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Hacinamiento y falta de personal

dificultan rehabilitación de internos en


"Maranguita"

ANDINA/Carlos Lezama.

09:13 | Lima, may. 22 (ANDINA).


    
La sobrepoblación, la falta de personal y la pobre infraestructura continúan
siendo los principales problemas del Centro Juvenil de Diagnóstico y
Rehabilitación de Lima (antes "Maranguita"), que volvió a cobrar notoriedad con
el internamiento allí de "Gringasho", se informó hoy.

Luis Francia, integrante del Programa de Asuntos Penales y Penitenciarios de


la Defensoría del Pueblo, sostuvo que el centro de rehabilitación tiene una
capacidad real para 370 internos; sin embargo, según datos del Poder Judicial,
hasta abril pasado albergaba a 749 adolescentes infractores.

"El hacinamiento en dicho centro de rehabilitación origina constantes conflictos


entre los muchachos", dijo al detallar que de los 749 un total de 531 son
menores de edad y 218 ya son mayores.
También manifestó que resulta imprescindible aumentar el número de
profesionales que atienden a los adolescentes, previa certificación de su
formación y considerando una adecuada remuneración.

El antes denominado "Maranguita" cuenta con 97 educadores sociales –que


cumplen turnos de 24 por 48 horas–, 12 asistentas sociales, 15 psicólogos, dos
médicos, igual número de odontólogos, un psiquiatra, 35 maestros y 35
profesores de taller.

Francia insistió también en la urgencia de mejorar la infraestructura del centro,


que tiene más de 60 años de antigüedad. El informe elaborado en 2011 puso al
descubierto la existencia de varios dormitorios inhabitables, porque los techos
sufrieron deterioros significativos.

"Debe ampliarse la infraestructura destinada a los adolescentes, como


dormitorios, talleres; al igual que las oficinas y los ambientes donde los
profesionales realizarán las terapias y los programas de rehabilitación",
puntualizó en diálogo con el Diario Oficial El Peruano.

Reconoció que la actual gerenta de centros juveniles, en funciones desde el


año pasado, mejoró algunas de estas deficiencias; pero falta mucho por hacer,
enfatizó.

Otro aspecto que mencionó el representante de la Defensoría es la necesidad


de que haya un destacamento policial en la afueras del centro juvenil, a fin de
garantizar la intervención rápida en cierto tipo de circunstancias. "Pero de
ninguna manera proponemos el contacto constante de los agentes policiales
con los adolescentes", aclaró.

Reubicación

Consideró que el pedido formulado para la reubicación del centro no implica


necesariamente que sea trasladado a un lugar lejano y que impida a los
adolescentes recibir visitas.

Otra posibilidad –continuó– es que haya centros juveniles en el cono


norte, cono sur, cono este y en el Callao, con el propósito de que estén más
cerca de los lugares donde residen las familias de los adolescentes. "Modificar
la ubicación de 'Maranguita' no debe ser vista como una forma de retirar a
personas indeseables", subrayó.

(FIN) DOP/RRC
GRM

Publicado: 22/5/2012
Un asesino liberado por un juez en
Bolivia mata al menos a dos mujeres y
comete decenas de violaciones
El magistrado decretó su detención domiciliaria por una enfermedad
terminal que en realidad no sufría
FERNANDO MOLINA

La Paz - 04 FEB 2022 - 13:37 PET


2

Activistas por los


derechos de las mujeres protestan contra la violencia machista y la corrupción de la justicia esta
semana, durante una marcha en El Alto hacia el centro de La Paz (Bolivia).MARTÌN ALIPAZ
(EFE)

Bolivia asiste conmocionada al caso de Richard Choque Flores, del que cada día se conocen
nuevos detalles. Choque confesó haber matado a por lo menos tres mujeres y haber violado a
más de 70 tras ser detenido la semana pasada. Su captura ha sacado a la luz, además, una red de
corrupción que supuestamente afecta a jueces por dejar en libertad a asesinos. En noviembre de
2015, Choque fue condenado a 30 años de prisión, la máxima pena boliviana, por el secuestro y
el asesinato de una mujer de 20 años. Cuatro años después, en diciembre de 2019, el juez Rafael
Alcón le permitió la detención domiciliaria por un procedimiento exprés por, supuestamente,
padecer una enfermedad terminal, lo que resultó ser falso.

Una vez fuera de prisión, Choque volvió a su vida delictiva. A través de las redes sociales
contactó con decenas de mujeres, a las que violó. Cuando finalmente fue recapturado, el pasado
24 de enero, confesó que había dos cadáveres enterrados en una habitación abandonada de su
casa en el barrio Ballivián de la ciudad de El Alto. Este jueves se localizó un tercer cadáver en
la vivienda, que se cree que corresponde a un joven de 21 años que estaba desaparecido desde
2009.

