Está en la página 1de 25
a mertnacts La diarguia (1920-1928) De 1920 2 1935 dos generales evolucionanos,orginarios de Sonora, Alvaro Obregdn y Plutarco Elia Calle, gobernaron el pals de una o de otr manera, Supiron resolver el problema del poder, plantearon las reqlas del juego politico tal como funciona fasta i fecha, y emprendieron la ceacin de unsitciones adapta: ddasala nueva realidad mexicana, ue su heredero Lizaro Cardenas seminar 1935 10 lindane ero ctor falta. debieron aplastar dos graves rebeliones militares, eh 1923) Joa 325 eben conclanc con los Eades Unidos a prio de fate concenones, y 14 politica religiosaextuvo 2 punto de desta todo To demis, provocando el grin levantamiento de los etisteros (1926-1929) Trunfaron gracias al contol cjereido en el {terior y al apoyo estadounidense obtenido en el exterior. ‘Durance 15 toe Mézico fae ua campo de batalla en el que se detarollé¢ curiowo combate entre fo que pareea tr un pals ingobemable, explotado por los aprovechador nacidos de l ul tima revolucién, con pris para eniquecerse antes dela siguien- te, el nuevo Mésico en gertacion que buscaba penotamente su Camino, « uwvia de tguctios que quien ecrrio de murvo al limbo de donde lo habia scado la pesailla de la revolueion,*” IL ambigtedad del réprmen tenla que ver con el hecho de aque cumplis clertas reforms y que al mismo tiempo engendra El'una case dingente que quers el poder y la foruna, segin los rmésodos wadicionales, Los ufos 1920-1938 son un penodo ex: traioen el que se ve corrompers los revolucionarios en el que fe ve, en pocos meseh uato'cs verdad que el poder corrompe,& ho « Vaconeos de memoria 133 los guereros demacrados tansformarse en politicos y militares clisicos,4vidos y gozadores. Martin Luis Guzman, Manano ‘Azuela, jose Vasconesos, han establecido ol uicio de esta nueva bbargucsia. {os problemas politics permanecian tanto mis que Is el smunacion fica de Careanza parecia sgifica el fn de toda leg Iidad'y poner la ila presidencal al alcance de cada general Obregén y Calle supieron resolvelos,confiseando el poder y aquebrando al ecto, conducido a la estricta obediencia Set 16, sin mucha conviccién, de organiza una vida politica apoya- 4s en los sndicatosy en unos Seudopartidas para squib la preponderanca de los prétonanos- ites partidos estaban estiechamente contolados por el go- biemo que los organizaba. Constitucionalisss y cooperstivsas s6lo representaban un momento politico, los agzrisay, ls labo- tists Tos socialists, estabun al servicio de lon hombres fuerte. En cuanto al pequcho Partido Comunsta, creado arifialmente desde el exterior, no conocié ms la orginaldad nel do de sus hermanos braico o cileno. Fue obra de delegadosextanjeros {en un pais de nacionalismo resplandeciente)deciddos a crear lun parti de tipo sbolchevigues, con proetaros fundamental mente anarcosindicalistas; representa la primera tentativa de spertura hacia la -burguesa nacional en América ¥ el primer fe so. En estas condiciones la via politica est imitada alas fa: ‘ones, pues las contradicaones en el interior del grupo dingen- te role pueden resolverse por la violencia: eliminacion fisica de los motestos, incomrupibles 9 muy poderosos, enfentamiento 3 campo aso de los diveroseéreton EI pucblo del campo las ciudades no conceria una his toria que, en 1920, se anunciaba bajo Tos mis flies auspicios. De la Huerta, presidente interno (1920) De la Huerta, Calles y Obregén son los tres grandes revo- Iuctonarios de Sonora, surgidos de la clase media del nore: el primero, empleado de banco; el segundo, maestro de escuela y comercinte; yeltercero, agricultor modemo y prendente mun «gpa Una cstrechacolaboraion y ieos azos de amistad haan, de eos sel tndngulo de Sonora. Para que Obregon llegara| mente a la prendencs, se decides que Adolfo de la Hera gurara el interinato del Ejecutivo. Este hombre de 39 afios tenia fgandes cualidades morales y profesionales. Era conocido en su tstado por las excelemtes relaciones que su familia mantenia con los indios yaquis, desde hacia tres generaciones, y su paso por el gobierno de Sonora le habia valido la reputacion de administra dor capaz ¢ integro. Abandonaria la presidencia, y despues, en 1923, la Secretaria de Hacienda, sin haber mejorado su situacién material. En pocos meses trabajé ripido y bien, comenzando por la pcificacion del pals. Logsé la sumision de los yaquis rebeldes, de Ios dlumos carrancistas leas al efe difunto, de los zapatisas inreductibles y del general Pineda en Chiapas. Puso fin 4 las acti. vvidades del temible Pancho Villa, todavia capaz de tomar Paral ‘en junio y Sabinas en julio de 1920. A pesar del desacuerdo de ‘Obregon, que hubiera preferdo vera su tval desdichado seis pies bajo tera, persuadié a Villa de deponer las armas a cambio de ‘que el Estado diera una parcela de tiers y 500 pesos a cada uno de sus 700 soldados, insalindolo en la hacienda de Canutillo (Durango), dejindole una escolta de 50 compaieros. ‘Al mismo tiempo, eliminé al eterno Félix Diaz y al