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A.·.L.·.G.·.D.·.G.·.A.·.D.·.U.·.

S.·.F.·.U.·.

Ven.·.Maest.·.
VV.·.HH.·.
M.·.QQ.·.HH.·.
QQ.·.HH.·.
Or.·. Catemaco, Ver..
A 23 de marzo de 2021. E.·.V.·.

LAS SIETE LEYES UNIVERSALES.

“Todo está determinado, tanto el principio como el fin, por fuerzas sobre las cuales no tenemos
ningún control. Está determinado para los insectos, así como para las estrellas. Seres humanos,
vegetales, o polvo cósmico, todos bailamos al son de una tonada misteriosa entonada en la distancia
por un intérprete invisible”, dice una cita atribuida a Albert Einstein.

Las manzanas caen del árbol, los pájaros vuelan y la Tierra gira alrededor del sol. Estas son leyes
físicas que hemos descubierto a lo largo de la historia y que hemos aprendido a usar a nuestro favor.

Y así como hay leyes físicas, también hay leyes que nos afectan mental, emocional y espiritualmente,
reflejándose en nuestras vidas.

Las Siete Leyes o Principios Universales –también llamadas herméticas o sutiles– son las leyes según
las cuales funciona el universo y, dado que somos parte del universo, también funcionan para
nosotros. ¡Nos guste o no! Son como una guía espiritual interna que nos ayuda a mantener nuestro
centro y a ser consciente de que siempre y en todo momento hay un poder divino que llevamos
dentro.

Estas enseñanzas son el origen de algunos de los sistemas de pensamiento más antiguos e
influyentes. Tienen más de 5000 años de antigüedad, desde Egipto hasta Grecia, y la tradición védica
de India.

¿En qué se basan las leyes universales?

En principios simples:

– Todo lo que existe es energía. De acuerdo con las diferentes densidades, percibimos esta energía
de manera diferente.
– Estas leyes siempre existen y funcionan en todo momento. No importa si actuamos en armonía
con ellas o no. Sin embargo, sentimos cuando algo está fuera de balance.

– Las leyes corren en paralelo. Si ignoramos una ley, ignoramos todas las demás.

No podemos cambiar estas leyes universales ni anularlas. Entonces, la única pregunta es si somos
conscientes de que existen y en qué medida estamos moldeando nuestras vidas de acuerdo con
ellas.

Si las ignoramos, nos quitamos poder, al pensar que las respuestas a todo lo que no entendemos en
este mundo está fuera de nosotros, pensando que somos impotentes. Pero cuando creamos
conscientemente en armonía con esta fuerza universal, creamos magia en nuestras vidas. Cuanto
más comencemos a actuar de acuerdo con estas leyes universales, más fácil podremos reconocer
las conexiones, manifestar las cosas que realmente deseamos y usar nuestro poder creativo.

Las siete leyes universales


1. La Ley del Mentalismo

La primera ley universal establece que todo es conciencia. Todo lo que ves a tu alrededor era
inicialmente un pensamiento hasta que se convirtió en un resultado visible como energía
condensada. Todo tiene su origen en el mundo invisible y mental. Esta ley también se conoce como
la Ley de la Unidad Divina. Todo está conectado. Este principio es el que nos permite aplicar nuestra
facultad mental para aprovechar todas las demás leyes, casi percibiendo el pensamiento como el
sistema operativo que nos permite interactuar con las otras capas del ser.

Cómo usarla a tu favor: Percibimos las cosas de acuerdo con nuestros pensamientos. El mundo es
como que es, pero nosotros lo vemos de la manera en que pensamos, dependiendo de nuestros
miedos y creencias. Las acciones hacen que nuestros pensamientos tengan una existencia
física. Nuestros pensamientos y nuestras acciones deben estar en total armonía. Para crear
cualquier cosa en tu vida, primero debes dirigir tus pensamientos. De esta manera creas tu realidad.

2. La Ley de Correspondencia

Como es arriba es abajo. Como es adentro, así afuera. Lo que existe en lo invisible, existe en lo
visible. Lo que sientes y crees internamente, se manifiesta externamente. La ley de correspondencia
a menudo se conoce como la ley de la atracción. Este principio propone que, si quieres cambiar lo
que está fuera de ti, debes enfocarte en tu interior. Recuerda: todos estamos conectados. Si nos
centramos en nuestro bien mayor, traerá bien al universo y a quienes lo conforman.