La historia causó un profundo impacto en los vecinos de esta ciudad, colindante con La Paz, la
capital administrativa de Bolivia. Un grupo de ellos, indignados porque la madre y la hermana
de Choque siguieran viviendo en la casa, pues la Fiscalía no había precintado la vivienda,
provocaron un incendio en la puerta para obligarlas a salir por el humo. Tras la intervención de
los bomberos, las parientes del acusado lograron escapar. La policía tampoco precintó la casa
entonces, por lo que algunos vecinos entraron y sacaron de allí pruebas potenciales, como ropa
interior de mujer y joyas.

Durante cuatro días, la casa fue visitada por curiosos y familiares de mujeres desaparecidas, que
buscaban alguna prueba para encontrar a sus seres queridos. Los vecinos tuvieron que
organizarse para proteger la casa de ataques vandálicos, pero cuando lo hicieron ya era tarde.
Las paredes se habían llenado de grafitis y todo estaba desordenado y medio quemado cuando
finalmente la Fiscalía entró en la escena del crimen.

Los políticos se sumaron al desconcierto. La alcaldesa de El Alto, Eva Copa, llevó maquinaria
pesada al lugar para demoler la casa, pretendidamente para encontrar más cadáveres, pero las
autoridades judiciales la disuadieron, pues creen que ya no hay más cuerpos allí y porque “se
deben proteger las evidencias”.

Mujeres movilizadas
contra el asesino múltiple, durante una protesta esta semana que llegó hasta las puertas del
Tribunal de Justicia de La Paz.MARTÌN ALIPAZ (EFE)
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Lo que ha causado mayor indignación ha sido la corrupción judicial que permitió que un reo de
36 años, con una condena por asesinato, saliera de prisión solamente presentando un certificado
médico falso. La ley permite que los enfermos terminales sean excarcelados, pero para ello
deben tener más de 60 años y seguir un procedimiento que es muy engorroso. El juez Alcón lo
permitió durante sus vacaciones y apenas tres días después de que el interno hiciera su solicitud,
lo que ha sido calificada como una “liberación exprés”. Además, no se lo notificó a la familia de
la víctima, lo que es obligatorio.

Alcón fue arrestado por exigencia del Gobierno, que considera que ha actuado varias veces de la
misma manera, concediendo excarcelaciones a cambio de dinero. Se supone que gozó de
impunidad porque su hermano era el jefe del organismo encargado del control de la integridad
judicial, cargo del que fue destituido hace algunos meses. Una denuncia sostiene que en el
Juzgado de Ejecución Penal Primero de La Paz, donde Alcón trabajaba, opera una red de jueces
y funcionarios administrativos que habrían liberado a más de una decena de asesinos de mujeres
y otros criminales peligrosos. Se está a la espera más acusaciones y detenciones.

Richard Choque atraía a sus víctimas a través de Facebook. Les ofrecía dinero a cambio de
trabajos sexuales o, en otros casos, de mensajería. Así lograba meterlas en hoteles, donde las
drogaba y luego, haciéndose pasar por policía, las amenazaba con detenerlas si no tenían
relaciones sexuales con él. Una de estas mujeres fue la que lo denunció y condujo a su captura.
Después de aprehenderlo, la policía revisó su móvil y encontró allí mensajes relacionados con
dos mujeres desaparecidas. Choque confesó que las había matado y que sus cuerpos estaban
enterrados en su casa.

Lucy, de 17 años, había sido declarada desaparecida en mayo del año pasado. Choque la había
secuestrado. Durante semanas mandó mensajes a la familia de la adolescente para tratar de
obtener 70.000 dólares. No se sabe si ella seguía con vida o no entonces. Según reporta la
prensa, Choque envió el siguiente mensaje a la familia de Iris: “Le dejo unas fotos de personas
que incumplieron nuestras reglas. Si van a la Policía con este mensaje, tomaremos otras
medidas. Cumplan con lo pactado para tener a su ser querido de retorno”, escribió en un
mensaje que acompañaba con fotos de cadáveres desmembrados. Según la madre de Lucy, la
policía no hizo mucho para encontrarla.

Lo mismo pasó con Iris, de 15 años, que desapareció en agosto de 2021. Las fotos, sin embargo,
fueron distintas esta vez. Mostraba a la adolescente con vida y atada en una cama. Tampoco se
hicieron pesquisas suficientes para encontrar al secuestrador. Las dos jóvenes provenían de
familias de bajos recursos, así que la policía no cree que la motivación de los crímenes fuera
económica.

