto a producción de miel de pal-
ma oscilan entre 1.8 y 3.0 litros diarios y para el total del
A pesar de su reducida superficie, sus características par-
proceso productivo de una palma varía de 80 a 600 litros por
ticulares únicas determinan su calificación como tipo fores-
árbol. Pero hay que señalar que la palma produce además fru-
tal, aun cuando geográficamente se encuentra enmarcada en
tos y se pueden obtener derivados utilizables de las hojas y
el tipo forestal esclerófilo.
fruto (fibras y papel).
7.0)
3.2. Caracterización del medio ambiente
e
encuentran entre Santiago y Valparaíso y en los cordones Redel, Piñol y especies esclerófilas de Compuestas, Ramna
también de gran altitud ubicados al oeste de Aculeo los bos ceas. Corontillo y otras que varían según el grado de altera- e
quetes son rodales casi puros de Roble. Se asocian con Roble clon de la vegetación IChesney et al, sin publicar), donde e
algunas especies arbóreas como son Peumo, Maitén, Quillay y Ciprés de la cordillera se hace abundante, álcanzando 40 o
Litre. Estas especies, en especial Peumo, tienen un valor de e
más árboles mayores de 2 m. de altura por hectárea, se pasa
importancia relativa alto en los límites altitudinales inferiores
de los bosquetes, pero pierden importancia, e incluso desapa-
al tipo forestal correspondiente. Al aumentar la altitud Roble - r
se hace más importante, constituyendo bosques práctica-
recen con la altitud. Se encuentran constituyendo parte del e
mente puros hasta los limites' altitudinales de la vegetación
sotobosque el Maquicillo o Lilén, Maqui, Naranjillo o Huilli. arbórea, donde se achaparra. En las exposiciones Sur, y alti , e
patagua, Michay, algunas compuestas y otras especies. (Ta- tudesbajymiRolesptdmayrion-
bla 2). e
cia relativa, asociada con individuos más pequeños de Peumo.
Avellano, Olivillo, Lingue y arbustos de Maqui, Mayo y espe e
Al sur de estos cordones altos aparece Huelo formando cies de Compuestas, Ramnáceas, Mirtáceas, Anacardiáceas e
bosquetes aislados que no se mezclan con los de Roble. Estos otras, que dependen del grado de alteración del bosque
últimos crecen en esta área en las quebradas y sectores más e
(Chesney et al, sin publicar); al igual que en las exposiciones
humedos. Los Robles de los altos cordones del área norte del Norte, Roble se hace cada vez más importante con el aumen- e
tipo pertenecen a un extremo de la ecocline que presenta la to de altitud hasta formar bosques prácticamente puros. En
especie tanto en el sentido latitudinal como en el altitudinal e
las quebradas y áreas húmedas de este sector se desarrollan
(Donoso, 1975 al; 1979 a); 1979 b)) el que tradicionalmente bosques higrófitos donde a Roble se asocian en forma impor e
se reconoce como variedad macrocarpa. Los de más al sur por tante Coigüe, Laurel. Olivillo. Canelo y muchas especies ar e
la Cordillera de la Costa, en cambio, corresponden a una po- bustivas (Tabla 2)
sición casi contraria dentro del ecocline. e
Al sur del río Lontué, en las áreas bajas, más o menos e
Al sur del río Mataquito y hasta el río I tata por la Cordi- planas y húmedas, en las exposiciones sur y en los lomajes y
llera de la Costa, el bosque se hace continuo y la especie de e
planicies sobre los 1.000 m s.n.m., Roble es la especie de ma-
mayor importancia relativa pasa a ser Huelo o Roble colora- yor importancia relativa, formando bosques puros (Donoso, e
do, que constituye bosques casi puros en las laderas de los 1975 b1). En estos bosques se asocia con ejemplares arbóreos
e
cerros (Figura 4). El sotobosque está constituido por algu- o arbustivos de Naranjillo, Piñol, Avellano, Maqui,
nos ejemplares de Lingue, Redel, Avellano, Peumo, Boldo, Mañío de hojas largas, Arrayán, Zarzaparrilla, Mira y en algu-
Litre, especies del género Azara y otras especies (Pimstein, nas laderas, particularmente alrededor de los 1.000 metros y, e
1974; Donoso, 1975 b)). En algunas laderas de exposición en forma opuesta, en los sectores más bajos, con ejemplares
Sur u Oeste, dentro de estos sectores se encuentran rodales de Huelo y el híbrido Huela (Donoso, 1978; Dcirjoso y Lan- e
de Ruil, otra especie del género de Nothofagus que se asocia drum, 1979; Donoso et al, sin publicar). Pero en las exposi- e
con prácticamente las mismas especies de sotobosque señala- ciones más cálidas, en especial en la exposición norte, y en
das para los bosques de Huelo (Donoso, 1975 b)) (Tabla 2). e
menor grado en las este y oeste y algunas veces también en
En las quebradas y terrenos húmedos, en general, se desarro- las exposiciones abiertas, Huelo es la especie de mayor impor- e
llan bosques de tipo más higrófito donde las especies de ma- tancia, formando bosques prácticamente puros.
yor importancia son Roble o Hualle, Canelo, Olivillo, Lingue,
el híbrido Huela (Donoso y Landrum, 1977), Mañío de hojas Entre las especies asociadas arbóreas, que se encuentran e
largas y especies exclusivas del área como son Queule y Pitao en escaso número están Roble, Pette), Olivillo, Naranjillo y e
(Donoso, 1975 b)). el híbrido Huela; en tanto qué el sotobosque está formado
En la Cordillera de Los Andes el tipo se caracteriza por e
por Mayo, Chaura, Piñol, Zarzaparrilla, Jarilla, y más rara-
la mayor importancia relativa de Roble en los bosquetes y mente Maquicillo o Lilén, Avellano y Racial (Donoso, 1978).
bosques del sector septentrional desde el límite norte hasta el En todo este sector se encuentran rodales pequeños de Rauli,
río Lontué aproximadamente, y en los sectores sobre los e
a veces puros y en ocasiones mezclados con Roble. Las que-
1.000 m. de altitud, al sur del río Maule. Estas poblaciones bradas jr riberas de cursos de agua están pobladas por bosques e
de Roble pertenecen a una parte del ecocline de la especie higrófilos constituidos por Coigüe, Roble, Rauli, Metilo de
(Donoso 1977; 1979b) (Figuras 3 y 4). Generalmente for- hojas largas, Laurel, Lingue, Olivillo, Avellano, Arrayán, Ca-
mar, bosques puros, pero se encuentran formando parte del e
nelo, Pelú y un sinnúmero de especies arbustivas que no se
sotohosque, con importancia variable según la latitud, exposi- encuentran en la laderas o en las alturas (Donoso, 1972; e
ción y altitud, varias especies arbóreas y arbustivas. Al norte 1975 b)) (Tabla 2).
del río Lontué, en las exposiciones norte y altitudes bajas y e
medias la especie dominante es generalmente Peumo, asocia-
da con Roble y Ciprés de la cordillera, árboles más pequeños
de Litre, Boldo, Maitén y Quillay,é, arbustos de Maqui, Mayo, e
e
9
a
a
a TABLA 2.— Composición florista del tipo forestal Roble-Hualo
a
air LOCALIDAD
Roble
a
Hualo o
a Raulí o o
Coigüe -I- O
a
Ciprés cord + O
a
Peumo
a Lingue
Olivillo 0
a
Naranjillo
a Avellano
a Boldo 4- O
Maitén + 0
a Ruil o
a Quillay
Laurel
a
Marlio h. lar. o
irá Canelo
a Huala o
a Arbustos
a Escallonia sp O O O +
a Maqui + + + +'
Pinol + + + O
a Litre + O + +
a Arrayán + + O +
Mayo + + 4 0
a + +
Azara spp + +
a Quila + + + +
Radal + 4- + O
a
Colletia sp + + + O
a Bacharis spp + + -1- 0
a Chaura O + O
a
os:
Ref.:— (Chesney et al, sin publicar; Donoso, 1978; Donoso sin publicar (2); Pimstein, 1974; ;pinza, 1975).
a
a:
a
a
a
a
a
a
10
necesario efectuar un estudio al respecto en los que aún no intermedios de 20 a 100 años, de 15 a 80 cm. de DAP y de
existen en Loncha y Altos de Cantillana. 12 á 35 m. de altura. En las áreas alteradas la mayoría de los
árboles corresponden a regeneración de tocón y en algunos
b) Bosques andinos de Roble de altura sectores Avellano regenera también intensamente de tocón. "Ive
Sin embargo, a medida que se desarrollan los Robles, los Ave-
Estos bosques empiezan por el norte en el paralelo 34° llanos mueren quedando representados por escasos individuos
30' S (Colchagua) y se extienden hasta el río Nuble, barrera en los bosques de más de 20 años. Los bosques viejos, poco
e
11
a
a alterados tienen regeneración y forman bosques multietáneos
promedios de 15 a 44 cm y las alturas del estrato superior
a como lo demuestra la distribución-de edades que da una cur-
entre 12 y 23 m. (Pimstein, 1974; Urzúa; 1975; Ibarra y
va de .1 invertida (Donoso, et al, sin publicar (1)). En las áreas
Mourguez, 1976; Puente et al, 19771. Las densidades por há.
descubiertas próximas a árboles maduros se observa normal- de los individuos menores de 10 cm de DAP fluctúan entre
a mente gran cantidad de plántulas. En estos caos la alteración
240 y 750 árboles (Puente et al, 1977). En los renovelei de
se debe generalmente a tala, para carboneo o siembras de tri-
a monte medio que se desarrollan en esta áreas se encuentran,
po. Luego estas superficies retoñan de tocón, lo que determi- sin embargo, densidades mucho mayores qué varían desde
al nan que se encuentre un mosaico de bosquetes coetáneos.
7.500 árboles por há de edades entre 15 y 20 años, hasta
a 4.500 árboles de 20 a 40 años; los que poseen áreas bateles
En algunos sectores sobre los 1.100 m. se encuentran de 25 a 4() m 2 /ha (Mollenhauer, 19751.
bosquetes de Raulí puro o mezclado con Roble, los cuales
a también regeneran de tocón y semilla después que se cortan
La dinámica de estos bosques está actualmente influen-
para carboneo; estos bosques de Rail( fueron más abundan-
a ciada en gran medida por la corta de la especie para producir
tes en el pasado y lo que hoy queda son renovales de tipo
carbón, lo que realiza el campesino en superficies de 1/2 a 3
a re lictu al.
há. Esto permite la existencia de numerosos renovales de
a monte medio coetáneos. En los bosques maduros multietá-
c) Bosques de HUSO
neos, la producción de semillas tiene algunos años con escasa
a
o nula producción, pero en los años de máxima producción,
a Este subtipo se desarrolla en los lomajes de la Cordillera cada 5 ó 6 años, se producen 2 millones de semillas por há
de la Costa, entre los ríos Mataquito, 'teta y Lontué; en esta que permiten el desarrollo de 1 millón a 2 millones da plan-
a última área los bosques de Huelo crecen generalmente en las tules por há (Donoso, 1975 b; Puente; 1980). La mortalidad
a exposiciones cálidas del norte y en las intermedies del este y de estas plántulas alcanza a 27% durante el primer año y line
oeste entre los 100 y 1.000 m s.n.m., sobre pendientes rela- a un 50% el tercero (Donoso, 1975 b) y al final es de un 85 a
a tivamente fuertes, a veces hasta de 100% (Donoso, 197W. un 60% (Puente et al, 1977). La distribución es agrupada, en
a En la Cordillera de la Costa, al descender hacia el Llano función de la luminosidad en el piso y de su ocupación, tam-
Central o hacia el mar, el subtipo se encuentra con el tipo
a bién en forma agrupada, por las especies de sotobonsie Chau-
esclerófilo. En la Cordillera de Los Andes en cambio, el sub-
ra y Mayo (Barasorda, 1976). Cuando se producen huecos en
a tipo limita hacia las partes altas y exposiciones sur con el sub-
el bosque por calda o destrucción de árboles viejos, las plán-
a tipo Roble y hacia las tierras bajas de la precordillera con tulas logran desarrollarse y establecerse, lo que determina une
el tipo esclerófilo.
dinámica regenerativa cíclica (Urzúa, 19751.
a
a
12
y producen plántulas en grupos en algunos claros, lo que in- m 3 por há (Puente et al, 1977); este bajo porcentaje de volu-
dica que probablemente hay una dinámica regenerativa de men comercial se deriva del hecho de que casi el 70% del vo-
autorremplazo de la especie; sin embargo, no hay eviden- lumen cúbico por há. de los árboles maduros corresponde a
cias de que sea capaz de extenderse fuera de los bordes de los desecho. En bosques de protección de Coigüe, ubicados sobre
rodales en forma natural. los 2.000 m de altitud se encuentra un volumen por há de
61 m3 , correspondiente a 187 árboles mayores de 10 cm por
e) Bosques higrófitos de quebradas há (Chesney et al, sin publicar).
Este subtipo se ubica en quebradas, nacimiento de los Antecedentes de renovales de Hualo de 18 años de la
cursos de agua y a lo largo de ellos, así como en riberas de la- Cordillera de la Costa, muestran un crecimiento anual co-
gos y lagunas. rriente de 5.1 mm. de diámetro; el incremento máximo anual,
con 9 mm, se observa después del tercer año del renoval (Yá-
Son bosques relativamente densos constituidos general ñez et al, 1974).
mente por un dosel superior de Coigüe, Roble, Lingue, Olivi-
llo, Canelo, Pitra, Arrayán, Avellano y otras especies comu- En la Cordillera de Los Andes se han determinado creci
nes en el sur de Chile. Al sur del río Teno se encuentran tam- mientos anuales periódicos de 3.2 mm diametrales en renova-
bién Raul I, Laurel y Mañ lo de hojas largas. les de Huelo (Mollenhauer, 1975), aunque el crecimiento del
estrato superior es de 3.6 mm., En bosques adultos el crea
El sotobosque es denso y en él se encuentran varias espe- miento promedio para rodales maduros de Huelo de diferen-
cies arbustivas propias de los bosques sureños y algunas, ca- tes condiciones de altitud y exposición, fluctúa entre 3.1
racterísticas de esta área, como Luma del Norte y Guindo 3.6 mm (Ibarra y Mourgues, 1976). El crecimiento en volu
Santo. men bruto para estos bosques es de 4 a 5 m 3 por há anuales
(Puente et al, 1976).
Sobre los 1.500 m de altitud, alrededor de los nacimien- En renovales de Roble sobre los 1.000 m de altitud, se
tos de los cursos de agua se encuentran rodales de Coigüe encontró que el crecimiento en diámetro es muy variable en
multietáneos casi puros con algunos ejemplares de Roble, que los rodales, pero en promedio es de 7 rnm anuales en los si-
ocupan a veces superficies considerables que llegan a las 40 tios de mala calidad, y de 8 a 9 mm en sitios mejores, donde
há. Estos rodales cuentan con alrededor de 200 árboles y 38 durante los 10 primeros años los promedios vallan de 9 a 14
m 2 de área basal por há, y tienen un alto valor de protección mm diametrales anuales.
de las cuencas especialmente (Chesney et al, sin publicar).
Es factible suponer que los crecimientos de Raulí en es-
tos sitios pueden ser iguales o mejores que los de Roble (Do-
4.5. Información sobre parámetros volumétricos y de noso et al, sin publicar).
credmiento existentes (Tabla 3)
Los bosques de Roble cercanos a Santiago (renovales)
Los bosques del tipo Roble-Hualo fueron intensamente tienen crecimientos que fluctúatt desde 9 mm diametrales en
usados como productores de madera en el pasado. La made- los primeros años hasta 1 mm a los 20 años (I pinza. 1975).
ra de Huelo fue utilizada en relativa gran escala para la cons-
trucción de lanchones maulinos y en los años 1930 las pro-
vincias de Talca y Linares estaban entre las grandes producto-
ras de madera de Roble y Raulí. Hoy esta utilización es prác-
ticamente nula. La mayor parte de los bosques del tipo se
usan hoy casi exclusivamente en la producción de carbón, lo
que sin duda significa una subutilización y, en algunos casos,
una degradación del recurso.
a
a
a
TABLA 3. - Valores desomatricoi del tipo forestal Roble Huelo
a
a
oí DAP N° árb./há AB/há (m 2 )
LOCALIDAD Vol. cub/ N° plantas
ESPECIE o rango promedio promedio
a (CONDICION) hé (m 3 ) Regeneración
cm o rango o rango
,dl"
a Lampa Stgo. Roble 6. 5.14 1.400-6.000 10-38.3 -
(costa)
a
(900- 1.500)
a
a Dormida Stgo. Roble - - 6. 6 10.8
- - 1.600 8.000
-
REF..- (Bravo, 1974; Yáñez et al, 1976; Baeza et al, 1977; Puente et al, 1977; Cuevas y Serrano. 1979; Ruan-
a te y Donoso, sin publicar; Donoso, sin publicar).