Cómo usarla a tu favor: Si realmente queremos ver un cambio en nuestro mundo exterior, primero
debemos cambiar nuestro mundo interior. Por ejemplo, si quieres tener más alegría y amor en tu
vida, sé más alegre y expande el amor.

3. La Ley de la Vibración

Todo en este universo es energía y está en constante movimiento. Son simplemente frecuencias
vibrando a diferentes velocidades. Hay dos polos de vibración: el espíritu está en un extremo, la
materia está en el otro extremo. Entre esos dos polos, hay millones de diferentes niveles vibratorios.
Si sientes miedo, enojo o vergüenza, estás en una vibración más baja. Tan pronto como sientas
amor, alegría y gratitud, podrás percibir una vibración más elevada. Puedes notar la diferencia por
la ligereza o la pesadez que sientes dependiendo de tu estado emocional.

Cómo usarla a tu favor: Debemos alinear nuestra vibración a las que deseamos atraer. Cuanto más
fuertes vibremos en esa frecuencia, más rápido será el efecto magnético. Tomemos una actitud
interna de que lo que deseamos está disponible para nosotros, solo debemos alinearnos y elevarnos
a esa frecuencia.

4. La Ley de Polaridad

Todo es dual, todo tiene polos, todo tiene su par de opuestos. Lo igual y lo diferente son, en realidad,
lo mismo. Este principio es importante ya que sugiere que podemos cambiar la polaridad de un
grado de emoción, reconociendo que es lo mismo y eligiendo el grado que mejor se adapte a
nuestras necesidades.

Cómo usarla a tu favor: Ten en cuenta que siempre puedes caminar entre un polo y el otro, solo
necesitas ajustar tu vibración. Busca lo bueno en lo que aparentemente es una mala situación.
Entiende que el fracaso es solo una lección. Permítete sentirte triste o enojado, incluso derrotado,
pero no permitas que esos sentimientos permanezcan mucho tiempo en tu vida, decide moverte.

5. La Ley del Ritmo

Inhalar, exhalar. Sol, luna. Nacer, vivir, morir y nacer otra vez. Todo en este universo tiene un ritmo.
Todo en nuestras vidas se mueve en un ciclo natural: sabemos que después de sentirnos mal, nos
sentiremos mejor; necesitamos descansar luego de trabajar duro. Dormir luego de haber estado
despiertos. Esta ley nos muestra bellamente que todo está en constante movimiento y cambio y
que no tiene sentido retener algo.

Cómo usarla a tu favor: Es esencial que te muevas al ritmo de la vida. Es importante que no nos
comparemos ni adaptemos al ritmo de los demás, sino que comprendamos que nuestra vida tiene
su propio ritmo.

6. La Ley de Causa y Efecto

La sexta ley universal establece que cada causa tiene un efecto, no hay efecto sin causa y ningún
efecto permanece sin una causa. Si reconoces un efecto en tu vida con el que no estás satisfecho,
puedes rastrear la causa. Así sabrás lo que debes cambiar para lograr el efecto deseado. También
puedes pensar en esta ley como semilla y cosecha. A través de esta ley, puedes ver claramente que
eres el creador de tu vida. Asumir la responsabilidad de ello y ver exactamente lo que deseamos
cosechar.

Cómo usarla a tu favor: Reconócete a ti mismo como el creador de tu vida y piensa qué causa se
necesita para tener el efecto que tanto deseas.

7. La Ley de Género

La ley de género deja en claro que todo en este universo contiene energía masculina y femenina.
Este principio no se refiere a la sexualidad o al género físico, sino a las características arquetípicas
de los géneros. Lo masculino es la energía penetrativa, asertiva, progresiva, conquistadora y
exploratoria que impulsa el progreso. Lo femenino es la energía receptiva, sagrada, atesorada y
protectora, que mantiene la tradición y honra la prioridad de lo más importante, al tiempo que nutre
lo que es más esencial para la vida.

Cómo usarla a tu favor: Integremos la energía masculina y femenina en nosotros, de manera


equilibrada, ya que esta es la única forma en que podemos obtener todo nuestro poder creativo y
crear la vida que deseamos vivir.

Recuerda que tu universo externo es siempre un reflejo de tu universo interno.

Comp:. M:.

Gerardo Tomas Villegas Moreno.

Or:. de Catemaco No. 68.

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