La famosa feminista boliviana María Galindo declaró que la justicia tiende a permitir que los
asesinos de mujeres salgan pronto de prisión, como si considerara que tales crímenes son
menores. Este lunes, se celebraron marchas de grupos feministas para protestar por la violencia
contra las mujeres y los niños. Las denuncias por estos delitos son casi la mitad de todas las que
se hacen a la policía cada año. Según una encuesta oficial, el 50% de las mujeres solteras y el
70% de las casadas ha sufrido alguna clase de violencia de sus parejas a lo largo de su vida.

Aspectos criminogénicos de la reincidencia y su


problema
Criminogenic aspects of recidivism and its problem
Richard Larrota Castillo richardcastt@gmail.com
Universidad San Buenaventura, Colombia
Centro Internacional de Estudios Sociales y Criminológicos, Colombia
Ana Milena Gaviria Gómez
Universidad San Buenaventura, Colombia
Carolina Mora Jaimes
Centro Internacional de Estudios Sociales y Criminológicos, Colombia
Alejandra Arenas Rivero
Centro Internacional de Estudios Sociales y Criminológicos, Colombia

Aspectos criminogénicos de la reincidencia y su problema

Revista de la Universidad Industrial de Santander. Salud, vol. 50, núm. 2, pp. 158-165,
2018

Universidad Industrial de Santander

Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución 4.0 Internacional.

Recepción: 06 Junio 2017

Aprobación: 26 Octubre 2017

Publicación: 05 Febrero 2018

DOI: https://doi.org/10.18273/revsal.v50n2-2018007

Esbozar el contexto problemático de la reincidencia criminal exige que la


misma se analice desde su esencia, es decir desde el delito en sí mismo, pues
sobre esta base se estructura, como se ha estructurado la percepción
deteriorada de seguridad que le es propia a América Latina, donde según el
informe Regional de Desarrollo Humano 11 la desconfianza alcanza el 56.4%
de las personas que transitan por las calles. Lo que podría encontrar
explicación en las cifras exponenciales que la ubican como la región más
insegura del mundo, al alcanzar más de 100.000 homicidios anuales, ver
reflejado la triplicación de los robos en los últimos 25 años (cuya frecuencia
es 3,5 veces mayor a la de Europa) y el hecho de ver con impotencia que
diariamente se tienen más de 460 víctimas de abuso sexual. Circunstancias
con carácter epidémico que vienen afectando de manera irreparable el derecho
a la vida, la integridad física y material de las personas, constituyéndose en un
obstáculo para alcanzar el desarrollo humano en la región, si se considera que
las implicaciones limitan el progreso integral de las potencialidades del ser
humano y por ende el aporte que requeriría la sociedad y sus estamentos 12.

Desafortunadamente, Colombia no ajena a este flagelo, para el país la tasa


de criminalidad es excepcionalmente alta si se tiene a bien considerar las
cifras emitidas por la Fiscalía General de la Nación para el año 2017 13, el ente
escenifica un contexto caótico, así: delitos contra la salud pública (16.173
casos), delitos contra la familia (48.636 casos), delitos contra la libertad
individual y otras garantías (13.520 casos), delitos contra la administración
pública (16.453 casos), delitos contra el patrimonio económico (110.542
casos), delitos contra la libertad, integridad y formación sexuales (24.759
casos), delito contra la seguridad pública (26.005 casos) finalmente los delitos
de mayor impacto, los delitos contra la vida y la integridad personal, que
alcanzan los 56.229 casos.

Conclusiones

La primera de las conclusiones hace alusión al hecho de ver como las


medidas implementadas por el Gobierno Nacional para combatir el crimen
han complejizado el sistema penitenciario y carcelario colombiano, llevando a
que en la actualidad se tenga una sobrepoblación que deriva en el
hacinamiento.
Lucinda, 78 años, muerta a
martillazos por un femicida
reincidente: “Me la mataron por
un celular”
Alejandra, su nieta, la recuerda en esta nota. La reincidencia mata. Esta
muerte habría podido evitarse si la justicia hubiera actuado como dictan la
ley y el sentido común. Y la empatía con la víctima sobreviviente

Por
Marcela Dal Verme
28 de Noviembre de 2021

Psicoanalista. Integrante de Usina de Justicia

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El testimonio de Alejandra, nieta de Lucinda Palavecino, asesinada por un


criminal reincidente
La reincidencia mata: la desatención de las instituciones deja al desnudo este
concepto de brutal frecuencia en la historia de la violencia delictiva argentina.

“Me la matan por un celular y un par de zapatillas” dice Alejandra, su nieta,


que es la entrevistada de este tercer testimonio que Usina de Justicia, en este
espacio que nominamos “De la crueldad al dolor incurable” comparte con
la sociedad, para dar voz a quienes no la tienen por haber sido asesinados.

Lucinda Palavecino, 78 años, fue muerta a martillazos por un criminal


reincidente, cuyo patrón delictivo consistía en atacar a mujeres vulnerables.
Robo seguido de muerte. Un ataque innecesariamente violento, sañoso.

