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El soldado estadounidense Isaías Hernández perdió el 70% de su pierna derecha en Afganistán. Los médicos del Instituto McGowan de Medicina Regenerativa le inyectaron proteínas y hormonas de crecimiento de cerdo en lo que quedaba de su pierna. Esto impulsó la regeneración del tejido muscular y reconstruyó el músculo perdido, tendones y tejido, permitiéndole volver a caminar.
El soldado estadounidense Isaías Hernández perdió el 70% de su pierna derecha en Afganistán. Los médicos del Instituto McGowan de Medicina Regenerativa le inyectaron proteínas y hormonas de crecimiento de cerdo en lo que quedaba de su pierna. Esto impulsó la regeneración del tejido muscular y reconstruyó el músculo perdido, tendones y tejido, permitiéndole volver a caminar.
El soldado estadounidense Isaías Hernández perdió el 70% de su pierna derecha en Afganistán. Los médicos del Instituto McGowan de Medicina Regenerativa le inyectaron proteínas y hormonas de crecimiento de cerdo en lo que quedaba de su pierna. Esto impulsó la regeneración del tejido muscular y reconstruyó el músculo perdido, tendones y tejido, permitiéndole volver a caminar.
Nicholas Holderman, de 20 meses, iba en el asiento trasero con
sus hermanos cuando el auto chocó. El niño cayó sobre un manojo de llaves. Una de las llaves se incrustó en su ojo y llegó al cerebro. Enseguida fueron al hospital y lo operaron. A los tres meses su visión es completamente normal.
Más allá de la mente humana
Entre las historias, Jacalyn Duffin encontró el caso de una mujer con un tumor que desapareció, un hombre que se le “cosieron” solas las heridas, una niña renga que de repente empezó a caminar, un bebé que había muerto y revivió, entre otras. Cada médico de cada caso no pudo jamás explicar los hechos Perdió el 70% de su pierna en batalla El soldado estadounidense Isaías Hernández, de 19 años, estaba junto a su batallón en Afganistán, cuando explotó un mortero enemigo, a principios de 2010. Sufrió serias lesiones en sus manos y piernas, en especial en su pierna derecha que quedó casi completamente destruida. La única opción parecía amputación total. Hormona de cerdo le hizo crecer la pierna Un grupo de médicos del Instituto McGowan de Medicina Regenerativa de la Universidad de Pittsburgh le propusieron a Hernández realizarse un tratamiento experimental: una inyección de proteínas y hormonas de crecimiento de vesícula biliar de un cerdo en lo que quedaba de su pierna. Recobró el músculo y volvió a caminar La inyección de hormonas, llamada “matriz extracelular proteica”, impulsó la regeneración del tejido muscular. Es decir, reconstruyó el tejido perdido y logró lo imposible: reconstruir hasta los tendones de su pierna. Gracias al tratamiento Hernández ha vuelto a caminar.