general Pablo Gonzilez. Ambos, condenados y perdonados, partieron al cailio. En septiembre se recuperé la Baya California de las ma- ‘nos de Esteban Canta. El pals estaba enteramente pacificado 13s [por primera vez desde 1910, y 50.000 de los 100.000 hombres de las diversas hordas 0 ercitos fueron dados de baja y frecuente- ‘mente instalados como colonos. Obregsn fue elegido sin proble- ‘ma con mas de un millén de votes, contra 50.000 al otre cand dato, Alfredo Robles Dominguez, maderista y consttucionalista lanzado por los hombres del antiguo partido catdlico. Obregén asumis Is presidencia el 1" de diciembre 136 Obregén (1920-1924) El bombre CObregén, encarmacin de la inteligencia politica y de Ia vo- luntad de poder, espera todavia a su bidgrafo."* Consciente del estado de las fuerzas presentes,elgid en 1914 al earrancismo, tras haber establecido un balance poco entusiasta de Ia agitacion ‘eampesina y de los fendmenos villsta y zapatista. Se apoy6 en los obreros contra Carranza, quien queria separario del poder. Militar glonoso, tuvo la habilidad de slo reeurar a la fuerza des ppués de haber agotado todos los medios legals, a pesar de la per- Secucrén y de los atentados cartancstas. Esto le valid la simpa- tia general, pucs se encontraba en la posicién de Madero contra la imposicion gubernamental. A los 40 afos, el vencedor de Vill legs al poder en la eufora de la unadad nacional reencon- trada en la época de la Edad de Oro petrolera y minera, Los tes primeros afios de su gobierno son los afos feces, sin verdaderas ‘ifcultades politica, aos de combate nacional de un gobierno {que los Estados Unidos rehisan reconocer, contra toda honesti- dad; gobiemno que tenia por lema: pan, jabin y alfabeto. Son los, aos de trabajo encarnizado durante los cuales los ministros dan, ‘1 ejemplo, sin que nadie tenga tiempo de enriquecerse. Exsten por supuesto lot generales que cuestan caro, pero las deudas de juego del general Serano no ponian en peligro la exstencia de la rnacion y los pretorianos bien alimentados hacen la tranquilidad de los regimenes. ‘A pesar de la crisis mundial de la postguerra y del reflujo de los tabajadores mexicanos corridos de los Estados Unidos, 2 “Linda Halo eatia de 1910 1920, peo Obese eacomeao ge fo ence Apu Coma 30%, 137 ppesar de la caida de los precios de las materias primas, México, 7 ‘ra saludable, En tanto que las exportaciones de plata cayeron de. 120 millones de pesos en 1920 a 78 millones en 1921, el petrd- Ico rompi6 todos los récords de produccidn. En 1922 México produjo 26 por ciento del petrdleo mundial. Exporaciones__Importaciones (en millones (en millones Ano de pesos) de pesos) 1919 404 237 1920 855 37 1921 757 493 1922 644 308 1923 568 315 Esta prosperidad impulsé al gobierno a establecer impuestos sobre ls compafias petroleras, lo que le valié la presencia de un navio de guerra estadounsdense en Tampico y el mal humor del sgobiemo de Washington. Se encontré un compromiso en cuyos términos México percibid dicho impuesto, pero a condicion de utilizarlo para remiciar el pago de la deuda. La reforma agraria, no obstante la gran prudencia de Obregdn, atento a sus inconve nientes econ6micos, también molesté a los Estados Unidos, en la medida en que podia afectar lor intereses de sus ciudadanos, En cuatro afios, se distribuyeron un milldn 200.000 hecareas a 140.000 campesinos, al principio y al final de la presidencia. Al principio, para dar de baya a los combauentes y apaciguar a los ‘campesinos, al final para tener un contrapeso rural al apoyo obre ro tras las huelgas violentamente reprimidas en 1922 y 1923." El ministerio de Vasconcelos A los 38 aftos, José Vasconcelos recibe un cheque en blanco para ocuparse de ia instruccién pablica. Hijo de funcionarios, surgido de esta clase media provinciana que vivia dificilmente En sek etd mis adelante em leapt couarade a efor apr 138 bayo el Porfiriato, maderista de la primera hora, enemigo intrata ble de Huerta, es uno de los principales artesanos de la Conven cidn de Aguascalientes, de aquellos que se niegan a eleg entre las tues facciones y llevan a Gutiérrez ala presidencia. Tras el fra- ‘aso de la Convencion, rehuisaaliase con Carranza y pasa largos aftos en el exilio en los Estados Unidos, de donde es llamado en 1920 por los vencedotes. De la Huerta y Obregon. Vasconcelos ‘es una personalidad de una fiqueza inabarcable, admirable por la superioridad de su inteligencia, su grande7a, el ardor de sos pa- siones. Junsta de formacién, aprovecha su exilio estadounidense para leer con una avidez prodigiosa todo lo que puede encon- trar: de Plotino a Lunacharsky, de Kempis 2 Tagore. Uno de los mis grandes escritores de lengua espafiola, es tambien el hombre de accion que marca a México y al que toda una generacién de intelectuales continua llamando el «Maestro». En 1920, como ‘mumistro de un nuevo ministeno, Vasconcelos tiene todo por hacer. Vasconcelos puede hacerlo todo. Hace todo. Viaja hasta los rincones mis apartados para conocer y