Nota: El símbolo - indica que no hay información.
a
a
, a
14
5. TIPO FORESTAL CIPRES DE LA CORDILLERA ción en Chile, se desarrolla en exposiciones este, hacia el
sector argentino, en el límite entre los bosques y los mato-
rrales o pampas de la patagonia (Tortorelli, 1956, Schmithii-
sen , 1960; Gajardo, 1977).
5.1. Distribución geográfica (Figura 1)
La especie se desarrolla generalmente en las situaciones
Este tipo forestal se ubica a lo largo de la Cordillera de más áridas o rigurosas en general, y en suelos rocosos o pedre-
Los Andes desde el paralelo 34° 45' hasta el 38° S, y luego gosos, en riscos y en lavas o material volcánico podo interno.-
vuelve a aparecer entre los paralelos 42° y 44° S (Schmithü- rizado. Con frecuencia se desarrolla en suelos cuyo material
sen, 1960; Quintanilla, 1974). generador es conglomerado volcánico; los suelos son poco
profundos (50 a 80 cm), con estructuras granulares en la su-
Al norte del paralelo 34° 45' se encuentran ejemplares perficie y de bloques a partir de los 15 cm de profundidad;
de Ciprés en sitios rocotos y de condiciones muy rigurosas las texturas son arcillosas en profundidad, con tendencia a
(Schlegel, 1966). A partir de los 38° 30' S los bosques de francas en la superficie debido a la influencia de la materia
Ciprés se encuentran especialmente en el sector Argentino, orgánica; el pH varía de muy ácido a ácido (4.3 a 5.2), au-
donde se extienden hasta los 43° 35' S (Tortorelli, 1956). mentando la acidez con la profundidad; no hay deficiencias
notables de nutrientes (Ibarra y Mourguez, 1978). Excep-
Este tipo se encuentra formando bosquetes que quedan cionalmente se desarrolla. en suelos profundos y de buena
insertos en el tipo forestal Roble-Hualo o en los tipos Roble- calidad, donde los rodales son de mejor desarrollo (Torto-
Raulí-Coigüe, Coigüe-Raulí Tepa y Lenga o siempreverde, relli, 1956).
al sur del río Nuble. Los suelos en que crece Ciprés son susceptibles a la ero-
sión y muestran con frecuencia algún grado dé erosión de
Al norte del paralelo 35°, los rodales de Ciprés ocupan manto y muchas veces erosión de zanjas (Ibarra y Mourgues,
especialmente las exposiciones norte sobre los 900 y hasta 1976).
los 1.800 m s.n.m. Al sur crece en altitudes que fluctúan
entre los 400 y 700 m, aunque pequeños rodales ascienden En el sector austral chileno del rango de Ciprés de la Cor
incluso hasta el límite de la vegetación arbórea (Donoso, dillera, los bosques de Ciprét crecen alrededor de los 400 m
1972). s.n.m. en suelos de trumao depositados sobre roca volcánica,
con buena permeabilidad; textura franco-arenosa y erosión
5.2 Caracterización del medio ambiente moderada (Peralta, 1976; 1977) .
El tipo se desarrolla en gran medida en el área de clima 53. Composición florlstice (Tabla 41.
mediterráneo subhúmedo (di Castri y Hajek, 1976), y en el
extremo sur de su distribución en el área del clima corres- Los bosques de Ciprés son en general muy puros en
pondiente a degeneración esteparia. cuanto al dosel superior, pero cuando hay alteración la fiso-
nomía es diferente, tomando el aspecto de un bosque mixto.
Sin embargo, en forma más precisa su habitat está deter- Por otra parte, como es una especie que forma bosques en los
minado por la altura o por condiciones edáficas extremas (Fi- márgenes de otros tipos vegetacionales, es natural que forme
gura 3 y 4). ecotonos, lo que hace que en algún grado se encuentren bos-
ques mezclados.
En el extremo norte de su distribución como tipo fores-
tal, que corresponde al sector andino de Colchagua, los roda- A lo largo de prácticamente toda su distribución norte
les son exclusivamente de altura, ubicándose entre los 900 y en Chile, limita con él tipo esclerófilo hacia las áreas bajas de
los 1.800 m s.n.m.; en esta área ocupa exposiciones norte y la precordHlera (Figuras 3 y 4); en esta parte se encuentra en-
oeste particularmente. Al sur de Colchagua, el tipo se encuen- tonces en el dosel intermedio y sotobosque Peumo, Litre,
tra también formando bosquetes, pero en altitudes que fluc- Boldo, Maitén, Quillay, Bollen, Piñol, Rada!, Maqui, Mayo,
túan entre los 400 y los 700 m, con algunos rodales aislados especies de Ramnáceas, Flacourtiáceas, Mirtáceas y otras. En
en el limite de la vegetación arbórea; estos bosquetes se ubi- las áreas más bajas y planas se asocian también Olivillo, Arra-
can de preferencia en exposiciones norte, y oeste con pen- yán y Lingue.
dientes de 8 a 25% (Ibarra y Mourguez, 1976), o en situa- En el sector austral el sotobosque está constituido por
ciones de topografía plana, generalmente en los límites entre Redel, Maitén, Nine, Chin Chin, Maqui, Chaura, Michay y
el bosqUe esclerófilo y los bosques de Roble-Hualo de la Cor- Calafate y en algunas áreas Avellano (Tortorelli, 1956). En
dillera de Los Andes. Al sur del paralelo 37° S (río Nuble), estas áreas existen bosques mixtos con Coigüe en las zonas
es frecuente encontrar al tipo en áreas cubiertas por lava o de ecotono, especialmente en territorio argentino (Tono-
material volcánico reciente. En el extremo sur de su distribu- relli, 1956).
¡^ 15
5.4. Caracterización estructural y dinámica (Tabla 5) ración de Ciprés de la cordillera es en los bosquete' mixtos
de Ciprés-Huelo en la precordillera de Parral (Ibarra y Mour-
Se trata de bosquetes de conífera puros o bosquetes gues, 1976).
mixtos con especies de Nothofagus caducifolios o siempre-
^ verdes.
^ Baccharis spp + + O
Los bosquetes mixtos de Ciprés-Huelo tienen densidades
Crucero + + +
^ de 830 árboles y áreas basales de 48.05 m 2 /há, de las que 59
Chacary O O +
^ y 36%, respectivamente, corresponden a Ciprés de la cordille- a
Corcoln + 0
ra. El diámetro promedio de los árboles, es de 23.7 cm y la
^ Pinol + + O
altura de 20.3 m (Ibarra y Mourgues, 1976).
Redel + + +
a Mequi + + 4.
La estructura de los rodales permiteconcluir que en ge-
^ Myrceugenia sp + + O
neral la especie está siendo autorremplazada, aunque gene-
Calafate 0 0 +
." Talmente las plántulas no se encuentran o son muy escasas. a
Fúc
sise 0 0
En la precordillera de Curicó se encuentran plántuias, incluso
^ Arrayán macho 0 0 +
en las cárcavas o zanjas de las área erosionadas. Además, en
bosques del sector argentino, la predominancia de árboles
^ menores de 30 cm de DAP indica según Tortorelli (1956), la
Ref.:— (Chesney set el, 1989; Ibarra y Mourguez, 1976; Qa•
progresión de la especie. Es muy destacable el hecho que
^ judo, 1977)•
donde se ha encontrado una mejor y más abundante momo-
16
Hacia la parte alta de las laderas o en exposiciones más Estudios de crecimiento efectuados en el sector argenti-
húmedas se asocia también con Roble o con Huelo, forman- no señalan que cuando Ciprés de la cordillera crece en suelos
do bosques mixtos (Chesney et al, sin publicar; Ibarra y pobres con muchos árboles por há, el crecimiento es regular y
Mourguez, 1976), donde se encuentra en general, el mismo de 4 a 6 mm diametrales anuales (Tortorelli, 1956). Análisis
tipo de sotobosque que en los bosques puros. Según la defi- de crecimiento efectuados en Curicó (Chesney et al, sin pu-
nición del tipo (Reglamento del D.L. 701), estos bosques blicar), en áreas alteradas y erosionadas de exposición norte ••••
pertenecen al tipo forestal Ciprés de la Cordillera (Figuras muestran ir crecimiento diametral promedio de 2.86 mm e
3y 4). (±. 1.96 mm).
5.5. Información sobre parámetros volumétricos y de creci- e
miento existentes (Tabla 5)
e
Durante mucho tiempo los bosquetes de Ciprés de la El crecimiento es acelerado hasta los 15 dice y luego se
cordillera fueron cortados para producción de madera ase- hace constante hasta los 100 años; a partir de entonces se
rrada. Posteriormente, cuando los diámetros no fueron sufi- hace decreciente (Chesney et al, sin publicar). Es una especie
cientes para este tipo de producción, se continuó usando los longeva que llega por lo menos a los 500 años de edad (Tor-
renovales para producción de polines para cercos y rodrigo- torelli, 1956).
nes para viñas. Para todos los usos señalados la madera es de rr
primera calidad. Lamentablemente durante todo el período En el sector argentino se ha encontrado que en las áreas
que se explotó el bosque de Ciprés de la cordillera no se efec- con suelos profundos, el crecimiento llega hasta 1 cm (Tono-
tuó ningún tipo de inventario. Por esta razón la única infor- relli, 1956). En Chile, en exposición sur, en la cordillera de
mación que se tiene es la que da Tortorelli (1956), para bos- Curia!, se ha encontrado crecimiento diametral anual de
ques del sector argentino. Según él es corriente que la pro- 1.11 cm. De aquí se puede concluir que el potencial de gitél.
ducción por há no sobrepase los 50 m 3 , pero mediciones e
miento de la especie es bueno en toda el área de distribución
efectuadas en un bosque de buenas características dieron una del tipo forestal. e
existencia de 110 m 3 /há.
per
TABLA 5.— Valores dasométricos del tipo forestal Ciprés de la Cordillera
e
e
DAP brárb/há AB/há(m 2 )
LOCALIDAD Vol. cub/ N° plantas e
ESPECIE o rango promedio promedio
(CONDICION) há (m3 ) Regeneración
cm o rango o rango
e
Curicó Ciprés cord. 5.80 58 83 Escasa
(mixto) Roble y
otras 8-80 62 5.8 Si
Si e
Parral Ciprés 490 17.1
(mixto) Huelo 340 31.0 Si e
e
TOTAL 24 830 48.1
e
a
a 6. TIPO FORESTAL ROBLE-RAULI-COIGUE Las tres especies de Nothofagus del tipo se distribuyen
a en las cordilleras, ocupando diferentes altitudes. Roble ocupa
las áreas más bajas. Raulí las intermedias y Coigüe las supe-
a 6.1. Distribución geográfica (Figura 1) riores; pero en muchos sectores forman ecotonos, de tal
a modo que se encuentran bosques mixtos y puros (Puente et
Este tipo forestal corresponde a los renovales y bosques al, 1979). Aunque Roble aparece aquí como más termof ílico
014 puros o mezclados de las especies Roble, Raulí y Coigüe. Se que Raulí crece normalmente en altitudes medias en que el
a trata de un tipo de alto interés económico que no existía ori- efecto de fajas cálidas durante la noche disminuye la frecuen-
ginalmente en Chile, sino que se ha formado debido a la *e- cia de heladas (Weimberger, 1973). Además, hay que tomar
es - dén alteradora del hombre, a través de la tala masiva y de los en consideración que Roble es una especie que presenta una
a incendios. Como resultado de ésto, así- como de la transfor- clara variación clinal latitudinal y altitudinal y, muy proba-
mación de áreas boscosas para la agricultura y la ganadería y blemente, ecotipos edáficos de altura (Donoso, 1979 a) y b11
a
del catastrofismo derivado de fuerzas naturales, parte de las Coigüe es la especie que dentro del tipo forma bosques
a asociaciones originales en que estaban incluidas las especies a mayor altitud, lo que señala que en las mismas latitudes, las
de Nothofagus señaladas desaparecieron, desarrollándose en precipitaciones deben ser algo más altas y las temperaturas
a
cambio bosques de segundo crecimiento formados por Roble más bajas; además, parte de la precipitación en el invierno cae
a puro, en las áreas más bajas; Roble y Raulí en áreas interme- en forma de nieve.
a dias; y Raulí y/o Coigüe puro en partes más altas, quedando El tipo forestal en conjunto se desarrolla en áreas en que
remanentes de los bosques originales así como matorrales y los suelos predominantes son "trumaos" (Roberts y Diez,
a bosques degradados en forma dispersa. 1960). Se considera que Roble es una especie Indicadora de
a suelos fértiles, profundos y bien drenados, lo que parece ser
El tipo forestal Roble-Rauli-Coigüe se desarrolla entre el justificado por el hecho de que crecía en gran parte de las
a áreas que son les utilizadas para la agricultura o la ganadería,
paralelo 36° 30' S (río Nuble, Itata) y el paralelo 40P 30' S,
a entre los 100 y los 1.000 m s.n.m. en ambas cordilleras. par- generalmente de origen aluvial o glacial. Sin embargo, Roble
ticularmente en las laderas interiores y en valles cordilleranos crece con frecuencia en áreas de derrumbes de baja fertilidad
a y suelos poco desarrollados (Nimmo, 1971; Puente et al.
(Figura 10 y 11). A medida que se avanza hacia el sur, los
a bosques de este tipo van desarrollándose a menos altitud. 19791. Rauli crece en suelos desarrollados en cenizas volcá-
Pueden encontrarse bosques-puros de Caique, que podría nicas o trumaos, o sobre escoria o pumicita, suelos que son
a
asignarse al tipo, al sur de los 40° 30' S, en medio del tipo generalmente profundos con buen drenaje y pH ácidos a mo-
a siempre verde. deradamente ácidos. Coigüe, dentro del área del tipo, crece
a también sobre material volcánico, pero al igual que Rauli
6.2. Caracterización del medio ambiente se desarrolla con frecuencia en áreas desnudas derivadas de
a deslizamientos de tierra, donde actúan como especies coloni-
a Este tipo se desarrolla en el ámbito del clima mediterrá- zadoras (Veblen y Ashton, 1977; Veblen et al, en prensa)
neo perhúmedo, definido por di Castri y Hajek (1976) o, en Finalmente, se desarrolla también en suelos de mal drenaje,
a e incluso, en hada (Montaldo, 19661. Los pH varían desde
otras palabras, dentro de los climas de tipo submediterráneos
a en parte y del templado oceánico en general, caracterizados ácidos a moderadamente ácidos y las profundidades son me-
a por Quintanilla (19741. En todo caso, la pluviometr la en esta dias (Peralta, 1971; 1975). Cualquiera sea la condición de
área fluctúa entre 1.500 y 3.000 mm anuales, la que aumenta suelo en que habita Coigüe, el contenido de humedad dispo-
a de norte a sur. En los sectores más septentrionales, la influen- nible parece el factor que limita o impide su desarrollo en
a cia mediterránea es aún notoria, produciéndose en algunos sitios determinados (Donoso, 19781.
puntos 3 o más meses secos en verano, pero hacia el sur los
a
meses secos desaparecen (Figuras 12 y 131.
a 6.3. Composición florietica (Hantelmann, 1965; Martínez,
a. El efecto oceánico es notorio, lo que se manifiesta en os-
1965; Espinoza, 1972; Donoso, 1978; Puente et al,
cilaciones térmicas de sólo 7°C (Quintanilla, 1974), excepto 1979; Veblen et al, en prensa).
a en partes altas de cordillera o precordillera en que se desarro-
lla el tipo.
