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2014
TEGUCIGALPA, Honduras
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"Queremos que por favor, medio ambiente, Serna, pongan la mano ya,
que paren la siembra y que esta gente que ha sembrado la palma (...)
no haga proyectos con las tierras aledañas al lago de Yojoa".
Recordó que los vecinos han estado "peleando porque se cuide el lago
de Yojoa y no queremos que se le cause daño, el bambú es una planta
que debería sembrarse más bien a las orillas (...) es la única planta que
hace conservación del agua".
Se estima que en el país se cultivan actualmente alrededor de 150 mil ha, de las cuales 120
mil están en producción y el resto en proceso de desarrollo. Durante el periodo 2000-2013 la
producción de palma africana creció a una notable tasa promedio anual de 11.1%, y pasó de
618.6 miles de t en el 2000, a 2,000 miles de t en 2013. La superficie utilizada para este cultivo
creció a un menor ritmo que la producción, al situarse en 10.3%; pasó de 34,000 ha en el año
2000, a 120,000 ha en 2013. Por el contrario, los rendimientos decrecieron a una tasa
promedio anual de 0.7%, al caer de 18.2 t/ha en 2000 a 16.7 t/ha en el año 2013. Para el año
del análisis, se producían aproximadamente unos 10,000 galones mensuales de biodiesel, lo
que representaba el 10% de la capacidad instalada que, en 2013, era de 100,000 galones
mensuales. Para ese año, la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente (actualmente
MiAmbiente+), la Secretaría de Agricultura, y la Federación Nacional de Palmeros
reconocieron de los impactos ambientales negativos del cultivo de la palma: contaminación
del agua, aire, suelo; pérdida de biodiversidad; pérdida de 13 la estructura paisajística. Estas
afectaciones se dan tanto en la fase de construcción como en la de operación. De igual
manera reconocieron que la disminución en la disponibilidad del recurso agua para uso
comunitario es un impacto socioeconómico de gran relevancia. Otro aspecto negativo
asociado al cultivo de palma africana es su intrusión en hábitats naturales, incluidos áreas
protegidas como el Parque Nacional Jeannette Kawas.
Se han identificado diversas zonas del municipio que son vulnerables y propensas a la
contaminación, por ejemplo en las comunidades de El Zapote, Yojoa, Barrio El Reparto, La
Concepción, condicionado por el inadecuado manejo de la disposición de basura que
contribuye a la contaminación hídrica, además de la existencia de agroindustrias de gran
escala que eventualmente pueden producir efectos contaminantes. En esto, además de las
disposiciones inadecuadas de contaminantes por los humanos, donde cultivos como la Palma,
Caña y Café contribuyen ostensiblemente a la contaminación de los ríos y fuentes de agua,
también incide las dificultades en la no aplicación de las normas municipales y nacionales, al
no disponer de la logística y el conocimiento por el personal existente en la Unidad
Ambiental; adicional a la baja conciencia ambiental en la población y 29 del liderazgo local
que también contribuye en la contaminación de las fuentes, reservorios de agua, aire, etc.
Marco legal
A lo anterior, es importante la existencia y fortalecimiento de la Unidad Municipal Ambiental,
para que esté en condiciones de aplicar como corresponde los preceptos del Plan de Arbitrios,
que regula, además de los servicios públicos, el manejo de los recursos naturales, y lo que
establece la Ley General del Ambiente; sin olvidar el importante papel que deben jugar los
líderes comunitarios, organizaciones comunitarias y Juntas Administradoras de Agua, que
eventualmente pueden asumir mayor responsabilidad en el control de contaminantes.