comprende; hace di ‘cursos, escribe en los pensédicos, muluplica las insciauvas, recibe alos periodistas. No participa en las intngas politicas y pasa tres aos trabajando como un furioso en su fragua, lo que no signi- fica indiferencia para la cosa politica: su accién de 1910 a 1915 prueba lo contrano, y en 1928-1929 su candidatura ala presiden- ia sacudird al régimen. Pero, por el momento, trabaja para pro- ducir al hombre nuevo con el que suefa este cristiano agno: 0, discipulo de Tolstoi. Vasconcelos no es un hombre de iglesia ‘encluso en sus dias de ancianidad la Iglesia catolica no pudo. ccuperarlo; este admurador de Agustin -al que en algin lugar Ila- ma eel filosofo del trépicar y con el cual ene bastantes puntos ‘en comun- se convencié de la supentoridad del enstianusmo y en su accién polinca se condwyo como un tolstoiano, ‘Obregon le tomé afecto a este diablo de hombre que con- vvenia completamente a la imagen de marca que queria darse. Le brinds los medios para trabajar-bayo don Porfirio, la educa- ‘én nacional nunca tuvo mis de ocho millones de pesos, 12 con Madero, cinco y medio con Carranza, En 1923 Vasconcelos re- cibia 38 millones de pesos en efectivo y 50 en papel, en um mo- ‘mento en el que el presupuesto nacional se acercaba a lor 350 ‘millones. Cuando Vasconcelos regres6 del exilio, todo estaba listo Bs {en su cabeza y se lanz6 sin dudat. Habla leido con su 090 hiper- Critico a Henry George, obras selectas de Marx de Lenin, se hax bia apasionado por Lunacharky y por los meétodos que étein- trodicia en la educacion sovietica, y was éte, por Gorki: hay que dar los clisicos al pueblo, no es justo que sean un privilegio de la riqueza, de Calderén, en el que veia venir el Parsfal mexicano, Obeegon puso fin a los tres aos deslumbrantes, Los estos ya no serlan vasitados durante largo tiempo por los mmsicos los bailarines, aque dejarian el lugar vacio para los mitines y los desiles mili res, Vasconcelos pensaba que todo se reducia a un problema de ‘educacion, de iustracién, de persuasién, y wabajaba para la eter- nidad. Vea los pueblos latinosmericanos como apenas nacidos a a historia, yal mismo tiempo herederos de todas las cultura. Pro ponia como modelo a la =raza césmicar del mundo por veni 5 Ulises, capaz de consteuir un bareo pero también de fascinar 3 sus auditores con la claridad y la emocién de sus discursos. El combate que libraba desde su ministerio era el de un pueblo ado- lescente, obligado a defenderse contra los imperalismos econé- ‘micos, politicos, eulturales,y al mismo tiempo contra la opresién interna, Esta opresin interna vino a poner fin a su actividad ful- {urante,jusificando su propésito: -Estamos atin lejos de poder fealizar el suefo platénico del gobiero de los flbsofos. Es por ‘lio, nos dice Pltén, que la historia continéa llorando ligrimas, de sangre. Obregin, segundo estilo Se puede deci, sin exagerar, que los tres primeros aftos del gobierno de Obregin fueron felices y que el presidente colmaba las experanzas puestas en él. Inteligente, afable, se roded de lentos ¥ prometia liberar al pais de los militares extevoluciona- ‘nos, de Ios que decia que eran sus peores enemigos. Sus méto- dos'de gobiemo anunciaban un futuro auspicioso, incluso si el ‘derecho de huelga conocia algunos tropiez0s. Los historiadores hhan encontrado a posterortsiniestros presagios en la mistetiosa ‘muerte del general Benjamin Hill, envenenado en el sbanquete Toda era pigs sien decor a Mura de Vconceloe. La recent ‘ea de schon conta evar eo eran sobre ee em 145, de los Borge; en el asesinato del general Lucio Blanco, ejecu tado en junio de 1922, tras un rapto en Estados Unidos, al pare- cer por drdenes de Cailes [a situacién cambié a mediados de 1923, con la imposicién que hizo Obregon de su candidato para la sucesién presidenctal. [La presidencia sélo duraba cuatro afios y era imposible la reelec- cin. Para mantenerse en el poder, Obregén escogis a Calle, su ‘ministro del interior, como sucesor. Parecera que desde enton- ‘es tenia el proyecto de regresar ala presidencia tas los cuatro afios del gobierno de Calles, retomando asi la combinacién un- lizada por Porfirio Diaz con el general Manuel Gonzilez. La fata de popularidad de Calles, hombre poco conocido fuera de los circulos politicos sélo podia servirle para preparar un retorno triunfante en 1928, Quedaba un obsticulo en el camino de Obregén, Ia hosti- lidad persistente de los Estados Unidos, que se negaba a reco nnocer un gobierno que, con todo, era popular y eficiente. Tras la ‘muerte de Carranza, Washington habia puesto tes condiciones sine qua non pata el teconocimiento del nuevo régimen: que Mé- ico asumiera su deuda extranera, tanto los mtereses como el ca pital; que los aniculos de la Constitucién de 1917 relativos ala propiedad del suelo y del subsuelo no tuvieran efecto retroac- tivo (estaban involucradas las compatias petroleras); que se for: ‘mara una comisién mista para indemnizar alos c1udadanos ame Ficanos que hubieran sufado por la Revolucin en sus bienes y personas.