101 Los bosques que constituyen el tipo son por definición
renovales, es decir, bosques de segundo crecimiento consti-
a
tuidos por las especies más bartuleas, de más rápido creci-
miento y mayor habilidad competitiva.
Las temperaturas del mes más frío del año varían de O a
a 10°C (Quintan(' la, 1974), en tanto que las del más cálido, lo
Esto significa que se trata de bosques puros de cada uno
a hacen entre 16 y 20°C (di Castri y Hajek, 1976) (Figuras 12
de los Nothofagus del tipo, o de una mezcla de algunos de
y 131.
a ellos.
e
18
e
Sin embargo, como derivan de tipos de bosques origina- 6.4. Caracterización estructural y dinámica de subtipos
les más complejos, se encuentran además de especies de soto- e
bosque, individuos arbóreos propios de esos tipos originales. a) Subtipo renoval y bosque puro secundario
e
Los rodales que constituyen los bosques del tipo fores-
%NI
Estos bosques originales están constituidos por Roble, tal Roble-Raulí-Coigüe, son por definición, de estructura
Laurel y Lingue esencialmente, como dominantes, y también coetánea. La mayor parte de los renovales tienen entre 20 y
Ulmo, Olivillo y Avellano, entre las especies arbóreas del do-
30 años de edad (Puente et al, 1979), sin embargo, se en- e
sel inferior, desde el Llano Central hasta alrededor de los
cuentran rodales del tipo originados por denudación de
600 m s.n.m., altitud que varía según la latitud, la exposición áreas debido a catástrofes naturales, los cuales tienen 50 a
y las condiciones edificas. En situaciones de mayor humedad, 100 años, en ocasiones con algunos individuos remanentes e
aparece también Coigüe en el dosel dominante. Entre las es- aún mayores (Veblen et al, en prensa).
pecies arbustivas destacan Arrayán, Picha-Picha, Luma, Re- ■ir
del, Fuinque, Piñol, Arrayán Macho y especialmente Quila, rn
muy abundante en las áreas abiertas.
e
ra 19
a
Las evidencia señalan que entre las tres especies, Coigüe TABLA 6.— Composición floristas del ratico remanentes
es la más intolerante y la más agresiva, de modo que es más originales del bosque de Roble-Laurel-Llague
a
improbable encontrarla regenerando bajo dosel y, al mismo
a tiempo, cubre densamente áreas desnudas con -suelo mineral
I Veblen et al, en prensa). Por otra parte, Roble aparece como
a
más intolerante que Raid( (Puente et al, 1979; Véblen et al,
a 1979). Raul I es capaz de mantenerse en el bosque creciendo
en áreas de huecos más pequeños producidos en el dosel.
LOCALIDAD
a bl Subtipo remanentes originales ESPECIE Vi l'arrice
Nanquines Puerto Clan
ea - Cautín
~vis Llanquihue
De los bosques originales del Llano Central y faldeos 250 m
a
bajos de ambas cordilleras queden sólo algunos bosquetes ori-
a ginales de carácter relictual. Además de su valor cultural, Arboles
científico, estético y palsajistico, estos rodales tienen valor
Roble
sihricultural porque pueden constituir el punto de partida Laurel
a
para la recreación de un recurso que es de alto valor econó. Lingue
a mico. La composición tartanes de estos bosques es variada Ulmo
y puede apreciarse en la Tabla 6. Olivillo
a
Coigue
a
Tepe •
a La estructura es multietánea con individuos de Roble do- Maña h. larg.
minantes y emergentes de gran DAP que no tienen regenera-
a
ción bajo el dosel, ni individuos de diámetros pequeños (Ve- Arboles pequeños y arbustos
a bien et al, 1979). Una posición similar ocupa Coigüe cuando
Avellano
a se .encuentra en estos adeles. Las especies tolerantes como + 0
Redel
Laurel, Lingue, y especialmente. Olivillo, muestran una
a F uinque
distribución de edades y tamaños que se ajusta a la curva J
Piñol
a é invertida lo que señala que está regenerando bajo el dosel su-
Arrayán O
Perior (Veblen et al, 1979)
a Picha
turna
a Las características estructurales de estos b osques muss-
Tiaca
tren densidades de 500 a más de 1.000 árboles por há, con
a Boldo
grandes árboles que desarrollan áreas basales y volúmenes 4
Rhamnus
a considerables (Tabla 8)
Arrayánmacho
sp
a Maqui
c) Subtipo bosques depredados
a F ucsia 0
Quila 4
a Gran parte de los rodales dentro del área del tipo forestal 4
Canelo
Roble-Raull-Coigüe e incluyendo también el área del tipo
a Taique
Coigüe-Raul M'epa, han sufrido diferentes grados de altera-
Pina
a ción que han sido determinados por distintos niveles de ex-
Temu
a tracción de algunas de las especies componentes.
Tejan •
a
nC Generalmente cuando había Rauli en el tipo, era la úni-
a ca especie que se extraía; en las áreas más bajas generalmente
eran Roble y Lingue las especies más explotadas, siguiendo
Laurel en las áreas en que se presentaba.
a
Cuando las especies anteriores no eran especialmente
abundantes, se explotaban con diferentes intensidades Coi-
a gue, Ulmo, Tepa, Olivillo, Tineo o Mal io de hojas cortas (Pi-
sano, 1950; Novoa, 1980).
a
a
720
Cuando por alguna razón se efectuaron talas rasas o al- Colihue, especies de sotobosque y regeneración de otras espe-
cies. Reacciona muy bien cuando se produce un hueco en el
gún tipo de extracción que abrió fuertemente el dosel se pro-
dosel que le aporta más luminosidad (Veblen et al, 1979).
dujeron tres tipos de situaciones: 1) Invasión de Quila que di-
ficulta o imposibilita el establecimiento de las especies que 5) Tineo es una especie que regenera esporádicamente
fueron cortadas; 2) Invasión de mirtáceas y otras especies ar- no pudiéndose asociar su éxito u fracaso a ninguna condición
bustivas con altas densidades que imposibilita la regenera- de cobertura o nivel de extracción del dosel superior. No es
ción, particularmente de las especies intolerantes como Coi- capaz en todo caso de estable&rse cuando la densidad de
güe, Raulí y Roble; 3) Repoblación del área por las especies Quila o Colihue u otras especies es muy alta.
intolerantes que se establecen rápidamente en el sitio, desa-
rrollándose rodales coetáneos que corresponden al que se ha
denominado tipo forestal Roble-Raulí-Coigüe (Novoa, 1980).
a
a TABLA 7.- Subtipo bosques degradados del tipo forestal Roble-Raull-Coiltie. Condiciones originales y
posteriores a la explotación
a
Valdivia ± 900 m s.n.m. Nivel de Extracción moderada
a
a
Bosque original Bosque actual
a
N° árb/há AB/há Vol/há AB/há Vol/h$
Especie N° árb/há
Im 2 ) (m3 ) (m 2 ) (m3 )
fet .
a Coigüe 10 18.6 150.5 10 18.6 150.5 -
Raul í 60 37.2 203.5 30 7.2 46.3
a
Maní° h.p. 80 16.8 21.5 80 16.8 21.5
a Tepa 60 3.7 15.1 60 3.7 15.1 6666
a
TOTAL 210 76.2 390.6 150 46.3 234.4 6666
a
a
Valdivia 60 a 500 m s.n.m. Nivel de Extracción Fuerte
a
N/há = 63% Vol/há Ir- 80%
a
AB/há = 47% Cob/há = 64%
a
a
Bosque original Bosque actual
a
a Especie N° árb/há N° árb/há Regeneración
a 15 - 833
Roble
a Ulmo 15 - 5833
Tepa 15 5 I
a
Olivino 205 95 3333
a Lingue 20 - 5000
a
TOTAL 270 100 14999
a
a
Coigüe 60 33
Ulmo 13 7 833
Tineo 147 147
Tepa 27 27 833
Mañío h.c. 20 20
Olivillo 127 100 833
Trevo 7 7
Coigüe 60 46666
Raulí 40
Tineo 10 10
Trevo 100 80
Coigüe 70 10 833
Raulí 25 20 —
Tepa 315 300 21666
Mañ lo h.c. 90 75 833
Trevo 20 20 —
a
TABLA 8.- Valores d'isométricos del tipo forestal Roble-Raul l-Coigüe
a
a
a
ses. LOCALIDAD
5»
o rango
N° árb/há
promedio
AB/há (m)
promedio
2
Vol. cub/ N° plantas
ESPECIE
si ► (CONDICION) há (m3 ) regeneración
cm o rango o rango
a
erg . Bío-Blo Roble - 32 2 - 600
(Andes) Raulí - 113 18 - 10200
a
Coigüe - 50 15 - 13300
a
TOTAL 15 195 35 293 24100
a
a
Malleco Roble 22.7 45 3 459
a (Andes) Raulí 20.3 1170 36 459
a Otras - 735 9 146
a
Cautín Roble 2.5
a (Andes) Raulí 32.5
a
TOTAL 15.8 1361 35 319
a
a Cautín Roble - 1075
(Vaipir) Raulí - 226 -
sal
a TOTAL 6-30 1300 29 233
a
24 e
e
TOTAL 10-100 e
276 28000
e
Valdivia Coigue 10- 80 620 17500
(Andes)
e
Osomo Rauli - - - - 200000
"re
(Costa) Coligue - - - - 600000
Otras - - - 40000 e
e
TOTAL 53 450 100 1200000
e
re
Palena Coigúe 9-27 300-3100 9.4 -.35
(Andes) e
e
e
REF.:- (Hantelmann, 1965; Espinoza, 1972, Vita, 1974; Wadsworth, 1976; Schmidt et al, 1979; Puente y
Schmidt 1976; Puente et al. 1979; Veblen et al. en prensa) e
TABLA 9.- Valores dasométricos del subtipo remanentes originales del bosque Roble-Laurel-Lingue `e
e
DAP N° árb/há AB/há 1m 2 1
LOCALIDAD Vol. cub/ N° plantas e
ESPECIE o rango promedio promedio
(CONDICION) há (m 3 ) regeneración
cm o rango o rango e
Cautín Roble e
100 100
1250-300) Laurel 65 100 - - - e
Lingue 75 100
e
Olivillo 10- 50 500
e
TOTAL 10-100 800
wit
a
a 25
a
a Valdivia Roble 75 5 2.2
(250-400) Olivillo 10. 80 160 16.1 Media
a Ulmo 10-120 45 18.5 Media
a Tineo 50- 80 20 5.8
a
Trevo 65 " 5 1.7
e
A partir de alrededor de los 38° S el efecto mediterráneo gada de cenizas volcánicas o material grueso de arenas de es-
desaparece y no se tienen días biológicamente secos (Quinta- coria y gravas de aproximadamente 10 cm de espesor (Singer e
ni Ila, 1974). De acuerdo con Quintanilla (1974), la precipita- y Morello, 1960; Peralta, 1975; Veblen y Ashton, 1979).
ción a lo largo de toda la distribución septentrional de Lenga
en la cordillera de Los Andes, es de 1.000 a 1.500 mm, es Los terrenos son en general de topografía ondulada en
decir, más baja que en las altitudes medias. La precipitación las alturas cordilleranas. En la región de Aysén, los suelos del
en forma de lluvia es más alta en las áreas donde habita Len- tipo forestal Lenge se desarrollan en parte sobre los 1.000 m
ga en la Cordillera de la Costa, donde alcanza 1.500 a 2.000 de altitud (Peralta, 1976) y también en áreas de lomajes en-
mm en Nahuelbuta, y 2.000 a 3.000 mm en la cordillera tre los 400 y los 1.000 m s.n.m. (Alvarez y Grosse, 1978) e
Pelada. Estos suelos están formados sobre cenizas volcánicas o tru-
e
maos medianamente profundos (Peralta, 1976) a profundos
Hacia el sur por la Cordillera de Los Andes, la cantidad o muy profundos (Schlatter, 1979; Alvarez y Grosse, 1978)
de lluvia aumenta considerablemente alcanzando valores de e
5.600 mm y aún más a partir de los 40° 30'. En esta áreas las
temperaturas medias, máximas y mínimas son, respectiva-
mente de 9.5°C y 3.3°C, y las mínimas absolutas se aproxi- Las texturas son franco-limosas o franco-arenosas y los
e
man a los —10°C, de modo que gran parte de la precipitación pH son ligerimente ácidos a neutros, con buen drenaje (Pe-
ralta, 1976; Alvarez y Grosse, 1978; Schlatter, 1979). No se e
invernal es en forma de nieve (Putney, 1970) (Figura 20).
encuentran serias deficiencias de nutrientes (Schlatter, 1979)
600 hasta 150 mm, por efecto de degeneración esteparia (Or- 7.3. Composición florística
e
tega et al, 1969; Pisano, 1977; y Donoso, 1978).
A lo largo de su distribución, la especie Lenge se asocia e
Aunque gran parte de la precipitación cae en forma de con especies como Araucaria, en cuyos casos dejo de perte- e
nieve, la frecuencia de lluvia es alta y no hay periodo seco necer al tipo forestal Lenge (Reglamento de 1980 del D.L
701). Del mismo modo, cuando se asocia con otros Nothof a- e
(Constantino, 1950; Murallei y Orfila, 1969; Donoso, 1978).
En esta región, la temperatura media anual es de 6°C (Ortega gus en una proporción menor al 50% del número de árboles, e
también deja de pertenecer al tipo (Reglamento de 1980 del
et al, 1969), la temperatura media máxima en verano es de 9 e
a 10°C, y la mínima media en invierno es de poco más de D.L. 701)
0°C (Mutarelli y Orfila, 1969). Hay una alta incidencia de he- e
En el extremo norte de su distribución, Lenga se asocia
ladas en esta región y el viento es un importante factor limi- e
con Cargue y Roble, así como con Araucaria, a lo largo de
tante de la vegetación, especialmente en verano (Donoso,
todo el rango de esta última (Tabla 10). e
1978) (Figura 22).
e
• Al sur de los bosques de Araucaria, Lenge se asocia pre.
