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Andrés Santiago Sarmiento Cruz.

ÉPOCA DE LA PREHISTORIA
Tradicionalmente entendemos por prehistoria al período de tiempo que va desde la aparición de
los primeros homínidos en la Tierra, es decir, las especies humanas antecesoras del Homo
sapiens, hasta la aparición de las primeras sociedades complejas de este último y, sobre todo, a
la invención de la escritura, evento que ocurrió en primer lugar en el Oriente Próximo, alrededor
del año 3300 a.C. Sin embargo, desde un punto de vista académico, el concepto de prehistoria
ha sido muy discutido debido a sus imprecisiones: el ser humano no apareció al mismo tiempo
en todos los lugares, ni tampoco descubrió la escritura a la vez, por lo que sus límites
cronológicos son, cuando menos, arbitrarios.
En todo caso, puede considerarse la prehistoria más como una categoría de trabajo, para
organizar todas aquellas sociedades primitivas cuya existencia es previa a la Historia Antigua y
que carecen de las condiciones mínimas con que comprendemos la civilización humana, que en
líneas generales son:

● Socialización compleja y jerarquizada, con estructuras administrativas y algún tipo de


intercambio económico.
● Capacidad de modificación sustancial de su hábitat para hacerlo más propicio.
● Aglomeración de la vida humana en ciudades y domesticación de animales.

MESOPOTAMIA

La civilización mesopotámica tuvo lugar alrededor del 4000 a. C. y corresponde a


las primeras poblaciones con asentamientos permanentes. Se estableció en un
territorio muy fértil, entre los ríos Tigris y Éufrates, la actual región de Irak. De allí el
origen del nombre Mesopotamia que significa “tierra entre ríos”.

Las civilizaciones de Egipto y de Grecia se desarrollaron en paralelo, con menor


poder y de una manera más aislada. La Mesopotamia se destacó por albergar
múltiples imperios y culturas que evolucionaron en conjunto, por eso se la considera
la cuna de la civilización.

Entre las principales poblaciones se destacaron la sumeria, la asiria, la acadia y la


babilónica, que desarrollaron sofisticadas técnicas de agricultura aprovechando las
crecidas de los ríos, lo que les permitió establecer ciudades con gran densidad de
población.

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