* Ademés, los Estados Unidos exigian la firma de un tratado de amistad y de comercio. La aceptacién de estas condiciones por parte de México, en 1 curso del verano de 1923, construye un momento clave del periodo obregonista. En ocasion de la ensis entre el gobierno ‘mexicano y las compafias petroleras, el banguero Lamont vino a México, y después, en 1922, De la Huerta, minisro de Hacien- da de Obregén, fue + Nueva York a negociar con los banqueros. & ‘ahi salié el acuerdo De la Huerta-Lamont aprobado por el ‘eongreso mexicano en septiembre de 1922. México se compro= Lan elmanes anna cl demi miles de eon 5 pot tos ence 8 por est mah so po esto ss panacea ‘enc Banco eae 146 imetia por él a reconocer tna deuda externa de mil millones de pesos 3 la que se agregaban 400 millones (el retraso de los inte- ‘eses pagables y pagados en 40 afis, de 1928 a 1968). En 1923 México pagé los 30 primetos millones, pero a causa del levan~ ‘tamiento delahuertista no pudo pagar nada en 1924; en 1925 resttuyé los ferrocartiles a las compafias (0 se3 500 millones); en 1926 entreg® con grandes esfer70s 13 millones, 11 millones en 1927 y dej6 de pagar en 1928, a causa de las difcultades finan- cieras ligadas ala guerra cristera, Mas tarde la depresion hizo po- sible reanudar el servicio de la deuda y México solo pudo pagarla tras las rediicciones sucesivas por los Estados Unidos (1942. 1946), Recordemos que los sorts habian repudiado la deuda 2a- rista y que Alemania no pagé las reparaciones de guerra en tanto que México estaba obligado a servir la deuda por la voluntad de los Estados Unidos, herederos de los acreedores europeos. A pe- sar de esas marcas de buena voluntad mexicana, a pesar de la creacién de una comisién mista para indemnizarlos, los Estados Unidos continuaron sin reconocer al gobiemo, cuantimas que De la Huerta, apoyado por Obregén, rechazaba que se pudiera plantear condiciones para el reconocimiento de un régimen legi- tumo y pedirle suprimir su retroactividad a la Constirucion,_ Ls cosas quedaron ahi mientras Obreg6n no tuvo necesdad del apoyo estadounidense para una sucesiOn dificil. En el mo- ‘mento mismo que anuncié a la nacién que el candidato oficial seria Calles, comenzaron las llamadas sentrevstas de Bucareln, ppor el nombre de la calle de la capital en donde se encontraban, entre el 14 de mayo y el 15 de agosto de 1923, los delegados ‘estadounidenses y mexicanos. El ministro de Relaciones Exterio~ 15, Pani, condujo el asunto contra De la Huerta, quien lo veia ‘como una humillacién nacional. Los acuerdos 0 tratados de Bu ‘eareli consiten en dos tratados, en el sentido técnico del térmi- zo, completados con un pacto extraofical en forma de minutas, dque encierran fo esencial, 2 saber: que las companias petroleras podrian beneficiarse del precedente creado por la Suprema Corte fen 1921, en provecho dela Texas Company of Mexico y de otras ‘cuatro compas; y que declaran que la Consttucion no es re- troactiva si las companias han hecho «actos positvoss en us ‘concesiones antes de 1917. En cuanto al segundo punto en liti- Bio, el gobierno se comprometié a indemnizar a los propietanios “7 de bienesraices estadounidenses,en caso de que la expropiacion sobrepasara 1.755 hectireas. Los tratados propiamente dichos, {aquellos conocides por el pblico, no hacian sino repetir lo que ya se habia dicho sobre las indemnizaciones para el periodo 1910-1920 y la deuda exiranjera, y anunciaban la eanudacidn de telaciones diplomiticas ente los dos paises. Las minutas fueron conocidas por el Senado mexicano y ‘Obregon pidié a los estadounidenses no hacer declaracién final antes del primero de septiembre, dia de su mensaje al congreso, para poder slamitarse a comunicar la reanudacién de las telacior ‘nes diplomaticas sin tener que dar explicaciones que seria prefe- rible omitir por el momentos. Asi, después de tes afios, el gobiemo de Obregén obtenta al precio de una casi capitulacién, mantenida secret, el reconoc miento de los Estados Unidos que iba a serle indispensable en el ‘curso de la guerra por venir, Signo de los tiempos nuevos fue la violencia que reaparecia, la serie de los asesinatos frlamente ordenados, rosario sangriento que reine a Pancho Villa y al padre Pro, la cohorte de los preto- ‘anos masacrados en 1924 la multitud de los catdicos caidos en 1926-1929, los politicos enemigos de Obregén y Calle y los par- ‘idarios de Vasconcelos, masacrados en Topilejo. Los 10 afios que van de 1924 2 1934 envolverian a México en una nube bermej éQuién podria escribir la masacre, la inaudita erveldad, los sufi- rmentos, los ulrajesinfligidos a los cadiveres de las victimas, el desprecio absoluto 2 la opinién piblica? {Qué se puede esperar dde un gobiemo que establecié un servicio de prensa y de foto- arafia para reportat los iltimos instantes de las vicumas y hacer ‘conocer la attocidad de sus heridas? Calles marchaba precedido de una sombra renombrada; se sabia que siendo gobemador de Sonora habia hecho