A lo largo de la cordillera, en la parte septentrional de su
ferentemente con Coigüe común y luego con Coigüe de Ma e
distribución, el tipo forestal Lenga ocupa generalmente áreas
gallanes, a partir del paralelo 40° 30' S (Veblen et al, 1979) e
en que el material original está formado por rocas volcánicas
Estos bosques mezclados se ubican a altitudes entre los 900 y
andeslticas y basálticas (Veblen y Ashton, 1978). e
1.200 m s.n.m., dependiendo de la latitud y de la exposición
Sobre ellos se desarrolla el bosque de Lenge puro (Figura 14) e
Todos estos materiales están cubiertos por una capa del-
e
a
a 27
a
a En los bosques de Lenga-Coigüe común, es frecuente encon- miento achaparrado o bien arrastrado, condición esta última
trar ejemplares de Raulí que pertenecen al tipo forestal Coi- que se conoce como Krummholz, de los ejemplares de Lenga.
a güe- R aul í-Tepa.
a Esta forma de crecimiento se debe a las condiciones res-
El sotobosque de los bosques mezclados está dominado trictivas del medio ambiente, derivadas de las bajas tempera-
a
por Colihue, en las altitudes inferiores del tipo y por Guita turas, fuertes vientos, nieve y poco desarrollo del suelo.
i. (Chusquaa mnuiflora) y Canelo enano en las superiores. Son
comunes además, Maytenus disticha, Zarzaparrilla y diferen- Este subtipo limita hacia menores altitudes con el bos-
a
tes especies de Ericáceas y Berberidáceas (Tabla 10). que de Lenga normal. Se desarrolla a veces una zona de tran-
41K « sición entre ambos y, otras veces, el límite es brusco, presen-
a Al pasar a mayor altitud, a los bosques de Lenge puro, tándose una línea divisoria.
desaparece la Quila y se hacen comunes una serie de especies
a herbáceas que florecen en primavera (Veblen et al, 1977). Naturalmente este tipo no tiene valor productivo made-
a rero, pero tiene un relevante papel de protección, en particu-
lar para los propios bosques que se desarrollan a menores al-
a En la región de Aysén, el bosque de Lenga se ubica en las
titudes, a los cuales protege de eventuales avalanchas de nieve
a montañas, entre 900 y 1.500 m s.n.m. (Gajardo, 1976), o en
(Veblen et al, 1977).
altitudes menores en las laderas expuestas hacia el este, don-
a de el bosque limita con la estepa (Figura 16). En algunos sec-
b) Bosque de Larga puro
a tores húmedos, Lenga se mezcla con Coigüe de Magallanes
(Veblen et al, 1977) e incluso con Coigüe de Chibé (Alvarez
a Este subtipo se desarrolla en la cordillera inmediatamen-
y Grosse, 1978), pero más comúnmente se trata de un bos-
te por debajo del krummholz y en gran parte de las áreas ba-
a que puro. Presenta un sotobosque abierto en que las especies
jas y planas u onduladas de las regiones de Aysén y Maga-
de mayor importancia son Maytenus disticha, Berberís mer-
a l lenes.
cal, Chiliotrichium diffussum, Ericáceas y varias especies her-
a báceas, que en general son las mismas que crecen más al norte
a (Gajardo, 1976; Veblen et al, 1977). (Tabla 101. Los bosques de este subtipo presentan una estructura
multietánea (Puente y Schmidt, 1976), y son muy variables;
a En las partes más altas de las montañas crecen Colihue, tienen densidades que fluctúan entre 100 y 1.600 árboles de
a Canelo enano y Escaloniáceas (Gajardo, 1976); en tamo que más de 5 cm de DAP por há, con áreas basales entre 25 k 90
en las áreas bajas, crece Myochilos oblonga y Zarzaparrilla, m 2 por há; los DAP promedio de estos árboles varían desde
a
entre las especies arbustivas del sotobosque (Vean et al, 21 hasta 60 cm, y las alturas medias desde 14 hasta 20 m
a 1977) .
(Pesutic, 1976; Puente y Peñaloza, 1979; Veblen et al, en
a prensa) (Tabla 11).
En Magallanes, Lenga se presenta mezclada con Coigüe
a de Magallanes hacia el oeste, y en las islas costeras y en secto- Estos bosques son multietáneos, pero están constituidos
a res húmedos; y como bosque puro hacia el interior. En esta por rodales que son generalmente coetáneos en que los yen-
región se presenta desde las partes altas de las montañas (600 gos de tamaño varían de 15 a 20 cm. (Veblen et al, en prensa)
a a 800 m s.n.m.) hasta el nivel del mar (Mutarelli y Orfila,
.
a
El sotobosque es más o menos abierto y constituido por
a Maytenus disticha, Zarzaparrilla, Ericáceas, con un piso de
a hierbas muy similar al que se presenta a los bosques de Lenga
y en localidades más secas; crece como intermedio Maitén de
4A Magallanes, y también Noto o Ciruelillo y Calafate en el so-
a tobosque (Pisano, 1969; 1974; 1977) (Tabla 101.
e
LOCALIDAD
e
e
Cautín Aysén
Valdiy la Osorno Aysén
Mal leco Magallanes Magallanes e
• Andes Antillana Palena Coy ha ique
ESPECIE Andes Puro Mixto
800- 1.000 1.100 1.000 700 e
1.200
e
Arboles
e
Lenga + + +
Colgue 4- 0 0 0 e
Araucana 0 0 0 0 0 0
e
O a 0 4. 0 +
Cotgüe Mag. O
4- + e
Nine O O 0 0
Raulí 4 + O O O O O e
Roble + O O O O O O
e
Notro O O O + O O +
Redel O O O + O O O e
Canelo O O O O O O O
e
O O O O O O +
Maitén Mag.
e
Arbustos e
Quila chica + + O O O O O e
Canelo enano + + + + O O O
Maytenus disticha + + + + + + O
Pernettya spp + + + + + + + e
Chaura + + + O O O O
Verberis spp -I- + + I
- - + + +
Escallonia + + + + O O O
Myochilos oblonga + + O + + O O
e
Colihue 4- + + + O O O
+ O O O e
Luma blanca O + O
Maitén Mag. + + + O O O O
Chiliotrido diffusem 0 0 0 + + + +
4- + + e
Zarzaparrilla O O O +
Empetum rubrum O O O 0 0 0 + e
Ref.:— (Gajardo, 1976; Pisano, 1977; Veblen et al, 1977; Schlegel et al, 1979; Veblen et al, en prensa;
Dono-
e
so et al, sin publicar).
e
e
29
a
La regeneración es muy abundante. De acuerdo con Estos bosques se ubican dentro del subtipo Lenga-Coigue,
a
Schlegel et al (1979), la producción anual de semillas varia cuando más del 50% de los árboles por há corresponden a la
a entre 1/2 millón y 10 millones de semillas por há, las que especie tenga.
a púeden producir hasta 28.500 plántulas por há. En los secto-
res cordilleranos se han encontrado más de 100.000 plantas
a menores de 2 m. de altura por há. (Veblen et al, en prensa). En En los bosque de Lenga•Coigüe común se han encontra-
a la cordillera de Aysén, se han calculado hasta 48.000 plantas do desde 300 a 500 árboles mayores de 5 cm. de DAP por há,
de regeneración por há (Puente y Schmidt. 1976) y en los y áreas banales de 53 m 2 por há. (Veblen et al, en prensa, Do-
#14
bosques de áreas más bajas desde 10.000 (Puente y Peñaloza, noso et al, sin publicar (2)) En los bosques de Lenga-Coigue
a 1979) hasta 280.000 (Schlegel et al, 1979) (Tabla 11). de Magallanes se han encontrado densidades.de 460 a 560 ár
boles por há con áreas bateles de 60 a 80 m 2 por há 'más del
Para Magallanes se han istimado más de 9.000 plantas 90% corresponden a Lenga) y diámetros de 17 a 72 cm (Pe
a por há menores de 10 cm de DAP (Pesutic, 1976) (Tabla 11). sute, 19761, en tanto que en Aysén se han encontrado hasta
2.000 árboles por há (Schlegel et al, 1979) (Tabla 111
Por tratarse de bosques puros, sin competencia de otras
a especies, el desarrollo reproductivo conduce al autorreempla- La regeneración en los bosques de Lenga-Coigüe común
a zo. Los bosque del subtipo que tienen Quila en el sotobos- fluctúa entre 21.000 y 44.000 plantas por há, de las cuales
que, son capaces de regenerar cuando se producen huecos 47 a 93% corresponden a Lenga (Veblen et al, en prensa)
a en el dosel que afectan al desarrollo de Quila, que disminuye
a de tamaño y vigor, permitiendo asi el establecimiento de la
regeneración (Veblen et al, en prensa). Cuando no hay Quila
a
o su influencia es escasa, Lenga regenera en los huecos crea-
a dos por caída de árboles, o en áreas mayores producidas ge-
a neralmente por deslizamientos o avalanchas de nieve, comu-
nes en esas latitudes (áreas en que consiguientemente se
a desarrollan rodales coetáneos) (Veblen et al, en prensa).
a
Situaciones parecidas, pero sin la influencia-de Quila, se
a
producen en los bosques del subtipo en Aysén y Magallanes,
a las cuales son interpretadas mediante la idea de fases de
a desarrollo por Pesutic 11976), Puente y Schmidt (1976) y
Alvarez y Grosse (1978).
a
a
a
cl Bosque mixto de Lenga-Coigüe
a
a Este subtipo consiste en bosques mixtos de dos clases:
e
Valdivia Lenga 10-100 151 Bueno
(Andes) CoigUe 20-100 26 Bueno
(700 m) e
TOTAL 10.100 177 590 e
(1200 ml
TOTAL 10.120 450 53,0 263,7
e
RE F — (Martínez, 1965, Donoso et al, sin publicar Puente y Schmidt, 1976; Pesutic, 1978; Puente y Peñalo-
e
za 1979)
e
Quila, ambas especies se pueden establecer perfectamente
como lo señala la distribución de plantas que se ajusta a la
En los bosques de Lenga-Coigüe de Magallanes, el Mane curva J invertida (Veblen, 19741. Sin embargo, en los rodales
ro de plantas menores de 5 cm de DAP y de 2 m de altura Lenga-Coigüe de Magallanes, cuando no hay alteraciones ma-
por há varia desde 37.000 hasta 110.000, de las cuales entre sivas como deslizamientos de nieve o caídas de árboles que
producen huecos considerables, Lenga no es capaz de estable-
90 y 19 ( .- corresponden a Lenga (Pesutic, 1976) (Tabla 11) e
cerse bajo los doseles superiores densos y entonces aparece
Coigue de Magallanes, aparentemente más tolerante, reem- e
En el área norte de distribución del subtipo, es decir, en
la Cordillera de Los Andes, se presentan rodales mixtos en plazando a Lenga; sin embargo, es también importante seña- e
que el sotobosque está dominado por Colihue o por Quila. lar que en los bosques de este tipo se encuentran muchas
En estos casos se observa que no se produce establedmiento pequeñas pero viejas plantas de Lenga suprimidas, las que
de plantas de ninguna de las dos especies (Veblen et al, 1977); parecen tener la capacidad de crecer vigorosamente une vez e
(Veblen et al, 1978; Veblen et al, en prensa). Cuando no hay que quedan liberadas (Veblen et al, 1977).
e
e
a
31
a
En los bosques del subtipo de Aysén, a pesar de la gran Informaciones muy generales señalan que el crecimiento
a
cantidad de plántulas, parecer ser que el establecimiento está diametral de Lenga en los bosques de altura de la Cordillera
a condicionado por la topograf la; es decir en áreas de pendien- de Los Andes sería entre 03 y 0.39 cm (Donoso et al, sin
tes se producen alteraciones que facilitan la caída de grandes publicar (2)).
a
árboles viejos y el desarrollo consiguiente de huecos en el
a dosel; esto permite el establecimiento de ambas especies que En Aysén se ha estimado un incremento anual de 4 a 5
muestran individuos de todas clases de tamaño. m 3 por há anuales hasta los 120 años de edad de los rodales
(Puente y Schmidt, 19761.
a Sin embargo, en terrenos planos ocurre lo contrario, por
dr‘ falta de alteración que provoque caída de árboles, lo que es
válido tanto para rodales mixtos como puros de Lenge (Schle-
a
gel et al, 1979). 8. TIPO FORESTAL ARAUCARIA
a
En Magallanes, la información existente señala un esta- 8.1. Distribución geográfica (Figura 1)
a
blecimiento bueno para Lenga, pero muy escaso para Coigüe
a de Magallanes (Pesutic, 1976). Con mucha probabilidad el El tipo forestal Araucaria se desarrolla en dos áreas clara-
a grado de éxito en la regeneración de una u otra especie, va a mente discontinuas.
depender de las características de mayor o menor sequedad
a En la Cordillera de Nahuelbuta se encuentra en dos po-
del sitio, es decir, del punto de la zona ecotonal en que se
a encuentra. blaciones relativamente pequeñas; la más septentrional entre
los 37° 40' y los 37° 50' S, y entre los 1.000 y 1.400 m s.n.
m., y la más meridional, cubriendo alrededor de 1.000 há'en
7.5. Informacibn sobre parámetros volumétricos y de los 600 m de altitud y los 38° 40' S (Montaldo, 1974). La
crecimiento existentes (Tabla 11) masa de los bosques del tipo se encuentran entre los 900 y
a
los 1.700 m en la Cordillera de Los Andes entre los 37° 27' S
a Desde hace largos años se han estado explotando en y los 40° 48' S (Yudelevich et al, 1965; Montaldo, 1974).
Chile los bosques de Lenga de Aysén y Magallanes, cuya
madera, similar a la del Raulí en calidad, es exportada prefe- Este tipo forestal queda enmarcado entre el límite altitu-
a rentemente a Argentina. Gran parte de esos bosques han de- dinal arbóreo y los tipos forestales Coigüe-Raulí-Tepa o Ro-
a saparecido no solo por la explotación y falta de reposición ble-Raull-Coigüe, que crecen bajo el límite altitudinal infe-
sino que preferentemente por incendios y por habilitación de rior del tipo Araucaria (Figuras 10 y 11).
a terrenos para la ganadería. La información que se tiene pro-
a viene entonces particularmente de esos bosques. 8.2. Caracterización del medio ambiente
a
Los bosques de la Cordillera de Los Andes han sido siem- Los climas generales en que se desarrolla el tipo forestal
a pre calificados como de mala calidad, pero lo más probable Araucaria son el templado-cálido con menos de 4 meses secos
a es que la frecuencia y abundancia de otras especies de mejor y el clima de hielo debido a la altitud, pudiendo quizás in-
calidad y, sobre todo, más accesibles, haya liberado a estos cluirse el clima de estepa fría en los sectores de valles andinos
a bosques de la presión de uso. Actualmente hay, sin embargo, como Lonquimay (Fuenzalida, 1965).
a cierto grado de explotación de Lenga en el área de Pangui-
pulli. En el primero de estos climas, se encuentra una fuerte
a
influencia mediterránea; éste es el que prevalece en los bos-
a Cierta información para los bosques de Lenga-Coigüe ques de Araucaria de Nahuelbuta y en los bosques de baja y
común entrega un volumen de 264 m 3 por há, del que 70 a media altitud de la Cordillera de Los Andes. El clima de
a
75% corresponden a Lenga (Donoso et al, sin publicar). hielo es aquel propio de las partes más altas de la distribución
de Araucaria, donde crecen árboles escasos y dispersos cerca
a En Aysén se han determinado volúmenes que fluctúan o en el límite arbóreo altitudinal.
