Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Grado
La aventura de los tres estudiantes. Cuando nos tocó resolver el caso de los tres
estudiantes, Holmes y yo estábamos en Londres. Una tarde, recibimos la visita de
Hilton Soames, profesor del Colegio Universitario de San Lucas. Un delito se
había cometido en el Colegio. Entonces decidió recurrir a Sherlock Holmes, pues
conocía su fama de sagaz y discreto investigador. Así fue como planteó su
problema:
—Lo que ha ocurrido es muy serio y por eso acudo a usted, mi estimado Holmes.
Voy a ponerlo en tema y le ruego que haga todo lo posible para ayudarme.
Sucede que mañana tres alumnos comenzarán los exámenes que les permitirán
obtener la prestigiosa beca Thomson. Yo les tomaré el primero, que consiste en
traducir un texto del griego al inglés. Como los candidatos no pueden conocer el
contenido de los exámenes, estos se mantienen en secreto hasta el día de la
evaluación. […] Dejé los exámenes apilados sobre el escritorio, cerré mi despacho
como hago siempre que salgo y me fui. Estuve ausente más de una hora y, al
volver, vi con asombro una llave en la cerradura. […] Entré y, apenas miré el
escritorio, me di cuenta de que alguien había estado revolviendo las hojas de los
exámenes. Solo una de ellas seguía en su lugar. Otra estaba tirada en el suelo y
la tercera, en una mesita cerca de la ventana.
Y partimos los tres hacia el Colegio. […] Una vez adentro del departamento, mi
amigo Holmes revisó todas las evidencias mencionadas por Soames y planteó una
hipótesis:
—Quien intentó copiar los exámenes rompió la mina de su lápiz. Busquemos ese
lápiz, Soames, y quizá tendremos a su hombre. […]