1. La matriz extracelular está formada principalmente por proteínas,
glucosaminoglucanos, proteoglucanos y glucoproteínas, organizados en entramados diversos que constituyen las diferentes matrices extracelulares de los distintos tejidos. Las proteínas más abundantes son el colágeno y la elastina, La matriz extracelular aporta a las células señales moleculares para la diferenciación, supervivencia, migración y proliferación, y para mantener la homeostasis del tejido donde se encuentran. El tejido epitelial prácticamente carece de matriz extracelular. Sus células están unidas entre sí por complejos de unión y uniones focales. El tejido epitelial no posee vasos sanguíneos. Los nutrientes, oxígeno, etcétera, los obtiene de los vasos sanguíneos existentes en el tejido conectivo subyacente. 2. Tejido que sostiene, protege y estructura otros tejidos y órganos del cuerpo. El tejido conjuntivo también almacena grasa, ayuda a desplazar nutrientes y otras sustancias entre los tejidos y los órganos, además de reparar daños en los tejidos. Los tejidos epiteliales limitan tanto las cavidades internas como las superficies libres del cuerpo. La presencia de uniones especializadas entre sus células permite a los epitelios formar barreras para el movimiento de agua, solutos o células, desde un compartimiento corporal a otro. 3. Cada persona tiene cientos de millones de alvéolos en los pulmones. Esta red de alvéolos, bronquiolos y bronquios recibe el nombre de "árbol bronquial". Los pulmones también contienen tejidos elásticos que les permiten inflarse y desinflarse sin perder su forma. Están cubiertos por una capa submucosa llamada pleura. Los pulmones y el aparato respiratorio nos permiten respirar. Permiten la entrada de oxígeno en nuestros cuerpos (inspiración o inhalación) y expulsan el dióxido de carbono (expiración o exhalación). Este intercambio de oxígeno y dióxido de carbono recibe el nombre de "respiración". 4. La ontogénesis u osteogenia imperfecta (OI) está presente al nacer. A menudo es causada por un defecto en un gen que produce el colágeno tipo 1, un pilar fundamental del hueso. Existen muchos defectos que pueden afectar este gen. La gravedad de la OI depende del defecto específico de dicho gen. 5. La osificación intramembranosa es el proceso mediante el cual se forman los huesos de membrana como los parietales, frontales, las escamas del occipital y temporal, así como los huesos del viscerocráneo entre los cuales se encuentran la mandíbula, maxilar superior, etc. Los huesos largos, las vértebras, la pelvis y los huesos de la base del cráneo crecen mediante osificación endocondral. El mecanismo consiste en el desarrollo de un molde cartilaginoso que es sustituido progresivamente por hueso. Ésta consiste en la deposición de hueso sobre una base de tejido mesenquimal primitivo. 6. Plasma. Se trata del componente líquido de la sangre, También se denomina plasma sanguíneo, y constituye la parte líquida de la sangre. Contiene proteínas importantes que tienen a su cargo funciones vitales, como ayudar a que la sangre se coagule y defender el organismo de infecciones. El organismo repone el plasma rápido y con facilidad. en el que están suspendidas las siguientes células sanguíneas: Glóbulos rojos (eritrocitos). Transportan oxígeno desde los pulmones al resto del cuerpo, Tipo de glóbulo sanguíneo (célula de la sangre) que se produce en la médula ósea y se encuentra en la sangre. Los glóbulos rojos contienen una proteína llamada hemoglobina, que transporta oxígeno desde los pulmones a todas las partes del cuerpo.. Glóbulos blancos (leucocitos). Contribuyen a combatir infecciones y asisten al proceso inmunológico. Tipo de glóbulo sanguíneo (célula de la sangre) que se produce en la médula ósea y se encuentra en la sangre y el tejido linfático. Los glóbulos blancos son parte del sistema inmunitario del cuerpo y ayudan a combatir infecciones y otras enfermedades. Los tipos de glóbulos blancos incluyen: Plaquetas (trombocitos). Colaboran en la coagulación sanguínea. Las plaquetas son fragmentos de células muy grandes de la médula ósea que se llaman megacariocitos. Ayudan a producir coágulos sanguíneos para hacer más lento el sangrado o frenarlo y para facilitar la cicatrización de las heridas.