entre 126 y 547 m 3 por há, para rodales de Lenga pura de
diferentes edades y densidades (Schmidt y Puente, 1976; Al- En la Cordillera de Nahuelbuta y en los faldeos occiden-
a varez y Grosse, 1978) talés de la Cordillera de Los Andes, la precipitación varía en-
tre 2.000 y 4.500 mm anuales (Martínez, 1965; Montaldo,
En Magallanes se han determinado volúmenes de 230 a 1974; Burchel et al, 1976), debido al efecto de aproxima-
a 314 m3 , para bosques de Lenga puro y de 360 y 470 m 3 , ción; disminuye con el aumento de altitud en la Cordillera de
para bosques mixtos, de los cuales el 94% corresponden a Los Andes hasta hacerse más importante la nieve que la lluvia
a
Lenga (Pesutic, 1976). en las partes más altas de la cordillera. La cantidad de precipi-
a
a
Nur
32
e
tación decrece nuevamente cuando se desciende hacia el este, con Coigüe, Roble y pequeños árboles de Ñirre y Canelo
e
alcanzando 1.600 a 1.900 mm en Lonquimay (Almeyda y Roble y especialmente Ñirre son más abundantes en o cerca
Sáez, 1958; Peralta, 1980) debido al efecto de sombra de llu- de los bolsones de frío cordilleranos. Entre los 1 300 y 1.400 e
via. Más del 10% de la lluvia se concentra en invierno y sólo m s.n.m. Coigüe es el árbol más importante, junto a Arauca
cae un 10% en verano (Almeyda y Sáez, 1958; Peralta, 1980) ria; y sobre los 1.400 m s.n.m. aparece Lenga, que aumenta
Por otra parte, es claro que la precipitación aumenta de norte su importancia a medida que se asciende en altitud. El soto
a sur. bosque es relativamente denso en Nahuelbuta; Canelo enano
y Colihue ocupan 50% o más de la cobertura vegetal. Otros
Las temperaturas mínimas absolutas en la Cordillera de arbutos comunes son Chaura, Aromo, Taique, Michay, Cala-
Los Andes son bajas durante todo el año, llegando a 0° ó ba- fate, Zarzaparrilla, Sauco del diablo, Maitén de Magallanes, e
lo 0°C todos los meses, mientras que las máximas absolutas Fuinque y otras. En las áreas abiertas como los bolsones de
alcanzan más de 30°C, durante los meses de verano; ésto in- frío, se encuentra comúnmente Notro, Rada! y Pillo-Pillo
dica que se producen grandes oscilaciones estacionales (Pe- (Tabla 12). e
ralta. 1980). La temperatura media es relativamente modera-
Nes•
da, variando desde —10°C a 15°C (Fuenzalida, 19651. En En los 38° S, el tipo Araucaria aparece a los 1.200 m
Nahuelbuta el rango de temperatura media fluctúa desde s.n.m., límites que es más bajo hacia el sur (Landrum y Nim-
1°C en invierno a 9°C en verano (Montaldo, 1974) (Fi ios, 1975). De acuerdo con Nielsen (1963), se encuentran e
gura 20). árboles aislados a 500 y 600 m s.n.m. en el límite sur de
Araucaria, lo que parece indicar que el límite inferior actual
se debe a explotación pasada (Veblen y Delmastro, 1970)
Se producen diferencias en la distribución altitudinal de
Los bosques de Araucaria de Nahuelbuta crecen sobre Araucaria que dependen de la exposición, siendo más bajo el
rocas graníticas del Precámbrico y del Paleozoico. Los suelos limite altitudinal en las exposiciones sur (Schmitthussen, e
desarrollados sobre ellas son de texturas limosas a arcillosas, 1970; Montaldo, 1974; Veblen y Delmastro, 1976). En los
con una delgada capa de humus y pH 4.8 a 5.2 en la superfi- faldeos occidentales de Los Andes, Araucaria se asocia co-
cie, y con evidencia de fuerte lavado (Montaldo, 1974). Los múnmente con Coigüe en las áreas más bajas, con Coigüe y e
suelos de los bosques de Araucaria de la Cordillera de Los Lenga en alturas medias, y con Lenge a mayores altitudes . e
Andes se han desarrollado sobre rocas metamórficas e ígneas En el límite arbóreo altitudinal o en las márgenes de los bol-
en algunos lugares y principalmente sobre rocas volcánicas sones de frío, se asocia con Ñirre (Veblen, sin publicar). Oca. e
andesiticas y basálticas del cuaternario; sin embargo, la ma- sionalmente se asocia también con Raulí y Roble en las alti
yoría de estos sustratos han sido cubiertos con posterioridad tudes inferiores. El sotobosque es relativamente abierto. Los
por capas de ceniza volcánica, o por pumicita y otros mate- arbustos comunes son Colihue, Canelo enano, Chaura, Mayte-
riales volcánicos gruesos (Montaldo, 1974; Peralta, 1975; nus disticha, Michayes, Taique y otras: son abundantes tam e
1980). El efecto de glaciación es también claro en el fondo bién algunas plantas herbáceas (Montaldo, 1974; Landrum e
de los valles andinos, que están cubiertos por arenas y rocas Nimios, 1975; Ramírez, 1978; Gajardo, 1980) (Tabla 12).
volcánicas aluviales (Peralta, 1980). Los suelos desarrollados e
en Los Andes son más profundos que los de la costa, pero la Este sotobosque presenta diferencias derivadas de la ex
capa de humus es más delgada; las textura son francas a limo- posición, altitud y desarrollo del suelo (Gajardo, 1980).
sas, los pH varían de 4.7 a 6.0 en las capas superficiales, y e
e
1975; 1980).
Nes•
8.3. Composición florística
e
Sobre los 1.200 y hasta los 1.300 m, Araucaria se asocia
e
a
33
a
a
TABLA 12.— Composición florística del tipo forestal 8.4. Caracterización estructural y dinámica
a Araucana
a Los bosques del tipo se presentan más comúnmente
como bosques mixtos de Araucaria-Lenga o bosques mixtos
a
de Araucaria-Lenga-Coigue. Los que se califican como bos-
LOCALIDAD
a ques puros de Araucaria generalmente tienen algunos indivi-
duos de Lenga o Coigue en la hectárea.
a Nahuelbuta Malleco Cautín
a (Costa) (Andes) (Andes)
ESPECIE Bosques de Araucaria-Coigue en la cordillera de Nahuel
1.100- 900- 1.000-
se{ buta tienen densidades de 275 a 725 árboles mayores de
1.250 m 1.300m 1800m
10 cm de DAP por há, y 29.8 a 52.3 m 2 de área banal por
a há. En ellos alrededor del 75% de los árboles pertenecen a
a Araucaria; los diámetros alcanzan hasta 70 cm en Coigue
Arboles
hasta 1 m en Araucaria (Montaldo, 1974) (Tabla 13)
a
Araucaria
a Lenga En la cordillera de Los Andes el número de árboles ma-
a Coligue yores de 10 cm por há varía entre 250 y 1.130, tanto en bos-
Raul o ques de Araucaria-Lenga como de Araucaria-Lenga-Coigüe,
a Roble de los cuales entre 20 y 90% corresponden a Araucana. Las
a Nirre áreas basales por há fluctúan entre 95 y 117 m = y 38 a 974
de ellas corresponde a Araucaria. Los DAP de los individuos
a de Araucaria alcanzan hasta cerca de 2 m y los promedios
Arbustos
a fluctúan entre los 20 y los 142 cm, en tanto que las alturas
Colihue
son de 10 a 37 m; Lenga tiene diámetros promedios de aire-
a Notro 0 dedor de 55 cm, y-los diámetros mayores alcanzan a aprox,
Escallonia spp O
a malamente 1 m, en tanto que las alturas fluctúan entre-17 y
F uinque 0 0
a 26 m (Schmidt et al, 1979; Puente, 1980) (Tabla 13).
Maitén de Mag. 0 0
a Myrceugenia spp. O La regeneración en estos bosques es muy buena, lo que
Aromo O
a queda claro al verificar que el número de plantas de Arauca-
Berberis spp. ria menores de 10 cm de DAP, varia desde 317 hasta 4.900
a Taique 0 0 individuos por há, con un promedio de 2.000
Canelo enano X X X
a TABLA
a Canelo enano + + +
Myoschilos oblonga + + O La Lenga presenta densidades de plantas menores de 10
Pernettya spp. + + O cm de DAP entre 10 y 13.600 individuos por há (Schmidt et
a Sauco del diablo + 0
0 al, 1979).
a Arrayán macho 4- 0 0
Zarzaparrilla + + O La regeneración de Araucaria se produce en todos los
a
Maytenus distichum O + 4- bosques, al igual que la de Lenga aumentando considerable-
a Quita O + O mente en los sectores en que disminuye la cobertura en el
Radal 0 4 0 dosel superior por muerte, destrucción o corta de algunos a(
a
Chiliotrichum rosmani- boles (Schmidt et al, 1979). En los rodales puros del limite
a nifolium O O + altitudinal de Araucaria, esta regenera libremente. la mayor
&el Empetrum rubrum O + + parte de los bosques de Araucaria en la Cordillera de Los
Andes, muestra efectos de destrucción por movirniéntos de
a
escoria derivados de vulcanismo; mientras los grandes árbo-
les de Araucaria resisten mejor que Lenga estos efectos, esta
última especie regenera más abundantemente después de la
a
destrucción (Veblen, sin publicar). Sin embargo, en los bos-
ques de Nahuelbuta, así como en los bosques más desarrolla-
dos de Los Andes que no han sido afectados por atteracio.
Ref.:-- (Montaldo, 1974; Landum y Nimios, 1975; Ramírez, nes masivas recientes, tanto Araucaria como Coigüe o Lenga
a 1978; Gajardo, 1980; Delmastro y Donoso, en prensa). regeneran bajo huecos producidos en el dosel por muerte o
a
a
34
e
\ffir
e
DAP
N° árb/ AB/há Vol. cub/ Plantas e
LOCALIDAD
ESPECIE o rango
ICONDICION) há (m 2 ) há Im 3 1 regeneración e
(cm)
"w•
Quilquén Araucaria 96 217 145 1170 3840
e
(Andes) Lenga 54 183 22 - 160
(Virgen)
e
Lolca (Andes) Araucaria 384 101 3600 e
(explotada) Lenga 13600
e
Punta Negra Araucana - - 2417 e
(Andes) Lenga . - 117 23 - 1333
(explotada)
e
Punta Negra Araucaria Algunos 2000
(Andes) Lenge e
(explotada
quemada)
e
e
REF..- (NIontaldo, 1974; Schmidt et al, 1979; Puente, 1980),
e
Nota: El símbolo - indica que no hay información.
e
a
a 35
a
a destrucción de árboles producidas por combinación de seni- dillera de Los Andes y desde los 38° a los 40° 30' S por la
a lidad, peso de la nieve y viento; en estos casos, Lenga o Coi- Cordillera de la Costa, esencialmente en su vertiente occi-
gime se establecen mejor bajo huecos de mayor tamaño en el dental (Veblen y Ashton, 1978; Veblen et al, en prensa)
a
dosel (Veblen, sin publicar) (Tabla 131.
a Estas fajas de vegetación forestal han sido en gran medi-
8.5. Volúmenes y crecimientos (Tabla 13) da alteradas por la acción de las faenas de extracción de ma-
aC deras y por los incendios forestales, y en cierta medida por
a En bosques de Araucaria con Lenga en la Cordillera de catástrofes naturales. Como resultado de ésto, en muchas
Los Andes los volúmenes por há tienen rangos entre 167 m 3 áreas el tipo forestal ha perdido su identidad y se ha trans-
o('
6 70 gran-enrodalscmá50rboepquñsy6 formado en renovales que se identifican dentro del tipo fo-
a des en la há; y 1.200 m 3 en situaciones en que 170 de 250 restal Roble-Raulí-Coigüe. Esta situación puede ser muy
a árboles por há están en el dosel superior y poseen grandes frecuente si se considera que el paso de un tipo a otro se
diámetros (Schmidt et al, 1979, Puente, 1980). produce cuando Rauli o _Collar constituyen más del 50% de
a los individuos por há (Encuentro sobre pautas intervención
a El dosel formado por las Lenges presenta volúmenes por en bosques nativos; Reglamento del D.L. 7011.
há de 75 m 3 , repartidos en 130 a 150 árboles de DAP pro-
a
medio de 50 cm, hasta 386 m 3 en 943 árboles de DAP pro- Este tipo se desarrolla por encima de la altitud desde que
a medio de 58 cm (Schmidt et al, 1979; Puente, 1980) (Tabla desaparece Roble, hasta la altitud donde desaparece Rauli y
121. Otras informaciones, pero referidas sólo a árboles mayo- Tepa y aparece Lenga. Estas altitudes disminuyen hacia el
a
res de 35 cm de DAP, se encuentran en Ortega et al, (19691. sur; en el sector norte de la Cordillera de Los Andes, el tipo
a se ubica sobre los 600 a 700 m., pero en el extremo sur se
a El crecimiento de Araucaria es muy lento, pero en árbo- puede encontrar bajo los 500 m. s.n.m.. En la Cordillera de
les cultivados se ha observado un aumento de 5 a 6 veces del la Costa, la situación es similar, pero en menores altitudes
a aquí el tipo se encuentra representado especialmente en la
incremento anual de árboles de bosque natural (Montaldo,
a 1974). Montaldo (1974), señala que el incremento anual pro- región de Valdivia. (Figuras 10 y 11).
a
El mismo autor indica que para la Cordillera de Los An- Este tipo forestal se desarrolla esencialmente dentro del
a des (Llaima), el crecimiento diametral es mayor de 1 mm clima templado oceánico, definido por Quintanilla 119741
a hasta los 130 años, luego es de 1 a 2 mm hasta los 400 años, Las precipitaciones fluctúan entre 1.500 y 4.000 mm. anua-
y después de esta edad es menor de 1 mm. Por su parte, les, con aumento de norte a sur (Quintanilla, 1974; Burschel
a et al, 1976).
Schmidt et al (1979) demuestran que el incremento prome-
a dio en bosques de Araucaria de la Cordillera de Los Andes
es de 0.271 cm diametrales anuales, valor que se mantiene Hacia el área más septentrional, la influencia mediterrá-
a
hasta los 500 años, para luego disminuir fuertemente. El nea se hace más fuerte, manifestada en la ocurrencia de un
a crecimiento en altura alcanza a 8.2 cm anuales como prome- verano relativamente seco.
a
36
de cenizas constituidas por material oscuro llamado escoria o Eventualmente hacia el límite altitudinal del tipo se en-
un material amarillento llamado pumicita (Wright y Mella, cuentra Lenga (ecotono) (Donoso, sin publicar (31). Del
19631. Estos suelos desarrollados en cenizas volcánicas son mismo modo hacia el límite inferior del tipo se pueden en-
conocidos como trumaos. contrar mezclas con Roble y también con Ulmo (Martinez
1965)
En la Cordillera de la Costa también se desarrollan tru-
maos que cubren suelos derivados especialmente de rocas me-
tamórficas Imicaesquistosi (Peralta. 1975) Los suelos son 9.4. Caracterización estructural y dinámica
profundos en general, con abundante material orgánico en la
superficie, con texturas franco-limosas a limo-arenosas, con Los rodales del tipo forestal Coigire-Rauli-Tepa son ca
buen drenaje y buena retención de humedad. Los pH son racterísticamente multietáneos. Se caracterizan por presentar
ácidos a ligeramente ácidos en general (4.5 a 6.0) (Peralta, generalmente un estrato de emergentes constituido por Coi-
1975; Burchel et al, 1976; Donoso et al, sin publicar (211. gue y a veces también Raulí. En el estrato dominante se en-
cuentran ejemplares de Coigile y Rauli y algunas Tepas
En el area norte de distribución del tipo, los suelos son Mañíos, los estratos arbóreos intermedios están formados
de pH ácidos a neutros (5.5 a 7.0) (Peralta. 1975; Donoso sin esencialmente por Tepa, Mañío y Trevo (Veblen et al, en
publicar (311. Estos suelos tienen en general buena disponibi- prensa). En los bosques de mayor altitud se encuentran algu-
lidad de nutrientes (Burchel et al, 19761. nas Lengas en el segundo estrato; y en algunos de bajas alti-
tudes o situaciones especiales, se encuentran Roble en
situación similar a la de Raulí, lo mismo que Ulmo y Tineo,
91. Composición florlstica y Olivillo ocupando un tercer estrato (Martínez, 1965
Donoso, sin publicar (311
La variación en la composición se produce esencialmente Estos bosques tienen generalmente entre 150 y 300 ár -
en el sentido latitudinal. boles por há., pero pueden llegar a tener hasta 1.000 árboles.
en situaciones en que abundan las tolerantes en los estratos
Los bosques del sector septentrional del tipo están for- intermedios. Las áreas basales fluctúan entre 70 y 180 m'
mados por un dosel emergente o dominante constituido por por há., Coigüe y Raulí, y particularmente el primero, con
Coigüe v Rauli y un dosel codominante o intermedio, donde diámetros que llegan hasta más de 2 m., ocupan normal-
Tepa y Trevo son las especies más importantes o, por lo me- mente entre el 50 y el 90% del área basal (Martínez, 1965;
nos más frecuentes, y donde aparece Tineo y Olivillo, espe- Medina y Ojeda, 1972; Donoso et al, sin publicar (21) (Ta-
cies que más al sur crecen en áreas de menor altitud. En el bla 151.
sotobosque de estos rodales destacan Avellano y Piñol, pe-
queños arbolitos que forman un tercer estrato en el bosque,
y son frecuentes Chaura y Myochilos oblonga, que no apare-
cen con frecuencia más al sur (Donoso et al, sin publicar 1311. La producción de semillas de las especies de Nothotagus
en estos bosques es periódica, presentándose años de muy al
En los rodales de los sectores meridionales en Los Andes, ta y otros de muy baja producción, pero en promedio la pro-
crece Mañío de hojas cortas en el dosel intermedio, no se ducción de semillas es buena, aunque porcentajes relativa
encuentra Olivillo; y Tineo se desarrolla en sólo algunas situa- mente bajos son viables, por lo menos en la zona sur (Burchei
ciones. et al, 19761. Porcentajes relativamente altos de viabilidad se
han obtenido en cambio, para poblaciones de más al norte
En los estratos de sotobosque no se encuentran Avellano (Donoso, 1975 a), Donoso y Cabello, 19781 Entre las otras
y Piñol, y en cambio son comunes Canelo enano, Quita chica, especies, la periodicidad es menos marcada que en los Notho.
