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Dan 4:1-10 Reina[a] Valera 1995.bbl La locura de


Nabucodonosor «Nabucodonosor, rey, a todos los
pueblos, naciones y lenguas que moran en toda la
[b] 2
tierra: Paz os sea multiplicada. »Conviene que yo
declare las señales3
y milagros que el Dios Altísimo ha
hecho conmigo. ¡Cuán grandes son sus señales y
cuán potentes sus maravillas! Su reino, reino
sempiterno;
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su señorío, de generación en generación.
»Yo, Nabucodonosor, estaba 5
tranquilo en mi casa,
floreciente en mi palacio. Tuve un sueño que me
espantó; tendido en la cama, las imaginaciones
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y
visiones de mi cabeza me turbaron. Por esto mandé
que vinieran ante mí todos los sabios de Babilonia 7
para que me dieran la interpretación del sueño. Y
vinieron magos, astrólogos, caldeos y adivinos, y les
conté el sueño, pero
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no me pudieron dar su
interpretación, hasta [c]
que entró ante mí Daniel, cuyo
nombre es Beltsasar, como el nombre de mi dios, y
en quien mora el espíritu de los dioses
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santos. Conté
delante de él el sueño, diciendo: “Beltsasar, jefe de
los magos, ya que he entendido que hay en[d]ti espíritu
de los dioses santos y que ningún misterio se te
esconde, declárame las visiones
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de mi sueño que he
visto, y su interpretación. Estas fueron las visiones
de mi cabeza mientras estaba en mi cama: »Me
parecía ver[e]en medio de la tierra un árbol cuya altura
era grande.

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