asesinar al viejo luchador socialista Gutiére de Lara, coautor de Barherous Mexico. Pero Obregén, quien no te- ‘la la reputacin de ser sanguinario, el bueno de Obregén, se re- vel6 de pronto. La mueree de Villa abatido el 20 de julio de 1923 por asesinos gubemamentales, desencadené la masacre. Acababa de hablar imprudentemente a un periodista,confindole que ver Pans 4 Hues, 24 de apt de 1923, Deparment of Sate Records (DSR) ‘1200 Chav 6d patente Se Erde) Reson ces, Woon 4s | tla bien a De la Huerta en la presidencia, que él mismo podria ‘movilizar a miles de hombres si fuera necesario, Nadie probaria judicialmente la culpabilidad de Obregn 0 de Calles, pero los asesinos visitaron a Calles al dia siguiente en su propiedad de la Soledad de Mota. Mas tarde su jefe se entregs y, antes del fin de 10, Obregén lo mands soltar. Al mismo tempo, reincorporaba al ecto al asesino de Carranza. Medidas simbdiicas. En los chivos presidenciales afluyen los telegramas de felicitacién a Obregon en ocasion de la muerte de Villa. El historador recuer- da entonces un telegrama del mismo Obregon (Fechado el 12 de agosto de 1921) ordenando utilizar los archivos zapatistas encon- trados para depurar al eércto de todo elemento dudoso.® Del ‘mismo aho 1923 datan la corrupcién y el enriquecimiento futio~ 0 que iban a tomarse la caracteristica de los regimertessiguien- tes. Hasta entonces habla habido pocas cosas y el general Serra- no hacfa mis escéndalo que mal. Desde el dia en que De la Huerta dejé Hacienda, en septiembre de 1923, todo cambié y la politica se volvid nuevamente el medio mis ripido para hacer fortuna, ‘Obregn mismo -quien no se habia permitido en tanto pre- sidente Io que tolerabs en sus amigos y subordinados~ cambio de actitud y comenzé a mezclar las cuentas de la nacién con las suyas propias.* La sues presidencial En el momento del asesinato de Villa y de la conclusién de los acuerdos de Bueareli, parecia ya no haber problema poli co} Calles no tenia rival; los tres sonorenses seguian wnidos; De | Huerta repetia en julio, agosto, septiembre, las muestras de un callismo convencido; el partido cooperativista -que tenia "Aine Gene cin (AGN), Prades Oe ile "Bsn 112.00. ae gue nee» cee ved del pequto impeo scongmio hedotSanors 5 Opin: monopole se pata bam. vi trp st pas a bach del nono lace be pons entree defame iS srr: ‘emu eceprands De la Wer. DSK Nein, Sonora 81200, Ob- 023, de 2b ‘aero 199, 8200, Sonat e214 abo 19, y AGN, #403, WL S2SEL 49 la mayoriaen el Congreso; el partido labors foralecido con sus sindicatos (la CROM), el partido aprarsta de Diaz Soro y Gama y Pardo Soci dl Sues apoyaban todos oft mente 4 Calle De hecho, mucha gente desconfiaba de la maniobra Obre- ny Cales, como Jorge Prieto Laurens, jefe del partido coope- Fativistay de la mayoria, asus 28 aos. En agosto, Prieto se peleo con Obregon y su partido se dvidio, a propésito de la elecion hes al puesto de gobemador de San Luis Potosi. En sepuiembre, como presidente de la Cimara, 036 responder con altanera el ‘ensue presidencal y denunr la imposicign de Calles como Candidato ofc, estgmataando la interencion del poder fede- tal en las cleciones locales. Pret, hasta entonces favorito del ré- ‘gimen yirbiro de la situacion, se opuso 4 Obregén, funds un eo- mite para llevar a Dela Huerta la presidenci. De la Hers 80 estaba la altura de a staan: nunca habla tenido ambicién per sonal y se habia sometido a Obregén en la primavera En septiem- bre, a causa de la amplitud de lacrsis politica y del descontento Ratio Die Soto 7 Gama en) Congr a 2 de ete de 1925. 158 legio Militar, eorganizado por Amaro, se taté de dominar al céreito, profesionalizindolo, Todo esto, modemnizacién, campa ‘as contra los golpisas, corrupeién de los demas, costaba caro, y entre un afo y otto consumia Ia tercera parte -0 incluso la mi tad- del presupuesto del Estado. Utilizar a ejército para mantenerse en Ia silla y dominarlo para no ser derrocado por él era algo que Calles slo podia ha- ‘cer con el apoyo de Obregon. Parece ser que los dos hombres tenfan interés en que se perpetuara el sistema, No obstante, Ca- Hes temia, si no Ia traiciom, por lo menos el debilitamiento de festa solidaridad: y tomo sus precauciones, Fuera del eicito, la CROM, confederscidn sindical, eta el unico grupo coherente, ‘organizado, y Luis Morones, su patrén que en otto tiempo ha bia yugado la carta obregonist, servia de contrapeso ala influen: cia de Obregon. Cuando Calles lleg6 al poder, se hablé incluso de un pacto secreto firmado entre él y Morones, que preveia la disolucién del ejérito federal y su reemplazo por las milicias ‘obreras y campesinas. Hubo compras de armamento en Alema- fia, destinado a estas milicas, Este proyecto nunca vio la luz, tal ver porque Calles nunca tuvo la intencién de realizatlo, porque cra simplemente un medio de presion sobre el ejército y Obre- {g6n. Desde 1924 hasta el asesinato de Obregon en 1928, Calles . No es sorprendente que Calles, a partir de marzo de 1927, tomara sus