Calafate, etc. fagus.
Varías otras especies arbustivas son comunes en la mayo- En muchos rodales, al contabilizar plantas jóvenes se ob-
ría de estos bosques. En la ladera oriental de la Cordillera de serva que las que ocurren en mayor cantidad son las de Coi-
la Costa aparecen muchas especies más comunes en el tipo güe y Raull, pero generalmente se han establecido en troncos
siempreverde (Singer y Moser, 1964) (Tabla 141. caídos en el bosque y no llegan a edades mayores (Veblen et
asa
a 37
a
a TABLA 14.- Composición Borladas del tipo forestal Coigin► Rauli•Tepe
a
a
a
LOCALIDAD
asi
a
Arboles
a
Coigüe + + + + +
a
R aul i + + + + 4-
a Tepa + O + + +
a Mañío h. cortas 0 0 -F O +
Trevo + + + +
a Tineo + O O + +
a Olivino + O O O +
Canelo O O O O +
a Olmo 4
0 0 0 0
a MaiSío h. punzantes O O O 0 +
Meli O 0 0 0 +
Arbustos y árboles menores
a
a
Arbustos y árboles menores
a
Avellano + O O O O
a Piñol + O O O O
a Arrayán macho + + + O O
Aromo + O + O +
a
Luma blanca + O + O +
a Leñadura + O O + O
Sauco del diablo + + + O +
a
Colihue + + + + O
a Chaura + + O O O
a Rada! O O O O +
Michay + O + O O
a
Zarzaparrilla + O + O O
a Myochilos oblonga + + O O O
Picha-Picha O O + O +
a
Verberis linearifolia O O + O 0
al Berberis buyifolia O O + O O
Canelo enano O O + + 0
a
Chusquea tenuiflora O O + O +
Quila O O O O +
a Fuinque O O O O +
a
a
a Ref.:- Singer y Moser, 1964; Martínez 1965; González y Sierra, 1979; Veblen et al, 1979; Donoso, sin pu-
blicar.
a
a
33
n/
al, en prensa). En los bosques más densos, no se encuentra en por há. Ello depende fundamentalmente de la etapa sucesio-
cambio regeneración de Nothofagus y si es común encontrar nal en que se encuentra el rodal; bosques donde los Notho-
plantas de todas las edades de las especies tolerantes, particu- fagus han alcanzado gran tamaño y ocupan el mayor porcen- 'e
larmente Tepa, Olivillo, Trevo y Mañ ío de hojas cortas, cuyas taje de número de árboles y área basal por hectárea, los volú-
rr
distribuciones diamétricas se ajustan a una curva de J inverti- menes son muy altos. Ocurre lo mismo cuando en etapas más
da (Martínez, 1965; Medina y Ojeda, 1972; Espinoza 1972; avanzadas de la dinámica poblacional, Tepa u otra de las es-
Donoso, sin publicar (31) (Tabla 15). pecies tolerantes han alcanzado gran número de árboles y
área basal por há., con grandes árboles que dominan el dosel
De los estudios existentes, en los bosques de este tipo fo- superior, junto con algunos Nothofagus emergentes. En otras
restal se hace evidente que: etapas sucesionales, los volúmenes disminuyen considerable- e
mente. En el primer caso, dependiendo de la edad del rodal,
- Ante despejes o alteraciones fuertes del área, incluyendo
parte de los árboles de Nothofagus presenta troncos con pu-
dosel y piso del bosque, Coigüe es la especie que actúa
drición, lo que hace que el volumen aserrable disminuya mu- e
agresivamente y tiene ventajas sobre las otras; Raulí
chísimo.
también se adecúa bien a estas situaciones. NOW
- En bosques más o menos ralos, con huecos más o menos Salvo los conocimientos que se tienen sobre los bosques 'e
grandes en el dosel, Raulí es la especie aparentemente del tipo Roble-Raulí-Coigüe, que pueden asimilarse a éstos, e
más adaptada para establecerse. no se tienen mayores antecedentes sobre crecimiento. Sin
- En bosques densos, no alterados y con hojarasca y mate- embargo, se sabe que Coigüe puede alcanzar crecimientos
ria orgánica abundante en el piso, las especies tolerantes hasta de 20 m 3 por há. anuales en renovales y Raulí algo nOr
son las que tienen ventajas y se establecen, es decir, en semejante, siendo Tepa de crecimiento mediano y Mañío más
estos rodales la tendencia es hacia comunidades de Tepa, lento.
Mañío, Trevo o mezclas con Olivillo u otras, según la al- n/
En bosques remanentes originales de Roble-Lingue-Lau-
titud y latitud. e
rel-Olivillo, se han medido incrementos de 17.7 m 3 /há./año
(Hantelmann, 1965). nm.
e
TABLA 15.-- Valores dasométricos del tipo forestal Coigüe-Raul (-Tepe
mw
e
DAP N° árb/há AB/hálm 2 )
LOCALIDAD Vol. cub/ Plantas
ESPECIE o rango promedio promedio
(CONDICION) há (m 3 ) regeneración
promedio o rango o rango ver
e
nOr
Valdivia Coigüe 30-180 84 64.3 Escasa
Escasa e
(1.000 m) Raulí 10-120 50 15.6
Mañío 10- 50 50 2.5 Media ■IF
rr
TOTAL 10-180 184 82.4 890
e
a
a 39
a
70.180 80 118.8 - -
Valdivia Coigüe
a 70-140 25 32.2 - -
(1.000 m.) Raulí
20-150 55 21.8 - Escasa
a Mañío
- - - - Escasa
Tepa
a
TOTAL 20-180 160 172.8 1330
oll.
a 10-180 60 46.1 Media
Valdivia Coigüe -
a - 4800
Valdivia Coigüe 128 73.4
a - 25 1.4 7700
(900 mi Raulí
100 5.1 - 4600
a Tepa
- 15 11.4 - 4400
Maní°
a 25 0.6 - 960
Trevo -
a
- 288 91.9 989 22460
a TOTAL
a
a Coigüe 60-150 9 9.6 -
Valdivia
a (500 m) Raulí 100-120 3 3.1 - -
Tepa 10- 90 99 17.6 - Media
a 60-140 9 17.6 - -
Roble
a Ulmo 30-110 12 4.9 - -
Olivillo 20- 60 6 0.9 - Media
a Media
Tineo 20- 60 6 0.9 -
a Trevo 10- 70 9 1.2 - Media
a
TOTAL 10.150 153 44.8 280
a
a Valdivia Coigüe 170-180 5 12.02
(400 m.) Raul í 130-180 15 26.3 - -
a 215 120.9 - Escasa
Tapa 20-150
a Roble 130- 150 10 15.4 - -
Olivillo 40- 50 5 0.7
a
a
a Ref.:- (Martínez, 1965; Medina y Ojeda, 1972; Burchel et al, sin publicar (2)).
a Nota: El símbolo - indica que no hay información.
a
40
LOCALIDAD
Arboles
Coigüe + + O O O
Ulmo + + + + O
Tapa + + + + +
Mañ lo h. cortas + + + O O
Tineo + + + 0 0
Trevo + + + 0 0
Canelo O + + + +
Olivillo O + + + O
Juma O + + + +
Meli O + + O O
Coigüe Chiloé O + O + O
Coigüe Magallan. O + O O O
Lingue O + O O O
Avellano O + + + +
Notro + + O O O
Mañ lo h. punzantes O + + O O
Mañío h. largas O + O O O
Tiaca O + + + O
Laurel O 1- + + O
Myrceugenia O + + O O
Arbustos
Tepú O O + + O
Aromo + + + O O
Picha + + + + +
Chi loo + O O O O
Michay + O O + +
Berberis pearcei O + O O O
Zarzaparrilla + O + O O
Quila + + + + +
Arrayán O O + O O
Fuinque + + + O O
Colihue + O O O O
Taique + + O O O
Arrayán macho O O + + O
Chaura + O O O O
Sauco del diablo O O + O O
Pillo-Pillo + + O + O
*Canelo enano + O O O O
Rada' O + O O O
Permettia sp O + O O O
a
a 41
a
a Chiloé Chiloé
Chiloé Chiloé Chiloé
c
costa Cordillera Islas
a (cerros) (cerros) costa
interior San HuSiluurnco Guaitecas
húmedo seco
a Quemchi Pedro (350 m.)
a Arboles
Coigüe O O O O
a Ulmo
Tapa
mr Mañío h. cortas
O
O O O O
a
a
a Tineo O O + + + +
Trevo O O 0 0 0 0
a
Canelo + O + + + +
a Olivillo O O + O O O
a Juma + + + + + +
Meli O + O O O O
a Coigüe Chiloé O O + O O +
a Coigüe Magallan. O O O O O O
Lingue O O O O O O
a Avellano O + + + + +
a Notro O O O O O O
a
a Man lo h. punzantes O O + O + +
a Man lo h. largas O O O O O O
Tiaca + + + + + +
a Laurel O O O O O O
a
a Arbustos
a Tepú + O + O + +
Aromo O O O O O O
a
Picha + 0 + + 4- 0
a Chilco O O O O O O
Michay O O O O O O
a
Elerberis pearcei O O O O O O
a Zarzaparrilla O O O O O O
a Guita 0 + + O + +
Arrayán + O + + O O
a
a
oiz F uinque O 0 0 0 0 +
Colihue O O O O O O
a Taique O O O O O O
Arrayán macho O O O O O O
a
Chaura O O O + O O
a Sauco del diablo O O + O + +
a Pillo-Pillo O O O O O O
Canelo enano O O O O O O
a Radal O O O O O O
a Maqui O O O O O O
Pelú O 0 0 0 0 +
a
a
1
42
e
vr
Arboles
Coigüe + O + O O +
Ulmo O O 0 0 0 4- e
•
Tepa + + + -i-
Marlio h. cortas + O + + O e
Tineo + + + + + +
e
Trevo O O O O O O
Canelo O O + + + + e
Olivil lo O O O O O O e
Luma 4- + + + + +
Meli O O O O O O e
Coigüe Chiloé 0 + + + O e
Coigüe Magallanes O O + O + O
Lingue O O O O O O
Avellano O O + O O -i- ver
Notro O + 4 0 0 +
e
Mañío h. punzantes 0 + -i- + +
Matlio h. largas O O O O O O e
Tiaca + + 4- + + -I-
Laurel O O O O O O
e
Arbustos
Tepú 0 + + + O +
Aromo + + O + 0 4
rr
Picha + + -O 4- + +
Chilco + O + + O + e
Michay 0 0 0 -4- 0 4
Berberis pearcei 0 0 0 + 0 0
Zarzaparrilla + O + O O +
Quila + + + 4 + + e
Arrayán 0 0 + + + O
Fuinque + + + + + O
Colihue O O O O O O e
Taique O O O + + 0
.Arrayán macho 0 0 0 + 0 +
Chaura O + + 0 0 + e
Sauco del diablo 0 + 0 + + + e
Pillo-Pillo O O O O O O
Canelo enano O O 0 0 0 0
Redel 0 0 0 0 0 0 e
Maqui + O •0 0 0 +
Pelú 0 0 0 + + +
Leña dura O O O O + +
Copio O 0 0 0 0 4
Ref.:— Singer, 1961; Heusser, 1964; 1972; Holdgate, 1961; Seki, 1974; Gajardo, 1976; Peralta, 1975; Valen-
zuela, 1977; Veblen et al, en prensa; Donoso, sin publicar; Donoso et al, sin publicar (U—
a 43
a
a 10. TIPO FORESTAL SIEMPREVERDE tra modelada por la glaciación, que ha determinado la forma-
a ción de islas, fiordos, valles en U, valles colgantes y morrenas
10.1. Distribución geográfica terminales. En la Cordillera de la Costa hay poca o ninguna
a
evidencia de glaciación (Holdgate, 1961; Seki, 1974). En esta
a El tipo forestal siempreverde se encuentra aproximada- cordillera así como en partes de las islas y parte de Aysén, los
mente entre los paralelos 40° 30' y 47° S, por debajo de los suelos se han desarrollado sobre rocas metamórficas, especial.
a
1.000 m. s.n.m., en la Cordillera de Los Andes y, en la Cordi- mente esquistos; sin embargo, los componentes fundamenta-
a llera de la Costa desde los 38° 30' hasta los 47° S, aproxima- les de las montañas y archipiélagos están formados por grani-
a damente. En el Llano Central puede hablarse también de este to (Holdgate, 1961; Seki, 1974). En la isla de Chiloé gran
tipo, representado por la vegetación siempreverde que crece parte de los suelos derivan de depósitos glaciales y fluvio-gla-
en los Ñadis y áreas de mal drenaje en general, a partir ciales (Holdgate, 1961).
aproximadamente del paralelo 40° S (Figuras 10, 11, 14, 15,
16 y 17). En la Cordillera de la Costa, los suelos derivados de mica-
a
esquistos son generalmente delgados, rara vez de más de 40
a Establecer el limite norte de este tipo es difícil. Puesto cm. de profundidad; de color pardo y con ligeras evidencias
a que su definición está dada por la condición de siempreverde, de podzolización (Veblen et al, en prensa). En la costa de
se encontrarán rodales constituidos por una mezcla de espe- Chiloé, los suelos son extremadamente húmedos, con capas
a cies siempreverdes en diferentes puntos dentro del área de los de 5 a 10 cm. de humus mor y con horizontes orgánicos glei-
a tipos Roble-Raull-Coigüe y Coigüe-Raulf-Tapa. zados (Holdgate, 1961) y profundidades no mayores de 1 m.,
donde se topan, generalmente con un horizonte arcilloso en-
a Del mismo modo, la vegetación al sur de la península de durecido o con arena gruesa. En los terrenos ondulados o de
a Taitao, presenta una transición hacia el tipo forestal Coigüe cerros se encuentran los suelos de mejor drenaje. Los pH son
de Magallanes, donde crecen algunas especies del tipo siem- ácidos, fluctuando desde 3.8 a 5.0.
a
preverde, lo que hace imposible separar ambos tipos por una
a línea precisa. En la Cordillera de Los Andes se encuentran suelos pre
a ferentemente del tipo trumao profundos, con drenaje bueno
Además, en muchos sectores del tipo siempreverde, se a moderado, texturas francas en general, con pH de 5.3 en la
a encuentran bosques puros de Coigüe, o Coigüe de Magallanes, superficie, aumentando hasta 6.9 en profundidad (Peralta,
a que pueden, por lo menos florística y estructuralmente, asig- 1975; 1976). En las islas los suelos son esencialmente orgá-
narse a los tipos correspondientes. nicos, delgados y ácidos.
a
a
10.2 Caracterización del medio ambiente
a 10.3. Composición t'orladas
a El clima bajo el cual se desarrolla el tipo forestal siem-
preverde, se caracteriza fundamentalmente por les muy altas El tipo siempreverde se caracteriza además, por una
a enorme riqueza florístice. Generalmente es un bosque de 4 a
precipitaciones que caen, en general en forma de lluvia; la ex-
a cepción a ésto la constituyen algunas áreas altas en la cordi- 5 estratos, cada uno de ellos representado por varias especies.
llera, donde cae nieve. La precipitación anual varía desde Hay 5 estratos cuando se presentan árboles semejantes que
a
aproximadamente 2.000 mm. hasta 5.000 mm. produciéndo- corresponden a viejos Coigües de alguna de las tres especies.
se un aumento de norte a sur y también de oeste a este. Estas Ulmo o Tineos.
a precipitaciones se distribuyen a lo largo de todo el año, no
existiendo períodos secos, aunque en las áreas septentrionales Hay variación tanto latitudinal, como longitudinal y al
a titudinal, pero algunas especies son comunes a todo el tipo,
hay años en que se producen bajas significativas en las lluvias
de verano. La precipitación es moderada; las temperaturas en los doseles superior e intermedio, Tepe, Luma y general-
medias de verano (enero) fluctúan entre 15°C en el norte y mente Canelo, Tineo, y Tiaca; en el estrato arbustivo Ouila,
sla Tepú, Picha y otras Mirtáceas son comunes a casi todos los
11°C en Taitao y Golfo de Penas, mientras las medias de in-
vierno (julio) varían desde 8 a 9°C en el norte, a 5 a 6°C en el rodales. Además son comunes en el piso especies herbáceas
sur (Holdgate, 1961; Thomason, 1963; Heuser, 1974; Seki, como Menea granadensis, Luzuriege spp, y las gesneribceas
1974; Ardiles y Maldonado, 1977) (Figuras 12, 13 y 23). Medallita, Botellita y Estrellita en el piso cerca de las bases de
los árboles, y musgos y helechos.
