3.

3 Comercio de Bienes

Una vez que se aprobó el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN),
cada uno de los países miembros se dio a la tarea de exportar sus productos,
valiéndose de las ventajas que otorga dicho Tratado, trayendo para nuestro país un
incremento muy importante en sus exportaciones, tanto hacia Estados Unidos, como
hacia Canadá.

En particular para nuestro país los primeros años del TLCAN fueron muy prósperos y se
llegó a pensar que era la solución al problema económico que veníamos padeciendo,
pero a medida que hemos ido avanzando nos damos cuenta de que no es la mejor
manera de solucionar nuestros problemas; lo cual, aunado a la crisis económica por la
que están atravesando las grandes potencias, han impactado considerablemente
nuestras operaciones de comercio internacional.

Más allá de la región del TLCAN, debemos tener otras alternativas que nos permitan
tener mayor interés en la liberalización del comercio y la inversión para la promoción del
crecimiento económico en los países en vías de desarrollo a fin de reducir la pobreza en
el mundo.

Por ello debemos de intensificar nuestras operaciones bilaterales y multilaterales de

comercio internacional que se presentan tanto en la ALADI, como en el MERCOSUR, y
así dar mayor impulso a nuestro continente, creando una sinergia que nos permita ser
competitivos con nuestros productos en el mercado mundial.

Así pues, hacemos votos para que se reactive la Ronda Doha, la cual representa una
enorme oportunidad para la economía mundial y en particular para los países en
desarrollo. Por lo cual hacemos un llamado a sus Miembros a redoblar sus esfuerzos
para construir puentes y lograr consensos que permitan dar un nuevo impulso al
proceso multilateral y avanzar en la liberalización comercial que beneficie a todos los
participantes.