La falta de supervisión a las funcionarias y funcionarios de la policía
metropolitana de Caracas, de los supervisores encargado de su personal. Los
agentes valiéndose de su autoridad e investidura habían montado un punto de control imprevisto sin embargo, los ‘efectivos policiales’ abordaron al chofer y a los hermanos y los trasladaron hacia otro vehículo hacia un destino totalmente incierto. Una vez cometido el delito llaman a los familiares un día después pidiéndole una cantidad de dinero para obtener beneficios propios. La descomposición social y falta de valores en la institución policial conllevaron a los agentes a pertenecer a una banda organizada que cometían secuestro y extorsión. Los días pasaron sin conocerse el paradero de los hermanos, los venezolanos pedían respuesta al Gobierno y presionaron con manifestaciones de calle. El 31 de marzo más de 500 alumnos y profesores de cuatro colegios de las urbanizaciones Vista Alegre y Bella Vista marcharon en estas residencias pidiendo al Gobierno Nacional más atención en este caso. Aún con oraciones de una multitud de personas, una misa dirigida por el cardenal Jorge Urosa Savino y una carta difundida por la madre de los hermanos Faddoul por la pronta liberación. Un mes después de mantener los en cautiverio La familia logró recaudar la última cifra acordada con los secuestradores y el encargado de entregar el dinero fue José Diab, tío de los hermanos.
Sin embargo, los secuestradores notaron la custodia de funcionarios policiales
y abortaron la entrega de los hermanos y el chofer. Trayendo como consecuencia la muerte de los hermanos y su chófer a pesar del esfuerzo que realizaron los distintos organismos de seguridad para dar con el paradero y hayan podido evitar el crimen. Los organismos de seguridad, que juraron proteger al inocente, un hecho que marcó un hito en la historia venezolana y que desencadenó una ola de protestas para presionar a un Gobierno, un desenlace fatal que llevó la desdicha a una familia, un futuro arrancado y un luto que aún persiste en la memoria de sus seres queridos. El caso de los hermanos Faddoul, tres menores que fueron secuestrados y asesinados, junto a su chófer, en medio de una red criminal entre funcionarios de la Policía Metropolitana (PM) y delincuentes. En la actualidad no ha logrado olvidarlos y afirma que para esa época las autoridades no hicieron todo lo que tenían que hacer para rescatarlos con vida. Ese miedo que vivieron en esa época todavía persiste, no ha pasado, es duro recordar que una familia se desintegra y que dos personas se quedan sin hijo de esa manera violenta.