a La topografía en que se desarrolla este tipo forestal es de
montaña, peto las altitudes son bajas a medias; de tal modo En la Tabla 16 se puede observar que Coque común es
a que el bosque del tipo se encuentra desde el nivel del mar a importante en loa tebeos de la Cordillera de Los Andes y que
a 800 a 1.000 m. s.n.m. Gran parte de la topografía se encuen- pierde importancia hacia la costa y hacia el sur, donde llega
a
44
sólo hasta el fiordo Aysén (45° 30' S) (Heusser, 1964). Coi- peciales características edáficas, como es el subtipo Ñadi, o
gue de Chi loé en cambio, adquiere especial importancia en las por la importancia relativa muy alta de una especie en una si•
islas y en los sectores húmedos de la costa. Coigüe de Maga- tuación geográfica especial que es el caso del bosque costero
llanes es importante dentro del tipo hacia el sur del fiordo con Olivillo como dominante. Un quinto subtipo puede esta-
Aysén, reemplazando a Coigüe común. blecerse, que consiste en los renovales de Canelo
a
TABLA 1T- Valores dasométricos del tipo forestal Siempreverde
a
a
a
5P N° árb/há. AB/há.1m 2 I
LOCALIDAD Vol. culo/ N° plantas
ESPECIE o rango promedio promedio
(CONDICION) há. (m 3 ) Regeneración
cm o rango o rango
`MI
24 0.3 920 e
Fuinque - -
Luma - 8 0.1 - 520 rr
Pillo-Pillo - 40 0.6 - 2300
Sauco - 24 0.4 - -
e
TOTAL 1.396 68.7 398 55360
e
e
Chiloé Canelo 12. 67 112 - 48.7 Si
(isla) Tepú 12- 37 295 - 36.3 Si NEV
e
a
a 49
a
a Chiloé Coigüe 12-87 177 128.0
(centro sur) Canelo 12.47 178 59.1 Si
a (renoval) Tepa 12- 42 32 10.1 Si
a Mañío h.p. 12. 42 97 45.3 Si
Tepú 12. 17 32 1.3 Si
a Mirtáceas 12 5 0.1 Si
a Ref.:— Martínez, 1965; lng. Bosques, 1975; CORFO, 1976; Puente y Schmidt, 1976; Ardiles y Maldonado.
1977; Urna et al, 1980; Veblen et al, en prensa; Donoso y Escobar, sin publicar.
a
Nota: El símbolo — indica que no hay información.
a
a mente la más común dentro del tipo forestal. El número total
b) Subtipo Olivillo Costero
a de árboles por há. de estos bosques fluctúa entre 200 y 1.000,
La mayor parte de la faja costera del Pacífico ubicada y el área basal varía normalmente entre 50 y 100 m 2 por há.
a
dentro del rango de distribución del tipo forestal siempre- (Tabla 17). Son bosques' multietáneos donde entre 5 y 50%
a verde se caracteriza por el desarrollo de un bosque siempre- de los árboles por há. son Coigüe común, Coigüe de Chiloé y
verde en que la especie dominante es Olivillo (Figura 11, 14, Coigüe de Magallanes, Ulmo o Tinco. Estos son grandes árbo-
a
15 y 16). les que alcanzan hasta 2 o más metros de DAP. y 40 a 50 m.
a de altura, de 400 o más años de edad que ocupan áreas basa-
a Forma bosques a partir aproximadamente de los 300 m. les y volúmenes cúbicos por há. que fluctúan entre el 15 y el
s.n.m. hasta las arenas de las playas. A medida que se descien- 75% del total
a
de en altitud el bosque es más puro, pero en algunos sectores Una buena parte de estos árboles tiene un porcentaje
a se encuentra también junto a las playas bosque de Boldo; considerable de daños de pudrición o quebraduras y están
esta última especie no se encuentra en Chiloé, donde sólo próximos a morir y desaparecer.
a
Olivillo forma el borde costero, con casi un 100% del número
a de árboles y del área basal por hectárea. Va a los 60 m. s.n.m., Las semillas de estos árboles tienen dificultades para ger-
a Olivillo mezclado con varias especies propias del tipo siem- minar y establecerse en estas condiciones; sólo cuando cae un
preverde especialmente Tepa, Ulmo, Canelo y Mirtáceas, árbol y deja un hueco grande logran establecerse algunas
a ocupa un 40% del número de árboles y un 55% del área basal plantas; otras veces lo hacen cuando semillas germinan sobre
a por há. (Tabla 17) (Ardiles y Maldonado, 1978). En los 260 troncos en un claro. Pero lo normal es que el número de ár-
m. s.n.m. ya representa sólo el 8% o menos, para desaparecer boles de estas especies va gradualmente disminuyendo para
a
sobre los 600 m. (Veblen et al, en prensa) dejar paso al establecimiento de las especies que deben ter-
a minar por dominar el bosque, salvo que se produzca una cal-
La regeneración de Olivillo es buena encontrándose mu- da o muerte masiva de árboles por corta hecha por el hom-
a
chas plántulas en el piso y plántulas mayores de diferentes ta- bre, temporales de viento, incendios u otras causas.
a maños y edades. Cuando Olivillo es dominante y forma un
a dosel muy denso, se desarrolla muy poca vegetación y casi Cuando más del 50% de los individuos que forman es-
nada de regeneración de otras especies, porque los niveles de tos bosques, pertenecen a las especies Coigüe común o Coi-
a luminosidad alcanzados son muy bajos. güe de Magallanes, debe considerarse al bosque como per-
a teneciente, por out características, a los tipos Roble-Rauli-
Bosques muy parecidos a éstos se encuentran también en Coigüe o Coigüe de Magallanes, respectivamente .
los bordes de los lagos y a lo largo de la precordillera de Los
a Andes, mezclados generalmente con Laurel, Tepe, Lingue, d) Subtipo siempreverde de tolerantes
Ulmo o Roble, y también como bosques casi puros.
Este subtipo se distingue del anterior por la falta de las.
Estos corresponden al subtipo remanentes originales ana- esliecies intolerantes Coigüe, Coigüe de Chiloé, Coigüe de Ma-
lizada dentro del tipo forestal Roble-Raull•Coigüe. gallanes, Ulmo y Tineo, o por su muy escasa participación en
los rodales.
c) Subtipo siempreverde con intolenntes emergentes
a Son bosques multietáneos con breas basales de 35 a 110
Se trata en este caso de una situación que es probable- m 2 por hl, y 200 a 1.000 árboles por há. (Tabla 171.
a
e
50
e
A diferencia de los bosques del subtipo con intolerantes La información sobre crecimiento medio de estos bos-
no tienen un estrato de emergentes muy viejos o éstos son ques señala que fluctúa entre 6.2 m 3 por há. al año en bos- e
muy aislados; el dosel superior está constituido normalmente ques de 80 años, y 12.9 m 3 por há. al año en bosques de
por Tepa y Canelo, y en ocasiones participan también Mañío 100 años, en la Cordillera de la Costa (ing. de Bosques, 1976).
Destacan en este bosque, los crecimientos de Canelo y Coi• e
de hojas punzantes y/o Mañío de hojas cortas. Estos árboles
generalmente no alcanzan tan grandes tamaños como los in- gue que en los renovales jóvenes, llegan hasta 18 y 20 m l por e
tolerantes, pero los Mañ íos de hojas cortas pueden alcanzar há./año, respectivamente.
e
diámetros de hasta 1.50 m.; en tanto que Canelo y Tepa
alcanzan hasta 1.30 m., y Mañío de hojas punzantes hasta En Chiloé, los crecimientos son similares, alcanzando e
1 m. y las alturas llegan hasta aproximadamente los 30 m. hasta 20 m 3 por há. anuales en bosques jóvenes y 10 m 3 en
e
renovales viejos de 80 años (Grupo de Estudios Silvoagrope-
Estas especies se establecen bajo el dosel de los árboles cuarios, U. de Chile, 1978). Las especies de crecimiento más
mayores sin gran dificultad y cuando estos mueren y dejan rápido en Chiloé, según Ingeniería de Bosques 11975). son e
huecos, las plantas establecidas son capaces de crecer en for- Canelo y Ulmo, en tanto que Coigue, Tineo y Tepa son de
crecimiento medio y los Mañíos de crecimiento lento e
ma más rápida ocupando el espacio abierto en el dosel. De
este modo llega un momento en que el bosque está consti-
tuido exclusivamente por especies tolerantes, las que son 11. TIPO FORESTAL ALERCE
capaces de producir semillas que germinan en el piso orgá-
nico y se establecen bajo el dosel creciendo lentamente 11.1. Distribución geográfica (Figura 1) e
hasta que la formación de un hueco las libera y aceleran su e
crecimiento. Esta condición del bosque que no es la más El tipo forestal Alerce se presenta en forma discontinua
frecuente, constituye un estado climas o steady-state (es- entre los paralelos 39° 50' y los 43° 30' S. e
tado de equilibrio dinámico). Se desarrolla actualmente en dos tipos de áreas diferen - e
tes. En la Cordillera de la Costa se encuentra especialmente
en las partes altas desde el Sur de Valdivia, hasta los 41' e
a
peraturas disminuyen. En el conjunto del clima del tipo fo- Bajo los 700 m. en la cordillera, Alerce pierde importancia
a
restal, está definido por una humedad muy alta durante todo y se hace más frecuente Coigüe de Chiloé, Canelo, Tepa y
a el año (Veblen y Delmastro, 1976). Mañío de hojas punzantes (Veblen y Delmastro, 1976). Fi
a sotobosque está formado por Quila negra, Canelo enano,
Descontando el área del Llano Central, donde el tipo fo- Taique, Maitén de Magallanes, Ericáceas, Berberidáceas, es-
a
restal Alerce fue eliminado, la topografía donde se desarrolla pecies herbáceas y helechos (Tabla 16) (Thomasson, 1963
actualmente es casi exclusivamente de montaña, encontrán- Veblen y Delmastro, 1976).
evidencias de lavado y podzolización (Veblen y Delmastro, miento de Alerce, que permiten sugerir la existencia de tres
a subtipos. Sin embargo, considerando que se trata sólo de clic
1976). En las áreas altas, cerca de los volcanes, el tipo se
a desarrolla sobre escoria o sobre afloramientos rocosos. dencias no debidamente documentadas, quedan menciona-
dos en este trabajo, pero no analizadas independientemente.
a
Los tres subtipos están geográficamente separados:
a En el Llano Central, los bosques de Alerce se desarrolla-
ron en un suelo derivado de cenizas volcánicas en el que se
a formó un "hard pan" de fierrillo en el material glacial, lo que
a) Subtipo de tierras bajas de mal drenaje, caracterizado
por un suelo de Nadi, vegetación asociada particular (Ta-
a produce una capa impermeable y una napa freática muy alta
bla 18) y un desarrollo y crecimiento mejor que en las
durante todo el año (Wright 1959 - 60).
a otras áreas (Latorre, 1973). Después de la destrucción de
a 11.3. Composición florística este bosque, Alerce no ha sido capaz de regenerar y la
dinámica vegetacional ha conducido a un bosque en que
a dominan Coigüe, Coigüe de Chiloé, Canelo y Mirtáceas
En la Cordillera de la Costa, el tipo forestal Alerce forma
a bosques donde es la especie más importante y constituye un
(Heusser, 1966).
a dosel dominante :bajo el cual crecen como intermedios Cai- b) Subtipo andino, caracterizado por habitar en suelos ro-
que de Magallanes y Canelo. Se encuentra también formando cosos o de escorias, con una capa orgánica muy delgada
a
este dosel intermedio, pero con mucho menos importancia sobre ese material, por una vegetación asociada diferente
a Coigüe de Chiloé, Mañío de hojas punzantes, Tineo, Ciprés que varia con la altitud (Tabla 18), Y por una falta casi
de VOS Guaitecas y otras especies (Tabla 18). En el sotobosque total de regeneración (Veblen y Delmastro, 19761
a
encuentran pequeños árboles de Arrayán, Fuinque, Nine,
a otn., y arbustos de Quila negra, Taique, especies de Berberis, c) Subtipo costero, caracterizado por un suelo pobre desa-
a Er icáceas y otras, además de muchas especies herbáceas (Ta- rrollado sobre micaesquistos, que sostiene una vegeta-
(4,4 18), (Ramírez y Riveros, 1975). Bajando de los 200 m. ción asociada a Alerce, diferente a la de las otras dos
a in., en ambos lados de la Cordillera de la Costa, los Aler- áreas (Tabla 181 y en que Alerce presenta regeneración,
a ..-.7 se mezclan con especies propias del tipo forestal siempre- incluso asociada con otras especies, como se observa en
?irle y van gradualmente perdiendo importancia hasta dese- las laderas occidentales de la Cordillera Pelada.
iba
(Figura 14 y 15).
~e& Los bosques del tipo Alerce varían desde aquellos en que
En la Cordillera de Los Andes, Alerce crece con Coigüe, aparece 1 árbol por há. (Reglamento de 1980 del DL. 701),
Cwnoln, Mañío de hojas punzantes, Mañío de hojas cortas, hasta bosques puros. Los bosques mezclados se encuentran
a Tend, Coigüe de Magallanes y Coigüe de Chiloé. La impor- especialmente en las zonas limítrofes con el tipo forestal
a larcia rclativa de estas especies, junto a Alerce, depende de siempreverde o con el tipo forestal Ciprés de las Guaitecas
&len(' y de la latitud (Thomasson, 1963; Heusser, 1966). (ing. Bosques, 1975; IFCA, 1977; Puente y Schmidt, 1977).
a
a
we'
52
e
e
TABLA 18.— Composición floristica del tipo forestal Alerce
e
LOCALIDAD e
Llanquihue e
Osomo Llanquihue
Chiloé
Cord. de la Cord. de Los e
ESPECIE Cord. de Los Areas bajas
Costa Andes de mal drenaje
Andes e
1600 a 900) (bajo 700 ml
1700 1.000)
-
Mie
per
Alerce + + + + e
Coigüe 0 0 4 - +
Coigüe Magallanes + e
+ O O
Coigüe Chiloé + + + + e
Canelo + 0 + +
Mari lo h. punzantes per
+ + + +
Mañío h. cortas O 0 e
0 +
Ciprés de Guait. + 0 0 0
Tepa 0 4-
0 +
Tineo 4- 4- e
0 0
Arrayán + 0 4,
0 e
Notro + 0 0 +
F uinque + e
+ + +
Avellano O O O +
Radal 0 0 0 +
Tepú •••
0 0 0 +
Ñirre + 0 e
0 +
Lenga + + 0 0
Maitén e
0 0 0 +
e
Arbustos
e
Quila negra + + + e
Canelo enano O 4 4-
Taique + + +
Murta blanca + O e
O O
Berberis spp. + + +
Pernettya spp. e
+ + ..‘ J.