distancias frente alos grupssculos de izquierda y ala ‘embajada sovietica. En marzo, W Borah declara que =ningiin pais del hemisterio se ha mostrado més vigilante y mis decidido ‘Contra el comunismon;y el 2 de junio Calle lanza a los cromis- tas al aalto de Ia mision diplomética rusa. En octubre, la CROM ‘acusa al Pardo Comunusta ya la Illa Internacional de estar co- Tudidos con los generales golpistas, Gomez y Serrano. Al ser atacado por la CROM, el minisculo Partido Comu- nista piensa poder aprovechar el conflcto que opone a Obregon ‘contra Morones. Es el momento en el que El Machete tira 10.000 cjemplares. La muerte de Obregén liquida sus esperanzas, Los ‘coministas son arestados y Julio Antonio Mella, fundador exi- liado del Partido Comunista Cubsno, es asesinado. Los militan- tes como José Revueltas van a acompafiar alos catlicos en el pe~ nal de las Islas Marias. La obra de Cals Con la ayuda de su secretano de Hacienda, el muy capaz Al berto Pant, Calles quiso dar al pas los nstrumentos financieros 162 del desarollo para poder lanzar la batalla de Ia produccién agrico- la, clave del desarrollo futuro. La politica de infraestructura de ea- eters, los grandes trabajos de irigacién, la reforma agrara, la creacion de una contabilidad nacional, son algunos de los aspec- tos de su politica de construccién nacional. Resolvié cl problema de la sucesion y de la continuidad des- pués de la muerte de Obregdn, creando el partido tinicoy dirigien do al pals de una manera u otra hasta 1935, Su eliminacién por ‘Circdenas no fue sino un avatar poliuco: él ya no estaba ahi pero 4 callismo continué. Prosiguié la obra de modemizacion por firiana, haciendo triunfar al Estado sobre todas las fuerzas cen trifugas: caciques, jefes militares, gobiernos y legislaturas de los cxtados. La consecuencia de esta centralizacion que s6lo tiene la Spariencias del federalismo fue el desarollo de la burocracia que le permitié imponer su autoridad por doquier. Quebré las dos) fuerzas que se oponian a él: el ejercito, que a través del general Ammaro anula y reconstruye; y la Iglesia, a que confronta a tra ‘ves de sus Fantasma personales, pero sobre todo como represen tante del Estado modemo, expansive por ésencia. Este conflict, ranifestacién del regalismo modemo, es la piedra de toque del régimen, su cristalizacion, dor mundos se enfrentaban ahi, la Ilia y el Estado, el gobiero y la nacién, el viejo México ¥ el México modemo, Fue un periodo enscial en el ques jugé els: alo futuro, alles es el hombre de una empresa de control universal y absoluto sobre el pais, de una modemidad y de una eficacia sin precedente, que culminé con la creacién en 1929 del PNR (Par- tido Nacional Revolucionario), de alguna manera inspirado en las realizaciones mustolinianas, Realizador implacable de la uni- dad, por el hier y por el fuego, integrd, imchuso negativamente, ‘ala nacin mexicana. La reforma agraria, las careteras, las escue> las y la guerra son los medios utilzados al igual que el control de la prensa y la utilizacion de la radio. Una intensa propaganda hhecha en el extranyero aseguré la fama del régimen que mov liz6 las energias contra las fuerzas del mal, siempre extranjeras: chinos del noroeste, «rojas» de Moscily snegrose del Vaticano. El nacionalismo modemo, separado de lahispanidad y elaborado sobre los valores morales y sociales estadounidenses, aci6 en esta época al igual que la nocién de «mericanidad>: La obligacion en 163 la que se encontraba el Estado, al predicar esta forma de nacio- nalismo, prueba, segin Rafael Segovia, que su existencia precede ala de la naci6n. Uno de los aspectos del movimiento que infla, ‘moderniza, americaniza las ciudades, es la acentuacién de los Ccontrastes entre los citadinos y los rurale. La empresa de moder- niizacién no deja de provocar tensiones que desembocan en la violencia y en la guerra La obra econimica El prudente gobierno de Obregén no habia tenido el tiempo de reparar los desastres revolucionarios cuando la rebelién dela- hhuertista vino a agravar la situacién. México, pais productor de ‘materias primas, xe encontré en la necesidad de importar cerea- les. El gobierno sélo tenia para vivi ls exportaciones de petréleo, cde minerales y de productos agricolas, lo que lo colocaba en una situacién precaria: por un lado dependencia poliuca, por el otro inceridumbre econémica. El boom petrolero tocaba a su fin y Ve nezuela reemplazaba a México que debi estimular la agricul ‘ura, su «industria pesadae*? Manuel Gomez Morin fu, alos 30 aos, el creador del Ban- co de México (1925) que puso fin 2 la anarquia bancaria. Pani reorganizé las finanzas y present un balance posinwo a finales de 1925. La reforma fiscal introdujo el impuesto sobre la renta, primer impuesto directo percibido en México. El exédito exter ‘no te restableci gracias ala enmienda Pani-Lamont, en tanto que cl gobiemo respet6 escrupulosamente el servicio de la deuda, El (or fue retirado de la eirculacin, se devalué el peso, se introdu- jeron los