Un 24 de junio de 2020, Lucinda fue atacada por un delincuente que, para


robar sus pertenencias en la entrada de su casa, la agredió brutalmente y luego
intentó huir. Sucedió en Merlo.
Los vecinos lo interceptan en la esquina del domicilio hasta la llegada de la
policía, que lo lleva detenido. Al lugar arriba también la ambulancia para la
pronta atención de la víctima, pero para ella ya es tarde.

Lucinda agoniza hasta morir el 1° de julio a consecuencia del ataque.

¿Un final sin impunidad? ¿Deberíamos estar satisfechos?

¿Cómo estarlo cuando vemos que la reincidencia se cobra otra


víctima? Para que se entienda, esto significa que la muerte de Lucinda habría
podido evitarse si la justicia hubiera actuado como dictan la ley y el sentido
común.

El asesino de Lucinda tenía otras dos víctimas en su haber. También mujeres,


también vulnerables. En ambas ocasiones fue dejado en libertad. En la
jurisdicción de Hurlingham.

¿Quién mata, el criminal o la facilitación que otorga la letra fría de un


código en un tecnicismo ciego? El delincuente que asaltó a esta mujer
indefensa y la golpeó hasta matarla tenía dos causas previas, por ninguna de
ellas quedó ente rejas. Como todo perverso, logró cumplir los requisitos de
informes técnicos y psicofísicos. Buena conducta. En un mero acto
burocrático, un Juez firmó su libertad y al mismo tiempo: la pena de
muerte de otra abuela inocente.
Es nítido el testimonio de Alejandra: “Este dolor no termina más”. No sabe
que a este espacio que estamos transitando lo denominaremos “De la Crueldad
al Dolor Incurable”, pero sí sabe lo que siente ante la pérdida de su abuela,
que además era hermana, madre, bisabuela y recientemente tatarabuela.

“Tenía mucho por vivir”, dice la nieta. Sin embargo, además del celular y
las zapatillas le robaron la vida a ella y condenaron al dolor crónico al resto de
su familia, que hoy dice rogar para que al criminal le den la pena máxima.

¿Para qué serviría una justicia eficiente?, se le pregunta a Alejandra en la


entrevista. “Para que no haga más daño a nadie”, responde ella.

Porque las personas de bien, que no hacen daño a nadie, no entienden el daño
con el que otro busca beneficiarse.

Los homicidas de la reincidencia y quién es quién en el camino del dolor

Esto es lo que los magistrados, distraídos con sus tecnicismos jurídicos,


obvian en su lectura de los casos: no escuchan a la víctima, que no busca
venganza sino Justicia Justa, ¿acaso no es este el motivo de la existencia del
Código Penal?

La causa fue caratulada como homicidio y femicidio, ya que Lucinda fue


encontrada, tras el ataque, desnuda de la cintura para abajo, y aunque la
autopsia no registra abuso, este hecho revela a un hombre que, desnudando a
Lucinda, desnuda en realidad su propia perversión.
Cabe preguntarse qué vieron quienes tramitaron las causas precedentes en
su patrón de conducta para dejarlo libre. ¿Acaso el sistema funciona de
manera acrítica y permite que perversos sorteen las pruebas ciegas del
formalismo jurídico?

¿Qué abismo impide a los actores de la Justicia escuchar a la víctima


sobreviviente, en vez de limitarse a leer antecedentes escritos y resolver sólo
en el papel? ¿Qué traba mental les impide entender que un criminal que
repitió en el pasado un patrón de conducta muy posiblemente lo repita en
el futuro?

Eso duele e interpela. Y para eso hay que prepararse.

Las funciones del escalafón colocan a los actores de la Justicia detrás de un


escritorio. Escuchar a la víctima los pondría frente a frente con el dolor de lo
irreparable.

La Justicia, con sus funcionarios detrás de un escritorio, sólo es una


estructura sorda y boba, y así seguirá si no se acercan a la víctima, y
víctima no es el que mata, sino el que sobrevive a su pérdida.
Silla eléctrica de la prisión de Sing Sing
(Ossining, New York, EE.UU.). Everett Historical / Shutterstock

¿Por qué aún no se ha abolido


universalmente la pena de muerte?
Lucía Martínez Garay, Universitat de València

Publicado: 28 octubre 2019 23:12 CET

Evolución: la regulación internacional


En el ámbito europeo el Convenio para la Protección de los Derechos Humanos y de las
Libertades Fundamentales de 1950 declaró que la “pena capital dictada por un Tribunal al reo
de un delito para el que la ley establece esa pena” no vulnera el derecho a la vida.

https://theconversation.com/amp/por-que-aun-no-se-ha-abolido-universalmente-la-pena-de-
muerte-125614

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