Pillo-Pillo # 0 0
Baccharis sp. + O O
Luma blanca + r- L O
Chaura 0 -I- e
+ 4-
Luma O O O
Leña dura 0 + _r
Escallonia sp. e
O O O a-
e
a
a 53
En la Cordillera de la Costa, Alerce se encuentra desde Alerce es una especie muy longeva, que supera con fa-
a
1 hasta más de 400 árboles por há., constituyendo desde 1 a cilidad los 1.000 años y llega a los 3.000 a 4.000 años de
90% del total, tanto en número de árboles corno en área vida, en cuyo caso los diámetros alcanzan a 4 ó 5m., y las al
a basal por há. (Ing. Bosques, 1975; IFCA, 19771. turas a 50 m., dependiendo del sitio (Pérez, 1970) Según las
mediciones efectuadas por diversos autores, los crecimientos
a En la Cordillera de Los Andes, los bosques de Alerce jó- diametrales anuales son muy variados, pero parecen estar fi
venes son de estructura multietánea y con el tiempo, debido godos e los diferentes sitios. Así es como en la Cordillera de
a la competencia y falta de regeneración, adquieren estruc- Los Andes se han encontrado crecimientos tan bajos como
a
tura coetánea. En los bosques el número de árboles por há. 0.092 mm. diametrales anuales y en la parte alta de la Cordi-
fluctúa entre 400 y 1.400, de los cuales, entre 30 y 66% co- llera Pelada, de 0.36 a 0.38 mm. Pero a menos altitud en la
rresponden a Alerce, mientras que las áreas banales, de 50 a ladera occidental de la Cordillera Pelada (Colón), los crea
a
230 m 3 por há., están constituidas por 60 a 80% por Alerce. mientos son frecuentemente de alrededor de 1.20 mm y
a Los DAP y alturas promedios de Alerce varían desde 17 a llegan hasta 4 mm. diametrales anuales, (Pérez, 1970) y
a 130 cm., y de 6 a 38 m., respectivamente. Mittak (en Pérez, 1970) se refiere a crecimientos de hasta
16 mm. diametrales anuales. A los pies de la Cordillera de
a Las informaciones sobre regeneración de Alerce coinci- Los Andes en Calbuco, los árboles son de mejor crecimien-
a den en señalar que ella es posible donde no hay competencia to y tienen un promedio de 1.38 mm. diametrales anuales
de otras especies por luz, agua y nutrientes. Esto se da sólo (Pérez, 1970).
a
en áreas pantanosas, en sitios muy rocosos o en escorias; Ka-
a lela len Pérez, 1970) califica como más o menos densa una Los crecimientos anuales de altura, según varios auto
regeneración de 6 a 8 plántulas por metro cuadrado en con- res fluctúan desde 1.9 hasta 10 cm. (Pérez, 1970).
a
diciones pantanosas. Según Pérez (19701, en la Cordillera de
a la Costa, en su vertiente occidental, en sitios sin ninguna Datos de crecimiento en volumen para Contao (Cordi-
a competencia se encuentran como máximo 3 plantas jóvenes llera de Los Andes), señalan 4 a 5 m 3 anuales por há. (Grupo
de Alerce por metro cuadrado, en tanto que en la Cordillera de estudios si Ivoagropecuarios, 1978).
a de Los Andes, en sectores con sotobosque no se ha encon-
a trado regeneración, pero en rodales casi puros de Alerce en
Lenta, se encuentran 3 a 4 plantas por metro cuadrado en 12. TIPO FORESTAL CIPRES DE LAS GUAITECAS
a
condiciones muy favorables (Pérez, 1970).
a 12.1. Distribución geográfica (Figura 1)
i. 250 m 3 por Há. (Ing. Bosques, 1975) (Tabla 19), sin embar-
go, en bosques puros o en bosques de la Cordillera de Los 12.2. Caracterización del medio ambiente
a Andes, con ái-boles de grandes dimensiones se llega hasta
3.000 m3 por há., y se sobrepasan frecuentemente los 700 El tipo forestal Ciprés de las Guaitecas crece en sectores
a
m 3 por há. (Puente y Schmidt, 1977). planos, de mal drenaje, e incluso pantanosos, a lo largo de
a
a
e
54
e
a
El tipo forestal Caique de Magallanes se presenta des
En los bosques de Ciprés que crecen junto a Coigue de
a de los 47° hasta los 55° 30' en las islas, archipiélagos y
Magallanes, Canelo y Ñirre. con un estrato arbustivo ralo de
rt Empetrum rubrum, Berberís sp, Tarque y otras especies, y en áreas costeras de la región de Magallanes, limitando hacia
el piso esencialmente Sphagnum sp, es frecuente encontrar el oeste con el Oceáno Pacífico y presentándose hacia el
a este como bosque transicional hacia el bosque caducitollo
entre los grupos de árboles y arbustos una densa regeneración
a juvenil de Ciprés de las Guaitecas, que se interpreta como un de Lenga (Fig. 18, 19 y 241.
e
TABLA 19.- Valores dasométricos del tipo forestal Alerce
TOTAL 267.6 e
a
a Andes Alerce 71.0 225 112.9 830 283
(Contao) Coigúe 24.3 479 41.4 133 825
a (Alto) Mañio h.p. 5.0 12 13
a
TOTAL 716 154.3 963 1121
a
Andes Alerce 17.4 900 29.4 1075
volcán Apagado Colgue 21.4 475 19.5 - 250
a
(Escoria) Mañio - - - - 100
(colonización)
a TOTAL - 1375 48.9 1425
a Andes Alerce 33.0 200 40.2 25
a volcán Apagado Colgue 28.2 225 19.9 275
(Escoria) Mañeo h.p. 18.9 175 5.1 100
a
a TOTAL 600 65.2 400
a
Andes Alerce 55.8 348 109.5 547
a volcán Apagado Coigue 35.6 284 44.8 23
a (Escoria) Mañio h.p. 20.7 100 5.6 16
a TOTAL 732 159.9 793
a
a
Ref..- (Ing. Bosques, 1977: IFCA, 1977: Puente y Schmidt, 1977)
a
Nota: El símbolo indica que no hay información
a
a TABLA 20.- Composición florista' del tipo forestal Ciprés de las Guaitereas
a
a n LOCALIDAD
a
a
i ESPECIE
Chiloé
Chtloé
Isla (Centro,
Islas Aysén Aysén Magallanes
Magallanes
Isla (sur) Guaitecas Palana Chaitén Pto. Edén
a oeste) sur
(100-200 m.) (350 m.) (300 m.) (30-50 m.) 110 m.)
(650 m.)
a
a
Arboles
a
Ciprés de las
a Guaitecas •
+ + + + 4
a Coique Chiloé + 0 + + + 0 0
Mañio h. puna. + + + O O
a
Coigüe Magan. + + O O O + +
Narre O + O O O + +
Canelo O O + O + + +
Avellano 0 0 0 .0 + O O
Tineo O O O O + + O
Arbustos
a
Tepú O 0
a
Taique O O O O
a
a
58 e
Fuinque + 0 + a + + O
Astelia pum ila O O O O + O
+ + 4 0 + e
Baccharis spp O 0
Notro O O + a + + 'e
Escallonia spp O O O + O O
_., e
Chaura O O O + O O
Myochilos e
oblonga 0 0 0 -1- 0 0 0
e
Myrceugenia sp O O O + + O 0
Luma O O O O + O O e
Empetrum rubrum O O O O O + e
Ciprés enano O O O O O + 4
e
Sauco del diablo O O O O O + '-
Chilliotrichum e
diffusum O O O O O + +
e
Berberis spp O O O O O + +
Sanco del diablo O O 0 0 0 + + e
Ugni mol inae O O + O O O O
e
Ref.:- (Holdgate, 1961; Heusser, 1972; Pisano, 1973, Gaiardo, 1976; Pisano, 1977; Novo& 1978; Cruz y Lara, e
1979).
e
TABLA 21.- Valores dasométrieos del tipo forestal Ciprés de las Guaiteeas e
e
Chiloé Ciprés 16 -40 70-590 8-26 43.98 4.800
(Ouellón) Tepú - - - - - e
e
Chaitén Ciprés bajos - 13-35 -
e
Chiloé Ciprés 10-70 590 319.4 e
Colgue Ch. 101 35 30 - 6.0
Tepú 10-40 80 - 3.9
e
TOTAL 10-70 700 329.3 e
\
Ref.:- ling. Bosques, 1976; Puente y Schmidt, 1976; Cruz y Lara, 1979) wat _
Nota: El símbolo - indica que no hay información. e
e
a
59
a
a
en verano las precipitaciones disminuyen en forma ame- cia de Coigüe de Magallanes está condicionada por el drenaje
a ciable.
y la cantidad de precipitación. Mientras mayor precipitación
a y menor drenaje, más importante es el Coigüe de Magallanes
En la Cordillera de Los Andes, los bosques que represen. respecto de la Lenge. Naturalmente en esos bosques el soto-
a tan a ene tipo se desarrollan sobre suelos derivados de rocas bosque es más ralo y constituido por especies más mesófitas
a volcánicas andesíticas y basálticas y de granitos. (Veblen y (Pisano, 1877).
Ashton, 1978). Pero en definitiva estas rocas están cubiertas
a por cenizas volcánicas o materiales gruesos de escoria y gravas En las islas más septentrionales de la distribución del
a que forman una capa de aproximadamente 10 cm. de espesor tipo, el bosque de Coigüe crece bajo condiciones de alta hu-
(Singer y Morello, 1960; Peralta, 1975; Veblen y Ashton, medad y temperatura más moderada y se mezcla entonces,
1979). Los suelos son delgados y los pH ácidos (4.2 a 4.4). con algunas especies propias del tipo siempreverde, como
a
Tinco, Mañío de hojas punzantes y Fuinque (Heusser, 1972)
a (Tabla 22).
En la región típica del tipo forestal Coigüe de Magalla-
a nes, es decir, en las islas al sur del paralelo 47° S, el bosque En toda la región austral (47° a 55° 30' 5), se asocian al
a se desarrolla usualmente en suelos turbosos delgados, los que Coigüe especies que requieren alta humedad como son Cene
no llegan a ser pantanosos y tienen mejor drenaje que aque- lo, Maltón de Magallanes o Leñadura de la región de Mesana
a
llos del tipo forestal Ciprés de las Guaitecas, debido a que se nes, se agrega al bosque en un dosel intermedio el Notro y,
a desarrollan generalmente sobre rocas en pendientes, por lo en las islas donde la humedad del suelo es más alta, aparecen
a cual no acumulan excesiva cantidad de agua (Moore, 1978). en el bosque de Coigüe de Magallanes las especies Ciprés de
En los lugares más planos tienden a formarse suelos turbosos las Guaitecas y Sauco del diablo (Heusser, 1972. Pisano,
a y en aquellas con pendientes suaves o desarrollados en acu- 19771
a mulaciones coluviales mejora el drenaje y se presenta cierta
En el sotobosque del tipo en su distribución austral no
podzolización (Pisano, 1977). Tienen alto contenido de ma-
a crecen Quila, Canelo enano, ni Maytenus &micha, pero se ha-
teria orgánica desarrollada con diferentes profundidades
cen comunes Empetrum minen, Chilliotrichtun diffussum y
a sobre el sustrato rocoso en las pendientes o sobre arenas en
en las islas Taique y en ocasiones Ciprés enano (Heusser,
las partes bajas con pH promedios de 42 (Holdgate, 1961;
a 1972; Pisano, 1977) (Tabla 221-
Pisano, 1977)
a
13.4. Caracterización estructural y dinámica
a 133 Composición florística
Nar
Andes con una estructura multietánea, en que 50 a 70% mixto de Magallanes, donde se mantendrá una situación de
de los individuos y 50 a 80% del área basal corresponden equilibrio dinámico determinado por la cantidad de precipi-
a Coigue de Magallanes y el resto a Lenga (Veblen et al, tación y la humedad del suelo (Pisan, 1973; 1977). e
1979). Los Coigües constituyen un estrato de 2 ó 4 m. Los bosques del tipo puro de las islas tiene individuos
más alto que el formado por Lenga con alturas que al- que con frecuencia superan el metro de DAP y que alcanzan
canzan a los 26 m.; del mismo modo los diámetros máxi- ■ON•
50 m. de altura, sin embargo la mayoría son torcidos y de
mos alcanzados por Coigüe de Magallanes son mayores grandes y anchas copas (Young, 1972). Estos bosques son
que los de Lenge (Veblen et al, 1977a; 1977b). Los bos- densos con sotobosque pobre (Pisano, 19771.
e
ques del subtipo de Aysén tienen más o menos las mis-
mas características y presentan alrededor de 2.000 árbo- 13.5. Volúmenes y crecimiento
les por há. (Schlegel et al, 1979).
Las informaciones de volúmenes alcanzados por el tipo
En estos bosques mixtos se observa que los individuos de forestal Coigúe de Magallanes son escasas y referidas a las
e
Coigüe de Magallanes tienen individuos de todas las edades áreas de ecotono, donde la especie dominante es Lenge. En NUI
presentando una distribución diamétrica del tipo J inversa, estas situaciones, el volumen alcanzado por la especie Coigüe
mientras que Lenga concentra la mayor parte de los árboles e
alcanza a un 6 a 8% del total (21 a 35 m 3 de madera de
en diámetros de 16 a 45 cm., presentando una distribución Coigüe por Há.) (Tabla 111. TOP
normal (Veblen et al, 1977b). Además en los brinzales mix-
e
tos se aprecian más vigorosas las plantas de Coigue de Maga- En los bosques de las islas el tipo prácticamente no ha
llanes, todo lo cual parece indicar mayor tolerancia de esta sido tocado y no se tienen mayores antecedentes. e
especie (Schlegel et al, 19791. Estas evidencias sugieren que
Coigüe de Magallanes reemplazaría a Lenge, a no mediar Los crecimientos diametrales anuales fluctúan entre 0.7
factores externos en este subtipo. y 1.9 mm. para el subtipo puro en las islas, pero aumenta a e
1111,
11V
e
61
rey
a
LOCALIDAD
Plo"
a Arboles
Coigue Mag. + + 4. +
a
Lenga 4. 0 0 +
a Coigue común + O O O O
a Canelo O -i- + + O
Notro O O + O
a
Mallen Magall. O + + + O
a Ciprés Guaitecas O + .i. 0 0
Sauco del diablo O . 0 0
a
• Mari ío h. punz. O + O O O
a Tineo 0 1, 0 0 0
Fuinque O 4 O O O
a
a
Arbustos
Quila chica .L 0 0 0 0
Canelo enano + .0 0 0 0
a Maytenus dist. 4- 0 0 0 4-
Pernettya sp. 4- -I- 4-
a
Chaura 0 . O
a Berberis sp. 0 +
Escallonia sp 4- 0 + -k O
a
Chilionichum diffusum O O + +
a Taique 0 0 4- 0 0
a Empetrum rubrum O + 0
Fucsia O O + + O
a
Zarzaparrilla 0 0 4- + +
a Ciprés enano O O O O
Myochilos oblonga O O O O
a
a
a Ref : -- (Heusser, 1972; Pisano, 1977. Veblen, 1977; Schiegel el al. 19791
a
a
a
a
a
a
a
a
62
ANEXO I
a Mavtenus magellanice
Manen de Magallanes
a Mañ ío de hojas cortas Saxegothaea conspicua
Mañ ío de hojas largas Podocarpus salignus
Mañ io de hojas punzantes Podocarpus nubigenus
a Mañ ío hembra Saxegothaea conspicua
Mañ lo macho Podocarpus nubigenus
Maqu i Aristotelia chilensis
a Azara petiolaris
Maquicillo
Mayo Sophora macrocarpa
Meli Amomyrtus meli
a Barbet is spp.
Michay
Mitigue Podanthus mitigue
Molle Schinus iatilohus
Murta Ugni molinae
a Ugni molinae
Murtilla
a Naranjillo Citronella mucronata
Notro Embothrium coccineum
a
Nirre Nothofagus antarctica
a Olivillo Aextoxicon punctatum
Palma chilena Jubaea chilensis
a
Palo de yegua Senecto spp.
a Palqui Cestrum palqui
a Patagua Crinodendrum patagua
Pelú Sophora microphilla
a Cr yptocarpa alba
Peumo
a Picha -picha Myrceugenia planipes
Pillo Pillo Ovidio pillo pillo
a
Pimiento Schinus molla
P iñ ol Lomatia dentata
Pitra Myrceugenia ex suma
a
Quila Chusquea quita, Ch. cummingho
a Chusquea tenuiflora
Quila chica
a Quila negra Chusquea nigricans
Quillay Quillaja saponaria
a Lomatia hirsuta
Radal
a y Raulí Nothofagus alpina
Retamilla Retanil la ephedra
a Nothofagus obliqua
Roble
a Roble colorado Nothofagus glauca
Ruil Nothofagus alessandri
a
Sauco del diablo Pseudopanax laetev irens
a Taique Desfontainea spinosa
a
a
a
a
64
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