billetes. Después, en 1926, Pani se da cuenta del cambio de aires, condena la politica religisa y renuncia. Las difcultades ‘econdmicas, provocadas en parte por el boicot eatdlico, comen- ‘zaron y los banqueros extadounidenses grufieron mientras #4 pais protestaba contra los proyectos petroleros de Calle. Para com- prender Ia furia del presidente contra la Iglesia hay que tener en cuenta estos hechos: todas las dificultades (algunas estin liga- das y Calle tiene la responsabilidad de ello) legaron al mismo “De 19271928 a pans pore pelo cape en un 48 pr cena. 164 tiempo y desperaron en luna verdadera Fiebre guerra. La si: twacion econdmica se deterior en el curso de la guerra cristera (1926-1923): y Montes de Oca, aconsejado por Morrow, condujo una polities de estricta ortodoxia y de respeto alos compromi- sos internacionales hasta el momento de Is deuda, en agosto de 1928 La guerra inflé singularmente el presupuesto, y el gobier- no tuvo frecuentemente gran dificultad para pagar a sus funcio- tuaros. En esta situacién muy dificil, Merrow fue doblemen- te ul al negociar la paz con la Iglesia yal realizar su programa dde sponer a México econémicamente de pies. Para hacer esto paso todos los fines de semana con el secretario de Hacienda, tudiando los problemas con él. No se puede ver en éla un vulr {ar iostrumento de Wall Steet, puesto que impidiS a Montes de Oca que pagara los intereses de los valores extranjros: «un Begueio negocio que comienza no puede permite pig ‘uso, sobre todo, fin a una guerra runosa que acareé la baja de la produccion agricola al devasar todo el corazén product vo del pats Ente 1924 y 1930 la superficie ocupada por el maiz disminuyé en un 8.34 por ciento ya produccién por hectirea en un 277 por ciento, 0 sea una baja de la produccién total de 533.85 por cient En tam que los cultivos especulativos aumen- taban (algoddn, cata de aztcar, café y henequén), las cosechas alumentiis dl centro, la region mis poblada, disminuyeron. El norte y el noroeste conocieron un cleeimiento avicola prodigio= so pasando del indice de 60 en 1910 al indice 318 en 1929, en tanto que el centro vela descender su nivel de vida. Para los cam- Pesinos del Mésico view, que vivian del maiz y del fro, la si {uaciéa era peor que en 1910 y la aloranza de fos tiempos pasa- dos no corespondia al clogio del tempor act sino a la realidad ‘etadisiea La mayoria del pueblo mexicano las grandes masas ruraes del centro, dl est y del su, fueron ls victimas del cam bio. En 1927, 1928, 1929, las importaciones de productos aimen- “Lert Semon maze e100. coo tee Ma 0c hepels (i, Thana hay en nde, Yate, 17 pp 4,103,567 Momondo oes sean na, Ne ‘Nay ieligence Don MD) 2057812 Sl 16s ticios aumentaron en tanto que los precios subieron. El pueblo ‘comenzé a mutmurar que si el oro habia sido retirado de la ‘arculacidn habia sido para engrosar las cuentas bancarias de los dirigentes. Las desigualdades internas, geogrificas y sectoriales, la depen: dencia externa, se agravaron. Parecia que las estructuras porfirs tas, leis de haber sido rotas, se habian exacerbado. En 1929, antes de la gran crisis mundial, México vio declinar su agricultura de subsitencias mientrat que el tector de exportacién progretabs. Las minas y el petrleo representaban el 60 por ciento de las ex: pontaciones en 1910 y el 76 por ciento en 1929. Como el con- trol estadounidense sobre las minas habia aumentado durante ‘ese tiempo (repliegue de los europeos y ruina de los mexicanos), Mexico perdia demasiado. Las propiedades y las inversiones de los Estados Unidoss aumentaron entre 1910 y 1929 para ale 2a 1,800 millones de délares. Entre 1925 y 1930 el producto ax ‘ional bruto cayé en 12 por ciento (entre 1928 y 1930 cayé en ‘un 8 por ciento). La obra politica ( Obrept habia impueto a Calle y no haba dejado de pes Tule me spoyo'y contac Piepetba a oped el prion (Shy edecnisatba sor apices Log tna How peda Bi ‘omar por el gobiero te ters dela Richardson $A, en el ‘alle del Vac, ue eran revinicadas por lor indie Jaq, Ys apodero de lin Esse a axon profunda dela ins gue fra inuipna que coroenz6 en septembre de 19266 ee Mates Tixo detenerl wen que conducia + Obregon rumbo + Merico, pas expresare ls ques del tibu. Obrepsa sument® dese: Scradamcae el auto fo present coco tn lraarieno en man, una gue racial Se apovech® de ello part movies a tjercno part cuna campafia de exerminiosdecarando que e dcsune Erindsbe cana eplndide oason pars weminar Con (L.scrgenzs de Sonora El primero de octbre de 1926, deca. ono habré cuarel Manto palabra, En pocas semanas los yan, cecados en Sus utos montatonos por la elite del rete, bombardeadon 166 por ails de mont yon voc can matron ox rn fer gtondermtaee tener ree heen etm tie Seti es Sa Soot See al Chr at Re ms Teac se pons eee ee actencinte hope ue era ial ata Se i fa op ice aia se ene seco nt orem Se varos. En 1926 le fueron rechazados nuevos créditos en Los An- iy nha Se eas sy mee coats mn Cr se fel a ne go Saeco rote nny Ee Tan eda youn as a ier