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Habacuc 2:1)

Breve reflexión sobre Habacuc 2:1

¿Esperas con gran expectación la respuesta a tus oraciones? El profeta Habacuc había
planteado unas preguntas ante el Señor. Había situaciones que él no lograba entender y
se acercó a Dios para presentarle sus preguntas y sus peticiones. Sin embargo, él no
siguió su camino sin más. Habacuc se mantuvo alerta como todo buen vigía, firme en la
seguridad de que Dios contestaría sus oraciones.

¿Te presentas ante Dios con esa misma certeza? Puede que debido al ajetreo diario te
acerques a Dios con tu lista de peticiones y algunas oraciones memorizadas sin darle
tiempo a Dios para que te hable o te afirme en su presencia. ¿Qué cambios puedes hacer
en tu día o en tu semana para poder tener un tiempo de calidad con el Señor?

Sí, Dios contesta tus oraciones. ¡No lo dudes! Siempre lo ha hecho y lo seguirá haciendo.
Pero al pasar más tiempo con él y al estar más atento a su contestación, podrás
experimentar más de su paz. Tu espíritu se fortalecerá y podrás enfrentar los retos de la
vida de una forma diferente, tomado de la mano de tu amado Salvador

usa tus oraciones para moverse y realizar milagros. Recuerda que sirves al Dios
todopoderoso. Pide con fe, pide a menudo y espera la intervención de Dios.

usa tus oraciones para moverse y realizar milagros. Recuerda que sirves al Dios
todopoderoso. Pide con fe, pide a menudo y espera la intervención de Dios.

5 versículos sobre el poder de la oración

¿Cuántas veces has escuchado, o puede que hasta hayas dicho: “Bueno, solo nos queda
orar”? Orar parece ser nuestro último recurso, algo que hacemos solo cuando ya no
tenemos más esperanza o no sabemos qué más hacer. Sin embargo, la oración es una
de las armas más poderosas que tenemos. ¡Nuestras oraciones tienen mucho poder!

Mira lo que la Biblia dice sobre el poder de la oración:

1. Todos podemos orar

Elías era un hombre con debilidades como las nuestras. Con fervor oró
que no lloviera, y no llovió sobre la tierra durante tres años y medio.
Volvió a orar, y el cielo dio su lluvia y la tierra produjo sus frutos.
(Santiago 5:17-18)

No necesitas ser alguien muy espiritual para orar y recibir respuesta. Elías era una
persona normal, como tú y como todos nosotros. Él oraba con fe y Dios respondía. Sigue
su ejemplo: ora y ten fe. Dios te escucha y responderá.

2. Jesús tiene el poder

Cualquier cosa que ustedes pidan en mi nombre, yo la haré; así será glorificado el
Padre en el Hijo. Lo que pidan en mi nombre, yo lo haré.
(Juan 14:13-14)

El poder de la oración no viene de ti. El poder está en Jesús; él es quien responde a la


oración y hace realidad lo que parece humanamente imposible.

¡Pero cuidado! La oración es un pedido, no una exigencia o un mandato a Dios. Jesús


atiende la oración cuando es una que glorifica al Padre.

3. La oración trae sanidad

Por eso, confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros, para que sean
sanados. La oración del justo es poderosa y eficaz.
(Santiago 5:16)

Dios te escucha cuando oras por sanidad. Sea cual sea la sanidad que necesites -
espiritual, emocional o física - puedes llevar tu petición delante del Señor confiando en
que responderá. Cree en Dios y espera. Él intervendrá en la situación de acuerdo con su
voluntad.

4. Si oras verás milagros

Les aseguro que, si tienen fe y no dudan (...), podrán decirle a este monte: “¡Quítate
de ahí y tírate al mar!”, y así se hará. Si ustedes creen, recibirán todo lo que pidan
en oración.
(Mateo 21:21-22)

¿Quieres ver milagros y cosas maravillosas? Dios usa tus oraciones para moverse y
realizar milagros. Recuerda que sirves al Dios todopoderoso. Pide con fe, pide a menudo
y espera la intervención de Dios.
5. Pide, busca, llama...

Pidan, y se les dará; busquen, y encontrarán; llamen, y se les abrirá.


(Mateo 7:7)

Dios te ama, quiere hacer cosas buenas a tu favor y también bendecir aquellos que
están en tu entorno. Lleva tus peticiones ante Dios, no permitas que la timidez o la
incredulidad te hagan permanecer en silencio. ¡Pide, busca, llama..! Ora por ti y por
todos los que conoces. Busca la presencia del Señor y confía en él. Él obrará.

¡Ora! Persevera en la oración y verás el poder de Dios en acción.

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