eee rs sagen ances seers oom Scensetht nn Sprang eee th ata om oe a eee tenner a iin ORES fe creo seats ga pen ee argc metre eae met isn nies areca te a ly moo iemeeans marron tand Tenis eT ee ees DSR E1200 Sonor y MID 26526 40895, 167 ‘aba todo de él, Ia tarde en que fue asesinado. Tanto maquiave- lismo explica el rumor segiin el cual Calles, en su programa an- ticatblico, fue impulsado para que Obregén perdiera ahi, sin re- medio. Y explica también que el asesinato haya sido atibuido (cin prucbas) a Calles, quien se habria vengado de manera ex traordinaris, armando el brsz0 del iluminado José Leén Tol. ara seguir el hilo de esa intriga hasta el fin, es necesario an- ticipar que fue a finales de 1926, despues del problema yaqui, en medio del embrollo religioso, cuando Obregén obtuvo la te- forma constitucional y eliminé el principio sacrosanto de la no reeleccién. El mismo hombre podia ser presidente para varios ‘mandatos, con tal de que los periodos no fueran subsecuentes. ‘Ademis, la duracién de la presidencia se alargo de cuatro séis ‘tos. En junio de 1927 Obregin lanz6 su candidatura oficial an- te el gran enoyo de los generales Arnulfo Gomez y Francisco Se rrano, sus amigos, alos que habia impulsado hacia el earino res- baloso de la presidencia, haciéndoles creer que él mismo no se presentaria mis. Los antireeleccionistas se habian agrupado detris de los dos generales un poco molestos por esta doble candidatura, al no ha- ber podide convencer a Luis Cabrera 0 a José Vasconcelos de que se presentaran contra Obregén. Nadie creia en la validez de las faturas elecciones y todo mundo hablaba de un golpe de Esta- do, Los acontecimientos de octubre de 1927 no son claros: pa receria que Gémez habia propuesto a Serrano actuar (algunos di- ‘een que Serrano era el autor del plan) y que éste habia rechazado dar el golpe, conservando hasta el final su confianza en Obregon, auien lo habia querido como a un hijo." El proyecto de Gémez s€ apoyaba en el general Eugenio Martinez, quien debia ser el ‘comandante de una toma de armas en presencia de Calles y ‘Obregén. ZQuién previno a éstos? Los servicios de seguridad. ‘Gamez, pesimiata, parié para Veracruz. Serrano, inconsciente, ¢ fue a Cuemavaca. Martinez fue relevado de su mando inmedia- MID 2487.40 100» 109 del 25 de acta de 927 Oe veri, tm able conden scandens de Ges amigo de aes Se Sen, a {de Obregan, una empress gue smpeia ods tent ena de ov antec ‘Shas Ne habs habe compl de pare uy, uno wipe Se stud preven ‘oe then mee habia aad eras Obey Ca ad pane Serane habs ‘id en i wampe de am precndso gope de Exo em Cucina Gc, et ‘onete nos alr debe fade ot mee argo el prow Escobar 168 tamente antes de la revista y enviado a Europa. Las unidades tomplicadas dejaron la ciudad tras la revista. Fron ficilmente aniquiladas y sus jefe fusilados, al igual que sus colegas de Tox rreon, de dudosa fidelidad. Serrano fue estado con sus amigos, sin que offecera la menor resistencia. Entre Cuernavaca y Mézico los It prsioneros fieron bsjados de los autos y abatidos, Serrano ya no podia hablar. El general Claudio Fox habia tecbido ins trucciones especiales de Calls, para que nadie excapara. Obregon habia intercedido por Serrano en el curso de una dramética teu rn de gabinete, pero el presidente le habia dicho: «¢Que habrian hecho de nosotros s Ia tampa de Balbucna (la revista) hubiera funcionado. For se habia aleado del lugar dela ejecucin: los verdugos eran todos oficales devignados por el general Amaro. Su ayudante, el coronel Crispin Marroguin, se encargs personal mente de Francisco Serrano. El camino ala presidenca se abea ya sin obstculos. La rup- tura con Morones, defintiva en mayo de 1928, no parece haber tenido consecuenciasy todos los diputadoslaboristas se pasaron Al obregonismo con el mayor cinismo. Obregdn fe elegidoel pr ero de ylio de 1928 pero fue asesinado poco después por el tmistico Tora, Lot satdtes del muaerto perderon el equilibrio= {is rae es de Valera: Antonieta Rivas Mercado) El problema de faber quién ea el verdadero atesino (Morones,o #8 Calley, clit tmuban los obregonistas) solo era saber quign iba a tomar el po- der. Los obregonistas no podian acepar a Calls, pues habriaSig- tificado perder a victoria. Esta fccin, como toda as ots, 010 tenia unidad por su jefe y presa dela rabia no supo conguistar clpoder. Los obregonists Contaban con una treintena de gene- tales en sercio, cas todos los del cerita del norte, feado de ‘Obregon, y habrian podido derrocar inmediatamente a Calls, Este supo contemporizar y aprovechar sus divisiones: una ver muerto Obregén, todos ellos aspiraon 3 Ta presidencia. Puesto {ue ellos exigian la verdad, Calles despdio a su poliia el gene- ‘al Cruz, quien tenia la mala suerte de pertenecer sla CROM, les dejé la encuesta. Sélo supieron tomurar atrozmente a Tol © Tetimenio or del general Aled Chives, joren ofc en a fpocs ‘Grin tor cher ma sonprenden fas pot i compiad de Mor ‘ones ele sds qr cua re sori dea mae Conta 169

También podría gustarte